“LISTA DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO”
Escudo Papal Julio I (337-352)
CAPITULO IV
(Segunda Parte)
4.1 REINADO
DE LAS RAMERAS
Sergio
III
(904-11 d.C.) Tenía una concubina,
Marozia. Esta, su madre Teodora (esposa o viuda de un senador romano) y su
hermana "llenaron la silla papal de sus amantes e hijos bastardos, e
hicieron del palacio papal una Cueva de ladrones”. En la historia este periodo
se denomina la "Pornocracia", o "Reinado de las Rameras"
(904-963 d.C.).
Anastasio
III (911-13 d.C.).
Landón (913-14 d.C.)
Juan
X
(914-28 d.C.) "Fue traído de
Ravena a Roma y hecho Papa por Teodora (quien también tenía otros amantes),
para la más fácil gratificación de sus pasiones”. Murió sofocado por Marozia,
quien luego a su vez elevó al Papado a los engendros suyos, León VI (928-29 d.C.), Esteban VII (929-31
d.C.), y Juan XI (931-36 d.C.),
su propio e ilegítimo hijo. Otro hijo suyo nombró a los cuatro siguientes; León VII (936-39 d.C.), Esteban VIII
(939-42 d.C.), Marino II (942-46 d.C.), y Agapito II (946-55 d.C.).
Juan
XI
(955-63 d.C.) Nieto de Marozia,
"fue culpable de casi todo crimen. Violaba a vírgenes y a viudas de alta y
de baja calidad cohabitó con la concubina de su padre e hizo del palacio papal
un lupanar y fue muerto en el acto de adulterio por el airado esposo.
4.2 LAS
PROFUNDIDADES DE LA DEGRADACIÓN PAPAL
León
VIII
(963-65 d.C.).
Juan
XIII
(965-72 d.C.).
Benedicto
VI
(972-74 d.C.).
Benedicto
VII (975-83 d.C.).
Juan
XIV
(983-84 d.C.).
Bonifacio
VII
(984-85 d.C.), asesinó al Papa Juan
XIV, y "se mantuvo sobre el ensangrentado trono papal mediante el reparto
pródigo de dinero robado”. El obispo de Orleans, refiriéndose a Juan XII, León
VIII y Bonifacio VII, les llamó "monstruos de culpabilidad, llenos de
sangre e inmundicia anticristos sentados en el templo de Dios”.
Juan XV (985-96 d.C.).
Gregorio V (996-99 d.C.).
Silvestre II (999-1003 d.C.).
Juan
XVII (1003 d.C.).
Juan
XVIII (1003-9 d.C.).
Sergio
IV (1009-12 d.C.).
Benedicto
VIII (1012-24 d.C.), compró el puesto de Papa mediante soborno abierto. Esto se
llamaba "simonía", es decir, la compra o la venta de puestos
eclesiásticos por dinero.
Juan
XIX (1024-33 d.C.), compró el Papado. Era lego, y escaló en un solo día todos
los grados clericales.
Benedicto
IX
(1033-45 d.C.), fue hecho Papa
siendo niño de 12 años, mediante convenio monetario con las poderosas familias
reinantes en Roma. "Sobrepasó en maldad a Juan XII; cometía asesinatos y adulterios en pleno día; robaba a los
peregrinos sobre las tumbas de los mártires criminal horrendo, a quien el
pueblo arrojó de Roma”.
Gregorio
VI
(1045-46 d.C.) compró el Papado.
Había tres Papas rivales Benedicto IX,
Gregorio VI y Silvestre III. "Roma pululaba de asesinos
asalariados"; se violaba la virtud de los peregrinos; aun las iglesias se
profanaban con sangre.
Clemente
II
(1046-47 d.C.), fue nombrado Papa
por el Emperador Enrique III de Alemania, "por cuanto no se hallaba a
ningún clérigo romano que fuera exento de la contaminación de simonía y
fornicación”. La asquerosa situación demandaba una reforma.
