LIBROS DE LA BIBLIA

Bosquejo No. 1

INTRODUCCIÓN A LA PRIMERA EPÍSTOLA
DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS

Cuando pensamos en la iglesia de los corintios generalmente viene a nosotros una sola palabra, carnalidad. Esto por el hecho de que todo lo que se trata en esta primera carta escrita por el apóstol Pablo a los Corintios trata sobre la corrección de situaciones reinantes en la iglesia de esta ciudad griega, iglesia donde se evidenciaban pecados que no era propio que reinasen en una iglesia de Cristo y no se le juzgase como debía ser.
Es por esta razón que entendemos importante, aunque no es un motivo justificante que entendamos el trasfondo histórico, social y cultural de esta iglesia, la cual sin lugar a dudas estaba formada por seres humanos que estaban marcados por este trasfondo.
Lo primero que debemos saber es que la ciudad de Corinto era una de las ciudades más importantes de la Grecia continental de la época de Pablo, en primer lugar porque era la ciudad de más alto nivel comercial de aquellos días y porque era la capital de la administración del gobierno de la provincia de Acaya a la cual pertenecía.
Es por estas causas principalmente, que esta iglesia estaría atacada e influenciada, más que cualquier otra iglesia de estos tiempos, por la mundanalidad y por la carnalidad que vemos quiere evidenciar y corregir el apóstol Pablo en su deseo de que ellos mirasen a Cristo y tratarán de imitarlo como él lo hacía (11:1).
Sería muy lamentable también para nosotros que en estos momentos tomemos la vara del juez de los jueces y caigamos en el pecado de juzgar sin mirarnos a nosotros mismos, porque la realidad es que muchos de nosotros en diferentes momentos de nuestra vida cristiana hemos caído o hemos visto caer a otros en los mismos pecados por los cuales el apóstol Pablo amonesta y exhorta a volver a la santidad a estos creyentes.
Por esta razón sería muy sabio, que conociéramos esta epístola buscando las enseñanzas más propicias para nuestras vidas al igual que de seguro lo hicieron los hermanos receptores de esta aleccionadora epístola.

Veamos esta introducción bajo el planteamiento siguiente:
I) El contexto de la ciudad de Corinto.
II) El motivo de la carta a los corintios.
III) Las generales de Primera a los Corintios.

I) EL CONTEXTO DE LA CIUDAD DE CORINTO
A. Su contexto político
1. Ya dijimos en la introducción que la ciudad de Corinto en los días de Pablo fue la ciudad más importante de esta parte de Grecia, por la sencilla razón de que había sido elegida como el centro administrativo del gobierno de Grecia.
2. Asimismo se entiende que esta designación no fue un hecho casual, sino un hecho conveniente que por su ubicación geográfica, por encontrarse en el centro del istmo que une la península del Peloponeso con la Grecia continental.
3. El Peloponeso en los tiempos de Pablo estaba constituido por Argólida, Laconia, Mesenia, Élide, Acaya, y Arcadia, el cual tiene un territorio de 21,500 kms2 y es la parte que comunica la Grecia continental con Atenas la capital política y las demás islas griegas que están sobre el mar Egeo y el Mediterráneo.
4. El Peloponeso (Peloponnesos) toma su nombre del héroe de leyenda Pélope, y de la palabra griega que significa isla, nisos. El Peloponeso está unido al continente por un estrecho istmo. La Península del Peloponeso se encuentra en la zona más meridional de la Grecia continental, quizá la parte más baja del país. Con respecto al moderno Canal de Corinto, la ciudad de Corinto ha quedado situada en la entrada norte del mismo.

B. Su contexto comercial
1. Por lo dicho en el punto anterior, Corinto se convirtió para los días de Pablo en una ciudad de mucha importancia, ya que el comercio que venía del Asia menor y del Oriente tenía su sede principal en la ciudad de Corinto.
2. Es bueno destacar que precisamente allí según Hechos 18:1-3 es donde el apóstol Pablo se encuentra con el judío Aquila y Priscila su esposa, quienes habían ido a vivir a esa ciudad por el edicto del emperador Claudio de que los judíos fueran sacados de Roma.
3. Ellos eran hacedores de tiendas como lo era Pablo y de seguro escogieron esta ciudad por su movimiento comercial y para poder subsistir económicamente, hasta que encontrándose con Pablo conocen del Señor y se unen en el mismo trabajo.

C. Su contexto religioso
1. Como toda ciudad griega, era una ciudad sumamente idólatra, que adoraba a diosas como Venus, Afrodita, etc. Pero como podemos ver en ella se refugiaron muchos judíos que adoraban a Dios además de Priscila y Aquila, como observamos en Hechos 18:4 los cuales tenían una sinagoga donde Pablo discutía los días de reposo y persuadía a judíos y a griegos a convertirse a la fe de Jesús.
2. Es a esta ciudad a donde desde Macedonia llegan Silas y Timoteo y ayudan a Pablo en la obra allí, la cual trajo de inmediato una reacción adversa en la comunidad judía incrédula, provocando que Pablo se fuese a predicar a casa de uno llamado Justo vecino de la sinagoga judía (Hch. 18:7).
3. Allí se forma la primera iglesia de Corinto, y en la cual Crispo, el principal de la sinagoga donde Pablo discutía, se convierte a Cristo con toda su casa. Allí duró Pablo un año y seis meses predicando y enseñando la Palabra de Dios y ganando almas para Cristo de aquella ciudad.

II) EL MOTIVO DE LA CARTA A LOS CORINTIOS
A. Autoría de la epístola
1. Sin lugar a dudas, el autor de esta epístola es el apóstol Pablo, el cual se identifica en el primer versículo junto al hermano Sóstenes quien era un principal de la sinagoga de aquella ciudad que se convirtió a Cristo igualmente como lo hizo Crispo (Hch. 18:17).
2. El estilo mismo de la carta es otro de los argumentos más sólidos para demostrar que esta primera epístola a los Corintios fue escrita por el apóstol Pablo, ya que esta conserva la tipología de todas las demás epístolas paulinas.
3. Podemos decir que aparte de las evidencias internas a la misma epístola que califican a Pablo de autor de la misma, también tenemos argumentos externos a ella que reconocen su autoría, el principal de ellos es el testimonio de creyentes como Clemente de Roma, Policarpo, Ireneo, Atenágoras, Clemente de Alejandría, Tertuliano y muchos otros que dan a Pablo como su autor.

B. Motivación principal de la epístola
1. Podemos decir que el apóstol Pablo fue motivado a escribir a esta iglesia por diferentes motivos que explicaremos a continuación, pero su principal motivo fue expuesto por el mismo apóstol en la sección de 1:10-3:11.
2. La iglesia de Corinto estaba dividida y no había en ella un sentir de buscar la unidad del cuerpo de Cristo. Podemos citar sus palabras en 1:10 cuando dice: “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”.
3. Podemos decir que como responsable de esta iglesia desde sus inicios y entendiendo su calificación y autoridad apostólica, el apóstol Pablo no deja de cuidar de esta grey y en conocimiento por los de Cloe (v. 11) de esta situación inadecuada, lleva a entender frente a esta división lo que afirma y sostiene en 3:11 cuando dice: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”.

C. Otras motivaciones particulares
1. Por otro lado podemos destacar algunas otras motivaciones particulares del apóstol Pablo para escribir el resto de la misma, las cuales tienden de igual manera a dejar claramente establecida la preocupación por su responsabilidad pastoral hacia aquellos hermanos en Cristo a quienes había visto nacer de nuevo.
2. La iglesia había crecido para el año 55 d. C. cuando Pablo se encontraba posiblemente en Éfeso en su cuarto viaje misionero y en su crecimiento y desarrollo estaba sumergida en serias situaciones pecaminosas y problemas doctrinales que él como pastor entendía que debía de ayudar a corregir, muestra de ello es la cantidad de temas que trata esta epístola a diferencia de cualquier otra escrita por él a otra iglesia.
3. También se argumenta que la preocupación de Pablo, porque las iglesias gentiles ayudasen a los creyentes de Judea económicamente con sus ofrendas fuese otra de las causas y motivaciones de su epístola (16:1-4).

III) LAS GENERALES DE PRIMERA A LOS CORINTIOS
A. Contenido de la epístola
Como vemos a continuación, los capítulos de esta epístola se caracterizan por evidentes pecados, los cuales el apóstol Pablo trata de que se corrijan en esta iglesia:
Capítulo I - División en la Iglesia.
Capítulo II - Vanidad en su sabiduría.
Capítulo III - Carnalidad en el servicio cristiano.
Capítulo IV - Murmuración a los siervos de Dios.
Capítulo V - Pecado de Inmoralidad.
Capítulo VI - Litigios delante incrédulos.
Capítulo VII - Problemas matrimoniales
Capítulo VIII - Pecado contra los débiles.
Capítulo IX - Murmuración hacia Pablo.
Capítulo X - Pecado de Idolatría.
Capítulo XI - Desorden en los cultos.
Capítulo XII - Mal uso de los dones.
Capítulo XIII - Falta de amor.
Capítulo XIV - Desorden en el uso de las lenguas.
Capítulo XV - Incredulidad de la resurrección.
Capítulo XVI - Actitud incorrecta en cuanto a la ofrenda.

B. Ocasión en que fue escrita esta epístola
1. Ya hemos establecido que primera a los corintios debe haber sido escrita para el año 55 d. C. y posiblemente en los días en que el apóstol Pablo se encontraba en Éfeso según (1 Co. 16:8-9) cuando dijo: “Pero estaré en Éfeso hasta Pentecostés; 9porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios”.
2. Se puede también citar (1 Co. 16:19) donde el apóstol Pablo declara: “Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor”. Donde podemos ver la región donde él se encontraba.
3. Es propicio recordar que el apóstol Pablo tenía ardor por todas las iglesias que había fundado, él no dejaría huérfanas a estos hijos de Dios a los cuales por su predicación había llevado a los pies de Cristo, por esto siempre buscaría ocasión para llegarse a ellos y ayudarlos en cualquiera de sus situaciones.

C. División por secciones de la Epístola
Salutación 1:1-3
Acción de gracias pro dones espirituales 1:4-9
¿Está dividido Cristo? 1:10-17
Cristo, poder y sabiduría de Dios 1:18-31
Proclamando a Cristo crucificado 2:1-5
La revelación por el Espíritu de Dios 2:6-16
Colaboradores de Dios 3:1-23
El ministerio de los apóstoles 4:1-21
Un caso de inmoralidad juzgado 5:1-13
Litigios delante de los incrédulos 6:1-20
Problemas del matrimonio 7:1-40
Lo sacrificado a los ídolos 8:1-13
Los derechos de un apóstol 9:1-27
Amonestaciones contra la idolatría 10:1-11:1
Atavío de las mujeres 11:2-16
Abusos en la cena del Señor 11:17-22
Institución de la Cena del Señor 11:23-26
Tomando la Cena indignamente 11:27-34
Dones espirituales 12:1-31
La preeminencia del Amor 13:1-13
El hablar en lenguas 14:1-40
La resurrección de los muertos 15:1-58
La ofrenda para los santos 16:1-4
Planes de Pablo 16:5-12
Salutación finales 16:13-24

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Es nuestro especial deseo que todos aquellos que inicien este estudio con nosotros sean bendecidos en y por la Gracia de Dios.
Que todo lo que podamos aprender de igual manera podamos ponerlo por obra en nuestras vidas, entendiendo que esta, al igual que todo el contenido de la Palabra de Dios, tiene como objetivo que cada creyente se mire en ella como en un espejo y lleve su vida a ser semejante a la de Cristo.


Bosquejo No. 2

SALUDOS Y BENDICIONES
(1 Co. 1:1-9)

En esta oportunidad nos sumergiremos de lleno en esta epístola, luego de haber conocido los antecedentes espirituales, históricos, geográficos y políticos de la iglesia de Corinto.
Es ahora cuando conoceremos la manera en que el apóstol Pablo se introduce en una carta que de manera doctrinal es tan dura, con respecto a los pecados y a las desviaciones de las cuales estaban participando los hermanos de esta iglesia.
Para poder llegar al corazón de ellos, Pablo nos inicia la epístola hablando de “la riqueza de los Santos” entre los cuales estaban los Corintios y por medio de la cual ellos entenderían las demandas del apóstol, quien buscaba de ellos la madurez espiritual que Dios requiere de todos aquellos que han sido salvos por su gracia.
Era evidente, como vamos a ver en este estudio que los Corintios fueron privilegiados, en el sentido de la cantidad de Dones = karismas que Dios les había provisto. Notamos en 1:7 de tal manera que nada os falta en ningún “Don” y este es el argumento que el mismo Apóstol Pablo hace evidente para poder llegar al corazón de ellos y poder sacarlos de la inmadurez espiritual en que se encontraban.

Veamos esta sección de la manera siguiente:
I) Pablo saluda a la iglesia.
II) Pablo da acciones de gracias.
III) Pablo manifiesta la obra de Dios en Corinto.

Entremos pues en la salutación de Pablo.
PABLO SALUDA A LA IGLESIA
(1 Co. 1: 1-3)
A. Pablo y Sóstenes
1. Como vimos en la introducción el apóstol Pablo asocia consigo a Sóstenes en la preparación de la epístola, un hermano de Corinto, pero estamos seguros que la autoridad depende de la redacción de Pablo. “Llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios”.
2. Como vimos también, Sóstenes puede ser el mismo que aparece en (Hechos 18:17) el cual era un principal de la Sinagoga de Corinto, quien instigó una revuelta en contra de Pablo, pero más luego el fue golpeado por los griegos enfurecidos. Aparentemente esto pudo haber provocado su conversión.
3. El apóstol Pablo es el que tiene la autoría de esta carta y lo vemos manifestado en 4:17 y 14:37, aparte de reconocer en la misma el estilo literario del Apóstol de los gentiles.

B. Pablo a la iglesia de Dios en Corinto
1. La palabra “iglesia” viene del término griego [Ekklesia] el cual originalmente tendía a describir a un grupo de personas las cuales eran convocadas debidamente con el propósito expreso de tratar, discutir y tomar decisiones sobre asuntos de la comunidad griega. Comparemos esta palabra con la que aparece en Hechos 19:39 que se traduce allí como “Legitima asamblea o asamblea legal”.
2. En su sentido etimológico la palabra Iglesia define a un grupo de personas que son llamados fuera. Ya en el Nuevo Testamento esta palabra define a los que son convocados para oír la voz de Dios por medio del evangelio del Señor Jesucristo.
3. Esta iglesia estaba compuesta por los “santificados por Cristo Jesús llamados a ser santos”. Aquellos quienes habiendo puesto su fe en Cristo Jesús, se hallan separados del mundo para dedicarse al servicio de Dios.
Santificados = consagrados = separados = santidad posicional la cual se manifiesta por medio de la santidad práctica, la que nos llevará a la santidad final (He. 12:14).

C. Los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo
1. Los “santos” se identifican con todos aquellos que han dejado de invocar a los dioses paganos para reconocer plenamente el Señorío Del Señor Jesucristo y que ahora invocan su nombre.
2. Noten como Pablo declara al final del (v. 2). “Señor de ellos y nuestro”. Dando a entender que lo único que puede hacer unión entre un creyente y otro es el Señorío De Cristo.
3. A estos Santos Pablo desea gracia y paz. La que proviene de Dios nuestro padre y del Señor Jesucristo. Esta frase “El Señor Jesucristo” aparece 6 veces en los siguientes 10 versículos y Pablo en esto da honra y llama a honrar al Señor con este título, ya que las dificultades de la iglesia local vienen cuando no se entiende el Señorío de Cristo. El énfasis en el señorío de Jesucristo es natural y necesario en vista del espíritu de rebeldía que se manifestaba en ciertos sectores de la iglesia de los corintios.

II) PABLO DA ACCIONES DE GRACIAS
(1 Co. 1:4-5)
A. Pablo desea gracia y paz
1. Aunque esta expresión es parte del saludo de Pablo, pudiera ser considerada como parte del deseo de Pablo hacia la iglesia de Corinto en quien realmente se había manifestado la gracia de Dios.
2. Pablo desea GRACIA, que no es más que un (amable saludo griego) algo así como “pásalo bien” aunque en el Nuevo Testamento la gracia equivale a “Dios obrando al impulso de su amor”. Es por lo cual recibimos la redención cuando no lo merecíamos, es un don inmerecido.
3. Pablo también desea paz, que no es más que otro saludo, que era usado por los hebreos “SHALOM” y significa no solo “ausencia de perturbación” sino “el disfrute de las bendiciones que garantizan la verdadera prosperidad del hombre”. La paz cristiana surge de la gracia de Dios y ambas vienen de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

B. Pablo da testimonio de la gracia de Dios en Corinto
1. Notemos el versículo 4 donde Pablo nos dice: “Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús”.
2. Pablo manifiesta a los Corintios sus acciones de gracias, por la gracia de Dios recibida, que era evidente en ellos y manifestada por medio de sus actuaciones.
3. Los Corintios serían amonestados por el mismo Pablo, por los diversos pecados que permitían en su seno, pero esto no suprimía la gracia que Dios había derramado en ellos para salvación de sus almas.
C. Pablo declara la riqueza poseída por los corintios
1. Notemos el versículo 5 cuando dice: “Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en Él, en toda palabra y en toda ciencia”. Es por esta razón que el Apóstol manifiesta sus acciones de gracias a Dios, para que se haga evidentes a todos.
2. El apóstol Pablo hace destacar que la riqueza por medio de la cual Dios ha enriquecido a los Corintios ha sido la Palabra y la ciencia. La riqueza está en que los Corintios entendieron todo lo revelado concerniente a la revelación. No todos los hombres tienen este privilegio de conocer las riquezas que hayamos por medio de la palabra.
3. También dice el apóstol Pablo, que ellos no fueron expuestos al enriquecimiento intelectual, sino al conocimiento de los secretos de Dios que viene siendo el principio de la inteligencia (Pr. 9:10). Lo que todavía no había sido dado a entender plenamente según dice (1 Co. 13:9) - “Porque en parte conocemos y en parte profetizamos; Más cuando venga lo perfecto (toda la revelación) lo que es en parte se acabará” (v. 10).
4. Considerando que esta epístola es la primera de todas las que aparecen el Nuevo Testamento, podemos decir que los Corintios habían sido enriquecidos en Cristo, en toda palabra y ciencia, cuando todavía en muchos lugares no se conocía todo lo que Dios había de revelar.

III) PABLO MANIFIESTA LA OBRA DE DIOS EN CORINTO (1 Co. 1:6-9)
A. La espera de la manifestación de nuestro Señor Jesucristo (vv. 6-7)
1. “...así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” (vs. 6-7). La Segunda venida de Cristo viene a ser una parte importante de la vida y del testimonio de los creyentes del primer siglo, la manifestación de nuestro Señor Jesucristo era algo que ellos esperaban con gran gozo espiritual.
2. El v. 6 nos declara que mientras ellos esperaban la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, no tenían falta de ningún don espiritual. Como dijimos al principio, todos los dones existentes hoy y aquellos que cayeron en desuso la Iglesia de Corinto los tenía.
3. Estos hermanos estaban preparados “…esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”. El apóstol Pablo lo sabía, porque esta era la esperanza que gobernó y debe seguir gobernando la vida del creyente que sabe que un día su Señor se manifestará para que le veamos cara a cara.

B. El día de la confirmación del creyente (vv. 8, 9)
1. Ahora Pablo dice: “El cual (hablando del Señor Jesucristo) también confirmará hasta el fin para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo”. Este es uno de los más importantes con respecto a la “seguridad de la salvación del creyente”, ya que nuestra posición en Cristo no depende de lo que seamos o hagamos, sino del propósito de Dios.
2. Vemos tres detalles importantes en este versículo los cuales resaltamos a continuación:
• Seremos confirmados.
• Seremos hallados irreprensibles.
• Será en el día de nuestro Señor Jesucristo.
3. Explicación de los términos.
Confirmar: Esto significa establecer y asegurar totalmente. El mismo verbo que se usa en Romanos 15:8 donde Pablo confirma que Dios confirmó a Cristo las promesas hechas en el Antiguo Testamento.
Irreprensible: Este es un término legal que quiere decir “No llamado a juicio, sin cargo, sin acusación”. No significa sin pecado, sino Sin Cargos. Ver Col. 1:22 y 1 Tim 3:10.
En el día de nuestro Señor Jesucristo: Esta expresión hace referencia al día de la venida del Señor, por lo que en este día seremos confirmados y hallados irreprensibles.

C. El llamado a la comunión con su hijo Jesucristo (v. 9)
1. Para concluir la introducción de su carta dice: “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión (koinonia) con su hijo Jesucristo nuestro Señor”. Este término también se traduce en el Nuevo Testamento como “participación”, como cuando se habla de la Cena del Señor en el capítulo 11 de esta misma epístola y es el más grande motivo de gozo el hecho de saber que el propósito de Dios al llamarnos fue para participar de la comunión con su hijo.
2. Esta obra fue posible por causa de su fidelidad.
Dios es fiel y lo manifiesta en su amor para con nosotros.
El es Fiel al defender a los suyos (Sal. 89:20, 22, 24).
El es Fiel en la tentación (1 Co. 10:13).
El es Fiel al preservar nuestra salvación (2 Tes. 3:3; 1 Tes. 5:23, 24).
El es Fiel al disciplinar a sus hijos (Sal. 119:75).
El es Fiel al escuchar nuestra oración (Sal. 143:1).
3. “La comunión con su hijo Jesucristo”.
Este propósito divino que viene por la fidelidad de Dios hacia nosotros demanda no solamente compartir con Él, las bendiciones, sino también los padecimientos como dice Pablo en (Fil. 3:10). “A fin de conocerle y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejantes a él en su muerte”. Este pasaje manifiesta cual debe ser nuestro propósito al tener comunión con Él.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
El apóstol Pablo no menciona en su introducción el estado presente espiritual de la Iglesia de Corinto, sin embargo, hace referencia de su pasado y de su futuro, ya que en toda la epístola se detendrá a amonestarles por el mal estado espiritual en que se encontraban.
Como aplicación personal, debemos entender nuestra responsabilidad para ser verdaderos siervos de Dios que prediquemos su Palabra como nos dio ejemplo este maravilloso apóstol.


Bosquejo No. 3

DIVISIÓN EN EL CUERPO
(1 Co. 1:10-17)

“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”
De esta manera inicia el apóstol Pablo la sección que estudiaremos en esta ocasión y cierto es que esta introducción nos revela el primer pecado que se encontraba en la iglesia de los Corintios.
Este pecado era el pecado de división, el cual había contaminado la iglesia y cada uno por su lado buscaba su propio razonamiento sin tener en cuenta las demandas de nuestro Señor cuando en Juan 17:20 a 23 dijo: “Más no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Yo en ellos, y Tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.
Los hermanos de Corinto, así como muchos hermanos de hoy procuran con su actitud y con su testimonio presentar a un Cristo dividido y no a un Cristo de Unidad y es de cierto que el mundo que nos rodea mira el espectáculo y se ríe de nuestro comportamiento y de nuestro testimonio, logrando esto, alejarlos de la verdad, cuando debieran ser atraídos por la comunión y el amor entre los creyentes.
Son muchos los pasajes en que el Nuevo Testamento llama a los creyentes a la unidad del cuerpo de Cristo para con esto mostrar el amor de Nuestro Señor para con nosotros y para con todos.

Estudiemos esta parte bajo el bosquejo que sigue:
I) Pablo ante la desunión.
II) Pablo ante las disensiones.
III) Pablo y su comisión.



Entremos en materia viendo:
I) PABLO ANTE LA DESUNIÓN
(1 Co. 1:10-12)
A. La súplica de Pablo
1. “Fiel es Dios por el cual fuisteis llamados a la comunión con su hijo Jesucristo Nuestro Señor” (1 Co. 1:10). Esta es una de las mayores expresiones de amor del apóstol Pablo por la iglesia de Cristo y en especial por la iglesia de los Corintios.
2. Tomando en cuenta lo que acaba de escribir el apóstol Pablo les llama ahora a poner término a sus tristes divisiones por causas tan pocos racionales, y les llama a “hablar una misma cosa” a tener “una misma mente” y “un mismo parecer”.
3. Estos hermanos tenían que saber que esta comunión con Cristo tenía que comenzar con una comunión madura y sincera entre ellos. Esto sobre la base de que Cristo es indivisible, pero las voces encontradas de ellos daban un testimonio contrario a la realidad interna del cuerpo de Cristo.

B. La información de los de Cloé
1. “…he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé” (1 Co. 1:10). Cloé es un nombre femenino y por la expresión de Pablo se puede dar a entender que era una hermana de la iglesia (por la confianza al usar su nombre) que al parecer teniendo negocios con la ciudad de Éfeso, aprovechó a los suyos para enviarle la noticia a Pablo de lo que ocurría en la iglesia o tal vez los había enviado expresamente.
2. Es interesante notar que el apóstol Pablo no esconde la fuente de la información por razones “diplomáticas”, sino que con claridad hace evidente a sus destinatarios del conocimiento que él tiene acerca de la situación de la iglesia en Corinto.
3. Pablo hace esto por dos razones, primeramente para evitar que se entendiera como un chisme la información recibida ya que los de Cloe eran responsables de lo que le habían informado y en segundo lugar, para evitar que se entendiera que Pablo a espaldas de la iglesia de Corinto estaba escuchando chismes de problemas entre los hermanos.

C. La base de las disensiones
1. Ya sabemos que la naturaleza e idiosincrasia de los griegos les llevaba a estar todo el tiempo en la búsqueda de algo nuevo y apasionante, además sabemos que eran amantes de la discusión y de los partidos lo que les llevó a pensar que en la iglesia las cosas debían ser llevadas así.
2. Esa mentalidad afectó en gran manera a la iglesia de Cristo y estaban dispuestos a introducir si era necesario lo que para ellos era “la Democracia” en los asuntos de la iglesia, sin querer a entender que en la iglesia de Cristo el sistema imperante es la “Teocracia” ya que lo que ha dicho Dios hay que cumplirlo y respetarlo.
3. No creemos que en la mente de los hermanos que predicaron en Corinto hubiese un deseo de que estos pusiesen su vista en ellos como hombres, pero la realidad es que los oyentes con su mentalidad partidista y divisionista si lo hicieron. Comenzaron a decir: “Yo soy de Pablo”, “yo soy de Apolos”, “yo soy de Cefas” y “yo de Cristo” (1 Co. 1:12).
4. Lamentablemente la división que causaron era por cuestiones externas y no de contenido, ya que todos los mencionados predicaban a Cristo, pero ellos mantenían disputas interminables que llevaron a la iglesia a dar un testimonio de desunión ante los incrédulos. Esto es diferente cuando se trata de doctrina como nos dice Romanos 16:17 y Tito 3:10.

II) PABLO ANTE LAS DISENSIONES
(1 Co. 1:13-16)
A. Reclama la unidad del cuerpo de Cristo
1. Frente a estas disensiones que solo estaban causando serias divisiones en el cuerpo de Cristo que estaba en Corinto, Pablo lanza tres preguntas para poner a estos hermanos a pensar en la importancia de la unidad Cristiana y en la insensatez de sus discusiones. “¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿Fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” (1 Co. 1:10).
2. El apóstol Pablo quiere poner a los Corintios a pensar en la preeminencia de nuestro Señor Jesucristo por encima de cualquier opinión sobre las cosas que no afectan la doctrina cristiana.
3. Con sus tres preguntas Pablo quiere dejar claro:
a) Si Cristo es uno en la totalidad de su ministerio, de su persona y de su obra, ¿cómo se atreven algunos hermanos a crear partidos de aquellos que trabajan para la unidad del cuerpo?
b) Si el evangelio declara que solo Cristo fue crucificado por nuestros pecados, ¿cómo pueden estos hermanos crear otro líder si el evangelio está centrado en uno solo?
c) Si todos los creyentes fueron bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo como manda la Palabra, entonces, ¿cómo pueden estar haciendo grupos diferentes, agrupándose de acuerdo a aquellos que les han bautizado?

B. Reclama su ejemplo
1. El apóstol Pablo era bien cauteloso con respecto a la administración de la ordenanza del bautizo, en el sentido de que conociendo la naturaleza humana, el sabia que muchos tomarían partido en su ministerio para enaltecerse en la carne de lo que Dios hacia por medio de él (1 Co. 1:14-15).
2. Pablo quería hacer entender que él era sólo un instrumento del Señor. También les enseñó que su vista no se podía apartar de Cristo ya que el evangelio en el cual ellos habían creído, estaba basado en la muerte vicaria de Cristo.
3. De hecho les recordó que durante todo su ministerio, el bautismo de aquellos que se convertían por su predicación era administrado por sus colaboradores y no por él.

C. Habla de su excepción
1. Pablo fue honesto ante los Corintios y quiso aún recordar que había bautizado a Crispo y a Gallo, v. 14b y a la familia de Estéfanas quienes fueron las primicias de Acaya (1 Co.16:15), región donde estaba la ciudad de Corinto.
2. Esta excepción hecha por el apóstol Pablo obedecía al tiempo de soledad que pasó Pablo al llegar a la ciudad de Corinto cuando se encontró con Priscila y Aquila según nos narra Hechos 18:1-8. Les manifiesta a los corintios su extrañeza al oír que ellos habían hecho un partido en su nombre como sí él hubiese bautizado buscando algún tipo de sectarismo espiritual.
3. En esa oportunidad Pablo sólo tenía la compañía de estos dos creyentes, que eran recién convertidos y con los cuales trabajaba para sustentarse en la obra, razón por la cual declara que en aquel tiempo no se dispuso él mismo a bautizar, dando a entender que esta no era su costumbre ya que sólo había bautizado a los que ahora menciona.