Dámaso
II
(1048 d.C.). Había grandes protestas
contra la inmundicia y las infamias papales. El clamor por una reforma halló su
contestación en Hildebrando.
4.3 LA
EDAD DE ORO DEL PODERÍO PAPAL
León IX (1049-54 d.C.)
Víctor
II
(1055-7 d.C.), último Papa alemán;
Esteban
IX
(1057-8 d.C.);
Nicolás
II
(1059-61 d.C.), bajo cuya
administración la elección de los Papas se le quitó al Emperador y se puso en
manos de los cardenales (desde entonces todos los Papas, con pocas excepciones
tales como los de Avignon, han sido nombrados de entre el clero Italiano.
Alejandro II (1061-73 d.C.).
Gregorio VII (Hildebrando) (1073-85 d.C.). Pequeño de estatura, torpe en
apariencia débil de voz pero grande en intelecto, fogoso de espíritu y resuelto
hombre de "sangre y hierro" y partidario de celoso del absolutismo
papal, se asoció con el elemento reformista y llevó al Papado a su siglo de oro
(1049-1294). Dominó los cinco reinos papales anteriores al suyo propio.
Su objetivo magno fue reformar al
clero. Los dos pecados prevalecientes del clero eran la inmoralidad y la
simonía. Para combatir su inmoralidad. Gregorio insistió denodadamente en el
celibato. Para combatir la simonía (la compra de puestos eclesiásticos con
dinero), combatió el derecho del emperador de nombrar a dignatarios
eclesiásticos.
Prácticamente todo obispo y
sacerdote había comprado su puesto, pues la iglesia era dueña de la mitad de
las propiedades y tenía grandes rentas y el sacerdocio era un buen medio de
vivir, lujosamente los reyes solían vender los puestos eclesiásticos al más
alto postor haciendo caso omiso de su idoneidad y carácter.
Esto llevó a Gregorio a una lucha
acerba contra Enrique IV, emperador de Alemania. Este depuso a Gregorio, quien
a su vez excomulgó y depuso a Enrique. Sobrevino la guerra, y por fin Gregorio
fue arrojado de Roma, y murió en el exilio. Pero había hecho el Papado en gran
parte independiente del poder imperial. Repetidamente se había llamado a si
mismo, "Señor de reyes y príncipes", y había hecho valer sus
pretensiones.
Victor
III
(1086-7 d.C.)
Urbano
II
(1088-99 d.C.), continuó la guerra
contra el Emperador. Se hizo caudillo del movimiento de las Cruzadas, que aumentó
más y más el dominio papal del cristianismo.
Pascual
II
(1099-1118 d.C.), continuó la guerra
con el Emperador alemán sobre el derecho de hacer nombramientos eclesiásticos.
Gelasio
II (1118-9 d.C.).
Calixto
II (1119 d.C.-¿?), llegó a un acuerdo con el Emperador alemán en el
concordato de Worms (1122 d.C.), que
trajo la paz después de 50 años de guerra.
Honorio
II
(1124-30 d.C.).
Inocencio
II
(1130-43 d.C.), se mantuvo en el
papado mediante la fuerza armada, contra el antipapa Anacleto II, a quien habían nombrado algunas
familias poderosas de Roma.
Celestino
II
(1143-4 d.C.).
Lucio
II
(1144-5 d.C.).
Eugenio
III
(1145-53 d.C.).
Anastasio
IV
(1153-4 d.C.).
Adriano
IV
(1154-9 d.C.), el único papa inglés.
Dio Irlanda al rey de Inglaterra y le autorizó para que entrara en posesión de
ella. Esta autorización fue renovada por el Papa siguiente Alejandro III, y se llevó a cabo la ocupación en 1171 d.C.
Alejandro
III
(1159-81 d.C.), fue el Papa más
grande entre Gregorio VII (1073-85 d.C.)
e Inocencio III (1198-1216 d.C.), en conflicto con cuatro antipapas, renovó
la guerra contra el Emperador alemán, Federico Barbarroja, quien después de
cinco campañas y muchas batallas campales entre sus ejércitos y los del Papa y
sus aliados, con grandes matanzas celebró la Paz de Venecia en 1177 d.C.