III) PABLO Y SU COMISIÓN
(1 Co. 1:17)
A. Su ministerio no estaba en bautizar
1. Pablo concluye esta porción declarando: “Pues no me envió Cristo a bautizar”. En este sentido Pablo derrumba todo argumento de los políticos de Corinto que pretendían crear partido con respecto a lo externo del evangelio y no con respecto a lo interno de su doctrina.
2. Esta situación estaba creando divisiones que eran condenadas por el Señor según nos dice Romanos 16:17 y Tito 3:10-11. Por esto, el apóstol Pablo en este instante les deja claramente establecido que su prioridad no era andar bautizando y mucho menos, por este hecho, andar haciendo prosélitos de su persona, sino discípulos de Cristo.
3. De igual manera expresa que la esencia de la salvación no estaba sustentada en el bautismo para que él estuviera tratando de bautizar a todos, sino en la fe en la persona y obra de Cristo.

B. Su ministerio consistía en predicar el evangelio
1. El apóstol Pablo no quería confusión en cuanto a la obra que realizaba, y muchas fueron las veces que hizo declaraciones y hasta llegó a gloriarse de lo que hacía para hacer entender a los Corintios que su único propósito era exaltar la persona y obra de Cristo.
2. El dice: “Pues no me envió Cristo a Bautizar, sino a Predicar el Evangelio”. Este ministerio estaba muy claro en la mente y en el corazón de Pablo, ya que muchas veces demandó el hecho de la predicación y aún llegó a decir: “Ay de mi si no anunciare el evangelio”.
3. Teniendo esta conciencia, de ninguna manera Pablo podía permitir que estos hermanos de Corinto estuvieran discutiendo por causa de su nombre o de algún otro que no fuera por la esencia del evangelio.

C. Su ministerio tampoco consistía en sabiduría de palabras
1. Con esta última expresión Pablo se anticipa a lo que va a ser el tema primordial de los capítulos 1 al 4, o sea el contraste entre la sabiduría humana y la Sabiduría de Dios.
2. Los griegos eran expertos sofistas, ya que con su elocuencia hacían razonamientos que sólo eran lógicamente correctos en apariencia, pero en la realidad eran concebidos para inducir al error.
3. Las razones por las cuales ellos discutían y peleaban no eran las reales. Su falsa elocuencia echaba una hermosa capa sobre lo vacío del contenido real de sus discursos y contenciones.
4. Pero el apóstol Pablo les declara con el propósito de apagar su sofismo: “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo”. Por lo cual estamos seguros que Pablo predicó con Sabiduría de Dios.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
El apóstol Pablo deja establecido que en la medida en que sus palabras sean alejadas de la Cruz de Cristo dejan de tener el poder que lleva al hombre a la salvación.
Como aplicación personal, debemos huir de los grupos partidarios que alrededor de uno que otro predicador ocasionalmente atacan la unidad de la iglesia local, con el propósito de que lejos de dividir la Iglesia, esta sea unificada en el amor de Cristo.

Bosquejo No. 4

SABIDURÍA DE DIOS & DEL MUNDO
(1 Co. 1:18-31)

El apóstol Pablo en esta sección ha de dedicarse a tratar el tema de la sabiduría, tema este de relevante importancia respecto a la idiosincrasia de los griegos porque ellos se jactaban de ser sabios, pero su sabiduría no estaba basada en el temor a Dios.
Sabemos que Dios transmitió este atributo al hombre, por medio del cual este tiene la facultad de distinguir como un don divino, del simple conocimiento y de la sabiduría que no es conforme a Dios.
Por esto, es bien sabido que un erudito destacado en el campo del conocimiento puede ser un necio cuando se trata de ordenar sus relaciones personales, familiares y sociales, en cambio es posible que un iletrado sea profundamente sabio en Dios cuando actúa sobre la base de la sabiduría divina. Entendiendo que la verdadera sabiduría consiste en manejar con eficacia tanto los conocimientos como las circunstancias, con el fin de producir el mejor resultado posible conforme a los decretos divinos.
Los libros de Job, Proverbios y Eclesiastés se llaman libros sapienciales o de sapiencia (de sabiduría) porque precisamente enseñan como el hombre debe caminar por la senda de la vida en el TEMOR DE DIOS, por esto Salomón declaró en Proverbios 10:9, 10 - “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová y el conocimiento del santísimo la inteligencia”.
La sabiduría del mundo que era la que practicaban los griegos de Corinto es diferente en intención de la sabiduría divina, ya que su propósito es descubrir lo que ellos llamaban el “BUEN VIVIR” en este mundo, hecho muy típico de las culturas orientales. Esta es la razón por la cual algunos en la iglesia de Corinto estaban favoreciendo la sabiduría terrenal (1:18 a 2:13) y por esto Pablo les señala lo lamentable de este hecho, porque Dios desde hacía mucho tiempo había rechazado todo asomo de sabiduría terrenal.
Tenemos por lo menos 3 clásicos en el N.T. donde Jesús nos ilustra lo que es el actuar de la verdadera sabiduría, estos son: Mateo 21:23 a 27 concerniente al bautismo de Juan. Mateo 22:15 a 22 concerniente al tributo al Cesar y Juan 8:1a11 concerniente a la mujer adúltera.
También Santiago 3:13-18 como este mismo texto de 1 Corintios son ejemplos del contraste entre ambas sabiduría.

Hagamos este estudio utilizando el bosquejo que sigue a continuación:
I) Pablo enaltece el método de Dios.
II) Pablo muestra lo necio, lo débil y lo vil de este mundo.
III) Pablo nos llama a que Glorifiquemos a Dios.

I) PABLO ENALTECE EL MÉTODO DE DIOS
(1 Co. 1:18)
A. La reacción al plan de Dios
1. Este versículo nos declara lo que sigue: “Porque la palabra de la Cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”. Este versículo nos ilustra la reacción del hombre frente al plan que Dios ha ofrecido al mundo en su sabiduría.
2. “Es locura” Esta es la conclusión de los hombres que se pierden y viven en la sabiduría del mundo, o de los hombres que se están perdiendo, como apunta el texto original el cual nos habla en tiempo presente continuo. La misma idea de que nos presenta Juan 3:18 y 36.
3. Por otro lado dice el apóstol Pablo que es poder de Dios para los hombres que se están salvando, los cuales entienden por medio de la Sabiduría que Dios en su soberanía es poderoso para salvar por la palabra de la cruz a todo aquel que cree.

B. Los resultados del plan de Dios
1. Respecto a la condición humana, vemos que el hombre está en condenación. La razón de su condenación viene porque en su condición de pecado, en su sabiduría humana y en su mente humana, carnal y natural considera la palabra de la cruz como locura como lo veremos en 1 Co. 2:14 a 16.
2. No obstante el que confía en la palabra de la cruz adquiere la sabiduría de Dios y adquiere el poder de Dios por medio de esta sabiduría.
Esto es lo que el nuevo testamento explica en los tres tiempos verbales:
a. TIEMPO PASADO – Romanos 8:24 (Justificación)
b. TIEMPO PRESENTE – 1 Corintios 1:18 (Santificación)
c. TIEMPO FUTURO – Romanos 5:9 (Glorificación)
Y todo esto es lo que llamamos SANTIDAD.
3. Para aceptar esta sabiduría divina el hombre pide argumentos y como vemos en el pasaje:
LOS GRIEGOS - Piden que se les de evidencia a través de lo que ellos llaman sabiduría, que no es más que la sabiduría terrenal (1:22, 23 y Hch. 17:21, 32).
LOS JUDÍOS - Por el contrario pedían “señales” como evidencia para ellos poder creer en “la palabra de la cruz”, estos eran quienes veían tropiezos en esta predicación (1:22, 23; Mt. 12:38; 16:1; Lc. 2:34). De hecho los israelitas habían rechazado el mensaje de la cruz a pesar de que se les había dado muchas señales (Jn. 3:2; 20:30; Hch. 2:19, 43; 5:12).

c. El método del plan de Dios
1. Consideraremos el método después de los resultados, por el hecho de que el mismo Pablo concluye esta porción diciendo: “Pero nosotros predicamos a Cristo, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; más a los llamados, así judíos como griegos, Cristo es poder de Dios, y sabiduría de Dios”.
2. Como vemos en los (vv. 19 a 21) Pablo hace una hermosa declaración citando Isaías 29:14 donde se había profetizado la manera en la que habría de perecer la sabiduría de los sabios de este mundo y como se desvanecería la inteligencia de los entendidos para alcanzar la salvación.
3. Y concluye con el (v. 21) diciendo: “…pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”. Por esta razón es que encontramos tantos pasajes en que el mismo apóstol Pablo enaltece el método de Dios y aún llega a decir: “Ay de mí si no predicara el evangelio”. Como dice también Romanos 10:9 a 17.
4. Ahora el apóstol el apóstol Pablo se dedica a enseñarnos las razones por las cuales Dios escogió este método y este plan para el hombre usando “LA PALABRA DE LA CRUZ” a través de instrumentos despreciados por los “sabios de este mundo” instrumentos que califica como:
II) PABLO MUESTRA LO NECIO, LO DÉBIL Y LO VIL DE ESTE MUNDO (1 Co. 1:25-29)
A. Razones para que el plan de Dios fuera así
1. El apóstol dice aquí: “...sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo escogió Dios, y lo que no es para deshacer lo es, a fin de que nadie se jacte en su presencia”. Dios escogió las cosas necias y despreciables del mundo para proveerle un medio de salvación, y de esta manera avergonzar a los que nunca han entendido el concepto de humillación y de sujeción al creador.
2. Dios escogió varias figuras para ilustrar la salvación durante su trato con los hombres, vemos muchos ejemplos que nos sirven de referencia y llevan al hombre a entender que Dios es el que pone las reglas del juego, así como nosotros sólo estamos puestos para ejecutarlas.
3. Dios tiene sus razones y no importa si el hombre las considere válidas o no, la salvación será como él lo ha decretado en el hecho de que Dios requiere que nosotros aceptemos su SOBERANA VOLUNTAD. Debemos entender que él ha querido que sea así.

B. Las cosas necias, débiles y viles de este mundo
1. Aquí vemos las cosas que Pablo pudo traer a la memoria recordándolas como necias y humillantes para los sabios de este mundo por medio de las cuales se han cumplido los designios de Dios. Estas cosas de seguro son:
a. UN CORDERO SANGRANTE – (Ex. 12).
b. UNA PEÑA GOLPEADA – (Ex. 17).
c. UNA SERPIENTE DE BRONCE – (Nm. 21).
Estas cosas, al igual que la cruz habían sido el medio por el cual Dios había salvado a su pueblo de morir.
2. Vemos las cosas que han sido consideradas como débiles en este mundo.
a. UNA VARA – Utilizada por Aarón para derrotar a los egipcios (Ex. 4).
b. UNA HONDA – Utilizada por David para derrotar al gigante filisteo (1 S. 17).
c. UNA QUIJADA DE JABALÍ – Utilizada por Sansón para derrotar a todos los filisteos (Jue. 15).
3. Por último consideremos aquellas cosas que para los griegos y judíos podían ser viles.
a. JEFTÉ, EL HIJO DE UNA PROSTITUTA COMO JUEZ DE ISRAEL (Jue. 11).
b. RUT, UNA IMPÍA NACIDA DE INCIRCUNCISO LA BISABUELA REY DE ISRAEL (Rut 4).
c. LA MUJER SAMARITANA, UNA MUJER ADULTERA CONVERTIDA EN GANADORA DE ALMAS (Jn. 4).

C. El propósito de recordar
1. El apóstol Pablo recuerda a la iglesia con mucho tacto, que era bueno el recordar que Dios no escogiera el intelecto y el prestigio de este mundo para llegar hacia él y dice: “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles”.
2. El mismo Señor Jesucristo alabó el Padre en (Mt. 11:25 y 26) cuando dijo: “En aquel tiempo, respondiendo dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, padre, porque así te agradó”.
3. Los hermanos de Corinto se enfrentaban ahora al orgullo carnal que los dominaba con respecto a su alta sabiduría que los había llevado a creer que esto les daría un lugar en la eternidad.

III) PABLO NOS LLAMA A QUE GLORIFIQUEMOS A DIOS
(1 Co. 1:30, 31 y Jer. 9:24)
A. La salvación proviene de Dios
1. “Mas por él estás vosotros en Cristo Jesús, el cual ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que como está escrito: el que se gloría, gloríese en el Señor”. Como este, muchos son los pasajes que nos hablan de esta verdad, en el sentido de que la salvación viene de Dios, él es el que elige, él es el que llama, él es el que salva, él es el que da el crecimiento y el es el que nos llevará a su presencia como dice Romanos 9:16. “Así que: no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”.
2. Otro pasaje que nos habla de esta doctrina es Efesios 2:8, 9 cuando Pablo declara: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”
3. Romanos 8:28-39 nos reafirma el hecho de que nuestra salvación depende de Dios. Por tanto, sin la misericordia de Dios nunca podremos alcanzarle. Por esto dice el v. 30: “Por él estáis vosotros en Cristo Jesús”. Nuestro corazón en este momento tiene que inclinarse a ADORAR A DIOS por haberse dignado a salvar a todos los que somos INDIGNOS para obtener esta tan gran salvación.

B. La provisión, producto de esta salvación
1. Antes de la salvación éramos necios, débiles y viles, pero en Cristo somos hechos por Dios, sabiduría, justificación, santificación y redención. Ahora lo tenemos todo y además somos hijos de Dios.
2. Es increíble el gozo que Dios trae a nuestros corazones cuando entendemos todo lo que recibimos en Cristo por medio de la misericordia, la gracia y el amor de Dios.
3. Es por esta razón que el apóstol Pablo nos dice en Filipenses 3:7-8: “Pero cuantas cosas eran para mi ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.

C. La glorificación de Dios
1. Pablo concluye diciendo “Para que, como está escrito el que se gloría, gloríese en el Señor”. Dando a entender que no hay quien se tome la gloria de Dios en esta tierra por lo que él ha hecho para salvarnos y quede impune.
2. Si recordamos, en el momento en que el apóstol Pablo está escribiendo esta epístola, el Nuevo Testamento no había sido inspirado completamente y Pablo cita algo que está escrito ya, por supuesto se refiere una porción del Antiguo Testamento en Jeremías 9:24 que dice: “Más alábese en el que hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”.
3. Cualquier actitud que nos lleve a entender que lo que poseemos o lo que seamos no es por la obra de Dios, estamos robando SU GLORIA.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
La sabiduría del mundo, nada es ante la presencia de nuestro GRAN DIOS Y SALVADOR, por esto es necesario que delante de su presencia todo hombre le adore y no ose JACTARSE en su presencia.


Bosquejo No. 5

EL FUNDAMENTO DE LA SABIDURÍA DIVINA
(1 Co. 2:1-16)

Ya hemos visto el contraste entre la sabiduría de Dios y la sabiduría del mundo, y de la misma manera hemos observado como Dios, en su SABIDURÍA, ha enloquecido la sabiduría del hombre, el cual ha visto en LA PALABRA DE LA CRUZ solo locura y ha menospreciado la oferta de Dios.

En esta oportunidad nos iremos directamente a analizar el fundamento doctrinal de la sabiduría divina, en el hecho de que los corintios estaban muy lejos de la realidad y habiendo visto las maravillas de Dios, pensaron que estas venían por la elocuencia de la predicación de Pablo como vemos en (Hechos 17:18).

La realidad es que los griegos percibieron que Pablo era un hombre de alto nivel intelectual y pensaron que su elocuencia era producto del estudio intelectual. El apóstol Pablo dejó manifiesta la verdad de su doctrina cuando llegó a la ciudad de Corinto, como se declara en (Hch. 18:1-21).

Pablo describe que su metodología no estaba fundamentada en “LA EXCELENCIA DE PALA¬BRAS o DE SABIDURÍA HUMANA” ni tampoco en “PALABRAS PERSUASIVAS DE HUMANA SABIDURÍA”, sino con “DEMOSTRACIÓN DEL ESPÍRITU Y DE PODER” con el propósito de que la fe de los corintios no estuviera cimentada en la sabiduría de los hombres, sino en “EL PODER DE DIOS”.

Estos hermanos tenían que entender estas verdades y de una vez por todas, tenían que echar por tierra su orgullo intelectual, el cual no les permitía conocer el poder de Dios en sus vidas, por la manera en que ellos buscaban seguridad y poder en su propia sabiduría. El apóstol Pablo concluye el tema de la sabiduría haciéndoles ver a los hermanos de Corinto en esta sección de la carta:
I) Dónde radica el poder de su predicación.
II) Para quién es este poder.
III) Quién produce este poder.

Veamos primeramente:
I) DÓNDE RADICA EL PODER DE SU PREDICACIÓN
(1 Co. 2:1-5)
A. El apóstol Pablo recuerda su llegada a Corinto (v. 1)
1. Este versículo es una continuación del tema anterior en el cual Pablo hablaba del origen de cada uno de aquellos en quienes Dios se había glorificado. Este enlace lo notamos en la expresión “Así que, hermanos”. Como diciendo, por esto que acabo de traer a colación es que he llegado a ustedes glorificando a Dios.
2. La preocupación de Pablo aquí es que los corintios no lo confundieran con un elocuente filósofo de su época, sino que ellos entendieran dónde radicaba verdaderamente el poder de su predicación, la cual era una demostración viva del poder del Espíritu.
3. Como vimos en la introducción, Pablo recuerda los días en que penetró en su segundo viaje, a la Región de Acaya y en especial a la ciudad de Corinto (Hch. 18), donde al amparo de Aquila y Priscila y luego, junto a Silas y a Timoteo testificaron con poder de “LA PALABRA DE LA CRUZ” en la casa de Justo, donde Crispo y muchos otros creyeron y fueron bautizados por las palabras de sabiduría con que Pablo les testificaba.

B. El apóstol Pablo describe la debilidad de su persona (vv. 2, 3)
1. Ciertamente que Pablo era un gran estudioso de todo lo que hasta entonces se conocía como la revelación de Dios, así lo testificó en (Hch. 22:1-3), pero quería dejar claro que, en cuanto a “LA PALABRA DE LA CRUZ” solamente dependía del poder de Dios a través de su Espíritu, donde radicaba el poder de su predicación.
2. Notémoslo en los primeros tres versos de esta sección cuando dice: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor”.
3. En estas palabras vemos la sinceridad del Apóstol Pablo con respecto a su persona y la manera en que reconoce su debilidad humana frente a la responsabilidad de testificar del evangelio de Dios.

C. El apóstol Pablo habla de la potencia del Espíritu (vv. 4, 5)
1. Es una realidad, el hecho, de que todo aquel que ve a un predicador proclamando la palabra de Dios destaca la habilidad que tiene al manejar el púlpito, pero realmente podemos testificar, que mientras más este predicador dependa de Dios y reconozca la responsabilidad que tiene de que su predicación solo glorifique a Dios, más débil se sentirá éste y más poder buscará en Dios.
2. Los corintios en su inmadurez vieron sólo la elocuencia de las palabras del apóstol, pero no alcanzaron a vislumbrar espiritualmente que el fundamento doctrinal de la sabiduría divina estaba en el poder del Espíritu de Dios y no en el razonamiento humano basado en el conocimiento de las cosas de este mundo que pudiera tener Pablo.
3. Por esto él mismo dice en los (vv. 4, 5): “Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”. Como notamos aquí el objetivo de Pablo y su sentido de responsabilidad lo lleva a convencer a los Corintios de que su fe no podía estar edificada en los recursos histriónicos de su predicación, sino en Cristo Jesús quien fue crucificado por ellos y levantado con el poder de la resurrección.

Ahora el Apóstol Pablo se dedica a mostrarnos:
II) PARA QUIÉN ES ESTE PODER
(1 Co. 2:6-9)
A. Es para los que han alcanzado la madurez
1. La palabra usada en el griego aquí es “teleioi”, esta señala a creyentes que están capacitados para entender la sabiduría de Dios, la cual tiene como principio el Temor de Dios según nos dice (Pr. 10:9, 10).
2. Pablo destaca que esta sabiduría usada en su carta y antes en su predicación no solamente va a ser entendida por aquellos qué han alcanzado cierto grado de madurez espiritual, sino que estos mismos entenderán que esta sabiduría está muy lejos de la sabiduría de este siglo y de la que usan los príncipes de este mundo.
3. El quiere recordar lo que dijo en (1:30) con respecto a que la Sabiduría de Dios se ha encarnado en Cristo, quien por tanto nos ha hecho e hizo a Pablo “sabiduría, justificación, santificación y redención” para que como está escrito en Jeremías 9:24 el que se gloria, gloríese en el Señor. Pablo desea que nos dejemos de infantilismos y entendamos que sin Cristo nadie es nada. No exaltemos a los hombres por sus cualidades físicas o histriónicas, sino por su sabiduría divina.

B. Es oculto a los sabios de este siglo
1. Esto es lo que el apóstol Pablo quiere destacar cuando nos dice en el (v. 7). “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria”.
2. Si leemos el (v. 8) Pablo nos lleva a la verdadera explicación en cuanto a la revelación de este misterio cuando dice: “...la que ninguno de los príncipes de este siglo (mundo) conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habían crucificado al señor de gloria”.
3. Este último versículo nos habla de la lamentable ignorancia de los sabios de este mundo. Los que teniendo al Autor de la sabiduría delante de ellos, el Señor de Gloria, no le conocieron y producto de su ceguera le crucificaron. A esta ignorancia es a lo que se le llama sabiduría de este mundo, la cual viene a ser ignorancia de los sabios.

C. Es dado a los que a Dios aman
1. El apóstol Pablo ahora cita a Isaías 64:4 que dice: “Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera”. Aunque en su contexto original este pasaje describe las glorias del Reino cuando Israel sea restaurado a su tierra, Pablo lo usa para describir las maravillas de la obra de Dios en este tiempo.
2. Estas maravillas que Dios ahora ha revelado a Pablo van más allá de la comprensión de la mente del hombre las cuales ahora vemos han sido reveladas por el Espíritu Santo, quien es el autor de la sabiduría, a los creyentes.
3. Como nos dice el (v. 9): “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”. De esta manera Pablo explica ahora lo que será la consumación de la sabiduría y la fuente donde se produce este poder. INSENSATO ES AQUEL QUE SE LO PIERDA.

Para concluir, Pablo nos habla de:
III) QUIÉN PRODUCE ESTE PODER
(1 Co. 2:10-16)
A. El Espíritu Santo como agente revelador
1. Notemos en primer lugar lo que dice el (v. 10) - “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios”. Por estas palabras Pablo nos hace entender la obra del Espíritu Santo de Dios en cuanto a la revelación del poder divino que se evidencia en su predicación.
2. En el (v. 11) nos hace una analogía con respecto al ser humano cuando dice: “Porque ¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? así también nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”.
3. Muchas cosas retiene Dios que en su soberanía no ha querido revelar al hombre (Dt. 29:29) pero aquellas que ha revelado, las ha revelado por la obra de su Espíritu el cual conociendo todas aquellas cosas profundas de su ser, las ha traído y las ha Inspirado a los hombres que nos han declarado la revelación de Dios. (2 P. 1:19-21).
B. El Espíritu Santo como transmisor de la revelación
1. Pablo de inmediato declara que todo aquello de lo cual ha venido hablando y toda aquella manifestación del poder de su predicación en SABIDURÍA que los corintios han visto en él, estriba en la revelación del conocimiento de Dios que ha recibido por la concesión del Espíritu Santo.
2. El (v. 12) apunta diciéndonos: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”.
3. Pablo sabe que por medio de su sabiduría él no puede de ninguna manera interpretar las verdades espirituales que provienen de Dios, sólo por medio del Espíritu de Dios que mora en él puede hacerlo. El mismo Jesús nos habló de este momento de revela¬ción y de la operación del Espíritu en armonía con las demás personas de la Trinidad (Jn. 16:12-l5).

C. El Espíritu Santo y el hombre espiritual (vv. 14, 15)
1. En estos versículos pablo hace un contraste entre el Hombre Natural y el Hombre Espiritual entre los cuales se determina una gran diferencia marcada por el Espíritu Santo que Dios hace morar en el que ha sido hecho, sabiduría, justificación, santificación y redención, por medio de la fe (Jn. 14:23, 25).
2. El Hombre Natural = psuchikos (psuche = alma) este es el hijo de Adán que como fruto de la caída no puede obtener ni entender la sabiduría divina. El hombre espiritual = pneumatikos (Pneuma - Espíritu) este es el hijo de Adán que ha reconocido por medio de la fe su condición caída y recibe la gracia de Dios y su Espíritu que le hace vivir una vida sabia pudiendo juzgar todas las cosas (v. 15).
3. El apóstol Pablo también habla del Hombre Carnal = sarkikos, este es otro término usado para Pablo que aparece en el Capítulo 3:1 y nos declara a otro tipo de elemen¬to el cual es denominado como Carnal o Niño en Cristo = nëpios que define los que tienen inmadurez espiritual, esta palabra también se usa en Efesios 4:14 cuando dice: “...para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina”.

4. Este término ha sido muy manipulado par muchos hoy, que diciendo que han recibido a Cristo como salvador no manifiestan una vida sujeta al Espíritu. Pero este término nos habla de aquellos que habiendo recibido a Cristo andan en sus primeros pasos, los cuales por su inmadurez o su infantilismo cristiano no alcanzan a entender todo cuanto el Espíritu quiere para ellos, pero en ninguna manera viven practicando el pecado.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
El apóstol Pablo concluye haciendo eco de las alabanzas de Isaías 40:13 cuando dice: “Porque ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”.

Esta última expresión nos indica que un creyente con el poder del Espíritu Santo vive entendiendo las verdades de la Palabra de Dios, lo cual le lleva a vivir acorde con las maravillas que por el poder de Cristo le han sido reveladas.


Bosquejo No. 6

LOS COLABORADORES DE DIOS
(1 Co. 3:1-23)

Ya hemos visto el contraste que hace el apóstol Pablo entre la sabiduría divina y la sabiduría del mundo, asimismo hemos estudiado el fundamento de esa sabiduría que los corintios destacaban en la predicación del apóstol.

Ahora la epístola continúa el tema de la sabiduría, pero haciendo énfasis en la parte práctica, para hacerle ver a esta iglesia el error de poner otro fundamento sobre el que ya ha sido puesto, el cual es Jesucristo (v. 11). Llevando con esto a los corintios a ver su infantilismo espiritual, el cual los llevó a crear los diversos partidos en el seno de la iglesia.

El apóstol Pablo va dejar bien claro que los siervos de Dios y colaboradores de su obra, que saben cuál es el verdadero fundamento de la sabiduría, no tienen la más mínima intención de hacerse caudillos dentro del pueblo de Dios, por el contrario, ellos saben que como colaboradores de la gracia divina, vienen a ser siervos de la justicia e instrumentos en las manos de Dios.

Estos también saben que la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios (v. 19), por lo que de nada sirve tomar algún nombre de hombre, sea Pablo, Apolos, Cefas o cualquier otro para gloriarse en ello, por el contrario, aquí se llama a esta iglesia a que ninguno se gloríe en los hombres de este mundo.

Durante todo este capítulo y el siguiente el apóstol Pablo ha de destacar algunos aspectos importantes en cuanto a la ética y práctica del siervo de Dios y su ministerio lo cual ha sido un aporte tremendo a aquellos que sabemos que un día, Dios juzgará la obra de cada uno y repartirá recompensas.

Entendiendo Pablo que la obra de cada uno no sería nada si Dios no le da el crecimiento, destaca aquí que su ministerio sólo puede estar sustentado y cimentado sobre Jesucristo, el fundamento puesto por él de antemano en esa Iglesia local, la cual es comparada con un “EDIFICIO” y un “TEMPLO”, lo cual introduce el tema de la Eclesiología en esta carta, la cual también tratará más adelante el culto y el ministerio eclesiástico.

Iniciemos este estudio bajo el bosquejo siguiente:
I) Los colaboradores ante las divisiones.
II) Los colaboradores y su función en la Iglesia.
III) Los colaboradores como edificadores.

I) LOS COLABORADORES ANTE LAS DIVISIONES
(1 Co. 3:1-4)
A. El colaborador frente a los creyentes inmaduros (v. 1)
l. Como vimos en el estudio anterior, el Apóstol Pablo hace una diferencia de tres tipos de individuos usando en (2:14 y 3:1) tres palabras griegas las cuales tienen diferentes significados.
• EL HOMBRE NATURAL - psuchikos (El hombre viciado)
• EL HOMBRE ESPIRITUAL - pneumatikos (El creyente maduro)
• EL HOMBRE CARNAL - sarkikos (El creyente inmaduro)
• EL HOMBRE INFANTIL - nepiös (El creyente niño en Cristo)
2. Es importante hacer una aclaración a este respecto en el sentido de que en los últimos años ha surgido un estilo de “CRISTIANOS” que practicando las obras de la carne y permaneciendo en el pecado dicen ser “CRISTIANOS CARNALES”.
3. Esta doctrina se le ha llamado la doctrina del “CRISTIANO CARNAL” y ha traído como resultado el que cristianos fieles y fundamentales hallan combatido este error, que de hecho se sofoca con (l Jn. 3:6-l0).
4. Cuando el apóstol Pablo hace referencia a CRISTIANOS INMADUROS o INFANTILES, está hablando de aquellos que al no haber crecido lo suficiente en la fe manifiestan actitudes del hombre del mundo o mundano, miremos la expresión del (v. 3b): “¿No sois carnales, y andáis como hombres?” Esta reprensión se la hace Pablo a creyentes. Lo que estamos diciendo es que Pablo hace una diferencia entre el hombre natural y el creyente carnal o infantil.

B. La leche y el alimento sólido (vv. 2, 3).
1. Estos versículos nos aclaran aún más el significado que el Apóstol Pablo ha dado al término “CARNALES” cuando dice en el (v. 2) “Os di a beber leche, y no vianda; porque aun no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aun sois carnales” (inmaduros).
2. El alimento es significativo para hacer diferencia en la edad del individuo y en la madurez del sistema digestivo como nos dice el escritor de los hebreos en (He. 5:11-14).
3. Los hermanos de Corinto tenían este problema en cuanto a discernir todo el propósito de Dios y al parecer esto se debía a la cantidad de filosofía que había en sus mentes que llevaba a vivir en conflicto con Dios. Los corintios tenían que entender que su sistema de vida espiritual ya no era DEMOCRACIA, sino TEOCRACIA, y esto era para ellos difícil de discernir.

C. Un resumen del tema
1. Podemos decir que:
a. Es posible hallar creyentes (en especial nuevos creyentes) que todavía por algún tiempo no manifiesten actitudes maduras en Cristo.
b. En contraste podemos encontrar creyentes con mucha madurez, (aún siendo nuevos creyentes) que se caractericen por sus deseos y actitudes espirituales.
c. La falta de madurez imposibilita que el creyente pueda digerir “LA VIANDA” o “EL ALIMENTO SOLIDÓ” refiriéndose aquí a las cosas profundas de la Palabra de Dios, (posiciones como, dar la otra mejilla, sufrir el agravio para no contender, etc.).
d. De ninguna manera Pablo se refiere en esta porción a creyentes que viven practicando el pecado, ya que a estos se les define como “INCRÉDULOS” u “HOMBRE NATURAL” (psuchikos).
2. Con esta explicación, el apóstol Pablo se dirige a los corintios, para hacerles entender que en vez de hacer partidos con los siervos de Dios, entiendan que ellos sólo son instrumentos para su gloria.
3. Les hace comprender que un verdadero siervo de Dios no va aceptar que la Iglesia se divida sobre la base de distinguir entre un colaborador y otro, porque la realidad es que los verdaderos colaboradores del Reino, saben que trabajan para un mismo Señor y sobre un mismo fundamento, quien es Jesucristo.

II) LOS COLABORADORES Y SU MINISTERIO EN LA IGLESIA (1 Co. 3:5-9a)

A. El trabajo de los colaboradores de Dios en la obra (vv. 5 y 9a)
1. Mientras los Corintios se estaban matando y causando división en el cuerpo, Pablo estaba tratando de que ellos entendieran que la función de un ministro del evangelio no era de ninguna manera de liderar grupos en la iglesia, sino ministrar como instrumen¬to para realizar la obra de Dios. Por esto dice pablo (vv. 5 y 9a): “¿Qué, pues, es Pablo, y que es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor”... (9a) “Porque nosotros somos colaboradores de Dios”...
2. Son muchas las personas que piensan como los Corintios y quieren sacar provecho de esto. El creyente maduro aún cuando en la iglesia hay diferencia, mira a Cristo, usa la Palabra de Dios, evalúa el resultado de la conducta de los pastores y líderes e imitan la fe de los que verdaderamente están haciendo la obra de Dios.
3. El ministro está puesto por Dios para llevar a cabo la obra de Dios, no su propia obra, la cual Dios ha diseñado para su Iglesia. La palabra “Ministro” aquí es diakonoi, voz que corresponde según Ernesto Trenchard a “siervos dedicados a un cometido especifico a veces humilde, bajo las órdenes de un jefe”, por lo que está claro que ellos no pueden hacer lo que quieran, ya que es ridículo decir que podemos convertir a un diákonos en caudillo de un partido. Hermanos, como colaboradores sólo somos servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.

B. La diversidad de trabajos en la obra (3:5-9)
1. Pablo quiere hacer entender que aunque hay variedad de servicios y de dones, en la Iglesia los cuales fueron repartidos por el mismo Señor a través de su Espíritu, y hay que entender que todos están destinados a un mismo fin, y este es edificar la iglesia de Cristo.
2. Notemos los (vv. 6, 7) donde Pablo expresa la labor en equipo de Dios con sus siervos. De esta manera hemos de discernir que aunque unos y otros nos hemos convertido, todos dependemos de todos los instrumentos que Dios ha provisto para este fin.
3. Es importante que todos aceptemos que en esta viña donde estamos labrando el que planta es tan necesario como el que riega, y que nadie es indispensable para Dios o que nadie se crea que es tan importante como para desechar o menospreciar a otro.

C. La diversidad de recompensas para los colaboradores (v. 8)
1. La idea es darse cuenta que todos somos uno y que estamos al servicio de Dios, y que solo de Dios depende el crecimiento que tenga la obra, pues es una obra que le pertenece a Él y que Él sustenta con la obra de Su Espíritu.
2. Es aquí donde entendemos, por qué Dios es el único llamado a dar también la recompensa a cada uno, de acuerdo a la labor que haya hecho en sumisión y en armonía con él cuerpo. Sólo Dios es el dador de toda dádiva y de todo don, por esto es sólo Él el capaz de dar al final de todo la recompensa justa a cada uno de sus colaboradores.
3. Pablo dice aquí de forma conclusiva: “Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor”. Es como diciendo: “Hermanos Corintios, déjense de estar levantando banderas por los hombres, que al final de cuenta nada de lo que hayamos hecho para gloria de algún hombre tendrá recompensa en el cielo”.

III) LOS COLABORADORES COMO EDIFICADORES
(1 Co. 3:9-23)
A. La viña le pertenece a Dios (v. 9)
1. Notemos que Pablo usa dos ilustraciones para explicar cómo funciona la Iglesia, así como para enseñar la naturaleza y función de los siervos de Dios en ella. De igual manera ilustra el carácter y la función de la Iglesia local, con referencia a todos los hermanos que participan en la tarea de edificar la iglesia de Dios.
2. La primera ilustración es sacada de la agricultura y la comienza a usar desde los (vv. 6, 7) y ahora en el (v. 9b) la llama “Labranza de Dios”. Este símil nos lleva a (Juan 15:1-17) cuando Jesús habla de la Vid asemejando su obra a una finca cultivada espiritualmente y apartada de los predios del mundo, en el cual se halla Satanás ejerciendo su influencia y su dominio maléfico.
3. Con esta ilustración el apóstol Pablo trae a la memoria todas aquellas enseñanzas veterotestamentarias que nos ayudan a entender cómo Dios visualiza su obra y como espera que sus colaboradores y siervos la aprecien, la cuiden y sientan el privilegio de laborar en ella.

B. El edificio también es de Dios (vv. 9-11)
1. La segunda ilustración que usa el apóstol aquí es la de un edificio, “Edificio de Dios”. Este símil de igual manera nos enseña la forma en que Dios ha edificado su Iglesia. El mismo Pablo en relación a los Corintios dice en el (v. 10): “Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento (El evangelio predicado a ellos 2:1-5) y otro edifica encima; (Apolos etc.) pero cada uno mire como sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que esta puesto, el cual es Jesucristo”.
2. Como vemos, Pablo abandona la ilustración de la labranza y continúa con la de un edificio, para poder explicar con más detalle la obra de Dios en la Iglesia. Tanto Pablo como Pedro utilizan la figura del edificio para representar la Iglesia, aunque en Efesios 2:20 a 22 y en 1 Pedro 2:1-8, refiriéndose básica¬mente al concepto de la Iglesia Universal, que tiene como principal piedra a Jesucristo, y sobre la cual se edifica sobre el fundamento echado por los apóstoles y profetas del Antiguo Testamento.
3. En este pasaje Pablo dirige la misma ilustración a la Iglesia Local de Corinto, la cual también tiene como piedra angular a Jesucristo, el cual como fundamento único fue puesto en ellos por el mismo Pablo, y sobre el cual ahora los hermanos “carnales e infantiles” de Corinto no permiten que se levante con un testimonio correcto para la gloria de Dios.
4. Estos hermanos con sus pleitos y con sus disensiones estaban trayendo problemas en la construcción, y estaban sobreedificando queriendo poner otro fundamen¬to que el que ya ha puesto por el apóstol Pablo, por no entender que todos los ministros han trabajado para un mismo fin, y ellos en su carnalidad, en vez de seguir la obra, estaban quitando las partes ya edificadas por los verdaderos colaboradores.

C. El consejo a los colaboradores (vv. 12-23)
1. En esta parte final del capítulo 3 el apóstol Pablo da una especie de consejo para que los creyentes se adviertan del tipo de obra que piensan hacer en la Iglesia de Dios. Inmediatamente habla de la calidad de los materiales con los cuales los creyentes generalmente edifican. Pablo enumera 6 y los clasifica en 2 grupos:
a. Los imperecederos: Oro, plata, piedras preciosas.
b. Los que no permanecen o perecederos: Madera, heno, hojarasca.
2. Por último el apóstol ilustra la obra de cada uno con estos materia¬les, los cuales son de uso común en las construcciones de su tiempo y les recuerda que el edificio que hemos de construir es TEMPLO DE DIOS (v. 16) recordando que en el TEMPLO los materiales más comunes son los del primer grupo.
3. Pablo quiere que los Corintios sepan que de acuerdo a nuestra edificación será también la recompensa que al final recibiremos, y por esto es necesario que cada uno mire como edifica, si pensando en lo espiritual o pensando en lo terrenal, porque proporcionalmente a nuestra obra, será nuestra recompensa.
4. El capítulo 3 concluye denotando dos cosas importantísimas:
a. La iglesia local es el templo de Dios y debe ser preservada (vv. 16, 17) por lo que nadie puede atentar contra él, porque de otra manera Dios le destruirá.
b. Los verdaderos valores están dentro de lo que Dios ha declarado, los cuales se hallan por medio de la sabiduría que viene de lo alto (vv. 18-23) por lo que todo lo que no proviene de Dios es vano, por lo que si en algo has de gloriarte, gloríate en el Señor.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
En esta porción de la epístola tenemos grandes enseñanzas que nos sirven de aplicación para nuestra vida espiritual.
La mayor aplicación es que nuestra vista tiene que estar puesta en Cristo Jesús y no ningún hombre.
Lo segundo es que tenemos que buscar el crecimiento que proviene de Dios para ser creyentes maduros que no causemos tropiezo a la obra de Dios.
Por último, que todo lo que hagamos tenemos que hacerlo para la gloria de Dios y sobre el único y firme fundamento que tenemos, Nuestro Señor Jesucristo.

Bosquejo No. 7

LOS SERVIDORES Y MAYORDOMOS DE DIOS
(1 Co. 4:1-21)

En esta oportunidad entramos a tratar el capitulo 4 donde el apóstol Pablo pone de manifiesto el pecado que cometían los creyentes de Corinto cuando trataban de manifestar opiniones subjetivas con respecto a los ministros del evangelio.

Al parecer algunos miembros de la iglesia local de Corinto, llenos de orgullo debido a su autoridad en la iglesia local, se vieron con el derecho de criticar y juzgar la obra de Pablo, el cual intenta corregir en este capítulo esta actitud pecaminosa, por medio de 6 ejemplos ilustrativos de la obra de un verdadero siervo de Cristo.

El apóstol Pablo presenta al siervo de Cristo como:
1. UN LABRADOR (3:6) que ha de cultivar.
2. UN ARQUITECTO (3:10) que ha de construir.
3. UN ADMINISTRADOR (4:1) que ha de controlar.
4. UN PADRE (4:15) que ha de aconsejar.
5. UN MAESTRO (4:17) que ha de comunicar.
6. UN DISCIPLINARIO (4:21) que ha de corregir.

En una realidad que los corintios, en su orgullo, se habían sentido en la perfecta libertad de pasar juicio a los obreros cris¬tianos, sin embargo Pablo les advierte de tener cuidado al emitir un juicio hacia otros porque ni aún él se juzgaba a sí mismo, pues todos debemos esperar el día del Tribunal (bëma) de Cristo, “el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios” (4:5).

De igual manera Pablo, empleando uno de los más finos ejemplos de sarcasmo que hay en toda la Biblia, trae a los corintios a darse cuenta que ellos haciendo lo que hacían estaban actuando como si fueran los jueces del reino y tuvieran el derecho de juzgar ligeramente a los siervos de Dios, y todo esto por la manera en que se inflaban al hacer sus juicios.

Por último Pablo les hace ver que, mientras ellos juzgaban su ministerio cómodamente, el pasaba por la experiencia que trae ser fiel a la causa de Cristo.

Veamos estas enseñanzas bajo el siguiente bosquejo de estudio:

I) Los mayordomos de Dios.
II) El sufrimiento de los mayordomos de Dios.
III) El mayordomo que amonesta como un padre.

I) LOS MAYORDOMOS DE DIOS
(1 Co. 4:1-6)
A. La fidelidad de los mayordomos (vv. 1-2)
1. El apóstol Pablo inicia el capitulo 4 haciendo declaraciones que van directamente a afectar la jactancia y el envanecimiento de los creyentes de Corinto. “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios”.
2. “Todo hombre” había de recordar que Pablo y Apolos eran ministros de Cristo y mayordomos de los miste¬rios de Dios. (Aquello no conocido y revelado bajo el pacto de la gracia) “Servidores = Ministros” (uperetes) o servidores subordinados a un director y en relación directa con él.
3. “Mayordomos = Oikonomos”. Término con que se designaba a los esclavos de categoría superior, que manejaban los bienes de su Señor, ordenando los trabajos de sus inferiores. Ej. José. Estos dos términos unidos destacan el servicio de los apóstoles en relación con su dueño por una parte, y por otra, frente a su obra.
4. El término “Oikonomos” usado aquí es más propicio traducirlo como mayordomo y no como administrador, ya que administrador es la traducción de la palabra griega (leitourgikos) usada en Hebreos 1:14.
5. Pablo declara algo más (v. 2) “Ahora bien, se requie¬re de los mayordomos, que cada uno sea hallado fiel”. “Se requiere”, esta expresión es de suma importancia para aquellos que están en la disposición de servir y de administrar las cosas del Señor, porque no habrá excusas para aquellos que no estén dispuestos a defender la obra del Señor, al costo de nuestra propia vida, Lc. 16:1-15. Nuestro Señor es el que la requiere, porque es él el que también nos juzgará en aquel día.

B. El juez para los mayordomos (vv. 3, 4)
1. La verdad es que los creyentes de Corintio se habían extralimitado haciendo juicio donde ellos no tenían autoridad para hacerlo. Con esta actitud se estaban envaneciendo y pecando contra aquellos a quienes juzgaban. El apóstol Pablo se enardece ante tal actitud, al ver que sin ninguna base bíblica estos creyentes juzgaban los dones y servicio de los siervos y mayordomos del Señor, Salmo 38:12-22.
2. De inmediato Pablo establece y sienta las firmes bases con que se pueda “EXAMINAR” el ministerio de un siervo de Dios. Declara que ningún siervo de Dios debe permitir que hombres inmaduros sin base bíblica, ni autoridad delegada juzguen su ministerio, que al fin y al cabo es hecho con limpia conciencia para su Señor, el cual será el que lo juzgará en el día del Tribunal de Cristo (3:12-15).
3. Pablo termina su exposición, en cuanto al juicio que pretendían hacer de él, con una expresión de sensatez y madurez. “porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado, pero el que me juzga es el Señor”.

C. El juicio para los mayordomos (vv. 5, 6)
1. Ya Pablo ha declarado que a los siervos de Dios, ningún otro que no sea su Señor, podrá juzgarlo, además del hecho de que el momento del juicio hecho a él estaba fuera de tiempo.
2. La palabra “Tiempo” viene de la palabra griega (kairos) define el tiempo determi¬nado para la venida del Señor, de modo que el tiempo del tribunal de Cristo, donde se juzgará el ministerio de cada siervo, ellos tenían que saber que todavía no había llegado.
3. De igual manera apunta que nadie tiene que preocuparse por lo que alguno piensa que está oculto, porque dice en estos dos versos: “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el señor, el cual acla¬rara también lo oculto de las tinieblas, y manifes¬tara las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”. “Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mi y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros”.

II) EL SUFRIMIENTO DE LOS MAYORDOMOS DE DIOS
(1 Co. 4:7-13)

A. Pablo enfrenta su jactancia (v. 7)
1. El apóstol Pablo hace aquí tres preguntas directas al corazón de los creyentes inmaduros de Corinto. La primera es: ¿Quién te distingue? Como diciendo: ¿Quién te ha dado la autoridad para colocarte en la posición de Dios y juzgar lo que Dios solo puede juzgar? (Lc. 21:1-4).
2. La segunda pregunta es: ¿Qué tienes que no hayas recibido? Pablo aquí quiere destruir la jactancia de estos creyentes inmaduros, recordándoles que ningún creyente es NADA sin Cristo lo cual resaltó en (1:25-29) y deja establecido que todo don provenía de Dios y no les daba autoridad para juzgar a sus siervos como lo hacían.
3. En la tercera pregunta dice: ¿Por qué te glorias como si no lo hubieras recibido? Estos creyentes inmaduros tenían que entender, que si ellos habían Llegado a ser algo en Cristo era por las misericordias de Dios, quien por su Espíritu les había concedido estos dones, los cuales eran para ser administrados para la edifica¬ción de la iglesia y no para su propia gloria.

B. Pablo ataca su autosuficiencia (v. 8)
1. La inmadurez de los corintios era mucha y ellos habían llegado a tal punto que ya se sentían autosuficientes, tal vez por los dones que habían recibido, por lo que Pablo les dice: “Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis”.
2. Los corintios habían caído en el pecado en que cayó la Iglesia de Laodicea destacado en Apocalipsis 3:14-21, pecado por el cual sintieron que no necesitaban de Cristo, ni de ninguno que les pudiese enseñar. Esta actitud les había ubicado en cierta posición de envanecimiento que mostraba su falta de agradecimiento a aquel a quien Dios había usado para llevarles el evangelio.
3. Pablo deja ver su corazón y su testimonio para con estos hermanos que actuaban tan egoístamente para con aquellos que habían sido sus maestros. En el (v. 8b) dice con cierta pena: “¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!”
4. Por último Pablo manifiesta una serie de contrastes a manera de ironía en el (v. 10). Aquí nos podemos hacer una pregunta nosotros mismos ¿Cómo estos creyentes podían pensar que Pablo, que los había engendrado en la fe, no se iba a gozar en sus victorias en Cristo? Por el contrario le afrentaban quitándole la autoridad que el mismo Dios le dio a él sobre ellos.

C. Pablo destaca los sufrimientos de los mayordomos de Dios (vv. 10-13)
1. El apóstol Pablo se detiene por un momento a plantear los sufrimientos de los apóstoles y de los siervos de Dios que sirvieron dentro de la iglesia a los Corintios, al tiempo que desde el (vv. 10-13) hace un contraste entre el bien vivir de ellos como creyentes y el padecimiento de aquellos que luchan por la fidelidad a Cristo.
2. Es evidente que Pablo se siente indignado por la actitud de aquellos hijos en la fe, de aquellos por los cuales él mismo había padecido toda clase de maltratos.
3. Está claro también, que la intención de Pablo en esta porción de la epístola no es avergonzar a los corintios, sino la de amonestarlos como a hijos amados, entendiendo que él tenía el derecho y el deber de hacerlo para evitar un juicio mayor para ellos de parte de Dios.

III) EL MAYORDOMO QUE AMONESTA COMO UN PADRE
(1 Co. 4:14-21)

A. El padre que ama a sus hijos (4:14-16)
1. En esta última parte del capítulo 4, el apóstol Pablo muestra su ternura cuando manifiesta el propósito e intención de su amonestación, ahora hablando no como mayordomo de Dios, sino como Padre de aquellos que se enaltecían como necios sobre su autoridad apostólica cuando dice: “No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos amados”.
2. En esta aclaración Pablo manifiesta que él no actuaba con ellos de esta manera porque quería ridiculizarles porque eran sus hijos en la fe, sino porque él se sentía con el derecho de amonestarles como un Padre lo hace con sus hijos. Hay que tomar en cuenta que ya Pablo mismo había detectado entre ellos mismos hermanos que en su necedad querían dañar la obra de Cristo y en varias ocasiones Pablo mismo tuvo que usar cierta osadía para enfrentarlos según nos dice (2 Co. 6:3-10 y 11:23-29).
3. En el (v. 15) nos declara: “Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evan¬gelio”. En el (v. 16) agrega: “Por tanto, os ruego que me imitéis”. Como buen Padre, Pablo daba ejemplo a sus hijos, pues se había portado delante de ellos de forma tan ejemplar que tenía el derecho de rogarles que fuesen “imitadores de él como él lo era de Cristo”, como lo dice en (11:1).

B. El ejemplo y testimonio de Timoteo
1. Timoteo se convertía ahora en un testigo que recor¬daría a los corintios que no vivieron los momentos en que Pablo engendraba la iglesia a la cual ellos pertenecían, como fue su proceder y dedicación a la obra de Dios cuando llegó a Corinto (Hch. 18).
2. Timoteo estaba presente entre ellos en aquella ocasión, y quien mejor que él para hablar de Pablo a quien amaba, respetaba, le era fiel y agradecía lo que había sembrado en él. El estaría allí para recordarles a los corintios, lo que fue el apóstol Pablo, su testimonio o lo que fue su doctrina, en contenido y estilo de presentarla.
3. Timoteo representa aquí, lo que ninguna iglesia debe olvidar de aquellos líderes que han dado su vida por sembrar la causa de Cristo en los corazones de aquellos a quienes Dios les entregó para instruir en la fe desde los días de su establecimiento como iglesia local.

C. La vara o el amor y espíritu de mansedumbre
1. Alguno de aquellos que hoy se rebelan contra la autoridad puesta por Dios, dirían de Pablo cosas horrendas si tuvieran que ser enfrentados por él. Pero Pablo no se amedrenta frente a sus opositores y les enfrenta diciendo: “Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros”.
2. Pablo les advierte y les declara que cuando el llegue a ellos, é1 demostrará a los que se jactan, si realmente ellos son bendecidos, no por sus palabras, sino por el poder que es manifiesto en los que son espirituales.
3. Pablo les pone a escoger la manera en que ellos quisieran que él fuera a ellos. “¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?” Esto variaría dependiendo, no de sus palabras sino del cambio de su actitud. Pablo no iba a permitir que ellos siguieran destru-yendo el templo de Dios, la iglesia, con su mal testimonio y con sus juicios pecaminosos (3:17).

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Hermanos cuidemos de juzgar lo que sólo pertenece a nosotros, para que no nos hallemos usurpando el lugar de Dios.
Tengamos cuidado de no ser mal agradecidos con aquellos que Dios ha encomendado a levantar su obra y nos han dado todo lo que tienen para la gloria de Dios, porque un día Dios tomará cuenta de todo lo que hayamos hecho.


Bosquejo No. 8

LA DISCIPLINA BÍBLICA EN LA IGLESIA LOCAL
(1 Co. 5:1-13)

La Biblia nos enseña que el pecado de uno dentro de la Iglesia siempre afectará la manifestación de Dios en ella. Un ejemplo de esto lo tenemos claramente definido por la Palabra en el caso de Acán que nos narra Josué 7:1-26. El primer verso nos dice: “Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema, porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomo del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel”.
También podemos ver en Josué 7:4 que por el pecado de Acán perecieron 3,000 hombres, cuando el pueblo de Israel fue a conquistar la ciudad de Hai, turbándose en gran manera, ya que Dios le había prometido victoria frente al enemigo como lo había hecho en la conquista de la ciudad de Jericó.
Hasta que este pecado no fue juzgado y quitado de en medio el culpable, las bendiciones de Dios no fueron restauradas en su pueblo, muestra de esto lo vemos en Josué 7:13-26 donde se nos narra el Juicio de Acán y Josué 8:1-29 donde se nos narra la restitución del pueblo al haber confesado y enjuiciado su pecado.
Asimismo la Palabra nos enseña que, Dios en su misericordia quiere preservar la esencia y el propósito de la disciplina, a la vez que desea expresar que los métodos correctivos utilizados en la disciplina vienen por la desobediencia y serán utilizados por El en todos los tiempos, para procurar la Santidad de su pueblo y la protección de su testimonio frente a los hombres del mundo, para que ellos conozcan que Dios está en medio nuestro.
1 Corintios 5:1-13 nos declara lo que Dios demanda a la Iglesia, con respecto a la disciplina y con respecto a los métodos correctivos, cuando esta descubre un pecado que afecta el testimonio de la Iglesia.
El apóstol Pablo después de concluir el tema de la murmuración a los siervos de Dios, trata en esta porción de la epístola la disciplina que debe aplicarse en la iglesia local. Ahora Pablo les hace ver la necedad de su inmadurez, en el sentido de que pretendiendo juzgar la vida de otros, ellos mismos se envanecían frente a los pecados que había dentro de su seno.

Veamos lo que Dios reclama de la Iglesia con respecto al pecado que principalmente destruye el testimonio del Señor con el bosquejo siguiente:
I) La iglesia debe evidenciar el pecado dentro de ella.
II) La iglesia debe reaccionar bíblicamente frente al pecado.
III) La iglesia debe valorar el propósito de la disciplina bíblica.

I) LA IGLESIA DEBE EVIDENCIAR EL PECADO DENTRO DE ELLA (1 Co. 5:1-2)

A. Considerando el testimonio de la iglesia.
1. El apóstol Pablo llama a la Iglesia a evidenciar el pecado de un miembro que evidentemente había transcendido de los muros de la iglesia local de Corinto. Este hermano en pecado proyectaba un testimonio horrible, de tal manera que traspasando el mar Egeo, había llegado a la ciudad de Éfeso donde Pablo se encontraba cuando escribió esta epístola.
2. Los Corintios, que creían ser jueces de los pecados y errores de otros, pero no veían que su testimonio había llegado muy lejos; y por este pecado el nombre de Cristo y el testimonio de la iglesia era juzgado y ensuciado. Pablo les hace ver que el pecado cometido por este hombre llegaría a oídos del mundo por lo cual la iglesia tenía que tomar decisiones espirituales rápidamente.
3. Lo que el apóstol Pablo le reclama a ellos y por ende a nosotros, es una actitud de mansedumbre, misericordia y protección al testimonio de la iglesia, ya que sabemos que cuando Dios, tarde o temprano, hace evidente el pecado oculto es para que lo juzguemos con madurez y responsabilidad cristiana (1 Ti. 5:24-25) y (He. 4:13).

B. Verificando el pecado cometido (v. 1).
1. La iglesia debe identificar y verificar el pecado que el creyente ha cometido y que Dios mismo ha evidenciado. Esto lo vimos en el caso de Acán y lo vemos en esta porción de Corintio. El pecado verificado por Pablo era un pecado de (porneia), que traducido al idioma español se conoce como pecado de fornicación ya que este hombre mantenía relación sexual con la mujer de su padre, lo cual involucraba además, pecado de adulterio o infidelidad.
2. Si tomamos en cuenta que este joven sostenía relaciones sexuales ilícitas con su madrastra, también podemos agregar que este cometía un tercer pecado, el de incesto. En estos pasajes del Antiguo Testamento ya Dios había legislado acerca de estos pecados (Dt. 22:30; 27:20; Lv. 18:8; 20:11).
3. El apóstol Pablo no podía clasificar este pecado de otra forma que no fuera fornicación, ya que el mismo hecho involucraba por lo menos dos tipos de fornicaciones o uso ilegítimo del sexo y también pecado de adulterio como ya lo hemos descrito. En (Mt. 5:28) es esta la causa por la cual el Señor justifica la carta de divorcio.
4. Este pecado era evidentemente escandaloso, pues como dice el texto: “Ni aun se nombra entre los gentiles”, (v. 1b) lo que nos indica que la actitud del joven pecador llevaba el testimonio de la iglesia a estar en boca de otros. Esto dañaba considerablemente el nombre del Señor y la imagen de santidad que debe proyectar la iglesia de Cristo.

C. Enfrentando al pecador (v. 2).
1. La Iglesia de los Corintios era una iglesia que se jactaba de poseer muchos de los dones del Espíritu, pero era una iglesia inmadura e incapaz de disciplinar el pecado que destruía el testimonio de Cristo. Esta actitud era poco responsable de parte de ellos e indolente en su condición de hijos de Dios.
2. Pablo les dice: “Y vosotros estáis envanecidos” reprochándole su actitud indolente frente a pecados como estos. Evidentemente estaban haciéndose los “desentendidos” y en nada les importaba el testimonio que daba este creyente en nombre de la iglesia.
3. Tal vez estos creyentes consideraron este pecado como algo en lo cual ellos no tenían por qué meterse evitando problemas con el pecador y con su familia. De seguro esperaban que el pastor o cualquier otro hermano de la iglesia diesen el primer paso. En esto el mal testimonio corría y ellos se hacían los desentendidos.

II) LA IGLESIA DEBE REACCIONAR BÍBLICAMENTE FRENTE AL PECADO (1 Co. 5:2-5)

A. Lamentación por el pecado (v. 2).
1. “¿No debierais mas bien haberos lamentado...?”. Esta debió haber sido la primera reacción de la Iglesia de Corinto frente al pecado cometido por su miembro. Es bien penoso ver que la iglesia no reaccione adecuadamente cuando hay pecado en su seno. Es triste aún hoy ver las actitudes de muchos cristianos dentro de la iglesia cuando cae alguna persona en el pecado. Observamos los que se gozan, los que dicen yo lo dije, los que hacen chistes y los que escarnecen al pecador, olvidándose de lo que Dios dice en (Gálatas 6:1).
2. La Biblia nos dice muy claramente la forma en que un cuerpo local debe lamentarse cuando el pecado ocurre en uno de sus miembros y nos habla de la manera en que debemos llorar con los que lloran.
En (Josué 7:6) vemos la actitud de Josué al saber lo que ocurría con Acán. Rompió sus vestidos y oró a Dios para sacar a luz el pecador que había entre ellos.
En el caso de Jeremías ante el pecado de su pueblo. Hubo luto en medio del pueblo y escribió un libro que llamó lamentaciones.
En el caso del apóstol Pablo al amonestar a los hermanos. No ceso de amonestar con lágrimas a cada hermano.
3. Es necesario que la Iglesia de hoy no se cauterice frente al pecado, como estuvimos cauterizados cuando andábamos dentro de las religiones paganas cuando justificábamos y amamantábamos toda clase de transgresión a Dios.