Alejandro fue arrojado de Roma por
el pueblo y murió en el exilio tal como habían muerto muchos Papas anteriores.
Lucio III (1181-5 d.C.).
Urbano III (1185-7 d.C.).
Gregorio VIII (1187 d.C.).
Clemente III (1187-91 d.C.).
Celestino
III (1191-8 d.C.).
4.4 LA
CIMA DEL PODERÍO PAPAL
Inocencio
III (1198-1216 d.C.), el más poderoso de todos
los Papas. Reclamó ser "vicario de Cristo", "vicario de
Dios", "Supremo Soberano de la Iglesia y del Mundo"; tener el
derecho de deponer a reyes y príncipes; que "todas las cosas en la tierra,
en el cielo y en el infierno están sujetas al Vicario de Cristo”. Llevó a la
Iglesia al dominio supremo del Estado.
Los reyes de Alemania, Francia,
Inglaterra y prácticamente todos los monarcas de Europa obedecían a su
voluntad. Aun trajo bajo su control al Imperio Bizantino, aunque su trato
brutal de Constantinopla alejó aún más al Oriente del Occidente. Jamás en la
historia ha ejercido mayor poder un solo hombre. Ordenó dos Cruzadas. Decretó
la transubstanciación. Confirmó la confesión auricular. Declaró que el sucesor
de Pedro "jamás podrá en manera alguna apartarse de la fe católica"
(o sea la infalibilidad papal). Condenó la Carta Magna británica.
Prohibió también la lectura de la
Biblia en el idioma del pueblo.
Ordenó el exterminio de todo
hereje.
Instituyó la Inquisición.
Ordenó la matanza de los
albigenses.
Más sangre se derramó bajo
dirección suya y de sus sucesores inmediatos que en época alguna de la historia
de la iglesia, salvo en el intento del Papado de aplastar la Reforma en los
siglos 16 y 17. Creería uno que Nerón, la Bestia, hubiese vuelto a la vida bajo
el nombre del Cordero.
4.5 EL PODER PAPAL MANTENIDO POR LA INQUISICIÓN
Torquemada en la Inquisición.
Torquemada, Tomás de
(1420-1498 d.C.), monje
español y gran inquisidor, famoso por su implacable administración de la
Inquisición. Nació en Valladolid e ingresó muy joven en la orden de los
dominicos. En 1452 d.C. fue
prior del monasterio de Santa Cruz en Segovia y, desde 1474 d.C., confesor de los Reyes
Católicos, Isabel y Fernando.
La Inquisición, llamada el
"SANTO OFICIO," fue instituida por Inocencio III y perfeccionada bajo
el segundo Papa después de él, Gregorio IX. Era la corte eclesiástica para
descubrir y Castigar a los herejes. Bajo ella, a todos se les exigía informar
contra los herejes. Cualquier sospechoso podía ser torturado, sin saber el
nombre de su acusador. El proceso era secreto.
El inquisidor pronunciaba
sentencia, y la víctima era entregada a la autoridad civil para ser encarcelada
de por vida, o para ser quemada. Los bienes de la víctima se confiscaban y se
repartían entre la Iglesia y el Estado. En el periodo inmediatamente después de
Inocencio III, la Inquisición hizo esta obra mas mortífera en el sur de Francia
(véase Albigenses) aun cuando hizo grandes multitudes de víctimas en España,
Italia Alemania y los Países Bajos.
Más tarde, la Inquisición fue el
arma principal del intento papal de sofocar la Reforma. Se dice que en los 30
años del 1540 d.C. al 1570 d.C., no menos de 900,000 protestantes
fueron muertos en la guerra de exterminio del Papa contra los valdenses.
¡Monjes y sacerdotes dirigiendo, con crueldad implacable y saña brutal la obra
de torturar y quemar vivos a hombres y mujeres inocentes y haciéndolo en el nombre
de Cristo, por mandato directo del "Vicario de Cristo"!
La Inquisición es la cosa más
infame de toda la historia. Fue inventada por los Papas y usada por ellos
durante 500 años para mantener su poder. Ninguno de los posteriores
"santos" e "infalibles" Papas ha dado excusa o satisfacción
alguna por ella.
4.6 SIGUE
LA GUERRA CONTRA LOS EMPERADORES DE ALEMANIA
Honorio III (12l6-27 d.C.).
Gregorio IX (1227-41 d.C.).
Inocencio IV (1241-54 d.C.), dio la sanción papal al uso de la
tortura para arrancar confesiones de los sospechosos de herejía. Bajo estos
tres Papas. Federico II, nieto de Federico Barbarroja, uno de los enemigos más
resueltos que el Papado jamás haya tenido, encabezó el Imperio en su postrer
gran lucha contra el Papado. Después de repetidas guerras el Imperio fue
humillado, y el Papado quedó supremo.
Alejandro IV (1254-61 d.C.).
Urbano IV (1261-4 d.C.).
Clemente IV (1265-8 d.C.).
Gregorio X (1271-6 d.C.).
Inocencio V (1276 d.C.).
Juan XXI, (1276-7 d.C.).
Nicolás III (1277-80 d.C.).
Martín IV (1281-5 d.C.).
Honorio IV (1285-7 d.C.).
Nicolás IV (1288-92 d.C.).
Celestino V (1294 d.C.).
4.7 COMIENZOS
DE LA DECADENCIA PAPAL
Bonifacio
VIII (1294-1303 d.C.), en su célebre bula "Unam Sanctam", dijo,
"Declaramos, afirmamos, definimos y pronunciamos que es de todo necesario
para la salvación que toda criatura humana esté sujeta al Pontífice Romano”.
Sin embargo era tan corrompido que
Dante quien visitó a Roma durante su pontificado, llamó al Vaticano una
"sentina de corrupción", y le asignó, juntamente con Nicolás III y
Clemente V, a las partes más bajas del infierno. Bonifacio recibió el Papado en
su cima; pero halló la horma de su zapato en Felipe el Hermoso, rey de Francia,
a cuyos pies el Papado fue humillado hasta el polvo y comenzó su época de
decadencia.
4.8 EL
CONTROL FRANCÉS DEL PAPADO
El Papado había sido victorioso en
sus 200 años de lucha contra el Imperio Alemán. Pero ahora el rey de Francia
había llegado a ser el primer monarca de Europa. Entre el pueblo francés crecía
un sentido nacionalista y un espíritu de independencia (producto en parte sin
duda, de la brutal matanza papal de los albigenses franceses en el siglo
anterior), y Felipe el Hermoso, con quien comienza la historia de la Francia
moderna, continuó la lucha contra el Papado. Su conflicto comenzó contra
Bonifacio VIII, con motivo de un impuesto sobre el clero francés.
El Papado fue sometido al Estado de
manera completa; y después de la muerte de Benedicto
XI, (1303-4 d.C), el palacio papal fue trasladado de Roma a Avignón sobre
la frontera sur de Francia, y durante 70 años el Papado fue un mero instrumento
de la corte francesa.
4.9 EL
"CAUTIVERIO BABILONIO" DEL PAPADO
70 años (1305-1377 d.C.) durante los cuales el palacio
papal estuvo en Avignón.
Clemente
V (1305-14 d.C.).
Juan
XXII (1316-34 d.C.), el hombre más rico de Europa.
Benedicto XII (1334-42 d.C.).
Clemente VI (1342-52 d.C.).
Inocencio VI (1352-62 d.C.).
Urbano V (1362-70 d.C.).
Gregorio XI (1370-78 d.C.). La avaricia de los Papas de Avígnón
no conocía límites. Impusieron onerosos impuestos; todo oficio eclesiástico se
vendía por dinero, y se creaban muchos puestos nuevos para ser vendidos para
llenar las arcas de los Papas y mantener a su lujosa e inmoral corte.