B. Acción disciplinaria inmediata (vv. 3-5).
1. Esta es la segunda reacción que Dios espera que una iglesia fiel al Señor Jesucristo adopte. O nos complacemos con el pecado o lo enfrentamos y lo juzgamos. Dios no admitirá medias tintas.
2. Esta actitud debe ser inquebrantable para la protección del testimonio de la Iglesia y para llevar al pecador a un arrepentimiento genuino como posiblemente ocurrió con este hermano (2 Co. 2:5-11) y para llevar a la Iglesia a temer al pecado (1 Ti. 5:20-22).
3. La autoridad para ejercer la acción disciplinaria inmediata viene del Espíritu de Dios por medio del apóstol Pablo cuando dice:
a. “En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo”.
b. “...reunidos vosotros y mi espíritu”. (La Iglesia)
c. “...con el poder de Nuestro Señor Jesucristo”. (El mismo poder con que ellos fueron llevados a Salvación)
d. “...el tal sea echado a Satanás”. (Excomulgado)
4. (1 Ti. 1:20) y (Hechos 5:1-11). Con esto se quiere significar que el pecador debe ser apartado de la comunión de los hermanos hasta que el reconozca su pecado, para que solo quede bajo la influencia de Satanás y no contamine la Iglesia. Cuando el pecador se vea solo, recapacitará.
5. Ciertamente que hay pecados en los cuales el remedio es la amonestación y la exhortación por medio de la Palabra y más cuando hay un arrepentimiento de parte del pecador (Mt. 18:15-22). Pero hay otros pecados que cuando involucran el testimonio del cuerpo de Cristo y el pecador no se arrepiente, entonces no queda otro remedio que la excomunión.

C. Amonestación frente a todos.
1. Esta es la tercera decisión que debe poner por obra una Iglesia que sepa que un miembro de su cuerpo practica un pecado. Esta es una responsabilidad de todos los creyentes y principalmente de los pastores de la Iglesia como le recomienda el apóstol Pablo a Timoteo en 2 Timoteo 2:24-26 y 4:1-2.
2. La Iglesia debe ser solidaria con la decisión de los pastores y todo el cuerpo debe procurar mantener las actitudes correctas frente al hermano pecador no arrepentido, en la cual todos seamos consistentes en saber preservar una actitud unánime de apartamiento, hasta que el pecador venga a un arrepentimiento genuino.
3. Dios no admitirá ningún tipo de complacencia con el pecado, Efesios 5:7 nos habla muy claro: “No seáis, pues, partícipes con ellos”. De igual manera todos tenemos que actuar en fidelidad a Dios y no poner en balanza nuestros sentimientos con la Palabra de Dios. (Ro. 15:14; 1 Co. 6:4-5; Gá. 6:1).

III) LA IGLESIA DEBE VALORAR EL PROPÓSITO DE LA DISCIPLINA BIBLICA (1 Co. 5:6-13)

A. Procurando la santidad del cuerpo (vv. 6-8).
1. Es importante que la Iglesia entienda que hacer caso omiso a estas demandas de Dios se convierte en una actitud de jactancia delante de Dios, ya que significa una desobediencia a lo que él ha decretado.
2. Tenemos que entender que el pecado es como la levadura y este corrompe (leuda) toda la masa. No podemos permitir que el pecado esté en nosotros, pues nuestra pascua, que es Cristo fue sacrificada por nosotros y por tanto debemos ser pan sin levadura.
3. Esto se desprende de una doctrina cardinal del evangelio, Dios no puede permitir el pecado dentro de su cuerpo, que es la Iglesia. Él nos tomará en cuenta lo que hicimos con el pecado no juzgado dentro de la Iglesia local y reclamará por nuestra falta de fidelidad (1 Co. 11:23-32).

B. Separándose totalmente del pecador (vv. 9-11).
1. Pablo se detiene para explicar a quien él se refiere, pues es necesario distinguir entre un hermano que está en pecado y un incrédulo que practica el mismo pecado. Es aquí donde él distingue entre ambos y nos llama a separarnos de aquellos que llamándose hermanos estén viviendo en algún pecado y no quieran arrepentirse cuando le llevamos a una disciplina pública eclesiástica.
2. Esta separación se reclama para aquellos a quienes la Iglesia haya enfrentado y no manifiestan un arrepentimiento de su pecado y además se siguen llamando creyentes. Pablo cita en el texto algunos pecados a manera de ejemplo.
3. Esta separación implica no solamente no juntarse con este que dice ser creyente, sino que el apóstol Pablo lo lleva más lejos cuando dice: “…con el tal ni aun comáis”, lo que nos deja dicho que no debemos tener ningún tipo de contacto con esta persona. Cualquier desobediencia lo hace a uno un verdadero jactancioso.

C. Manteniendo una actitud consistente hasta que el hermano deje su perversidad (vv. 12, 13).
1. Notemos una aclaración en el texto. “Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque los que están fuera, Dios juzgará”. Es aquí la razón por la cual la adúltera no se menciona para juicio, su juicio ha caído en la potestad de Dios.
2. El apóstol Pablo concluye con palabras bien duras en contra del creyente que ha caído en el pecado y que desea seguir en la práctica del mismo. Notemos cuando dice: “Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros”.
3. Estas palabras del Apóstol Pablo nos certifican que hasta que este llamado hermano no se arrepienta, tenemos que ser consistentes con la separación de él. Lo cual nos indica que nadie en la Iglesia tiene la libertad o la potestad de acercarse a él, porque de lo contrario participa de su perversidad.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Queremos concluir, dejándoles una lista de versos bíblicos que nos apuntan claramente de las causas bíblicas por las cuales debemos separarnos y por qué debemos hacerlo.
Romanos 16:17; 1Timoteo 1:3-4; Mateo 18:15-17; 2 Tesalonicenses 3:12-14; 1 Timoteo 5:20; Efesios 5:7; 1 Corintios 5; 2 Tesalonicenses 3:6; 1 Timoteo 1:20; Tito 3:10.
No queremos hermanos, que el juicio de Dios caiga también delante de los que en su jactancia comparten con el pecado de otros o desobedecen los mandamientos de Dios, por esta causa tratamos de advertir que Dios no puede ser burlado y que él mismo también se denomina fuego consumidor para aquellos que viven en el pecado.
Bosquejo No. 9

LITIGIOS DELANTE DE LOS INCRÉDULOS
(1 Co. 6:1-11)

Luego de concluir con el tema de la disciplina para el fornicario, el apóstol Pablo se introduce en otro tema. Ahora el tópico se concentra en los litigios entre creyentes ante tribunales de incrédulos. Estos problemas eran realmente comunes en Corinto y eran fruto de su inmadurez espiritual.
Pablo les hace ver a los creyentes de Corinto que esta acción era pecaminosa a los ojos de Dios y por esto dice en (6:8): “Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos”. Haciéndoles ver que no solo pecaban cuando rehusaban arreglar los pequeños problemas fuera de los tribunales, sino que ahora pensaban engañarse unos a otros en los tribunales humanos y ante los incrédulos.
Era necesario que ellos entendieran que tenían que alcanzar la madurez espiritual que les permitiera tratar sus problemas íntimos entre ellos y aún el tratar de resolverlos entre ellos buscando hermanos maduros a quienes oyeran y siguieran sus recomendaciones.
Esto se lo estaba demandando el apóstol a quienes en el cielo tendrán la responsabilidad de juzgar al mundo y aún a los ángeles como dice (Dn. 7:18, 22); (Mateo 19:28); (2 Pedro 2:4), (Judas 6), (Ap. 20:4) y ahora, en esta tierra no eran capaces de juzgar entre ellos las cosas pequeñas de la vida.
Este es un tema muy interesante a tratar hoy día, en el sentido de que muchos creyentes hacen asociación con creyentes por no violentar lo que la Biblia declara en 2 Corintios 6:14 de no hacer yugo desigual con los incrédulos, pero lamentablemente no se aperciben de que el creyente con el cual se asocie tenga una convicción clara y bíblica de lo que implica esta asociación.
Por el contrario, son ligeros al escoger sus socios y al más mínimo problema, ya están sosteniendo discusiones y llegan a situaciones ofensivas que como dice la Palabra son más difíciles de resolver entre hermanos que entre extraños (Pr. 18:19).

Veamos como el apóstol Pablo enfrenta esta problemática con el bosquejo siguiente:
I) Los creyentes y los litigios.
II) Los litigios y el pecado.
III) Los pecadores no heredan el reino de Dios.

I) LOS CREYENTES Y LOS LITIGIOS
(1 Co. 5:1-5)

A. La causa de los litigios.
1. Es evidente, desde que comenzamos a leer la epístola de Pablo a los corintios, la manera inmadura en que se trataban los hermanos de esta iglesia y cuanto más en problemas en los cuales estaba involucrado el dinero.
2. Notemos ahora en el (v. 1) cuando Pablo dice: “¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?” Este versículo nos muestra la falta de consideración que se tenían unos contra otros.
3. Por este versículo podemos dilucidar que estos creyentes, dejándose llevar por la codicia y olvidándose de las obligaciones del amor fraternal dentro de la sociedad cristiana, llevaban sus pleitos delante de los tribunales públicos de Corinto sin importarles el testimonio de la iglesia.

B. El problema de la asociación.
1. El problema no venía por haberse asociado creyente con creyente, como dicen algunos hoy, sino porque teniendo desavenencias en su asociación, estos hermanos no aplicaban los principios bíblicos correctos los cuales Dios requiere desde que nos proponemos a asociarnos.
2. Si realmente queremos tener alguna asociación con creyentes es necesario que tomemos en cuenta algunos principios básicos en el orden espiritual (Hch. 15:36-41).
a) Debo escoger como socio a uno que sea creyente, maduro en la fe, capaz de soportar cualquier prueba del Señor.
b) Debo establecer de antemano con él, cual es mi propósito con esta asociación, tomando en cuenta que esta asociación es para proveernos de lo necesario y no para querer enriquecernos (1 Ti. 6:9, 10).
c) Debemos ejercitarnos en los principios del amor fraternal de 1 Corintios 13 y en lograr ambos socios el fruto del Espíritu, velando uno por el estado espiritual del otro.
d) Debemos buscar el consejo de los pastores de cada socio para que ellos nos ayuden en momentos de crisis, estando en la disposición de seguir sus consejos (Pr. 11:14 y 15:22).
e) Debo tener siempre a mi socio en alta estima y considerarlo como superior a mí mismo (Fil. 2:1-4).
f) Debo procurar que esta persona sepa su responsabilidad frente al gobierno en el pago de impuestos y prestaciones laborales, sobre la base de estar sujetos a las autoridades superiores (Ro. 13:1).
3. Cuando tomamos en cuenta estos principios bíblicos y espirituales, de seguro que no tendremos mayores problemas que nos lleven a una posible ruptura, o por lo menos evitaremos llegar al punto de llegar a enjuiciarnos delante de los incrédulos.

C. Los intermediarios entre creyentes que se aman.
1. La actitud de los corintios en esta área de su vida dejaba mucho que desear, porque no solamente no tomaban en cuenta los principios antes expuestos, sino que por el dinero llegaban a cualquier cosa sin importarles que su socio fuera un hermano en Cristo.
2. Ellos llegaron a ir delante de los incrédulos por dejarse llevar por el consejo de creyentes inmaduros, (v. 4): “Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿Ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia?”
3. Ellos no querían oír el consejo espiritual de los pastores y creyentes maduros, los cuales les aconsejarían que estuvieran dispuestos hasta ceder desde el punto de vista material, sino que tomaban el consejo de aquellos que les incitaban a no dejarse engañar. “Para avergonzaros lo digo” (v. 5).
II) LOS LITIGIOS Y EL PECADO
(1 Co. 6:5-8)

A. El pleito delante de los incrédulos.
1. Esto era un hecho que debía avergonzar a los hermanos de Corinto y sin embargo ellos estaban muy tranquilos y despreocupados, porque podían sacar mucho beneficio material con su actitud a costa del mal testimonio, del dolor de sus hermanos defraudados y de la santidad del cuerpo de Cristo.
2. Los (vv. 5b y 6) nos declaran como estos hermanos lejos de buscar ayuda y consejería madura para resolver sus problemas, preferían llegar ante los incrédulos para salvar sus posesiones materiales: “¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aún uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?”
3. Ellos no tomaban en cuenta que con esta actitud no estaban actuando con la sabiduría divina y todavía más, estaban dañando la relación de amor fraternal que Dios demanda a sus hijos.

B. El doble pecado cometido.
1. Con esta actitud los creyentes de Corinto cometían un doble pecado en el sentido de que pecaban primeramente:
a) Porque tenían discusiones y pleitos que llegaban al punto de ofenderse por asuntos materiales, sin tomar en cuenta la ley de Cristo, que es la ley del amor, la cual les recomendaba hasta sufrir cualquier pérdida material con tal de guardar su testimonio y el amor del hermano.
b) El segundo pecado era el pecado de llevar este mal testimonio ante los tribunales humanos y pleitearse allí manifestando las obras de la carne delante de un público incrédulo (Gá. 5:20).
2. Estos dos pecados hacían evidente la bajeza espiritual de estos creyentes, los cuales tenían cauterizadas sus conciencias como nos dice el (v. 7a): “Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos”. Para que ahora estéis pleiteando ante los incrédulos (Parafraseando la idea final).

C. Una actitud madura exigida.
1. El apóstol Pablo continúa su amonestación y ahora les declara a estos hermanos lo que deben hacer o por lo menos pensar con respecto a quienes ellos consideran que les están engañando.
2. En el (v. 7b) encontramos la solución más sabia que debemos practicar ante tales problemas: “¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Con estas dos preguntas Pablo enfrenta la inmadurez de la actitud tomada por ellos al pecar de la manera en lo que están haciendo y de igual manera cuestiona su espiritualidad.
3. Por último, el apóstol termina acusándoles directamente de su pecado y trayendo evidencia a sus corazones cuando dice: “Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos”. Como diciendo, no solo ustedes no están tomando la actitud que Dios les demanda, que es la de soportar el agravio y el ser defraudados, sino que se constituyen en agraviadores y defraudadores de sus hermanos en Cristo.

Para concluir, Pablo les recuerda algo…
III) LOS PECADORES NO HEREDAN EL REINO DE DIOS
(1 Co. 6:9-11)

A. El reino de Dios y nuestra entrada en él.
1. Ernesto Trenchard en su comentario de 1 Corintios (Pág. 96) dice: “El Reino de Dios puede definirse como toda esfera que reconoce la voluntad de Dios como norma de vida práctica diaria, manifestándose en él la Justicia, Paz, y el Gozo del Espíritu Santo”. Según Romanos 14:17.
2. De igual manera cuando el apóstol Pablo hace la lista de aquellos que practican las obras de la carne en contraposición de manifestar el fruto del Espíritu dice en Gálatas 5:21c: “…que los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios”.
3. Jesús agrega algo más con respecto a la manera en que debe actuar un creyente cuando dice en Mateo 5:20: “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.

B. El reino de Dios y los pecados practicados.
1. Nuestro hermano Pablo amplía ahora en el (v. 9) la lista de pecados que aparece en (5:11) diciendo: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”.
2. El apóstol hace énfasis en que entendamos que si decimos estar en Cristo, nuestro andar debe ser fuera de la práctica de estos pecados, los cuales manifiestan el grado de corrupción en que el diablo ha obrado en la naturaleza caída del hombre.
3. Estos pecados no solamente son pecados graves en su misma naturaleza, sino que son pecados que dañan el testimonio de santidad del creyente y del mismo modo el testimonio de la iglesia de Cristo la cual debe ser santa en doctrina y en práctica.

C. El poder que efectúa el cambio de corazón.
1. Con el versículo 11 Pablo hace una hermosa conclusión para que los hermanos de Corinto entiendan cual debe ser la diferencia de la vida nueva frente a nuestra vida pasada.
2. Dice aquí a manera de consuelo: “Y esto erais algunos; más ya habéis sido lavados (una vez y para siempre), ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”.
3. No solamente Pablo recuerda que algunos eran participantes de estos pecados, sino que todos entraron por la puerta estrecha donde experimentamos una vez y para siempre el perdón de nuestros pecados y la salvación. En el nombre y con la autoridad del Señor Jesucristo y con la potencia de su Espíritu.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Hermanos, si hemos gustado de esta experiencia, entonces andemos bajo la ley del amor y evitemos por todos los medios en anda en la unidad que promueve el Espíritu de Dios a través de su Palabra.
Por otro lado, busquemos los principios adecuados para obtener una relación de bendición con cualquier creyente con los que queramos tener como asociados en cualquier área de nuestra vida.
Practiquemos con todos la ley del amor y vivamos practicando el amor fraternal no fingido aunque tengamos que perder cosas materiales de esta vida, que al fin y al cabo no son comparables con lo que nos da el Señor en una relación de amor genuina.


Bosquejo No. 10

GLORIFICAD A DIOS EN VUESTROS CUERPOS
(1 Co. 6:12-20)

En este momento Pasamos a concluir el tema del capítulo 5 y 6, que aunque con temas diferentes, se presentan las soluciones que esta iglesia tenía que tomar para erradicar de su seno, los pecados escandalosos que estaban dañando el testimonio de ellos como iglesia y al mismo tiempo, el de Nuestro Señor Jesucristo.
Si tuviéramos delante la carta que los corintios habían enviado a Pablo, o si hubiésemos escuchado las conversaciones suyas con Estéfanas y sus demás informantes, tal vez podríamos conocer los detalles de aquellas cosas que hacían los corintios, al parecer en un mal concepto de la libertad cristiana, por lo cual Pablo inicia esta porción declarando: “Todas las cosas me son licitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son licitas, mas yo no me dejare dominar de ninguna”.
Lo que si estamos seguros es que los hermanos de Corinto, no solamente tenían problemas de pecados graves dentro de la iglesia, sino que también tenían un falso concepto de la libertad cristiana, lo cual les llevaba a tomar decisiones con respecto a su andar cristiano, lo que les conducía a excesos graves con respecto a su vida piadosa, por lo que el Apóstol Pablo les demanda que, para poder salir de su inmadurez y poder agradar a Dios, tenían que llevar sus cuerpos a glorificar únicamente a Dios.
También, vemos en (10:23-11:1) esta misma actitud, la cual, más que de libertad, manifestaba un cierto grado de libertinaje, que le llevaba a ser tropiezo a sus herma¬nos en la fe, como vemos fue también el caso de los romanos a quienes en el capítulo 14 y 15:1-6 Pablo les reprende porque con su manera de andar, todos pecaban contra los hermanos débiles en la fe.
En esta oportunidad, veamos las conclusiones de Pablo con respecto a la santidad del cuerpo del creyente bajo el bosquejo siguiente.

I) Cuidado con las cosas lícitas.
II) La gran diferencia que aprender.
III) Nuestro cuerpo y Cristo.

I) CUIDADO CON LAS COSAS LÍCITAS
(1 Co. 6:12)

A. Todas las cosas me son lícitas.
1. “Todas las cosas me son licitas”. Esta es la primera frase que encontramos en esta porción, la cual sí leemos aislada del contexto, pudiéramos tener una muy errada interpretación, la que han hecho muchos para justificar hasta pecados a base de esta expresión.
2. De ninguna manera Pablo está hablando aquí de cosas pecaminosas, sino que se refiere a aquel tipo de cosas de importancia secundaria, que dentro del contexto histórico los corintios hacían, cosas como el comer carne, guardar ciertas fiestas, o comprar alimentos que habían sido ofrecido a los ídolos.
3. El texto da a entender que los corintios usaron la frase “Todas las cosas me son licitas” al hablar con el apóstol Pablo o al escribirle sobre el tema, pero el mismo Pablo sabía que apoyarse en esta expresión, podía llevar a los creyentes de esta iglesia al libertinaje afectado de cierta libertad cristiana.

B. Más no todas convienen.
1. Notemos como el apóstol Pablo continúa su exposición al responder a la permisibilidad que los corintios daban a sus deseos carnales, cuando dice: “Todas las cosas me son licitas”, pero agrega “…mas no todas convienen”.
2. Pablo sabe que lo único que Dios nos prohíbe es el pecado, pero los corintios no se habían preguntado si estas cosas que hacían les convenían como creyentes aún no fuesen pecaminosas.
3. Es muy propio de los creyentes inmaduros hacer las cosas sin preguntarse sobre la trascendencia que lo que hacen tendrá frente a otras personas o con respecto a su testimonio.
4. Muchas veces, cosas que en apariencia nos son licitas, en muchas ocasiones no nos convienen hacerlas, para no traer confusión con respecto a nuestro testimonio. Pero el creyente inmaduro dice: “No me importa lo que el otro piense”, como si viviera solo en este mundo.

C. Más yo no me dejaré dominar por ninguna.
1. Muchas veces todas las cosas que podemos hacer no nos convienen. Ahora bien, tenemos que tener cuidado de que estas cosas no se conviertan en debilidades que dominen nues¬tros deseos carnales.
2. “Cuidado cristianos” vemos que una parte del fruto del espíritu es el dominio propio y muchas veces adolecemos de esta cualidad cristiana. Aquel que se deja dominar por algo material, pierde su liber¬tad para ponerse bajo el control y dominio de su apetito.
3. En (1 Co. 10:23) Pablo vuelve y toma la expresión usada en esta porción y agrega “Todo me es lícito, pero no todo edifica”. Dando a entender que todo creyente maduro debe hacer todo para edificación de los demás.

II) LA GRAN DIFERENCIA QUE APRENDER
(1 Co. 6:13, 14)

A. El comer y la fornicación.
1. Está claro que los pensadores paganos de los tiempos helenísticos evidentemente no hacían una distinción clara entre el comer viandas y la práctica de la fornicación. Los corintios se habían dejado afectar por este pensamiento y entendían que satisfacer sus necesidades sexuales ilícitamente, sería como ingerir el alimento que sacia el hambre como necesidad fisiológica.
2. Es por esta razón que Pablo aclara en el versículo 13 el propósito de cada cosa, cuando dice: “Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación”.
3. Estos creyentes pensaban que porque los deseos sexuales eran necesidades fisiológicas podían satisfacerlos como satisfacían el hambre corporal. Practicaban la fornicación como comer viandas y lo que buscaban era su propia satisfacción carnal.

B. El cuerpo y el Señor.
1. Como vemos a continuación el apóstol Pablo explica por qué la diferencia entre las viandas y la fornicación cuando dice del cuerpo: “...el cuerpo es para el Señor, y el Señor para el cuerpo”. Dejando claro la gran diferencia que existe entre la acción de comer y la acción de fornicar.
2. En Marcos 7:17-23 Jesús mismo nos declara la función del cuerpo al comer, con lo cual aprendemos que el satisfacer el estomago no contamina el corazón, mientras que satisfacer el sexo ilícitamente si contamina el corazón y por ende al cuerpo.
3. El mismo apóstol Pablo en (l Tes. 4:2-5) nos declara que la voluntad de Dios es nuestra santificación; e inicia el consejo para lograrla diciendo: “Que os apartéis de fornicación”.

C. El cuerpo y la resurrección.
1. Pablo recuerda el hecho de la resurrección, tomando como garantía la resurrección corporal de Jesucristo, y dice: “Y Dios, que levanto al Señor también a nosotros nos levantara con su poder”.
2. Si tomamos en cuenta el contexto del pasaje y su paralelismo con el pasaje sobre la resurrección que aparece en (15:42-54), pudiéramos concluir diciendo: “Si Dios con su poder ha de levantarnos en cuerpo glorificado y la fornicación contamina el cuerpo, como podemos pretender que Dios levantará un cuerpo que ha vivido en la práctica de la fornicación o satisfaciéndose sexualmente de manera ilícita, como si comiera vianda”.
3. Los corintios tendrían que entender que el cuerpo del creyente que ha sido redimido del pecado no puede vivir en la práctica del mismo y pretender que será levantado en el día de la resurrección de los creyentes. El apóstol Juan manifiesta en 1 Juan 3:9 que todo aquel que es Hijo de Dios no practica el pecado.

III) NUESTRO CUERPO Y CRISTO
(1 Co. 6:15-20)

A. Una pregunta para los que han olvidado.
1. “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?” Los corintios habían olvidado que sus cuerpos ya no les pertenecían desde el día en que cada uno voluntariamente lo entregó al Señor y estaban usando su cuerpo para deshonrar al Señor que los rescató del pecado.
2. Estos creyentes habían olvidado la esencia de su salvación y la manera en que como creyentes somos miembros del cuerpo de Cristo, en cuanto a la totalidad de nuestro ser. Esta enseñanza nos dice que ningún creyente tiene derecho a disponer de su cuerpo y hacerlo “uno” con otro que no sea Cristo.
3. Si leemos Romanos 8 encontraremos aquello que al parecer habían olvidado los Corintios tan rápidamente y que Pablo quiere recordarles ahora.

B. Otra pregunta para los que aparentan ignorancia.
1. “¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella?” Pablo les recuerda lo que ellos no podían haber olvidado ya que se conocía desde el momento en que Dios mismo declaró en Génesis que todo aquel que se uniera sexualmente sería una sola carne con esa pareja.
2. Los corintios no podían decir que el propósito del sexo no estaba establecido de forma lícita sólo para el matrimonio, sino que tampoco podían decir que Dios pudiera aprobar la fornicación como algo lícito.
3. Por esto Pablo dice: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, esta fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”. Por lo que aquel que fornica contra Dios mismo peca, porque nuestro cuerpo ya ha sido redimi¬do por Él.

C. La última pregunta para establecer el derecho de propiedad.
1. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del espíritu santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?” Dios reclama por su Espíritu el derecho de propie¬dad que le corresponde.
2. La razón está dada en el (v. 20) cuando dice Pablo: “Porque habéis sido comprados por precio”. Y el precio fue su sangre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo derramada en la cruz del Calvario.
3. Para concluir el apóstol Pablo les exhorta diciendo: “Glorificad, pues, a Dios en vuestros cuerpos y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. Esto es algo que no podemos nunca olvidar.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Sirvamos en santidad a Dios y entendamos que la libertad cristiana que tenemos, es una libertad que se nos provee para poder dar a Dios, todo lo que él desea de nosotros y no para tomarla como alternativa para satisfacer los deseos de la carne.

Bosquejo No. 11

RESPUESTAS AL TEMA DE LOS ESTADOS CIVILES
(1 Co. 7:1-16)

En esta oportunidad nos introducimos en el capítulo 7 de esta extensa epístola la cual, como vimos al iniciar su estudio, presenta una serie de soluciones que todo cristiano y toda iglesia deben tomar en cuenta para la sanidad de la vida matrimonial y para ayudar a los que desean servir al Señor sin las obligaciones conyugales.
El tema que nos ocupará en este mensaje será el tema del matrimonio y sus problemas, y también el tema del celibato y sus beneficios cuando se posee este don.
Este capítulo 7 ha presentado para muchos algunas dificultades, en el hecho de que han entendido que en el mismo el apóstol Pablo está mini¬mizando el estado matrimonial frente al estado del celibato, cosa que no armoniza con todas aquellas enseñanzas que el mismo Espíritu inspiró a Pablo en otras epístolas como es el caso de Efesios 5:22,23 donde se compara la relación entre cónyuges con la de Cristo y su iglesia. Tampoco se puede pensar que el apóstol Pablo estaba en contra del matrimonio ya que él mismo declara en 1 Timoteo 4:1-5 que el prohibir casarse es una doctrina de demonios.
Creemos que la aparente dificultad estriba en la falta del ingrediente cultural que muchos obvian y no toman en cuenta al estudiar esta epístola, en el sentido de que es lo más probable que los corintios se dejaran influir hasta cierto punto por las ideas filosóficas y religiosas de los griegos, que enaltecían el celibato en aras de los equivocados conceptos sobre la bajeza, según ellos, de todo lo material incluido el cuerpo humano.
Es posible que los corintios estuviesen propugnando porque todos los creyentes contrajeran matrimonio en aras de proteger a los solteros de tanta corrupción, por lo cual Pablo le contestara en la manera en que lo ha hecho, como diciendo, ¡cuidado! así como no podemos obligar a nadie a quedarse soltero tampoco podemos obligar a nadie a casarse, y más cuando se tiene el don y el beneficio de dedicarse al Señor.
Como hemos dicho, en este capítulo 7 veremos principios fundamenta¬les sobre el matrimonio y el celibato, que desglosaremos en dos estudios. En el primero de ellos utilizaremos el bosquejo siguiente:

I) Consejos de solteros y casados.
II) Deberes de los que optan por casarse.
III) Deberes para todo estatus.

I) CONSEJOS A SOLTEROS Y CASADOS
(1 Co. 7:1-2)

A. Una introducción que nos da luz.
1. El apóstol Pablo inicia este capítulo 7 dando a los corintios una directa respuesta al tema cuestionado por ellos en su carta al apóstol acerca de los problemas matrimoniales, al parecer por la misma respuesta dada por él.
2. Notemos esto citando el (v. 1) cuando dice: “En cuanto a las cosas que me escribisteis, bueno le seria al hombre no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido”.
3. Con estas palabras entendemos que las preguntas de los Corintios tenían como objetivo establecer cierta seguridad en sus decisiones con respecto a la problemática conyugal, las cuales Pablo aclarará en todo este capítulo.

B. La problemática planteada.
1. Pablo conocía la problemática Greco-Corintia, con respecto a la sensualidad y a las provocaciones que estaban sometidos los hermanos solteros de Corinto, que todavía se desenvolvían en la sociedad viciada por el pecado, detalle que vimos en el análisis del (6:13) cuando estudiamos que para esta sociedad el comer viandas y el fornicar eran simples desahogos fisiológicos.
2. Por esta razón Pablo inicia el capitulo 7 diciendo: “...bueno le seria al hombre no tocar mujer”, (como era lo propio de la filosofía griega) “...pero a causa de las fornicaciones”... Ya en Colosenses 2:18-23 el apóstol Pablo atacará las imposicio¬nes humanas que no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne, a que eran sometidos los creyentes de aquellos días.
3. Por otro lado Pablo también enaltece en este capítulo el don del celibato el cual es propicio para aquellos que quieren servir en algunos ministerios de la obra del Señor, que requieren una dedicación total y no permiten el cuido adecuado de una familia. El ministerio del mismo Pablo fue ejemplo de lo que decimos, pero esto no es exigido por Dios a ningún ministro a menos que como Pablo hubiese recibido el don de la continencia sexual (7:7).

C. El beneficio de ambos estados.
1. Está claro que la visión que tenia Pablo con respecto al celibato no era la concepción que tenían los filósofos griegos, pues estos lo veían como un medio de purificación y de superioridad humana, mientras que Pablo lo visualizaba y lo aprobaba solo para beneficio de la obra del Señor y amparado con el don de continencia que Dios daba para capacitar a los que encomendaba algún ministerio particular.
2. Pablo sabe las bendiciones del celibato pero expone de inmediato los inconvenientes del mantenerse en esta situación. Por esta causa recomienda el matrimonio a aquellos que no poseen el don de continencia, para que de una manera santa puedan satisfacer sus necesidades fisiológicas, siempre y cuando no tengan impedimentos para un matrimonio honroso.
3. El mandato para evitar a toda costa el pecado de fornicación en este verso 2 es claro y enfático: “...pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido”. Todo lo que se dirá al respecto en todo el capitulo ha de ser interpretado bajo estas premisas dadas en la introducción del tema.

II) LAS OBLIGACIONES DE LOS QUE OPTAN POR CASARSE (1 Co. 7:3-6)

A. Las obligaciones son mutuas.
1. Pablo hace aquí énfasis en los deberes que contraen aquellos que optan por unirse en matrimonio, el cual trae deberes conyugales ineludibles e inexcu¬sables. Ya en otras epístolas Dios revelaba demandas particulares para los casados que agregan más responsabilidades a este estado.
2. El (v. 3) nos dice: “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido”. La idea aquí no viene dada para que los casados obtengan una satisfacción egoísta o individual, sino que cada uno entienda su responsabilidad de satisfacer a su cónyuge sexualmente.
3. Pablo deja claro que este mandato va directamente relacionado con el área sexual y por tanto no hay ninguna razón que justifique que alguno de los cónyuges se niegue a su pareja en cuanto al acto conyugal, por tanto, todo aquel que injustificadamente lo haga, peca.

B. La razón de esta obligación.
1. La razón está implícita en el (v. 4) cuando se nos dice: “La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido: ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer”.
2. Es interesante el enfoque del apóstol con respecto a nuestra obligación y a la manera en que para Dios, no existe individualidad en la pareja, por lo que recordamos lo que desde el principio nos dijo Dios: “Y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne”. Como recordando, “para esto fue que te casaste”.
3. Todo hombre y toda mujer que opta por el matrimonio tiene que conocer cuáles son sus deberes, entendiendo que estos deberes que contraemos al casarnos, son para toda la vida, como Dios lo dijo desde el principio: “Hasta que la muerte los separe”. (Dios no admite camas separadas).

C. La excepción de esta obligación.
1. En el curso de la historia se ha conocido de muchas iglesias en las cuales se enseña que el acto sexual es y debe ser solo para procrear y en algún tiempo hasta se ha declarado que esto es algo inmoral, cosa que es contraria a los principios que enseñan las Sagradas Escrituras, como vemos en (He. 13:4) cuando dice: “Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla”.
2. Pablo declara en el (v. 5a) que la única razón por la cual los cónyuges pueden abstenerse de tener relaciones sexuales por algún tiempo, es para dedicarse (ambos) sosegadamente a la oración siempre y cuando sea por mutuo consentimiento.
3. La razón que él mismo establece de no practicar la abstinencia sexual es claramente entendible cuando dice en el (v. 5b): “...y volveros a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia”. Pablo sabe y entiende la problemática sexual y las tentaciones que pueden ser evitadas al seguir este consejo, por esto agrega en el (v. 6): “Mas digo esto por vía de concesión, no por mandamiento”.

III) RECOMENDACIONES PARA LOS ESTADOS CIVILES
(1 Co. 7:7-l6)

A. La recomendación de Pablo a los solteros y viudas.
1. Ahora Pablo se va a referir a todo lo concerniente a todos los estados civiles reconocidos en la Biblia, como son: Los solteros, las viudas y los casados. Y para cada caso nos da una recomendación.
2. El apóstol puntualiza aquí su deseo de que los hombres viviesen como él, bajo el estado civil de la soltería, pero también reconoce que esto sólo es posible para los que han sido dotados del don del celibato como dice el (v. 7): “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro”.
3. Pablo sabe que el estado del célibe le permite desarrollar ciertos ministerios sin la interrupción propia que tendría un casado, pero también sabe que si el soltero no está dotado del don de la continencia, su mente tampoco le permitiría ejercer el ministerio con la paz que trae el saber que Dios le ha escogido para ello dotándole de dicho don. Por el contrario Pablo agrega (v. 9): “...pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando”...

B. Los mandamientos del Señor para los matrimonios
1. “Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer”. Ahora Pablo recuerda a los matrimonios lo que ya está escrito en las Escrituras como también lo hará en el (v. 12).
2. Dentro de los versículos 10 y 11 Pablo trae a la memoria de los Corintios algo que ya nuestro Señor habló e inspiró a otros autores, con respecto al matrimonio cuando dice: “Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer”.
3. Pablo en esta porción ratifica las enseñanzas del Señor Jesucristo en cuanto a la seriedad del pacto matrimonial y entiende que no tiene nada más que agregar a lo que ya el mismo Señor ha declarado desde el libro del Génesis hasta los evangelios sobre este tema.

C. Los mandamientos inspirados al apóstol Pablo.
1. Ahora si el apóstol Pablo cita algunas recomendaciones inspiradas a él por el Espíritu Santo acerca del estado civil del matrimonio. Por tanto hemos de entender que esto toma la misma autoridad que todo lo que se ha dicho en inspirado en las Sagradas Escrituras.
2. Pablo lo denota en el (v. 12) cuando explica: “Y a los demás yo digo, no el Señor”. Aquí procede a plantear cual debe ser la convicción y práctica de los que tienen cónyuges incrédulos de tal manera que por su testimonio puedan ganárselos para el Señor.
3. El apóstol explica en los (vv. 12-16) lo que es el propósito de Dios para estos casos. Pablo llama a los creyentes a sacrificarse por el cónyuge incrédulo, siempre y cuando este acepte su condición de creyente y así darle la oportunidad a Dios que por el testimonio del incrédulo el cual es enseñado en 1 Pedro 3:1, el que no ha creído venga a salvación (v. 16).

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Para concluir podemos decir que el estado civil del celibato es algo plausible y digno de todo reconocimiento porque permite a los solteros servir al Señor sin tener la responsabilidad de un cónyuge, no obstante esto sería un imposible si el mismo no tuviese el don de la continencia (7:1-11).
Todo creyente debe permanecer unido a su cónyuge hasta que la muerte los separe ó el cónyuge decida apartarse de él pidiendo la separación definitiva por causa del evangelio. En el caso de que el cónyuge incrédulo opte por seguir viviendo junto al creyente, el creyente debe dar un testi¬monio que permita a Dios hacer la obra en su pareja (7:12-16).


Bosquejo No. 12

ESTADOS CIVILES Y EL SERVICIO A DIOS
(1 Co. 7:17-40)

En esta porción el apóstol Pablo quiere hacer una serie de recomendaciones a cada uno de los creyentes que forman parte de la iglesia de Cristo, sea cual sea su condición social al ser llamado a formar parte del pueblo de Dios.
El inicia esta porción con el (v. 17) cuando dice:
“Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias”.
De esta manera todos aquellos que formamos parte de la iglesia de Cristo tendremos las pautas necesarias para conocer el beneficio de cada estado social o civil en el cual nos encontremos y de esta manera ejercer nuestro servicio a la obra de Dios.
En esta porción el apóstol Pablo menciona algunos ejemplos, como son:
El Circunciso
El Incircunciso
El Esclavo
El Libre
Las Vírgenes
Los Casados.
De todas maneras Pablo aplica estas recomendaciones a cualquier estado social en el cual nos encontremos, aunque no sea mencionado en esta porción, y esto lo notamos cuando dice el (v. 24) “Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios”.
La esencia de estas exhortaciones que se encuentran en la sección descrita, tiene como propósito, el que cada uno de aquellos que han sido comprados por nuestro Señor viva conforme y realizado con la posición y el estado en que Dios le ha llamado, sabiendo que para Dios somos un ente individual por el cual él se preocupa y del cual quiere lo mejor para su vida, aunque en el momento no podamos entender la situación en la cual nos hallamos.
Veamos esta segunda parte del capítulo 7 bajo el bosquejo que sigue a continuación:
I) El análisis de los diferentes estados civiles.
II) El estado virginal y otras consideraciones.
III) El estado matrimonial y algunos contrastes.

I) EL ANÁLISIS DE LOS DIFERENTES ESTADOS CIVILES
(1 Co. 7:17-24)

A. El estado individual y su llamamiento al servicio (v. 17).
1. El apóstol Pablo habla “a cada uno” indicando que cada uno es individual para Dios. También enseña que Dios tiene control individual y personal de cada uno de aquellos que ha sido llamado a salvación, a los cuales les reparte individualmente toda bendición.
2. De igual manera este versículo 17 nos indica que así como el trato de Dios para con su iglesia es de manera individual, de la misma manera llamó a cada uno conociendo su condición particular cuando decidió poner fe en su corazón para que atendiese a su llamado.
3. También hemos de aceptar que todo aquel que ha sido llamado en tal o cual situación, de esa manera debe andar para poder agradar a aquel que le compró con su sangre. Al mismo tiempo Dios establece este mandato para todas las iglesias cuando dice Pablo: “Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias”.
4. De aquí se desprende el principio de que todo individuo dentro de la iglesia de Cristo debe estar conforme con el estado en que fue llamado y debe actuar y vivir para Dios cumpliendo con las demandas del estado social en que se encuentra al momento de su llamamiento, mientras este estado según la voluntad de Dios cambie.

B. El contraste entre el hebreo y el gentil (vv. 18-20).
1. El apóstol Pablo pone como ejemplo el problema de la circuncisión al momento del llamado a salvación, dando a entender que cuando venimos a Cristo nuestra condición social no tiene por qué variar, así tampoco nuestras implicaciones culturales o sociales, siempre y cuando estas no nos lleven a situaciones o a cometer acciones pecaminosas o se interpongan a nuestros deberes cristianos.
2. El apóstol Pablo trae aquí el tema de la circuncisión porque esta era la primera situación de tropiezo que enfrentaba un judío cuando veía que un gentil se convertía a Cristo. Recordemos la problemática suscitada entre el apóstol Pablo y el apóstol Pedro en la cual este último es enfrentado por su hipocresía ante los gentiles (Gá. 2:11-16).
3. Por tanto aquí se deja claro que lo único que Dios demanda a todo hombre, sea circunciso o sea incircunciso, es la obediencia a lo que él ha establecido en su Palabra. Guardar sus mandamientos es la única exigencia de Dios al creyente según nos muestra Juan 15:9-12.

C. El contraste entre el creyente esclavo y el libre (vv. 20-24).
1. Tenemos que interpretar este pasaje dentro del contex¬to histórico en el cual fue escrito y aunque en nuestro tiempo difícilmente encontramos estos casos, vemos que el apóstol Pablo lo trata con mucha naturalidad o como algo muy común.
2. En aquel tiempo era muy común encontrar dentro de la iglesia a hermanos que eran esclavos creyentes de amos creyentes o incrédulos y el consejo de Dios para ellos era que tenían que estar sujetos en su condición de esclavos a sus amos terrenales, de tal manera que no trataran de disponer de la libertad que los libres tenían por su propia voluntad aún dice: “…si puedes hacerte libre, procúralo más”. (v. 21b).
3. El apóstol Pablo lejos de pretender abolir este sistema social creado por causa de una sociedad pecaminosa y lejana de Dios, da las pautas para que todo creyente en esta posición sepa que aunque fuera esclavo, tenía libertad espiritual en Cristo aún dentro de su esclavitud por causa de su conversión, así como el que fue llamado siendo libre también tenía que saber que era esclavo de Cristo (v. 22).
4. El apóstol Pablo concluye aquí recordando la causa por lo cual esta es la realidad del creyente esclavo o libre, es ahora cuando el declara: “Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios”. (v. 23, 24).


II) EL ESTADO VIRGINAL Y OTRAS CONSIDERACIONES
(1 Co. 7:25-32)

A. El consejo inspirado al apóstol Pablo.
1. Este pasaje tiene que ser interpretado también a la luz de su contexto histórico con respecto a la respon¬sabilidad de cada padre de decidir el futuro de sus hijas vírgenes con respecto al matrimonio o al celibato.
2. Pero es el apóstol Pablo quien reclama la autoridad de dar su parecer cuando dice: “En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel”. (v. 25). El apóstol Pablo se expresa así porque sobre este tema no hayamos ningún pasaje donde la Escritura hiciera referencia a este tema, por lo que Pablo ahora da su parecer por la inspiración del Espíritu Santo para declarar las recomendaciones de lugar.
3. Es bueno dar aquí una nota de equilibrio, en el hecho de que aunque en este tiempo nuestra sociedad no contempla los matrimonios arreglados o los padres dejan a sus hijas la decisión de casarse o no, los solteros nunca deben descartar la aprobación de sus padres para contraer matrimonio.

B. La necesidad que apremia en el corto tiempo (vv. 26-3l).
1. Es una realidad que el apóstol Pablo se basa para dar su consejo y enseñar lo que enseña, en su convicción clara y específica del inminente retorno del Señor Jesucristo a la tierra.
2. Por esta razón de manera particular aconseja a los Padres con hijas vírgenes a que no procuraran para ellas el estado matrimonial, como expresa en el (v. 26) cuando dice: “Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; hará bien el hombre quedarse como está”.
3. Pero el énfasis no está dado aquí en que no se procurara el matrimonio en sí mismo, sino en que se permaneciera en el estado actual en el cual cada uno se encontraba porque él entendía que el Señor volvería pronto o que nuestro tiempo terrenal para servirle era considerado sumamente corto (v. 27, 28).
4. El apóstol Pablo ratifica esta idea en el (v. 29) donde claramente presenta su convicción de que el tiempo que nos queda hasta la venida del Señor es corto para servirle. Aunque también podemos pensar que el apóstol Pablo se refiera al tiempo de nuestra estadía en la tierra para poder servir a Dios y a la vez cumplir con nuestros deberes adquiridos por el matrimonio. Esto lo interpretamos de acuerdo al contexto inmediato, (vv. 29-31) “…porque la apariencia de este mundo se pasa”.

C. Razones lógicas para el planteamiento del apóstol Pablo.
1. Primero notamos las ventajas, beneficios y compensaciones particulares en el área espiritual en el estado de la soltería. Ventajas estas que son manifestadas en el exclu¬sivo servicio que puede prestar un soltero a su vida espiritual. (vv. 32-35). Pero también se muestran aquí las desventajas de este estado cuando no se posee el don de la continencia.
2. Aquí tenemos la descripción de las desventajas particulares morales del matrimonio.
La fornicación (7:1), los pensamientos lascivos y la masturbación que se desprenden del negarse uno al otro (7:4, 5).
Las desventajas particulares espirituales de la soltería.
El desarrollo del egoísmo, la insensibilidad y el desaliento cuando se lamenta la situación de soledad en que se encuentra.
3. Ahora también debemos destacar algunas consideraciones generales de ambos estados cuando se plantea la insatisfacción espiritual. En el estado de soltería lo que lleva muchas veces a una inestabilidad emocional y espiritual no es el no practicar la sexualidad sino el no apreciar que si Dios nos llama en este estado es porque él tendrá cuidado de nosotros.
4. Dios asegura que mientras se está en la soltería nos proveerá para vivir santamente satisfechos en él, así como entendemos que el casado no necesariamente estará satisfecho espiritualmente por el hecho de que está casado, porque la única satisfacción es en el Señor y ambos estado pueden lograrlo.


III) LA SERIEDAD DEL ESTADO MATRIMONIAL
(1 Co. 7:39-40)

A. La unión indisoluble delante de Dios (v. 39).
1. Son muchos los pasajes en que la Escritura nos corrobora el deseo de Dios con respecto a la indiso¬lubilidad del matrimonio y el hecho de que solo la muerte es lo único que separa algo que él ha unido. Por supuesto Pablo no considera aquí la cláusula de excepción dada por el Señor Jesucristo en Mateo 5:32 y 19:9.
2. Pablo termina esta sección haciendo una declaración importantísima, para que todo el que intenta casarse sepa, la responsa¬bilidad que contrae al decidir este estado para su vida. En esta declaración dice: “La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor”.
3. Dentro del contexto en el cual se encuentra este pasaje, tenemos que entender que el apóstol Pablo tiene como intención crear conciencia del tiempo y hacer ver hasta cuándo tendremos obligaciones para con nuestro cónyuge y hasta cuando estas nos atarán, de manera que los casados sepan que no podrán dedicar al Señor todo el tiempo que debiéramos dedicarle por causa de nuestro estado civil.

B. Las consecuencias de estar casado.
1. El apóstol Pablo enumera varias responsabilidades que adquirimos por estar casados, las cuales no condena, ya que advierte en 1 Timoteo 4:1-4 de la doctrina demoníaca del prohibir casarse, pero que si antepone al buen servicio del ministerio (vv. 33, 34, 1 Pedro 3:7).
2. Pablo mismo declara que estas consecuencias deben ser conocidas por todos aquellos que optan por el matrimonio, para que luego no maldigan la decisión que han tomado. Aquí se aplica el dicho que dice: “Es mejor arrepentirse de no haberse casado, que arrepentirse de haberse casado”.
3. Esta fue la impresión que recibieron los discípulos de las palabras de Cristo con respecto al matrimonio en Mateo 19:l0-l2 cuando al final de esta cita declaran: “Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse”.

C. El consejo espiritual del apóstol Pablo (v. 40).
1 Pablo aconseja aquí: “Pero a mi juicio, mas dichosa será si se quedare así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios”. Este es un consejo que Pablo da a aquellas mujeres que quedan viudas, aunque vemos que amplía su criterio cuando escribe a Timoteo su primera epístola donde muy explícitamente da pautas con respecto al estado de viudez (1 Ti. 5:4-16).
2. Muchas fueron las viudas que permaneciendo solteras hicieron obras de bendición para la obra de Dios y a través de la Biblia vemos algunas de ellas como son Noemí que conocemos por Rut 1 y Ana la profetiza que aparece en Lucas 2:36-37.
3. Pero también Pablo recuerda a Timoteo algunas viudas jóvenes que cayeron en tentaciones por causa de su estado de soltería al no tener confianza en el Señor para sostenerse satisfechas y santas.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Concluimos dando algunas aplicaciones cuando decimos que el matrimonio es honroso para Dios, pero un celibato bendecido trae beneficios espirituales al que lo lleva.
El celibato comprendido y aceptado como una bendición de Dios, traerá muchas coronas al que lo lleva. Es el caso de aquel que se hace eunuco por causa del Reino de Dios.
El estado de soltería es recomendado, solo cuando se posee el don de continencia sexual y por tanto el dominio propio como parte del fruto del Espíritu como don dado por Dios para vencer los deseos carnales que batallan contra el alma.
La soltería es un estado que Dios permite a algunos y solo es bendecida cuando se acepta como parte del propósito y cuido de Dios para el que en ella se encuentra.
De lo contrario cásense antes de estarse quemando (7:9).

Bosquejo No. 13

LIBERTAD CRISTIANA
(1 Co. 8:1-13)

En esta oportunidad, pasamos a analizar otro tema que se desprende de la necesidad que manifestaron los Corintios en su carta escrita al apóstol Pablo y que se refiere a su posición con respecto a la comida que se sacrificaba a los ídolos.
Ellos necesitaban saber cual debía ser su actitud frente a la posibilidad del uso de esta comida y la conse¬cuencia que en sí traía esto frente a los creyentes débiles en la fe, los cuales eran afectados por la libertad de los fuertes.
Es una realidad el hecho de que esta práctica ha dejado de ser algo común en nuestros días y en especial en las sociedades del nuevo mundo, sin embargo los principios que Pablo planteó en este capítulo para solucionar este problema se mantienen vigentes, los cuales pueden ser aplicados a problemas que hoy nos encontramos con respecto a otras prácticas que viven aquellos que creyéndose fuertes pecan contra la debilidad de los débiles.
En los días de Pablo vemos que la sociedad estaba enmarcada alrededor de los templos y por supuesto de la idolatría a tantos símbolos paganos de entonces. De esta situación se desprende el hecho de que tanto creyentes o no de los ídolos se disponían a disfrutar de la comida ofrecida a los ídolos. Aquellos que se negaban a tal práctica eran considerados como entes antisociales y enemigos de los de la alta sociedad corintia.
Por sobre todo esto, los alimentos que sobraban en estos templos eran vendidos a los ciudadanos de Corinto y la pregunta que se le plantea a Pablo es si un creyente podía adquirir y comer estos alimentos que para los paganos representaban “provisión de los dioses”.

Veamos esta parte bajo el bosquejo que sigue a continuación:
I) El conocimiento & el amor.
II) Lo tradicional & la conciencia.
III) La libertad & sus limitaciones.

I) EL CONOCIMIENTO & AMOR
(1 Co. 8:1-6)

A. El conocimiento y el amor (vv. 1-3).
1. La sociedad corintia era sumamente conocedora del conocimiento humano, muchos de ellos aún cuando se hubiesen convertido manifestaban esta cualidad, pero lo realmente triste era que por ese conocimiento no podían distinguir el daño que hacían a los creyentes débiles que tropezaban al verlos a ellos comer de cosas sacrificadas a los ídolos.
2. Los corintios considerados “fuertes” no se daban cuenta que usando esta comida y manifestando el conocimiento que de su significado tenía, violaban la ley del amor que debían manifestar para con los hermanos “débiles” a los cuales les afectaba el ver que sus hermanos participaban de estas comidas que habían servido para satisfacer las prácticas paganas.
3. El apóstol Pablo les declara en los 3 primeros versículos que lo importante para Dios no es el conocimiento que tuviesen con respecto a la comida, sino el practicar el amor el cual edifica cuando se manifiesta, entendiendo que el conocimiento solo envanece, al que sin pensar en el hermano débil, se jacta con decir, “Yo sé que un ídolo no es nada y mi libertad no me impide que coma de lo sacrificado a ellos”. Pablo declara: “Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él”.

B. Las viandas sacrificadas a los ídolos (vv. 4-5).
1. Ya hemos visto en la introducción, que la práctica de sacrificar comida a los ídolos era muy común dentro de la sociedad corintia, y que no solo los idolatras participaban de las fiestas que hacían estos paganos, sino que esto se había convertido en parte de la tradición de este pueblo.
2. Ahora esta práctica quería afectar a la iglesia que, por supuesto, estaba formada por corintios que habían adquirido el conocimiento de que esta costumbre era pagana, pero que también sabían que de hecho el ídolo no era nada como dice el profeta Jeremías en (Jer. 10:5.).
3. Por este conocimiento algunos corintios estaban dándose a la tarea de aprovechar la comida que los sacerdotes paganos ya habían usado en sus sacrificios y que para usufructuarse, vendían al pueblo a mitad de precio (Hch. 15:28-29).

C. Los dioses y el Dios verdadero (vv. 6-7).
1. El apóstol Pablo a diferencia de los corintios usa de la sabiduría Divina para hacer enten¬der algo importante para ellos “…para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él”.
2. Estos creyentes ahora sabían que si había alguien que tenía conocimiento era Pablo y sin embargo él aplicaba en su caso, la ley del amor para con los débiles y se eximía de comer lo que a otros le era tropiezo.
3. Pablo declara que el conocimiento que tenemos cuando venimos a la salvación y por el cual sabemos que un ídolo nada es en el mundo proviene de la obra de Dios, así como también conocemos el hecho innegable de que hay un solo Dios verdadero aún cuando los hombres adoren a los dioses paganos.
4. Igualmente les recuerda a los corintios la doctrina de Dios el Padre del cual procedemos y la del Señor Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas y nosotros por medio de él, queriendo hacerles entender que, si es por la vía del conoci¬miento, él más que nadie pudiera participar de este tipo de alimentos y sin embargo por amor a los débiles se exime de hacerlo.


II) LOS FUERTES & LOS DÉBILES
(1 Co. 8:7-8)

A. El contraste entre ambos creyentes (v. 7a).
1. En la mayoría de los casos, el ser humano manifiesta el egoísmo propio de una naturaleza pecaminosa, que no alcanza a darnos tiempo para pensar en los demás. Pablo ahora declara: “Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina”.
2. El apóstol, por la inspiración del Espíritu Santo quiere ahora hacer entender a todos aquellos que, siendo egoístas actúan para sí sin pensar en lo que representará nuestra actitud para un alma que también fue comprada por la sangre de Cristo, actúan sin practicar la ley del amor como también declara luego a los romanos en Romanos 15:1-3.
3. Por esto Pablo manifiesta aquí que es importante conocer que aunque muchas prácticas para unos no resulten pecaminosas o dañinas para nuestras conciencias, para otros si lo son, por tanto no podemos pecar contra la conciencia de los débiles en la fe.

B. La conciencia del débil (v. 7b).
1. La libertad cristiana es un privilegio que tenemos en Cristo, pero esta libertad está condicionada por él, amor hacia los débiles, como dice Pablo en Romanos 15:3 trayendo a la memoria el ejemplo de Cristo: “Porque ni aún Cristo se agradó a sí mismo”.
2. Si un cristiano se jacta del conocimiento y de su madurez espiritual, debe también estar dispuesto a sacrificar su libertad cristiana por amor a los débiles de conciencia, aquellos que por su inmadurez no alcanzan a distinguir claramente entre lo que es aceptable y lo que es condenable delante de Dios, por haber sido afectados profunda¬mente por algún pecado.
3. Para aquel que este pecado no fue nada, el comer lo sacrificado a los ídolos no era nada, pero para aquellos creyentes que estuvieron sumergidos en este pecado profundamente, ahora le resulta contaminante participar o ver a alguien participar de estas comidas.

C. Las viandas nada son (v. 8).
1. Pablo también reconoce que de hecho las viandas como tales, no tienen ningún efecto delante de Dios, como nos dice el (v. 8) “Si bien la vianda nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni por qué no comamos, seremos menos”.
2. Pablo realmente nos quiere dejar claro que, tales asuntos son insignificantes que no tienen consecuencias morales delante de Dios, por lo que deja establecido que ni para los fuertes en su alegada libertad, ni para los débiles en su debilidad, habrá méritos delante de Dios por comer o no comer de ellas.
3. Por lo que concluimos que, el comer o el beber con la debida moderación, no es asunto ni meritorio ni condenable, pues tiene que ver únicamente con las necesidades corporales. Ahora bien, la función de la conciencia puede introducir un factor moral aún en este asunto meramente material, lo cual fue regulado en el concilio de Jerusalén narrado en Hechos 15:19-20 para no afectar tampoco la libertad a los gentiles.


III) LA LIBERTAD & SUS LIMITACIONES
(1 Co. 8:9-l3)

A. La libertad cristiana no puede dañar al débil (vv. 9-10).
1. El apóstol Pablo toma de inmediato un caso concreto para que aquellos que piensan que para su conciencia no es nada participar de la comida o la bebida entiendan que su libertad está condicionada por el amor hacia los débiles.
2. Aquí se enfatiza esta verdad cuando se dice: “Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles”. Por lo que queda claro que tenemos libertad en Cristo para hacer cualquier cosa que no sea pecado o que no dañe nuestro testimonio, tenemos que también tomar en cuenta si esto que vamos a hacer afecta negativamente al hermano débil de conciencia.
3. Lo que estamos diciendo aquí es que el hermano que se considere “fuerte” en asuntos de conciencia, no debe de ninguna manera sentarse en un lugar, cualquiera que sea, a participar de alguna práctica que para otros puedan ser pecaminosas, aún cuando para él no lo sea (v. 10).

B. La libertad no puede llevarte a pecar (vv. 11-12).
1. Pablo es bien claro y enfático al mismo tiempo cuando nos dice en el (v. 11) “Y por el conocimiento tuyo, se perderá (se está perdiendo = apollumai en tiempo presente), el hermano débil por quien Cristo murió”. Llamando la atención al hecho de que la libertad cristiana tiene otra gran limitación y es precisamente el pecado que cometemos contra el hermano débil sino lo tomamos en consideración.
2. Se quiere dejar establecido que en la jactancia de los fuertes se cometen 2 pecados. Uno de parte del débil que llega a participar en contra de su conciencia en algo que no aprueba y el otro del hermano fuerte por el orgullo y por la jactancia de su actitud egoísta y consciente del daño que puede hacer al débil.
3. Jactarnos del conocimiento y de la libertad que tenemos y descuidar la ley del amor, viene a ser pecado dirigido directamente a Cristo en la persona de un hermano débil. Notemos lo que declara (Mt. 25:40, 45).

C. La libertad cristiana debe estar marcada por el amor (v. 13).
1. Esta es una porción que nos enseña muchas lecciones que muchos debemos de aprender con respecto a la ley del amor, cuando Pablo dice: “Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano”.
2. En Romanos 14:21 Pablo amplia esta decisión de carácter puramente espiritual y madura, yéndose hasta el punto de la bebida del vino, algo que debe ser aplicado a cualquiera que sea el problema de conciencia que pueda tener algún hermano débil.
3. En este punto tenemos que analizar ciertas cosas que son de importancia para nuestra santidad, y es el hecho de poner en balanza nuestro hermano débil y del otro lado las viandas o el vino que en nuestra libertad cristiana podamos ingerir y evaluar delante de Dios si uno u otro tiene más valor para Dios.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Llevando esto a la práctica y planteando algunas preguntas de aplicación, podemos llegar a conclusiones netamente espirituales.
• ¿Es más importante que la salud espiritual de mi hermano, mostrar que en mi libertad puedo comer ó tomar algo material?
• ¿Es más importante que la salud espiritual de mi hermano, el mostrarme a mí mismo que soy libre para participar de cualquier comida ó bebida?
• ¿Es más importante que la salud espiritual de mi hermano, el que todos sepan que soy lo suficientemente libre para hacer lo que me de la gana?
Está claro que es más importante anteponer el provecho que tendrá el pueblo de Dios, frente a mi actitud, que aún mostrar el que soy lo suficientemente libre para comer ó beber cualquier cosa dentro de mi libertad cristiana.