Petrarca acusó a la residencia
papal, de violación, adulterio y toda manera de fornicación. En muchas
parroquias la gente insistía en que los sacerdotes tuviesen concubinas, como
medio de proteger el honor de sus propias familias. El "cautiverio"
fue un duro golpe para el prestigio del Papado.
4.10
EL CISMA PAPAL
40 años (1377-1417 d.C.) durante los cuales había dos
grupos de Papas, uno en Roma y Otro en Avignón. Cada uno reclamaba ser ‘vicario
de Cristo’, y anatematizaba y maldecía al otro.
Urbano VI (1378-89 d.C.), restableció el palacio papal en
Roma.
Bonifacio IX (1389-1404 d.C.).
Inocencio VII (1404-6 d.C.).
Gregorio XII (1406-9 d.C.).
Alejandro
V (1409-10 d.C.).
Juan
XXIII (1410-15 d.C.), llamado por algunos el criminal más depravado que jamás se
haya sentado en el trono papal, culpable de casi todo crimen. Siendo cardenal
en Bologna, 200 doncellas, monjas y mujeres casadas fueron víctimas de sus
amores; siendo Papa, violaba monjas y vírgenes; vivió en adulterio con su
cuñada; culpable de sodomía y otros vicios sin nombre; compró el Papado, vendió
cardenalatos a hijos de familias ricas; negaba abiertamente la vida futura.
Martín
V (1417-31 d.C.), con el cual terminó el cisma papal; pero este cisma había
sido considerado escándalo por toda Europa, y con él el Papado había sufrido
una irreparable pérdida de prestigio.
Eugenio IV (1431-47 d.C.).
4.11 LOS PAPAS DEL RENACIMIENTO
(1447-1549 d.C.)
Nicolás
V (1447-55 d.C.), autorizó al rey de Portugal para que hiciera guerra contra
pueblos africanos, los esclavizara y tomara sus bienes.
Calixto
III (1455-8 d.C.).
Pío
II (1458-64 d.C.). Tuvo muchos hijos ilegítimos, hablaba abiertamente de los
métodos que usaba para seducir a las mujeres, estimulaba a los jóvenes al
desenfreno y aun ofrecía instruirles en ello.
Paulo II (1464-71 d.C.). "Llenó de concubinas su
casa".
Sixto
IV (1471-84 d.C.). Sancionó la Inquisición Española; decretó que el dinero
podía sacar almas del purgatorio; fue cómplice en un complot para asesinar a
Lorenzo de Médicis y a otros que se oponían a su planes; usó del Papado para
enriquecerse a sí mismo y a sus familiares; hizo cardenales a ocho sobrinos
suyos, algunos de ellos apenas niños en sus festejos lujosos y pródigos
rivalizó con los Cesares en riquezas y en pompa, él y sus parientes pronto
sobrepasaron a las antiguas familias romanas.
Inocencio
VIII (1484-92 d.C.); con diferentes mujeres casadas tuvo 16 hijos multiplicó los
puestos eclesiásticos y los vendió por enormes sumas de dinero; decretó el
exterminio de los valdenses, y envió un ejército contra ellos; nombró
Inquisidor General de España al brutal Tomás de Torquemada, y mandó que todos
los gobernantes le entregaran los herejes. Permitió corridas de toros en la
plaza de San Pedro. Fue el causante de los truenos de Savonarola contra la
corrupción papal. (Jerónimo Savonarola, predicador
dominico italiano, de oratoria fogosa y exaltada (1452-1498 d.C.). Intentó en vano establecer en
Florencia una Constitución medio teocrática medio democrática y fue quemado
como hereje.) Diccionario Larousse.
Alejandro
VI (1492-1503 d.C.), el más corrompido de los Papas del Renacimiento;
licencioso, avaro y depravado. Compró el Papado: por dinero hizo muchos nuevos
cardenales; tuvo numerosos hijos ilegítimos a quienes reconocía abiertamente y
colocaba en altos puestos eclesiásticos mientras aún eran niños éstos,
juntamente con su padre, asesinaban a cardenales y a otros que les estorbaban.