Bosquejo No. 14

LOS DERECHOS APOSTÓLICOS
(1 Co. 9:1-27)

Ahora entramos en el capítulo 9, un capítulo que nos muestra ahora, dentro del tema de la libertad cristiana, el derecho que tiene Pablo y cualquier siervo de Dios de disfrutar también su libertad cristiana, tema que se trató a fondo y en otras vertientes en el capítulo anterior. En este capítulo el apóstol ha de manifestar su derecho a participar de todo cuanto un cristiano puede hacerlo, aún él se haya eximido de este derecho.
La continuación del tema de la libertad viene dado por el hecho de que muchos de los corintios habían llegado, no solo a juzgar el ministerio de Pablo, sino que llegaron a acusarle de muchas otras cosas de las cuales él era incapaz de hacer.
Como vemos en el inicio del capítulo Pablo reclama diciendo “¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor Nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en él?” Y todo esto por el hecho de que se le estaba acusando de que su apostolado no era del todo legítimo, porque se decía que él no había formado parte del grupo de los 12 y que mientras los demás apóstoles fueron comisionados frente a todos, Pablo lo había sido en forma secreta, desestimando así el testimonio de Ananías.
Esta porción se convierte por tales motivos en una “autodefensa” del mismo apóstol Pablo de su ministerio apostólico, el cual él no solo defiende, sino que traza pautas para que todas las iglesias sepan los derechos que tienen sus siervos de participar del beneficio de la obra de Dios.
De todas formas, Pablo no tiene necesidad de declarar¬ todo lo que declara, pero frente a los corintios, le era necesario hacerlo, por el hecho de conocer en ellos un espíritu de desconfianza dispuesto a interpretar mal las acciones más inocentes del apóstol Pablo, así como, un espíritu de envidia que no permitía que en esta iglesia se destacara alguien más que los que eran predilectos de cada sector como se enumeró en el capítulo 1, sectores que por su maldad y su ingratitud, llevaron la obra de Dios al caos y a la división.

Veamos entonces esta defensa de Pablo bajo el bosquejo que sigue a continuación:
I) Pablo enfrenta a sus acusadores.
II) Pablo reclama sus derechos.
III) Pablo enaltece su ministerio.

I) PABLO ENFRENTA A SUS ACUSADORES
(1 Co. 9:1-6)

A. La razón de su enfrentamiento (vv. 1, 2).
1. Es evidente que el apóstol Pablo está haciendo aquí un tremendo enfrentamiento a aquellos que han osado cuestionar su llamamiento ministerial. Lo ha de hacer con pinceladas características de su personalidad honesta y transparente.
2. En este primer versículo les presenta evidencias palpables de su llamamiento apostólico cuando destaca a manera de preguntas dos pruebas indubitables del mismo (v. 1): “¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?” Destacando así que vio con sus propios ojos a Jesús el Señor Nuestro y que ellos mismos eran el sello de su apostolado en el Señor.
3. Pablo reclama esta comisión porque al igual que los demás apóstoles tuvo un contacto personal visible con el Señor que le comisiona según él mismo lo narra en 1 Corintios 15:7-9 y de igual manera por medio de las señales de apóstol confirmó su llamado por Dios como lo describe en 2 Corintios 12:12. Llamado que fue reconocido como genuino por el grupo de los 12 como lo declara en Gálatas 2:7-9.
4. Ahora en el (v. 2) les dice a manera de CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN: “Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor”.

B. La transparencia ante los acusadores (v. 3).
1. Son muchos los que durante la vida de la iglesia se sienten con el derecho de juzgar y criticar la obra de los siervos de Dios y ni siquiera el apóstol Pablo estuvo exento de esto, pero con gran transparencia ahora estos hipócritas son enfrentados.
2. Como testimonio a esta iglesia suspicaz e ingrata Pablo presenta defensa ante sus acusadores y precisamente lo hace para callar la boca de aquellos que lo acusaban y que en la generalidad de los casos no habían hecho nada para enaltecer la obra de Dios.
3. Vemos como Pablo dice en este versículo: “Contra los que me acusan, esta es mi defensa:” Esta defensa de Pablo no le fue inspirada por el Espíritu Santo para confirmar su ministerio, porque este ministerio ya estaba confirmado, sino para testimonio a aquellos que con maldad tuviesen la osadía de acusar a los siervos que trabajan para su Señor.

C. Su testimonio ante sus acusadores (vv. 4-6) (Dt. 25:4; Mt. 10:10; Lc.10:7; 1 Tes. 5:17, 18).
1. Antes de entrar en su defensa, Pablo reclama aquí la libertad de ser sostenido, de casarse y aún de no trabajar fuera de la obra del Señor que como siervo de Dios le correspondía. Esto era un derecho que la misma Escritura establece no solo por mandamiento del Señor, sino también por los mismos testimonios de los que le precedieron.
2. En estos versos Pablo declara una libertad no utilizada por él por la naturaleza misma de su ministerio haciendo otra serie de preguntas: “¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar?”
3. No obstante, no haber participado de sus derechos, él insiste en su libertad en cuanto a todo lo legítimo. De igual manera su vida demostró que aún teniendo esta libertad se eximió de muchas cosas por amor a la obra del Señor que lo rescató.
Ejemplo de esto lo tenemos en:
(2 Tes. 3:7-9) Para su sustento.
(1 Co.7:8, 32, 33) En cuanto a su derecho de casarse.
(Hch. 18:1-3) En cuanto a no trabajar fuera de la obra.
II) PABLO RECLAMA SUS DERECHOS
(1 Co. 9:7-23)

A. La base y grado de sus derechos (vv. 7-14).
1. Pablo declara en los versículos anteriores que la base de sus derechos estaba sustentada en el hecho de que él era apóstol y había visto a Cristo después de la resurrección (Hch. 9:17 y 1 Co. 15:8). Además del hecho de que él mismo había fundado la iglesia dentro de la cual ahora había quienes le acusaban y criticaban.
2. Ahora manifiesta el grado de sus derechos, primera¬mente reclamando el hecho de que comer y beber era cosa legal (v. 4). Luego reclama el hecho de casarse y disfrutar de la vida familiar (v. 5), así como de esperar que las iglesias que él fundó le sostuvieran (vv. 6-11, 13, 14).
3. Pablo usa esta defensa para callar la boca de los críticos malsanos y dejar establecida la doctrina sobre la manutención del siervo de Dios y para esto usa 4 ilustraciones.
• El Soldado = Al cual se le paga por pelear, y él era un soldado de Cristo (2 T. 2:4).
• El Labrador = El cual disfruta del fruto de la vid que cultiva, y él había plantado muchas viñas y en especial la de Corinto.
• El Pastor = El cual toma la leche de su rebaño, y él había alimentado y cuidado muchas ovejas.
• El Sacerdote = El cual ministraba las cosas santas y vivía de las cosas del templo y él era un ministro especial de Dios para los gentiles, la misma palabra le amparaba para ser sostenido por la obra. (v. 14).
Concluyendo aquí con esta contundente declaración: “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”.

B. El empleo de sus derechos (vv. 15-19).
1. Ciertamente que en la vida de Pablo tenemos una excepción poco común a la regla, en cuanto al uso de sus derechos ya que mientras muchos andan codiciando el lucrarse del evangelio sin trabajar en la obra y sin tener derecho a vivir de ella, Pablo desecha el usar del derecho que le corresponde.
2. En los (vv. 12 y 15) vemos como Pablo declara la razón de su actitud.
• Primeramente para no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo (v. 12).
• En segundo lugar, para que nadie desvaneciera su gloria (v. 15).
• Por último declara que lo hizo gratuitamente para no abusar de su derecho en el evangelio (v. 18).
3. También deja establecido que no obstante el usar de su derecho o no, tenía impuesta necesidad de anunciar el evangelio a como fuera de lugar (v. 16). Por lo que sabemos que él lo anunciaría tuviera manutención de la iglesia o no la tuviera, y de hecho así lo demostró a los corintios cuando llega a predicarles, y con todo y esto llegaron a acusarle de que no era quien para vivir del evangelio.

C. El evangelio por encima de sus derechos (vv. 20-23).
1. Pablo resalta su libertad con respecto a todo hombre y sin embargo nos expresa que todo lo subor¬dinó a su misión de predicar el evangelio de Dios, con el único propósito de ganar mayor número de almas.
2. Pablo quiere decir “No soy esclavo de nadie, pero me hecho esclavo de todos a fin de ganar más para Cristo”. Esta es la gloria de este apóstol y lo admirable de su ministerio, lo cual debe ser un principio de la vida cristiana para la gloria de Dios, que no teniendo la obligación de servir sirvamos como si fuésemos esclavos y no libres. Con todo esto da respuesta a las preguntas del (v. 1).
3. Notemos su aplicación y testimonio práctico al haberse hecho de todo para ganárselos a todos para el Reino de Dios.
• Al ministrar a los judíos (v. 20). Circuncidó a Timoteo (Hch. 16:1-3).
• Al ministrar a los gentiles (v. 21). Citó la literatura griega (Hch. 13:46-52 y 17:22).
• Al ministrar a los creyentes débiles (v. 22). Se abstuvo de comer carne y ordena que sean tomados en cuenta (1 Co. 8:13; Rom.14:1; 15:1).
“Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él”.

III) PABLO ENALTECE SU MINISTERIO
(1 Co. 9:24-27)

A. Los juegos olímpicos (v. 24).
1. No es la primera vez en que el apóstol Pablo ha de usar la ilustración de los juegos olímpicos como ilustración del trabajo en la obra del Señor, y es aquí donde la usa para declarar la manera en que él actúa al ministrarse a sí mismo.
2. No habían otras personas que pudieran entender esto mejor que los griegos quienes han sido el origen de las competencias atléticas y deportivas que a nivel mundial se celebran en nuestros días, siendo precisamente Atenas nuevamente en el 2004 cede de las olimpíadas mundiales.
3. Sobre esta ilustración, Pablo sitúa al creyente como si lo colocara sobre la arena de competencia y dice en el (v. 24): “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis”.

B. El esfuerzo y preparación del atleta (v. 25).
1. Pablo utiliza esta ilustración para destacar el esfuerzo que el atleta tiene que hacer para obtener el premio, llevando a nuestra conciencia el que veamos la carrera del servicio cristiano como si fuésemos aquel que compite para ganar un sólo premio.
2. Los atletas que competían en aquellos tiempos se esforzaban hasta el punto máximo de sus fuerzas, haciéndonos ver cuánto esfuerzo debe hacer un creyente para lograr las coronas que el Padre en su sola potestad nos ha prometido. Por esto dice: “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”.
3. Este esfuerzo comienza mucho antes de obtener el galardón. De hecho por escritos de la época conocemos que los compe-tidores en los juegos olímpicos debían someterse a un periodo de entrenamiento de diez meses antes de las competencias, durante los cuales debían de abstenerse de todo cuanto pudiera perjudicar las posibilidades de la victoria.
4. Ellos hacían lo que fuera con tal de obtener esta corona, cuánto más debe hacerlo un siervo de Dios que ha de recibir una corona incorruptible.

C. El ejemplo de quien nos amonesta (vv. 26, 27).
1. El apóstol Pablo ahora nos habla de su propia disciplina con la cual nos motiva a ganar la corona que al momento de morir sabia segura para él como nos dice en 2 Timoteo 4:7, 8 cuando declara: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”.
2. Para finalizar nos declara en los (vv. 26 y 27): “Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”.
3. Es maravilloso ver como el apóstol Pablo pone en manifiesto su propio ejemplo de disciplina para que aquellos a quienes estaba amones¬tando entendieran la necesidad de trabajar para la obra y aprovechar el tiempo no mirando la obra del otro y criticando todo lo que el otro hace, sino poniendo su vista en Jesús como nos dice en Filipenses 3:7-21.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Mis amados hermanos, el apóstol Pablo nos da tremendo ejemplo de cuál debe ser nuestra actitud frente aquellos que nos critican y nos acusan cuando estamos haciendo la obra de Dios.
Nos enseña de igual manera, cual debe ser nuestra actitud frente a la obra del Señor y la ética que debemos mantener al tiempo que laboramos en su viña.
Por último nos muestra que él logró lo que todos podemos lograr si somos perseverantes y nos abstenemos de todo aquello que él se abstuvo para lograr el galardón.
Gocémonos en sus bendiciones.

Bosquejo #15

ISRAEL, EJEMPLO PARA NOSOTROS
EL PECADO DE LA CODICIA
(1 Co. 10:1-10)

Hemos de recordar que el apóstol Pablo ha tomado el tema de la libertad desde el capitulo 8, luego de desarrollar varios aspectos de la misma ahora quiere que estemos conscientes de los peligros de la libertad, peligros que no advirtió la nación de Israel lo cual les llevó a cometer grandes pecados delante de Dios, los cuales trataremos en 7 estudios dentro de este capítulo 10.
Hablaremos del:
• Pecado de codicia.
• Pecado de idolatría.
• Pecado de fornicación.
• Pecado de tentar a Dios.
• Pecado de murmuración.
Ninguna otra nación en la historia del mundo había disfrutado más de los privilegios de la libertad y de las bendiciones de Dios como lo disfrutó Israel, más sin embargo viendo su ejemplo tenemos mucho que aprender del abusó de aquello que Dios le había proporcio¬nado. Esta es la causa por lo que fue juzgada fuertemente por su creador.
En esta sección de primera a los Corintios el apóstol Pablo se ocupa de darnos una serie de datos históricos, con los cuales los corintios y toda la iglesia cristiana tendrían ejemplo y seriamos amonesta¬dos para considerar y apreciar la libertad que Dios nos ha dado en Cristo.
Pablo hace un magnifico enlace entre el capítulo 9 y el capítulo 10 retomando todo cuanto declaró en el capítulo 8 y destacando que los creyentes debemos tomar ejemplo en la experiencia de Israel para no caigamos en el pecado ya que esta mala experiencia de Israel nos debe recordar también la separación de este pueblo de Egipto al tiempo que recibiendo las bendiciones de dios, se apartaron tras los ídolos que dejaron atrás en los días de su esclavitud.
El apóstol Pablo sabía que los corintios y la iglesia de todos los tiempos necesitaban recordar la obra redentora de Dios que les había salvado del mundo, (símbolo de Egipto), para juntarle con el pueblo de Dios en la tierra, (la iglesia), teniendo como guía a su propio hijo, (Jesucristo), por lo que tenían que saber, que si seguían aquellas tendencias carnales que se habían manifestado en la iglesia con respecto a la libertad perderían las bendiciones de Dios.
Entremos en materia estudiando el texto que nos ocupa bajo el bosquejo siguiente:
I) La revisión de esta libertad.
II) La rebelión contra esta libertad.
III) La pérdida de esta libertad.

I) LA REVISIÓN DE ESTA LIBERTAD
(1 Co. 10:1-4)

A. La guía de Dios (v. 1).
1. El apóstol Pablo luego de terminar todos los argumentos establecidos en el capítulo 9 sobre la libertad del creyente con todas sus implicaciones ahora dice: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar”.
2. Entrando así en el tema de la libertad pero ahora en relación con los hechos pasados. Como vemos aquí el apóstol Pablo siempre se asegura en la mayoría de sus escritos que la Iglesia no esté en ignorancia, porque él sabe que la ignorancia nunca será excusa para violen¬tar los decretos de Dios.
3. En esta porción él hace evidente la manera en que Dios derramó su misericordia sobre todos los que salieron de Egipto y fueron guiados por Dios hacia la redención, entendiendo que Dios guió a todos los Israelitas a través de su nube de gloria como nos dice Éxodo 13:21, 22, redimiéndoles de la esclavitud cayendo todo su beneficio sobre todos.

B. La conducción de Dios (v. 1).
1. En su recuento histórico nos dice que, si todos estuvieron bajo la nube de gloria, todos recibieron la libertad de la esclavitud, pero es de entenderse que esta libertad estaba conducida por uno que les amaba y uno que cumplía con la promesa hecha a Abraham, y frente a esta premisa, hemos de entender que la libertad del pueblo no era concedida para caer en el libertinaje.
2. Pablo medita aquí como diciendo: “Sí Dios les conducía por medio de la columna de humo y fuego era porque ellos debían de seguirle y limitar su libertad a su voluntad”. De ninguna manera podían ellos decir, “Gracias Dios por habernos cruzado por el mar, nos vemos”. No, de ninguna manera ésta sería la intención de Dios, nunca pasó por su mente desampa¬rar a su pueblo en el desierto.
3. Ellos serian conducidos a recibir la herencia de la promesa hecha a Abraham su siervo, Génesis 13:14-18 nos cuenta todo lo que Dios prometió. Está claro entonces que, la libertad de los Israelitas estaba condicionada a la conducción de Dios. Cosa que los rebeldes como Coré, Balaam, otros y ahora los corintios no querían entender.

C. Provisión de Dios (v. 1-4).
1. En el ejemplo citado por el apóstol Pablo se deja establecido que no solo Dios guió y condujo al pueblo por medio de su poder y gloria, sino que también le proveyó en sus necesidades de alimento para su nutrición y aún sus ropas no envejecieron durante los 40 años de peregrinación.
2. Pablo hace referencia nuevamente al hecho de que “todos”, dejando claro que Dios, no importando quienes serian fieles o quienes no lo serian, proveyó a “todos”, enviándoles comida y agua (v. 3) y (Ex. 16:15; 17:6) cuando ya todo lo que habían traído de Egipto se había agotado.
3. Hemos de entender entonces que, si Dios fue el que protegió a “todos” durante toda la operación de redención y por él es que “todos” vivieron, entonces “todos” tenían que entender que su libertad estaba condicio¬nada a la voluntad de su Redentor.
4. Podemos plantear un primer principio en este razonamiento lógico diciendo que: “Si fuimos libertados por Cristo de la esclavitud del pecado, y por medio de él hemos recibido vida y provisión, entonces nuestra libertad está condicionada a él, como debió haber estado la de los Israelitas a Dios”. Esto es lo que significa estar sujetos a la ley de Cristo.

II) LA REBELIÓN CONTRA ESTA LIBERTAD
(1 Co. 10:5-10)

A. En su rebeldía fueron culpables de idolatría (vv. 5, 6).
1. Es interesante notar como Pablo destaca en los (vv. 5, 6) algunos detalles cuando dice: “Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. Más estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron”.
2. Dentro de estos detalles vemos como “la codicia” fue el pecado que llevó a los israelitas a cometer todos los demás pecados, porque habiendo sido libertados y redimidos comenza¬ron a mirar atrás, hacia lo que habían dejado en Egipto, y cayeron.
3. El otro pecado mencionado por Pablo y cometido por los israelitas que ahora deben los corintios recordar, fue el de idolatría (Ex. 32:3, 4), un pecado practicado por Israel a pocos días de recibir la redención por parte de Dios, cuando queriendo convertir su libertad en libertinaje, pecado que el Dios que los libertó no se lo permitía, pero que si lo haría el ídolo que Aarón les levantó.

B. En su rebeldía fueron culpables de inmoralidad (v. 8).
1. Todo pecado de idolatría lleva al pecado de inmora¬lidad, y vemos que el pueblo de Israel no estuvo exento de este proceso, notamos como el apóstol Pablo desarrolla el testimonio antiguo, el cual debe ser ejemplo a los corintios y a nosotros.
2. Este pasaje del cual hace memoria Pablo lo encontramos en Números 25 donde vemos que el profeta Balaam, cuando no pudo lograr maldecir a Israel provoca que muchos cayeran en el pecado de fornicación, y por causa de este pecado cayeron 23,000 en un día, Moisés dice que fueron 24,000 porque él cita la totalidad de los que murieron en la tragedia que duró más de un día.
3. El apóstol Pablo destaca que la sociedad corintia estaba igualmente viciada por estos pecados los cuales eran ejercidos por los idólatras e inmorales de su tiempo, los cuales mantenían prostitutas sagradas en los templos de sus dioses paganos.
4. Ellos entenderían correctamente la intención de Pablo de hacerles comprender que si ellos seguían codiciando las cosas que dejaron atrás y participaban de ellas en su supuesta madurez y con la excusa de una libertad en Cristo, podían aún caer en estos mismos pecados.

C. En su rebeldía fueron culpables de insubordinación (v. 9, 10).
1. Este es el tercer paso de uno que codicia las cosas de las cuales ha sido librado, “descontento” (Núm. 21:4-6) y la murmuración (Núm. 16:41-49) pecados con los cuales los israelitas y ahora los corintios llegaron a tentar a Dios.
2. Este era el camino que llevaban los corintios, cuando quisieron abusar de la libertad cristiana, creyéndose lo suficientemente fuertes como para participar de cosas de las cuales como incrédulos hacían. Esta es una voz de alerta bien grande, la que Pablo da a esta iglesia que, codiciando cosas de las cuales habían sido librados ahora les era de atadura.
3. Un segundo principio que se desprende de esta sección nos enseña que, de la misma manera en que debemos estar sujetos a la ley de Cristo, debemos cuidarnos de no codiciar cosas que hemos dejado en el pasado, para no caer en pecados que solo nos llevaran a romper la comunión con Dios. Porque la conclusión lógica que debemos esperar para aquellos que no obedecen es:

III) LA PÉRDIDA DE ESTA LIBERTAD
(1 Co. 10:5-10)

A. Su idolatría fue castigada con espada (vv. 5-10 y Ex. 32:6).
1. Notemos algo interesante que el apóstol Pablo quiere destacar en esta porción. Es la idea de que, en la manera en que codiciamos aquellas cosas pasadas y superadas de las cuales hemos sido redimidos, vamos a tener mayor posibilidad de caer nuevamente en sus redes y vamos a perder la verdadera libertad que es lo que preserva la verdadera comunión con Cristo (1 Co. 8:12).
2. Es importante conocer dentro de esta lección espiritual, que por los israelitas anhelar los beneficios de Egipto dejados atrás, buscaron otros dioses y cayeron en la idolatría, la cual fue castigada por el Dios que los había redimido.
3. La muerte reinó en Israel por esta desobediencia. El castigo de Dios fue grande para Israel, Dios hirió al pueblo por el gran pecado de haber hecho un becerro de oro que formó Aarón con las joyas que ellos mismos trajeron de Egipto.

B. Su inmoralidad fue castigada con una enfermedad (vv. 5-10 y Núm. 25:9).
1. Dios disciplina al que ama y azota a todo aquel que recibe por hijo según nos enseña Hebreos 12:6 y el propósito de Dios con toda disciplina es que sus hijos participemos de su santidad como también se plantea en Hebreos 12:10.
2. Dios tampoco podía aceptar el pecado de Israel y dejándolo pasar por alto por lo que, al igual que el pecado de idolatría, el pecado de inmoralidad tenía que ser juzgado.
3. Como vimos anteriormente Dios trajo la muerte de 24,000 israelitas en total, al parecer 23,000 en un día y 1,000 en otros días, como lo explica el apóstol Pablo al citar sólo 23,000 muertos de enfermedad.

C. Su insubordinación fue castigada con serpientes (vv. 5-10; Núm. 21:4-9).
1. Esta disciplina fue la conclusión del pecado de codicia cometido por Israel. Pablo nos enseña con este ejemplo que cuando uno codicia y hay alguien que no nos deja obtener lo que queremos, entonces nos revelamos en su contra y le murmuramos, en este caso la murmuración fue contra Moisés, como contra Pablo lo hacían los corintios.
2. Este pecado no podía ser admitido por Dios porque murmurando de Moisés que era la autoridad terrenal, se murmuraba contra él. Es por esta causa que de inmediato el pueblo recibiría la retribución traída por su pecado.
3. Las serpientes ardientes que fueron matando al pueblo hasta que se volvieron a la autoridad y clamaron por perdón, fueron el medio preciso para que ellos obedecieran y mirasen con fe al que les guiaba. También es maravilloso ver como Dios proveyó un medio a través de la autoridad para poder lograr su perdón.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Si alguna enseñanza práctica podemos desprender de aquí, es el hecho de que el propósito de Dios de haber hecho registrar todos estos traumáticos acontecimientos respecto a las fallas de Israel y que son expresados de manera clara y concisa por el apóstol Pablo debe llevarnos a meditar seriamente en nuestra condición de creyentes.
Por otro lado, todo esto debe llevarnos a no olvidar el ejemplo narrado porque así lo quiere Dios al decir en el pasaje a continuación por medio del apóstol Pablo: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplos, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” 1 Corintios 10:11. Corroborando lo que declaró ya en el (v. 6).
Aprendamos de las experiencias de aquellos que tropezaron antes que nosotros.






Bosquejo No. 16

EL PECADO DE LA IDOLATRÍA
(1 Co. 10:7, 14-22 y Éxodo 32:7)

Cuando Moisés subió al monte Sinaí y tomó en sus manos la ley contactó que la misma se inicia con una declaración básica seguida de una prohibición. Esta lógica demanda nos muestra la naturaleza del Dios a quien debían amar y servir. Este declara: “Yo soy Jehová tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto... no tendrás dioses ajenos delante de mí”. (Ex.20:2-3)
Por tanto Israel había de entender que como el pueblo de Dios, tenía que aborrecer los dioses paganos a quienes habían servido en Egipto y tenían que desterrar sus imágenes al tiempo que debían de aborrecerlas, no obstante este deseo de Dios, los israelitas cayeron constantemente en este grave pecado que rompía esa relación de amor con Dios la cual él deseaba tan ardientemente.
Es triste pensar en esto, pero sólo el destierro producido por el cautiverio Babilónico, como disciplina de Dios, pudo desarraigar la idolatría del pueblo de Israel para convertirse en un pueblo monoteísta en doctrina y práctica, porque por teoría ellos sabían que debían de serlo, pero en la práctica cayeron muchas veces en este pecado.
Desde el siglo VI a.C. esta nación no volvió a adorar otro Dios que no fuera Jehová de los ejércitos, y de cierto es el único pueblo que mantiene una adoración a un solo Dios.
El apóstol Pablo hace referencia a este grave pecado que motivó la destrucción de las primeras tablas de la ley en el monte Sinaí, como del primer pecado del cual tenían que huir los Corintios y hace énfasis no tanto en el pecado mismo de la idolatría sino en la actitud del pueblo frente a los ídolos, en el hecho de que los Corintios participaban de fiestas y situaciones donde los ídolos eran adorados, y no tenían en cuenta su testimo¬nio frente a los hermanos débiles como se declara en (1 Co. 8:9 y 10:14-22).
Ciertamente que estas diversiones y juegos, se revestían de un carácter licencioso y no de un carácter dominado por la piedad.

Veamos la enseñanza bajo el siguiente bosquejo de estudio:
I) Causas del pecado
II) Efectos del pecado
III) Aplicaciones prácticas.

I) CAUSAS DEL PECADO
(1 Co. 10:7; Ex. 32:1-35)

A. La impaciencia del pueblo y su ignorancia.
1. Es de notar como dijimos en el mensaje anterior que el apóstol Pablo mismo al iniciar el capítulo 10 dice: “Porque no quiero hermanos que ignoréis”. De la misma manera vemos como ahora el pueblo de Israel, producto de la impaciencia, por ignorar lo que su líder estaba haciendo recurre a Aarón para que les hiciera un ídolo.
2. La ausencia de Moisés dentro de la congregación causó impaciencia y el pueblo actuó con furia y violencia, a tal punto que Aarón fue intimidado a construir el ídolo de oro como nos narra Éxodo 32:1 cuando el pueblo dijo: “Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido”.
3. Los israelitas mostraron en su impaciencia una falta de reconocimiento a la autoridad de Moisés, notemos: La ligereza con que se refieren a él. “Este moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto”. Manifiestan su inconformidad con él. “No sabemos que le haya acontecido”. ¿Qué de aquellos que se cansan de esperar a Cristo? Otra causa del pecado.

B. La debilidad de Aarón.
1 Cuando el pueblo se dirige a quien Moisés había dejado toda la responsabilidad de la dirección del pueblo y le dicen: “Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros” Éxodo 32:1b; él actúa en debilidad y actúa a favor de la petición del pueblo idólatra.
2. Lamentablemente no se recoge un sólo versículo en que Aarón tratara de disuadir al pueblo de su pecado, sino que Aarón tomó miedo del pueblo y de inmediato les dijo: “Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos” Éxodo 32:2.
3. De igual manera notamos como Aarón se dispone a darle forma con buril y les fabrica con sus manos un becerro de fundición y no conforme con esto les edificó un altar para que el pueblo lo adorara según leemos en Éxodo 32:4, 5. Aunque luego actuó con hipocresía e irresponsabilidad ante el reclamo de Moisés narrado en Éxodo 32:24, 25.
4. Moisés culpó a su propio hermano y así dijo en Éxodo 32:21 - “Y dijo moisés a Aarón: ¿Que te ha hecho este pueblo, que has tirado sobre él tan gran pecado?” ¿Qué de aquellos pastores que se amoldan a lo que el pueblo quiere oír y hacer para proteger su vida y su estatus?