Tuvo por concubina a la hermana del cardenal que llegó a ser el próximo Papa.
Pío III (1503 d.C.), Mientras Alejandro VI vivía con su
hermana, este aplacaba con regalos a su desventurado cuñado.
4.12 LOS PAPAS DEL DÍA DE LUTERO
Julio II (1501-11 d.C.), el más rico de los cardenales,
compró el Papado con grandes rentas de numerosos obispos y estados
eclesiásticos. Siendo cardenal, se había burlado del celibato. Fue envuelto en
luchas interminables sobre la posesión de ciudades y principados; mantuvo y
encabezó personalmente grandes ejércitos, y fue llamado el Papa Guerrero.
Emitió indulgencias. Fue Papa cuando visitó Ruina Lutero, quien quedó
horrorizado de lo que veía.
León
X (1513-21 d.C.),
fue Papa cuando Martín Lutero, inició la Reforma Protestante, hijo de Lorenzo
de Médicis hecho arzobispo a los 8 años y cardenal a los 13, a cuya edad ya
había recibido 27 diferentes cargos eclesiásticos, lo que significaba una vasta
renta. Se le había enseñado a considerar los puestos eclesiásticos únicamente
como fuente de ingresos. Obtuvo el Papado mediante negociaciones vendía los
honores eclesiásticos; todo puesto eclesiástico se vendía y muchos nuevos se
creaban; nombró cardenales cuando tenía solamente siete años.
Anduvo en negociaciones
interminables con reyes y príncipes procurándose el poder secular, siéndole
completamente indiferente el bienestar espiritual de la Iglesia. Mantuvo la
corte más lujosa y más licenciosa de toda Europa; sus cardenales rivalizaban
con reyes y príncipes en sus magníficos palacios sus grandes festejos y sus
séquitos de sirvientes y sin embargo este sibarita (dado a los placeres y deleites) reafirma la bula "Unam
Sanctam" que declara que para ser salvo todo ser humano ha de someterse al
Pontífice Romano. Emitía indulgencias a tarifa fija; decretó la quema de
herejes como de ordenación divina.
Adriano VI (1522-23 d.C.).
Clemente VII (1523-34 d.C.).
Pablo
III (1534-49 d.C.), tuvo muchos hijos ilegítimos. Fue enemigo resuelto de los
protestantes y ofreció a Carlos V, un ejército para que les hiciera la guerra.
4.13 LLEGAN LOS JESUITAS
La contestación de Roma a la
secesión luterana fue la Inquisición bajo la dirección de los jesuitas, orden fundada
por el español Ignacio de Loyola (149l-1556
d.C.), sobre el principio de obediencia absoluta e incondicional al Papa
con el objeto de recobrar el territorio perdido ante protestantes y
mahometanos, y la conquista del mundo entero para la Iglesia Católica Romana.
Su blanco supremo era la
destrucción de la herejía (el pensar cualquier cosa diferente de lo que el Papa
mandara pensar), para cuyo logro todo era justificable; el engaño, la
inmoralidad, el vicio y aun el asesinato. "Su lema era para la mayor
gloria de Dios"; sus medios, las escuelas, buscándose especialmente a los
hijos de las clases dominantes y tratándose en todas ellas de alcanzar el
dominio absoluto del alumno; el confesionario especialmente para con los reyes,
príncipes y gobernantes civiles a quienes toleraban toda clase de vicio y de
crimen con tal de alcanzar su favor; y la fuerza, persuadiendo a los
gobernantes a que ejecutaran las sentencias de la Inquisición.
En Francia fueron los responsables
de la matanza de San Bartolomé, las guerras religiosas, la persecución de los
hugonotes, la revocación del Edicto de Tolerancia de Nantes, y la Revolución
Francesa. En España, los Países Bajos el sur de Alemania, Bohemia, Austria,
Polonia y otros países dirigieron la matanza de multitudes sin número. Mediante
estos métodos detuvieron la Reforma en el sur de Europa, y virtualmente
salvaron de la ruina al Papado.
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