Otra causa del pecado.
C. La mundanalidad que todavía les dominaba.
1. Éxodo 32:6 se destaca el deseo que tenían los Israelitas de dar riendas sueltas a sus pasiones, ya que no se dispusieron a adorar solamente al becerro de oro sino que el pueblo se sentó a comer y a beber y se levantó a regocijarse, por supuesto de una forma carnal y pecaminosa.
2. Este es el punto ahora es traído por el apóstol Pablo en 1 Corintios 10:7 cuando dice: “Ni seáis idóla¬tras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levanto a jugar”. Haciéndonos entender que aquellos que hemos recibido a Cristo y volvemos a desear cosas pasadas de las cuales hemos sido libertados, también podemos caer en los mismos excesos en que cayeron los israelitas.
3. Este detalle lo resalta Pablo porque precisamente los corintios, quienes habiendo recibido la gracia de Dios y habiendo visto la liberación que en Cristo habían obtenido, todavía querían sentarse en lugares de idolatría a comer y a beber, jactándose de una madurez que no tenían, porque mostraban su inmadurez no tomando en cuenta el daño que causaban con esto a los débiles de conciencia.

II) EFECTOS DEL PECADO
(1 Co. 10:7; Ex. 32:1-35)

A. Corrupción del pueblo.
1. Es tremendamente traumático ver como el pecado de idolatría corrompe al hombre en todos sus pensamientos y obras. Cuando el mismo Dios dijo a Moisés: “Anda desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido”. Dios sabía lo que vendría para el pueblo de Israel, él sabía la corrupción que reinaría entre ellos y esto era lamentable.
2. A través de la historia Bíblica hemos visto como todo aquel que ha idolatrado se ha corrompido en todos los aspectos de la moralidad, y Dios mismo lo ha hecho evidente en su palabra.
3. En aquel momento histórico del cual Pablo hace referencia, la corrupción se propagó dentro del pueblo de Israel y todos cayeron en grandes pecados, pecados de los cuales fueron librados por la mano poderosa de Dios, pero a través de tristes disciplinas. Es una realidad que aquellos que se corrompen por causa del pecado, no solo traen vergüenza sobre ellos mismos, sino que Dios mismo se avergüenza de ellos.

Otro efecto de este pecado es:
B. La separación de Dios.
1. Dios mismo hizo evidente a Moisés su separación del pueblo y aquel Dios que había guiado a este pueblo a través de una columna de humo y fuego en su salida de Egipto para introducirlos en la tierra prometida, ahora estaba dispuesto a raer estos hombres de la faz de la tierra como dice Éxodo 32:10.

2. Dios mismo declaró a Moisés que este ya no era su pueblo, pues ellos no estaban haciendo la volun¬tad del que le había redimido. Ahora el Dios que había redimido a los hijos de Israel para convertirlos en su pueblo, estaba dispuesto a exterminarlos, como fruto de su pecado.
3. Notemos lo que nos dice Éxodo 32:8 donde Dios hace evidente la causa de la separación. “Pronto se han apartado del camino que yo les mandé”... Este es el Dios en el cual hemos creído un Dios que en (Ex. 20:3) habla declarado a este pueblo, “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Y que en (Ex. 24:7b) oyó a Moisés cuando dijo: “Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos”.

Otro efecto evidente fue:
C. La muerte de mucho pueblo.
1. Cuando Moisés bajó del monte llamó por Jehová a aquellos que quisieran servir a Dios y todos los hijos de Leví a quienes Moisés encomendó pasar por espada a los pecadores, muriendo por aquel pecado 3,000 hombres.
2. El mismo Moisés había hecho beber el polvo de oro del becerro a todos los hijos de Israel como vemos en Éxodo 32:¬20 cuando dice: “Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel”.
3. Todos aquellos que murieron, fallecieron para consagración del pueblo y para buscar la bendición del que pecase tendría que morir por su pecado, así lo declaró Dios en Éxodo 32:33 al decir: “Y Jehová respondió a Moisés: al que pecare contra mí, a este raeré yo de mi libro”. También dijo Dios a Ezequiel: “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá”. (Ez. 18:4).

III) APLICACIONES PRÁCTICAS
(1 Co. 10:7, 14-22; Ex. 32:1-35)

A. Moisés exhortó al arrepentimiento.
1. Moisés, luego de haber aplicado la pena capital llevó al pueblo a entender que habían cometido un gran pecado, pero él estaba dispuesto a interceder para que Dios se aplacara como dijo en (Éxodo 32:20): “Y aconteció que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado”.
2. Moisés sabía lo que ya Dios había pensado hacer con el pueblo de Israel y estaba consciente de que este Dios a quien había conocido no podía dejar pasar un pecado como este y dejar impune a los pecadores.
3. Hemos de recordar lo que nos dice Éxodo 20:4, 5 donde Dios dice que visitará la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que le aborrecen, por esta causa Dios tenía que traer disciplina a su pueblo si quería santidad en ellos.

B. Moisés intercedió para obtener misericordia.
1. No hay cosa más hermosa que conocer el poder de la oración y como Dios mueve su voluntad frente a un alma humillada. Moisés intercedió ante Dios y dijo: intercedió diciendo: “Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro. Ve, pues, ahora, lleva a este pueblo a donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de ti; pero en el día del castigo, yo castigaré en ellos su pecado. Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón”. Éxodo 32:31-35.
2. En su oración de intercesión Moisés expresó:
• Su aborrecimiento del pecado (v. 31) “Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro”.
• Su deseo de ver el bienestar espiritual de su pueblo (v. 32) “Que perdones ahora su pecado…”
• Su disposición de morir antes de perecer espiritualmente (v. 32) “…y si no ráeme ahora de tu libro que has escrito”.
3. Aquí Moisés manifiesta la ternura del amor que tiene por su pueblo, él no quiere vivir si su pueblo no vivía, él se siente tan pecador como el que más de su pueblo, aunque él no cometió su pecado. Juan 10:11 nos muestra que Moisés fue un buen pastor, porque estuvo dispuesto a dar su vida por las ovejas. Moisés viene hacer como un tipo de Cristo, que hasta que no vio su pueblo en el portal de la tierra prometida no estuvo plenamente realizado.

C. Este pecado tiene consecuencias.
1. Muchas fueron las veces en que el pueblo de Israel cayó en el pecado de la idolatría, y muchas veces en que en la Palabra de Dios recoge estos acontecimientos y las advertencias que Dios mismo les dio a través de los profetas como nos dicen el Salmo 106:19-48 y Hechos 7:38-43 por Esteban.
2. Este pecado de idolatría es el que fue también recordado por el apóstol Pablo en 1 Corintios 10:7, 14-22, el texto que hemos estudiado, para que tuviéramos como ejemplo aquellas cosas que sucedieron a Israel y de las cuales debemos apartarnos. “Por tanto, amados míos, huid de la idolatría” (10:14).
3. Estos pasajes nos hacen entender que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre y que todos los que formamos parte de su pueblo tenemos que honrarlo y apartarnos del pecado, especialmente de la idolatría para servirle solo a él, porque él es fuerte y celoso como dice su Palabra.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Para concluir debemos traer algunas aplicaciones prácticas, las cuales citamos y desprendemos de las enseñanzas de 1Corintios 10:6, 7 y del pasaje estudiado en Éxodo 32.
Primeramente entendamos que las cosas sucedidas, sean malas o buenas, deben ser tomadas como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como nuestros antepasados codiciaron.
En segundo lugar, no debemos olvidar que la idolatría, a cualquier cosa, es infidelidad contra Dios y que los idólatras serán juzgados y no heredarán el reino de Dios.
Por último mis hermanos no codiciemos lo que hemos dejado atrás, porque hacer tal cosa lo único que traerá a nuestras vidas es maldición.


Bosquejo No. 17

EL PECADO DE FORNICACIÓN
(1 Co. 10:8 y Nm. 22-25)

En esta oportunidad el apóstol Pablo en esta porción del capítulo 10 nos lleva a recordar el pecado de fornicación al cual el profeta Balaam indujo al pueblo de Israel, es en este momento en que nos tenemos que trasladar a Números 22 para conocer la historia de este desobediente profeta, el apóstol Pablo lo trae a memoria diciendo en 1 Corintios 10:8 - “Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil”.
Introduzcámonos ahora en la historia de Balaam el profeta, una historia bien actualizada ya que con este personaje de doble ánimo se identifican muchos líderes de los últimos tiempos en cuanto a que su corazón está lejos de Dios y permiten dentro del seno de la Iglesia a toda clase de perversos que llamándose cristianos practican toda clase de pecados.
En el capítulo 5 el apóstol Pablo condenó a los líderes de la iglesia en Corinto cuando estaba afectada por el pecado de fornicación porque estos se hacían insensibles y no aplicaban la disciplina bíblica. Pablo tiene que amonestar seriamente a aquellos que se envanecían haciéndose copartícipes con el pecado ajeno que cometía este miembro de la iglesia. Es ahí donde Pablo les demanda a ellos: “Quitad a este perverso de entre vosotros”.
Ahora en 1 Corintios 10:8 Pablo nos traslada a recordar la historia de Balaam, la cual veremos a través de este estudio, entendiendo que aquí la fornicación no sólo se refiere al hecho de que los israelitas estaban en prácticas sexuales ilícitas, sino también en el contexto espiritual se hacían uno con los ídolos, en su alegada libertad cristiana, como vimos en el estudio anterior donde Pablo le dice a los corintios que no sean idólatras como lo fueron los israelitas en el pasado.
Haciendo una descripción introductoria de Balaam vemos que:
• Era de PETOR (Ciudad de Mesopotamia, cerca del río Éufrates) (Nm.22:5).
• Era hijo de Beor.
• Tenía fama de poseer grandes poderes espirituales, los cuales eran grandemente estimados por los Moabitas y Madianitas (22:6) naciones que descendían de Abraham y Cetura.
• Era conocedor de la justicia divina (Miq. 6:5).
• Supo tener comunión con Dios (22:8-12), pero en otras ocasiones buscaba agüeros o señales futuras que no provenían de Dios (24:1).
Podemos decir que realmente Balaam en su tiempo fue un hombre usado por Dios como profeta, pero su conocimiento de Dios estaba nublado por el humanismo pagano de su tiempo.
Balaam quiso estar bien con Dios y bien con el diablo, por esta razón es importante para cada creyente cuando se convierte a Jesucristo conocer cuál es su voluntad expresa y soberana con el fin de estar en el centro de la voluntad de Dios y para pensar como él, actuar como él y ser en todo como él. Este no fue el caso de Balaam. Veamos por qué:

I) El llamamiento de Balaam para maldecir a Israel.
II) Balaam se encuentra con Balac.
III) El consejo pecaminoso de Balaam y su pésimo resultado.

I) EL LLAMAMIENTO DE BALAAM PARA MALDECIR A ISRAEL (1 Co. 10:8 y Nm. 22:1-20)

A. Balaam es llamado por el rey Balac (vv. 1-6).
1. Este llamado no vino de Dios, porque vemos que quien lo llama es el Rey Balac y lo llama para cumplir su propósito, el cual, es evidente que era acorde con el propósito divino (v. 6).
2. Satanás, en la persona de Balaam quiso exterminar el pueblo de Israel, como muchas veces lo intentó en el pasado, porque él sabía que de esa línea vendría el salvador del mundo. Por esto usaba ahora a uno que representaba a Dios frente a los paganos para maldecir al pueblo de Dios.
3. Satanás buscará dañar al pueblo de Dios y los planes que Dios tenga con él, por medio de ministros de doble ánimo como era en este caso Balaam. Es triste ver que por medio de los conocidos como representantes de Dios en la tierra Satanás siempre engañe al hombre con sus mismos métodos como nos dice 2 Pedro 2:1-22.

B. Satanás seduce a los inconstantes (vv. 6-11).
1. Satanás es muy astuto y apela al orgullo y a la prepotencia de los que se ufanan de tener conocimiento del poder de Dios y los usa para hacerle daño al pueblo de Dios. En el (v. 6) vemos cuando Balac dice a Balaam: “Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito”.
2. Vemos también la estrategia del diablo, no conforme con los halagos que hizo a Balaam por medio de Balac, utiliza a los ancianos del pueblo para darle dádivas a Balaam por su trabajo de maldecir (v. 7): “Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac”.
3. Balaam no hizo como Jesús cuando el diablo de ofreció prebendas para darle los reinos del mundo (Mateo 4:10, 11 y 6:19-21). Balaam fue débil en sus convicciones y les dio cabida y oídos a la propuesta del diablo, como dice el (v. 8): “Él les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam”. (Comparemos con 2 Juan 7-11).

C. Dios es categórico e inmutable en sus principios (vv. 12-20).
1. Balaam sabía que este era el pueblo de Dios, pero no obstante se prestó para oír la voz de los mensajeros de Satanás. “Balaam no vayas con ellos, ni maldigas al pueblo porque bendito es” (v. 12).
2. Balaam engañó su corazón y quiso engañar a Dios (vv. 13-15), pero el engañado fue él. Dios le demostró a Balaam cuál era su carácter (vv. 16-20). Ahora bien, Balaam por su codicia y por la vanidad de su corazón (v. 15), fue dejado por Dios que le conocía en su interior a que se diera cuenta entonces en su propia experiencia lo que era andar sin Dios.
3. Ya Dios le había hablado (v. 12) ¿Por qué Balaam habría de insistir en una respuesta diferente de Dios si su palabra había sido clara? Por esta causa y ante la actitud de Balaam Dios le dice: “Vete con ellos” (v. 20).

II) BALAAM SE ENCUENTRA CON BALAC
(1 Co. 10:8; Nm. 22:21 a 24:25)

A. Dios actúa por encima de nuestra necedad (Núm. 22:21-33).
1. Balaam fue necio de corazón, su codicia y su doblez se hizo evidente frente a las propuestas de Balac, por esto la ira de Dios se encendió cuando Balaam por encima de sus designios siguió lo que su corazón le mandaba (vv. 21, 22).
2. No obstante lo ocurrido, Dios quiso darle otra oportunidad a Balaam para que se arrepintiera, así lo vemos en los (vv. 23-33) cuando vemos que Dios utiliza a su ángel, para que el asna de Balaam le hable diciéndole: “Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mi has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No” (v. 30).
3. Viendo esta parte vemos la misericordia de Dios actuando por encima de nuestra necedad, cuando dice el texto: “Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro” (v. 31).

B. Dios prueba nuestras palabras y decisiones (Nm. 22:34-41).
1. Balaam tuvo aquí un aparente arrepentimiento, vemos que dice: “Entonces Balaam dijo a ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré”. (v. 34), pero lamentablemente su corazón no había sido transformado.
2. Balaam aparentemente se quería retirar de su malvado propósito, pero ya era tarde, él tendría que demostrar que sus palabras eran verdaderas y el ángel de Jehová le declaró por esto: “Tu irás y hablarás lo que yo te diga” (v. 35).
3. De esta manera Balaam habría de demostrar que lo que él decía sería lo que haría, y más cuando Dios sabía que sería tentado otra vez por Satanás, siendo intimidado nuevamente por el Rey Balac (vv. 36-38).
4. Balaam fue ante el pueblo de Israel con la presión de Dios, el cual no permitiría que su pueblo fuese maldecido, pero no con la convicción de un verdadero creyente de fe que deseaba hacer la voluntad perfecta y soberana de Dios (vv. 39-41).

C. Balaam se disponía a decir lo que no sentía (Nm. 23:1 a 24:25)
1. Él diría lo que el ángel de Jehová le pusiera en su boca pero no lo que él sentía. Balaam recibió la verdad de Dios y la confesó pero siguió detrás del deseo de Balac (Nm. 23:11-18).
2. Dios declaró la bendición una vez más pero todavía Balaam pensó que Dios cambiaría su decisión, la que se recoge en (Nm. 23:23-25 a 24:2). Pero Dios confirmó su bendición y habló más claro todavía.
3. El Rey Balac se enfureció y desechó a Balaam (Nm. 24:10-14). Bueno, de acuerdo al pasaje de Números 24:25 diríamos que Balaam hizo lo que Dios le dijo, pero si comparamos algunos versículos de la Palabra nos damos cuenta de que Balaam nunca estuvo convencido de lo que hizo.

III) EL CONSEJO PECAMINOSO DE BALAAM Y SU PÉSIMO RESULTADO (1 Co. 10:8; Nm. 25:1-18 y Ap. 2:14)

A. El corazón de Balaam fue un corazón codicioso (Jud. 11)
1. Tres veces le ofreció Balac los bienes del mundo a Balaam (Nm. 22:7; 22:15-17; 24:11) sabiendo que el corazón de Balaam era un corazón lleno de codicia de las cosas mundanas y terrenales.
2. Aunque aquí vemos que Balaam aparentemente triunfó ante las tentaciones, sabemos que la codicia le llevó a cuestionar a Dios y a más luego llevar al pueblo de Dios a fornicar carnalmente y espiritualmente.
3. La historia bíblica, muy tristemente nos muestra lo que se evidenció al final en el corazón de Balaam cuando dice Judas 11: “¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré”.

B. El corazón de Balaam se extravió de la verdad (2 Pedro 2:15, 16).
1. El apóstol Pedro evidencia ahora como Balaam se extravió de la verdad. De acuerdo a la historia vemos que Balaam era reconocido como hombre de Dios, pero su testimonio y su actuación evidencia que estaba lejos de la verdad.
2. De acuerdo a este pasaje dejó el camino recto, porque amó más los beneficios de este mundo que la fidelidad de Dios, así lo describe Pedro al decir: “Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta”.
3. Vemos que no solo su corazón se extravió sino que actuó en su necedad como un loco al cual Dios tuvo que refrenar con una acción sobrenatural de forma tal que saliera de su locura e hiciera la voluntad de su creador.

C. El corazón de Balaam fue un corazón depravado (Ap. 2:14)
1. Si comparamos Apocalipsis 2:14 con Números 25:1-3 y 31:16 nos damos cuenta de que el corazón de Balaam estaba depravado. Esto se hizo evidente cuando con su boca frente al pueblo de Israel declaró lo que había oído de Dios, pero en la oscuridad aconsejaba a Balac como conquistar al pueblo que de labios había bendecido (Nm. 31:16).
2. Aquí se narra claramente que cuando los israelitas fueron en contra de los Madianitas, el pueblo dejó vivas a las mujeres y Moisés les cuestionó. “¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres de Madián? He aquí, el consejo de Balaam ellas fueron la causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-Peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová”.
3. En Apocalipsis 2:14 el Señor dice a la iglesia de Pérgamo: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”. Dando a entender lo mismo que Pablo advierte ahora a los corintios en 1 Corintios 10:8 - “Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil”.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Hermanos de esta historia debemos aprender varias cosas.
1. Cuando nos convertimos a Dios es cuando Satanás nos va a atacar y va a tratar de que seamos infieles.
2. Dios va a probar nuestra fidelidad cristiana y va a permitir que el maligno nos zarandee para que seamos purificados en fe.
3. Cuando Dios ha declarado su voluntad de nada nos sirve orar para conseguir nuestro propósito.
4. Debemos siempre rogar a Dios en momentos de prueba que nuestra fe no falte y estar sometidos siempre a él para que Satanás siempre esté lejos de nosotros.
Con estas verdades siempre estaremos en el camino de la verdad y nunca caeremos en manos de los que quieren dañar el pueblo de Dios.





Bosquejo No. 18

EL PECADO DE TENTAR A DIOS
(1 Co. 10:9 y Nm. 21:5, 6)

Ahora conoceremos el cuarto pecado que el apóstol Pablo cita a la iglesia de Corinto en el capítulo 10 cuando dice en el (v. 9): “Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes” con el propósito de que ellos meditaran en sus actitudes y prácticas en las que estaban sumergidos, pecados que servirían como ejemplo a ellos y a la Iglesia de Dios en todo el mundo.
Este acontecimiento citado aquí por el apóstol Pablo es un hecho histórico que en otra ocasión el apóstol Juan lo cita, recogiendo posiblemente las palabras de Jesús, cuando declara que para tener vida eterna tenemos que mirar hacía la Cruz del Calvario, tomando este hecho como tipo de su muerte en la cruz, esta referencia la encontramos en Juan 3:14, 15 y dice: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. El pecado que trajo la muerte de los Israelitas en este momento histórico, Pablo lo define como “pecado de tentar a Dios” por el cual muchos vieron la muerte. Consistió en que el pueblo de Israel llegó al extremo desanimarse y hablar contra Dios y Moisés ante su situación en el desierto y pusieron a Dios a prueba cuando debieron de pensar en la grandeza de su provisión mientras pasaban por el desierto.
Vemos en Números 1-9 los preparativos del pueblo de Dios para salir del Sinaí.
Luego vemos en Números 10-21 el inicio del recorrido hacia la tierra prometida. Dentro de este período, vemos el ciclo practicado.
• Pecado Continuo.
• Fracaso.
• Gracia de Dios Manifestada.
Así vemos como desde Números 22-36 el pueblo obtiene la bendición y la victoria.
Esta analogía usada por el apóstol Pablo para traernos hacia una verdadera reflexión nos enseña una gran lección. Todos sabemos que Israel es el pueblo escogido por Dios, como ahora lo es la Iglesia Cristiana.
Israel es un pueblo a quien Dios mismo prometió que le daría por herencia la tierra de Canaán, tierra donde fluía leche y miel, pero para ellos recibir esta herencia, como para la iglesia Cristiana recibir la herencia prometida de cielos nuevos y tierra nueva, tendrían que ser probados en el paso por el desierto, así como cada uno de nosotros somos probados en el paso por esta vida.

Veamos esta analogía bajo el siguiente bosquejo de estudio:
I) La inconformidad del pueblo.
II) Las demandas de Dios a su pueblo.
III) La manifestación de la gracia de Dios para su pueblo.

I) LA INCONFORMIDAD DEL PUEBLO
(1 Co. 10:9; Nm. 21:4-6)

Esta inconformidad fue manifiesta por medio de tres actitudes lamentables:
A. El desaliento (v. 4).
1. Los israelitas se hallaban cerca de la tierra prometida, pero no podían cruzarla. Por su falta de fe en el poder de Dios vino el desaliento (Núm. 14:36-38). Notamos ahora cuando el texto nos dice: “Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino”.
2. Por su necedad y dureza de corazón no podían obtener lo que ellos querían y tanto anhelaban. Dios tuvo que disciplinarlos y hacerles ver que ellos tenían que obedecerle, amarle como él se lo había declarado en la Ley de Moisés y conformarse con lo que él les proveía mientras obtenían la promesa (Núm. 11:1-35).
3. Su desaliento viene por la falta de confianza en el poder de Dios y en saber que él les daría el poder para vencer a todos los habitan¬tes que ocupaban la tierra prometida como les dio evidencia de esto en lo narrado en (Núm. 21:1-3) cuando fueron contra el rey de Arad .

La inconformidad se manifestó también por medio del:
B. El enojo (v. 5a).
1. Cuando las cosas no nos salen como queremos que nos salgan nos enojamos y le echamos la culpa a Dios. Asimismo actuaron los israelitas ante la disciplina de Dios y lejos de tomar conciencia y actuar en obediencia, se enojaron contra Dios y su líder. Vemos el texto cuando dice: “Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés:”...
2. Hemos de recordar que Dios les declaró que no entrarían a la tierra prometida, ahora en Edom les cerró el paso porque habían desconfiado del poder Divino.
3. Ellos fueron disciplinados y castigados porque se habían olvidado del juicio de Dios y creían que todavía podían jugar con él, en el sentido de que cuando obtenían lo que deseaban, estaban bien con Dios, pero cuando tenían que ser probados, entonces se rebelaban contra él.

Otra actitud que les llevó a la inconformidad fue:
C. El temor (v. 5b).
1. Al ser castigados por Dios, los israelitas tuvieron miedo de morir en el desierto y reclamaron a Moisés diciendo: “…¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano”.
2. Ahora tenían temor a la muerte, tuvieron temor del futuro y no alcanzaban a ver todo cuanto Dios quería proporcionarles a través de su paso por aquel desierto, siempre y cuando ellos fuesen disciplinados a la obediencia a Dios.
3. Podemos ver a través de la Palabra que los israelitas tuvieron temor porque estaban lejos de Dios y no pusieron su confianza en él y su amor hacia Dios no era genuino. En 1 Juan 4:16-18 se declara que el amor es el antídoto por excelencia del temor. Esta gente no amaba a Dios y cuando Dios les disciplinaba solo decían: ¡Oh Dios! ¿Por qué a nosotros?
4. Este es el grito continuo de la humanidad, cuando Dios baja su mano de justicia como retribución debida a nuestro extravío. Si en la disciplina hay un espíritu de humildad, habrá bendición, pero si hay un espíritu de orgullo y persistencia en el pecado, siempre habrá temor al castigo. Hay algunos textos que debemos estudiar: Pr. 10:17; 12:1; 28:23; 29:1.
5. Los Corintios estaban en esta misma actitud con respecto a Dios, ellos no querían aprender por las demandas de la Palabra, sino que actuaban como a ellos les parecía, y Pablo les recuerda que los Israelitas en esta actitud llegaron a tentar a Dios y Dios envió juicio sobre ellos (v. 6).

II) LAS DEMANDAS DE DIOS A SU PUEBLO
(1 Co. 10:9; Nm. 21:6-7)

A. Arrepentimiento genuino (v. 6).
1. Ante el pecado cometido, Dios demandó a los israelitas como ahora demanda a los Corintios un verdadero arrepentimiento por el pecado cometido, y para esto Dios tuvo que enviar juicio severo a su pueblo, cosa que Pablo quería evitar a los corintios.
2. Los israelitas no quisieron escuchar la voz de Dios y llegaron al punto de tentarle, lo que trajo el juicio que se declara en Números 21:6 cuando dice Moisés: “Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel”.
3. Pablo sabía que los corintios estaban rebelándose ante el mismo Dios de Israel, el mismo que exterminó a Ananías y a Safira según narra Hechos 5 y el mismo que en Corinto había traído enfermedad a muchos hermanos y a otros la muerte por tomar la cena del Señor indignamente 1 Corintios 11:30. Sabiendo cómo es Dios el apóstol Pablo dice ahora a esta iglesia: “Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron y perecie¬ron por las serpientes”.

B. Petición de salvación (v. 7).
1. Por medio de esta disciplina, ellos reconocieron al autor de la salvación y dijeron a Moisés: “Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová, que quite de nosotros estas serpientes”.
2. Los Corintios tenían que entender de igual manera que Dios era el único a quien ellos tenían que obedecer y al único a quien ellos tenían que seguir, olvidándose de sus propios razonamientos.
3. Volviendo a Números 21 podemos recordar que los Israelitas al ver el juicio de Dios actuaron en humildad para no perecer en su propia sabiduría. Esto lo hicieron cuando comenzaron a temer a Dios. Aquí podemos recordar Proverbios 10:9a que nos dice: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría”.

C. Disposición de acatar la voluntad de Dios.
1. Los israelitas ahora entendían que tenían que llegar a la tierra prometida sin codiciar lo que habían dejado atrás y que llegarían a ella por la vía que Dios había trazado, producto de su desobediencia.
2. Cuando se dirigieron a Moisés para que él le rogara a Dios, también reconocían que Dios no violaría su promesa de llevarlos a donde él había prometido llevarles, pero tenían que entender que lo haría como él lo había planificado.
3. Ellos también tenían que entender que Dios no revocaría sus juicios.
• Moisés no entraría a la tierra prometida.
• Todos los israelitas mayores de 20 años de los que salieron de Egipto, tampoco entrarían.
Identificando de esta manera las consecuencias de nuestro pecado y la inmutabilidad de sus juicios.

III) LA MANIFESTACIÓN DE LA GRACIA DE DIOS PARA SU PUEBLO (1 Co. 10:9; Nm. 21:8, 9)

A. Dios proveyó un medio de salvación para los obedientes.
1. Dios proveyó un medio de salvación por el cual los israelitas obedientes y sumisos a la autoridad impuesta por Dios vivirían. De lo contrario perecerían por su pecado de soberbia y arrogancia.
2. En su justicia Dios sabía que todos merecían la muerte, en su misericordia y en su fidelidad a Abraham proveyó un medio de salvación para que el pueblo no pereciera, por esto dijo a Moisés: “Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá”.
3. La enseñanza traída a nosotros por el apóstol Pablo y utilizada en Juan 3:14, 15 por el Señor Jesucristo es la de entender que solamente a través de su obra hecha en la Cruz y de la obediencia de aquel que confiesa su pecado para ser salvo podremos evitar la muerte eterna. Recordemos que el problema básico de los corintios era que no querían estar sujetos a la autoridad dada por Dios y confiaban en su propia sabiduría.

B. Dios exigió igualmente una mirada de fe.
1. Dios siempre ha exigido una mirada de fe hacia él y sus demandas. En esta disciplina, el deseo de Dios no era que los israelitas pusiesen su mirada en la serpiente de bronce para adorarla, por esto fue destruida por el Rey David más adelante (2 R. 18:4), sino que obedecieran mirando hacía donde él les indicaba.
2. Asimismo el apóstol Pablo recordaba a los Corintios poner su mirada en la persona de Jesús al cual ellos tenían necesariamente que obedecer y se dejasen de estar asumiendo una actitud rebelde y contradictoria ante las demandas del Señor por medio de su siervo.
3. Muchas son las veces que Pablo demanda a los Corin¬tios el hecho de poner su vista en Cristo y el hecho de imitarle, como se nos exige también a nosotros. Si queremos vivir necesariamente tenemos que poner nuestra mirada de fe en Cristo no importando lo que tengamos que sacrificar.

C. Dios proveyó vida a los obedientes.
1. Los israelitas entendieron que era necesario que todo aquel que había pecado aceptara que era reo de muerte y que solo viviría si se sometía a la demanda de Dios e hiciera su voluntad perfecta y soberana.
2. Por esto dice Números 21:9 - “Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”.
3. los israelitas tentaron a Dios y Dios tuvo que disciplinarle con las serpientes ardientes, esto era lo que Pablo quería evitarle a los hermanos de Corinto y a todo cristiano que sabe cómo evitar juicio de Dios para su vida cuando estamos en pecado.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Algunas aplicaciones debemos plantear antes de concluir:
• El Dios de Israel es el mismo Dios que tenemos hoy.
• Cuidémonos de no proferir maldición hacia los siervos de Dios a los cuales él les ha dado una visión en su obra.
• Cuidémonos de no desalentarnos cuando las cosas no salen como queremos.
• Cuidémonos de ser humildes y obedientes a la disciplina de Dios para que no veamos la muerte.
• Miremos al pasado y seamos sabios obedeciendo en el temor de Dios.
Aprendamos algo más de esta historia que se nos da como ejemplo para que no tentemos a Dios y perezcamos en el camino.

Bosquejo No. 19

EL PECADO DE REBELIÓN
(1 Co. 10:10 y Nm. 16)

El pecado de rebelión, es el último de los pecados citados por el apóstol Pablo en 1 Corintios 10 cuando dice en el (v. 10): “Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor”. Este pecado según Pablo debe servir de ejemplo a la Iglesia de Dios con el propósito de evitarlo, porque ha sido uno de los más comunes encontrados en las Sagradas Escrituras.

Es particularmente la historia de Coré donde el apóstol Pablo se basa para traer esta enseñanza a los corintios, historia dentro de la cual la murmuración es producto de la rebelión que hay dentro del hombre caído, un pecado que es parte integral de la naturaleza humana y que se hace evidente en aquellos hombres que no hacen, ni respetan la voluntad de Dios.

De estos hombres nos habla la epístola de Judas en el (v. 11) cuando nos dice: “¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré”. Es Judas quien nos da los detalles con respecto al carácter de estos hombres que permanecen dentro del pueblo de Dios, aparentando piedad, pero al momento de actuar, con sus hechos la niegan.

Veremos en esta ocasión que Coré llevó a su pueblo al pecado de rebelión y asimismo observaremos como todos los que le siguieron estuvieron condenados por Dios con el mismo juicio con que fue juzgado Coré.

La historia nos cuenta que el pueblo de Israel acababa de salir de Egipto y al paso del mar Rojo habían recibido la ley de Dios por medio de Moisés, conociendo así todo lo que Dios había determinado para ellos. Sólo Aarón y su descendencia, así como la tribu de Leví habían sido elegidos por Dios para ministraran en las cosas Santas ocupándose del servicio del tabernáculo y en la ministración del pueblo.

La historia que tantas veces hemos visto en todos los ámbitos de la sociedad no tardó en repetirse. Uno más que debió estar bajo autoridad se rebelaba contra ella violentando los designios de Dios quien había condenado al mismo Satanás por este pecado. Ahora veremos las características de los rebeldes que como Coré quisieron usurpar el lugar que Dios había desti¬nado para su siervo Aarón.

Veamos pues los pasos en una rebelión.
I. La oposición.
II. La soberbia.
III. La insatisfacción.
IV. La ambición.
V. La desobediencia.
VI. La calumnia.
VII. La división.
VIII. La defensa de Dios.
IX. Advertencia por parte de Dios.
X. El resentimiento.
XI. El juicio de Dios.
XII. La misericordia de Dios.

I) LA OPOSICIÓN
(1 Co. 10:10; Nm. 16:1-3a)

A. Los rebeldes no andan solos.
• Como hemos visto en las Sagradas Escrituras, las personas rebeldes no andan solos, ellos siempre buscarán a quienes se rebelen con ellos. Aquí tenemos el ejemplo de:
• Coré hijo de Izar.
• Datán y Abiram hijos de Eliab.
• On hijo de Pelet, quienes según el texto tomaron gente.
• El texto declara: “Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?”

B. Los rebeldes buscan oponerse a la autoridad.
• Como vemos en el (v. 2) el enfoque de sus actos fueron los líderes de la congregación, vemos que el texto declara: “Y se juntaron contra Moisés y Aarón…”
• Esto, aún hoy es tan lamentable que ocurra, porque la misma Palabra de Dios declara a los que se llaman creyentes: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”.

C. Los rebeldes buscan apoyo entre los de poder.
• Como vemos aquí los rebeldes no se quedan en los estratos bajos de las congregaciones, sino que buscan engañar a los que están en alta estima.
• Notemos como estos rebeldes que Pablo pone como ejemplo consiguieron 250 varones príncipes, del consejo, varones de renombre, para oponerse a Moisés y Aarón.
• “…y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre”. (v. 2).

II) LA SOBERBIA
(1 Co. 10:10; Nm. 16:3-8)

A. El soberbio menosprecia la autoridad.
• Es muy característico del rebelde, menospreciar la autoridad y quitar de sí la honra para con aquellos a quien tiene que honrar.
• Vemos como el texto lo atestigua cuando recoge las irreverentes palabras de estos contumaces al decir: “¡Basta ya de vosotros!” declarando ante todos que ellos estaban hastiados de seguir a quien Dios había puesto como cabeza del pueblo.

B. El soberbio cuestiona la autoridad.
• En su soberbia e irreverencia, el rebelde siempre cuestiona a la autoridad y pretende aún tomar su lugar, esto es lo que vemos que hizo Coré y sus amigos cuando dicen: “¿Por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?”
• El soberbio cree que todos son como él. Hay un dicho popular que dice: “Cada ladrón juzga por su condición” lo que nos enseña que esta gente olvidó como Dios puso su mano sobre Aarón y su familia para ministrar en las cosas santas dentro de la congregación y a Moisés para sacar su pueblo de la esclavitud egipcia, pero lamentablemente esto es algo que los rebeldes olvidan.

C. El soberbio se vence con la humildad.
• Cuando Moisés oyó esto, se postró sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: “Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su séquito”. (vv. 4 y 5a).
• Mis hermanos: “El humilde acudirá siempre a Dios”. Como dice el apóstol Pedro en (1 P. 2:21-23) cuando nos alienta a seguir el ejemplo de Cristo: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”.

III) LA INSATISFACCIÓN
(1 Co. 10:10; Nm. 16:9-11)

A. El rebelde siempre está insatisfecho.
• Es triste ver la vida de una persona que deja que la rebeldía haga raíces en su corazón. Es penoso porque esa persona en su insatisfacción deja crecer raíces de amargura y se hace daño asimismo.
• Moisés declaró la verdad del corazón de estos hombres rebeldes. Su realidad era que menospreciaban el cargo que Dios mismo les había dado y deseaban el cargo que Dios le dio a Aarón y a Moisés, se sentían más superiores y más aptos para esta función que para la que Dios mismo les había asignado.
• En los (vv. 9-11) Moisés les dice: “¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?”

B. El rebelde no considera el privilegio de ser usado en la obra.
• El rebelde es exigente, siempre cree que le hace un favor a Dios con estar en el servicio, no ve el servicio como un privilegio dado por Dios en su gracia a hombres indignos.
• El rebelde siempre está descontento en el lugar que Dios le asigna como trabajo, siempre está diciendo que para él no hay oportunidad, cuando en lo que Dios le ha dado, él no se siente satisfecho.

C. El rebelde lleva su corazón a la codicia.
• El libro de proverbios dice en (1:16-19) que el camino del codicioso es quitar del medio al que envidia:
“Porque sus pies corren hacia el mal,
Y van presurosos a derramar sangre.
Porque en vano se tenderá la red
Ante los ojos de toda ave;
Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,
Y a sus almas tienden lazo.
Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
La cual quita la vida de sus poseedores”.
• En pocas palabras: La codicia mata al que la cultiva.

IV) LA AMBICIÓN
(1 Co. 10:10; Nm. 16:10b y 11)

A. El rebelde se rebela porque ambiciona.
• Coré y sus amigos, eran unos ambiciosos, como todo hombre codicioso no se conformaba con lo que tenía, sino que deseaba lo que tenía el otro, así se lo hace ver Moisés cuando le dice: “… ¿Procuráis también el sacerdocio? Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?”
• La ambición es raíz de toda rebeldía, el rebelde se opone a la autoridad porque la menosprecia y se siente superior a ella y entendiendo que ese lugar debe ser ocupado por él. Coré y sus secuaces creían que eran merecedores de la posición de su autoridad.

B. El rebelde procura obtener posición de prestigio.
• El no respeta la autoridad y por tanto desea en todo tiempo estar en su lugar. Son aquellos que tienen una supuesta percepción para decirle a la autoridad como debe hacer las cosas.
• Es a sus ojos un excelente crítico de sus superiores y siempre tiene en su mente una mejor manera de hacer las cosas. Por esto le declara Moisés a Coré: ¿Procuráis también el sacerdocio?

C. El rebelde no entiende que en su ambición, luchando contra la autori¬dad, lucha con Dios.
• El que ambiciona estar en el lugar de su autoridad, no lucha con sus superiores, sino que lucha contra Dios mismo, así lo hizo saber Moisés a Coré y a sus amigos: “Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová”.
• El apóstol Pablo declara esta misma idea en Romanos 13:2 cuando les dice a los creyentes de Roma: “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”.

V) LA DESOBEDIENCIA
(1 Co. 10:10; Nm. 16:12-13)

A. El rebelde no oye la voz de la autoridad.
• El orgullo es uno de los mayores pecados del rebelde y este orgullo lo lleva a desobedecer a la autoridad. El orgullo no le dejará confesar su pecado y por esta causa se verá impedido de tener la bendición de Dios.
• El rebelde hace caso omiso a la voz de su autoridad y a la voz de Dios trayendo para sí el juicio de Dios. Así lo vemos en este pasaje cuando dicen: “Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá” (v. 12).

B. El rebelde desobedece retando la autoridad.
• El rebelde desobedece y reta la autoridad cuando esta le reclama. Vemos como Datán y Abiram, hijos de Eliab; respondieron a Moisés diciendo: “No iremos allá”.
• Su actitud es tan simple como esta, ya no hay honor para el que le amonesta y ya no hay honra para el que le preside.

C. El rebelde siempre va a justificar su desobediencia.
• En esta porción vemos como el rebelde justifica siempre su desobediencia y altanería frente a la autoridad: “¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?” (v. 13).
• El rebelde siempre le echará la culpa de su fracaso y de su inconformidad a alguien y en la generalidad de los casos se la echará a la autoridad impuesta por Dios en su vida, siempre estará proyectando en otros su fracaso.

VI) LA CALUMNIA
(1 Co. 10:10; Nm. 16:14)

A. El arma del rebelde es la calumnia.
• El rebelde siempre acusara a su autoridad para con esto minimizarla y hacerla caer frente a su congregación. Este buscará la manera de hacer que la verdad sea mentira y que la mentira sea verdad.
• El texto nos enseña el pensamiento mal agradecido de Coré y la capacidad que tuvo de ensuciar el testimonio del hombre más manso que habitó en la tierra. “Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos”.

B. La calumnia lleva a dañar la imagen del verdadero líder.
• En pocas palabras dijeron: Mira Moisés, tú nunca has hecho nada por nosotros. Nosotros sin ti podemos subsistir perfectamente, ¿Qué es lo que tú te crees?
• Esto es tremendamente doloroso e indignante para un líder y siervo de Dios, no porque los siervos de Dios esperamos honra de hombres, sino porque es lamentable ver lo bajo que caen los rebeldes y el daño que hacen a sus almas.
C. El rebelde procurará llevar con sus mentiras a toda la congregación.
• Su propósito primordial es que la congregación se vaya en contra de la autoridad impuesta por Dios y siga los deseos ambiciosos de aquel que no ha hecho nada por la obra de Dios.
• Notamos como Coré utiliza evidencias falsas para confundir el corazón de la congregación y quiere poner en el corazón de Moisés algo dañino para su rebaño: “¿Sacarás los ojos de estos hombres?”


VII) LA DIVISIÓN
(1 Co. 10:10; Números 16:15-19)

A. El rebelde lo que desea es lograr que la congregación le siga.
• El rebelde siempre procurará dividir la congregación y ponerla a elegir entre ellos y su autoridad. Esto no es algo nuevo, desde los días en que Satanás cayó de la presencia de Dios y se convirtió en su peor enemigo, trajo consigo un gran número de ángeles que hoy forman las huestes malignas.
• Coré pretendía esto también, lo vemos cuando nos dice el texto (vv. 15-18): “Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal. Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón; y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario. Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón”.

B. El rebelde va planeando cada paso de la misma.
• Como vemos en el pasaje, el rebelde siempre está preparando el argumento que él cree que le dará la victoria. Siempre estará a la caza de los ingenuos de la congregación y muchas veces se irá adelante del líder.
• Como vemos en el (v. 19): “Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión”. Coré estaba con todo listo para dar el último saetazo a su autoridad.

C. El rebelde tratará de obtener el favor de todos buscando también el favor de Dios.
• El siervo de Dios debe siempre cuidar a toda costa a la congregación aún a aquellos que hayan sido parte de la rebeldía por engaño.
• En los textos citados a continuación vemos la misericordia de Moisés y Aarón para con su pueblo cuando dicen los (vv. 20-22) “Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?”

VIII) LA DEFENSA DE DIOS
(1 Co. 10:10; Nm. 16:23-36)

A. Dios pelea por nosotros.
• Cuando los rebeldes afloran a la congregación solo tenemos que acudir a Dios. Nehemías 4:20 declara: “Nuestro Dios peleará por nosotros”.
• Moisés estaba seguro que Dios pelearía por él y daría su merecido a esta banda de rebeldes. (vv. 31-33) “Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación”.

B. El verdadero líder no debe nunca defenderse para mostrar que es inocente frente a las acusaciones de los rebeldes.
• Se dice que:
• Los que creen en ti, no necesitan explicaciones.
• Los que no creen en ti, no te creerán aunque se lo expliques.
• El consejo de Dios está dado en el Salmo 34:7 cuando dice: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”.

C. Dios estará contigo adonde quiera que vayas.
• Así le dijo más luego Dios a Josué en Josué 1:9 - “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”.
• Ahora dijo a Moisés: “Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento” (v. 21).
• El siervo de Dios debe orar y esperar, así también lo aconseja Dios en Salmo 34:19 cuando dice: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová”.

IX) ADVERTENCIA POR PARTE DE DIOS
(1 Co. 10:10; Nm. 16:36-40)

A. Cuando Dios hace una cosa requiere que no lo olvidemos.
• Lamentablemente el hombre es un ser sumamente olvidadizo, pero Dios no quiere que seamos así, por esto cada vez que leemos la Palabra vemos que se nos exhorta a no olvidar algunas cosas que pudieran evitar nuevamente juicio en nuestras vidas.
• Aquí vemos que Dios llamó de inmediato a Moisés y le declaró que tomara todos los incensarios de los que habían pecado y que hiciera planchas para cubrir el altar y esto sería señal para los hijos de Israel, de no olvidar lo sucedido.

B. Dios quería que nunca más se usurpara la autoridad impuesta por él.
• El (vv. 39 y 40) nos enseñan este deseo de Dios cuando dice: “Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar, en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés”.
• El pueblo debía recordar siempre lo que Jehová había hablado y nunca más debía olvidar que él es el que pone y quita a sus siervos de donde él los ha puesto como dijo a Nabucodonosor en Daniel 4:31-32: “Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere.

X) EL RESENTIMIENTO
(1 Co. 10:10; Nm. 16:41)

A. La rebeldía persiste cuando no se saca de raíz.
• Muchas veces los siervos de Dios queremos ser más misericordiosos que Dios. Cuando Dios le dijo a Moisés que iba a exterminar a todos los que se rebelaron, ellos intercedieron y Dios no los exterminó. Sin embargo luego vemos como se manifestó en estas personas el resentimiento que provocó nuevamente otra rebelión.
• La parte del pueblo que seguía a Coré y a los suyos permanecía envenenado en su corazón por la duda que habían sembrado los rebeldes y ahora ellos acusaban a sus líderes del juicio que Dios había derramado sobre ellos. “El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová” (v. 41).

B. La rebeldía se hace manifiesta y ciega a los rebeldes.
• Los engañados y confundidos no podían entender que Dios era el que había mandado Juicio a los de Coré, por esto le echaban la culpa de lo ocurrido a Moisés y Aarón.
• Todavía ellos no entendían que Dios había vindicado a su autoridad y que les había confirmado en su lugar de servicio.

C. El rebelde no alcanza a comprender que su pecado es el que lo lleva al juicio.
• Ellos le echaban la culpa a Moisés y Aarón porque ellos habían hecho cumplir la Palabra de Dios, y no discutían ni acusaban a Dios, sino a los líderes.
• Esto es muy común en el pueblo de Dios, los líderes siempre serán los culpables de las desgracias y del juicio de Dios en la vida de los rebeldes.
• Es más, podemos decir que siempre habrá dentro del pueblo de Dios quienes se dediquen a estar del lado de los que son considerados el lado débil y tratarán de que estos sean tratados con más misericordia de la que Dios ha tenido con los rebeldes.

XI) EL JUICIO DE DIOS
¬(1 Co. 10:10; Nm. 16:42-47)

A. Dios no permite que su voz sea confundida.
• Dios no quería que ellos confundieran la proceden¬cia del juicio establecido por él hacia los rebeldes y de inmediato manifiesta su ira sobre los seguidores de Coré.
• Dios siempre dejará claro en el corazón de todos cuando él es el que hace juicio a los rebeldes.

B. Dios no perdona hasta que no haya arrepentimiento.
• Dios siempre ha sido misericordioso con aquel que se arrepiente de corazón, pero es implacable y fuego consumidor para con los que justifican su pecado.
• Dios les hizo reconocer su pecado (vv. 45, 46) y les llevó a rogar a Moisés y a Aarón a interceder por ellos porque Dios mostraba ahora claramente que el juicio siempre proviene de él.

C. El juicio de Jehová termina cuando él lo decide.
• Vemos que Dios detiene su juicio sólo cuando procedemos a expiar nuestro pecado. El arrepentimiento es la base del perdón de Dios.
• Un ejemplo bien patético que encontramos en las Escrituras es el de la Parábola del hijo pródigo, Dios lo mantuvo en su juicio hasta que vino a su padre y dijo en Lucas 15:18-21 “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo”.
• Para que el Padre fuese movido a misericordia el hijo tuvo que:
o Pedir perdón.
o Arrepentirse de corazón.
o Dolerse por su pecado.
o Aceptar el más severo de los juicios de Dios por causa de su pecado.
XII) LA MISERICORDIA DE DIOS
(1 Co. 10:10; Nm. 16:48-50)

A. La misericordia de Dios se hace manifiesta.
• La misericordia de Dios se hace manifiesta cuando se hace su voluntad y él ve que tenemos corazones sinceros para seguir sus demandas de lo contrario seremos consumidos.
• En el final de este pasaje vemos lo que hace Dios cuando nos quebrantamos: “Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad”.

B. La misericordia de Dios trae paz.
• La misericordia de Dios consiste en no darnos lo que merecemos, pero parte de su misericordia es ejercer su disciplina en nosotros para que no seamos consumidos, no tratemos de evitar la disciplina de Dios cuando caemos en pecado.
• Cuando la disciplina y el juicio de Dios son recibidos en humildad y arrepentimiento, se manifiesta la misericordia de Dios y esta trae paz al corazón del pecador.
• Hebreos 12:11 nos muestra esta verdad cuando dice: “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”.

C. La misericordia de Dios trae agradecimiento.
• Moisés y Aarón fueron confirmados por Dios en su lugar de servicio. Vemos que el texto concluye diciendo: “Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado”.
• Este pasaje nos lleva a dar gracias a Dios por lo que él hace y nos recuerda las palabras del Salmista que dice “Estad quietos y sabed que yo soy Dios”.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Mis hermanos, citemos las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 10:11-12 cuando dice: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”.
De aquí desprendemos algunas aplicaciones prácticas que nunca debemos olvidar:
• Dios trae juicio a los rebeldes por su rebelión y no perdona a los que persisten en su pecado, más muestra misericordia frente a los que ante él y los suyos se humillan.
• Dios nunca permitirá que sus siervos sean calumniados y vejados sin que él enfrente a sus agresores así lo expresa en estos dos textos: “Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra”. Salmo 20:6
“Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido”. Salmo 28:8
• No esperemos el juicio de Dios ante un pecado cometido, procedamos al arrepentimiento y Dios tendrá misericordia de nosotros.
Para terminar, leamos el Salmo 19:9-13 y evitemos ser parte de una rebelión. Este dice: “El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón. ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión”.

Bosquejo No. 20

EL PECADO DE IDOLATRÍA
(1 Co. 10:14-22)

En esta porción de la Escritura el apóstol Pablo nos habla nuevamente del tema de la idolatría para puntualizar y dar una exhortación conclusiva acerca de las prácticas que sostenían los corintios en su vida cristiana y aún más, dentro de la iglesia.
De inmediato Pablo destaca un detalle más sobre el tema de la idolatría, lo presenta contrastándolo con la mesa del Señor, haciendo ver la solemnidad y santi¬dad de los elementos allí compartidos como son el pan y la copa que compartimos, recordando la obra de Cristo en la cruz y haciendo ver lo tocante a la mesa de los demonios.
El hombre siempre ha estado tentado a sustituir a Dios por los ídolos, a cambiar su gloria por imagen de hombres de cuadrúpedos y reptiles. En su pecado, Dios los entregó a la inmundicia en la concupiscencia de sus corazones y sabemos que esto está arraigado en todos.
Esto nos lleva a recordar las primeras palabras que encontramos en la epístola escrita por el mismo apóstol a la iglesia de Roma en (1:18-32), donde nos enseña que por el hecho del hombre no tener en cuenta a Dios cayó en la más profunda de las idolatrías.
El apóstol Pablo conoce de lo que es capaz la naturaleza del hombre, y de manera explícita quiere hacernos saber que necesitamos tener conciencia de nuestra tendencia natural. De esta misma manera tenemos que cuidarnos de no estar compartiendo con la mesa del señor y al mismo tiempo con la mesa de los demonios.
Por esto, inicia la sección diciendo: “Huid de la idolatría”.
Veamos esta sección bajo el bosquejo que sigue a continuación.
I) El mandato de Pablo.
II) El análisis de Pablo.
III) El consejo de Pablo.

I) EL MANDATO DE PABLO
(1 Co. 10:14-l5)

A. Huyendo de la idolatría.
1. El apóstol Pablo conociendo el peligro de la idolatría y la manera en que este pecado envuelve el corazón del hombre llama a los corintios, que de hecho venían de este trasfondo religioso, a huir más que a acercarse a los ídolos o a cualquier actividad que tuviese relacionada con los mismos.
2. Como citamos en la introducción trayendo a memoria lo declarado por el mismo Pablo en Romanos 1:18-32, los hombres que pretendieron ser sabios, se hicieron necios y no teniendo en cuenta lo que a Dios le correspondía cayeron en la más burda de las idolatrías.
3. Por esto declara Pablo aquí: “Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo”. Esta declaración la hace el apóstol apelando a la sensatez propia de un ser pensante y bajo el dominio del Espíritu de Dios a aquellos creyentes que precisamente sufrían en su sabiduría de enaltecerse ante el poder de Divino.

B. Poniendo ojo a la firmeza.
1. Muchos de los corintios confiaban en su propia firmeza para excusar su participación en la mesa de los demonios o de las comidas sacrifi¬cada a los ídolos.
2. Por esta causa desde el (v. 12) de este mismo capítulo, Pablo les advierte: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”. Teniendo como objetivo advertir a los creyentes de sus debilidades frente al poder de la idolatría.
3. El hecho fundamental es que Pablo no quería que estos hermanos confiaran en sus propias fuerzas, sino que confiaran en el poder divino, que a fin y al cabo era el poder en el cual todos debemos confiar para salir victoriosos en el día malo.

C. Juzgando personalmente.
1. Ahora Pablo nos presenta argumentos precisos para que cada uno deje de jugar con fuego y juzgue con su sentido común sobre aquel planteamiento que él ha de hacer.
2. Pablo declara: “Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo”. Planteando argumentos lógicos para que con sensatez los corintios tomen decisiones sabias y objetivas sobre el tema del cual se les advierte el peligro.
3. Este juicio lo ha de hacer cada creyente de forma personal y bajo su responsabilidad, entendiendo y sabiendo que el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar y buscará la manera de desviar la mirada del creyente de la persona de Cristo para volverse a operaciones demoníacas.


II) EL ANÁLISIS DE PABLO
(1 Co. 10:16-17)

A. La copa de bendición y la sangre de Cristo.
1. Este es el primer elemento que usa Pablo en su exposición para llevarnos a hacer un análisis con sensatez y al mismo tiempo hacernos dar cuenta de que no hay compatibili¬dad entre la comunión divina y la comunión satánica.
2. El texto declara en su primera parte: “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?” El mencionar la copa de bendición nos lleva a pensar de inmediato en la comunión que desde tiempos remotos compartían los creyentes en la celebración de la pascua en el Antiguo Testamento y en la celebración de la cena del Señor en el Nuevo Testamento como declaró Jesús en (Mt. 26:27).
3. Esta copa que compartimos es sin lugar a dudas un medio de bendición para aquellos que participan de ella, por el hecho de que representa la sangre derramada del cordero sin mancha y sin contaminación, la cual se toma en koinonia con los que participan en ella. Esta copa es la expresión simbólica de todo cuanto el Señor realizó por nosotros cuando se dio así mismo en sacrificio de expiación en la cruz del Calvario.

B. El pan que partimos y el cuerpo de Cristo.
1. Aquí Pablo hace una segunda pregunta en su deseo de que los corintios hiciesen un análisis correcto ante la liviandad de participar de cosas sacrificadas a los ídolos, ahora dice: “El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” Este es el otro elemento que complementa el acto de comunión del creyente, y Pablo lo llama el pan que partimos.
2. El Señor mismo hizo una analogía clara y precisa en (Jn. 6:53-58) con respecto al simbolismo que representan los elementos usados aquí por el apóstol Pablo en ambos casos, los cuales son símbolos de su sangre derramada y su cuerpo entregado por nosotros.
3. Con este análisis se deja claro que en la representación de estos elementos es que radica la seguridad del creyente en poseer la vida eterna y la seguridad de su resurrección, este pan que partimos es un símbolo sin discusión del cuerpo de Cristo.

B. La representatividad de ambos elementos.
1. Aquí podemos concluir que si estos elementos representan en ambos casos la sangre y el cuerpo de Cristo; es inconcebible que algún creyente pretenda hacer una mezcla de estos elementos trayendo en el momento en que tomamos la cena del Señor cosas sacrificadas en una mesa de ídolos.
2. La comunión a través de los elementos de pan y del fruto de la vid es un memorial que trae a nuestra mente la experiencia de haber tomado por la fe la obra de Cristo en la cruz del Calvario y debe ser celebrada de forma digna como más tarde declarará en el capítulo 11.
3. Está claro entonces que traer a la mesa de comunión elementos que han sido utilizados en actos paganos se convierte en un acto de profanación del memorial que hacemos en nombre de Cristo a través de los elementos que aquí llama Pablo “copa de bendición” y “pan que partimos”.

III) EL CONSEJO DE PABLO
(1 Co. 10:18-22)

A. Una mirada a Israel.
1. Ahora Pablo declara en el (v. 18): “Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?” El objetivo aquí es, traer la figura de los sacerdotes antiguo-testamentarios para aplicarla a la legitimidad de que el que sirve viva de su servicio.
2. Aquí Pablo les recuerda a los corintios que los que comían de los sacrificios eran participantes del altar, por lo que tenían que entender que la participación de los sacerdotes y los que ofren¬daban en el mismo sacrificio tenían comunión, enfatizando el estrecho enlace entre la víctima y los adora¬dores.
3. La falta de convicción propia para desechar y huir de aquellas comidas que eran sacrificadas por otros a los ídolos estaba llevando a los corintios a participar de la comunión del pan y de la copa al tiempo que comían de cosas que otros sacrificaban a ídolos.

B. Un deseo expresado.
1. En los (vv. 19-20) Pablo dice: “¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios”. En (8:4) ya Pablo había dado esta declaración, pero ahora vuelve a hacerlo para manifestar la incompatibilidad de los sacrificios idolátricos con la comunión entre los creyentes.
2. Pablo quiere hacer saber aquí la influencia de los demonios en los lugares donde se idolatra y en los elementos usados para la idolatría, sean imágenes o sean comidas para el sacrificio. Los demonios actúan con libertad en este ambiente como vemos en (2 Co. 4:4; Ef. 2:2; Lc. 4:6; 1 Jn. 5:19).
3. Por lo tanto es inconcebible que un creyente esté involucrado en este ambiente por tan solo tener la oportunidad de adquirir comida a bajo precio. Todos debemos saber que los demonios tienen gran operación en estos actos idolátricos llevando a los que están bajo su in-fluencia a cometer hechos pecaminosos, ejemplo citado en (1 Co. 10:7).

C. Una prohibición clara.
1. El apóstol Pablo es claro y enfático diciendo: “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios”. No hay duda de que estos versos nos hablan de la necesidad del cristiano de separarse de todo aquello que haya sido usado en actos de idolatría o haya estado bajo la influencia de los demonios.
2. Ya hemos visto entonces que todo aquello que ha sido dedicado a los demonios en actos idolátricos en algún templo pagano es identificación de lo que Pablo llama aquí “copa de los demonios”, por tanto participar de tal copa significa tener comunión con el ídolo y con los demonios que operan en este acto.
3. De igual manera la comida sacrificada a los demonios se hallaba bajo la influencia del ídolo haciéndose sentir el poder de los demonios sobre ella. Por esto dice Pablo: “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; No podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuerte que él?”

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Concluimos pues que todo creyente debe separarse de todo aquello que conozcamos que haya tenido contacto con los ídolos o con los demonios, porque a Dios no le agrada que estemos ni siquiera cerca de esta influencia, así lo declarará después en su segunda epístola cuando dice en 2 Corintios 6:14-18 exigiéndonos esta actitud:
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos,
Y seré su Dios,
Y ellos serán mi pueblo.
Por lo cual,
Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor,
Y no toquéis lo inmundo;
Y yo os recibiré,
Y seré para vosotros por Padre,
Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”.

Bosquejo No. 21

HACIENDO TODO PARA LA GLORIA DEL SEÑOR
(1 Co. 10:23-11:1)

Esta sección se inicia con la repetición de la cita todas las cosas son licitas, pero no todas convienen; todas las cosas son licitas, pero no todas edifican, y en esta se vuelve a plantear el problema de la libertad cristiana, y mayormente relacionada con el hermano fuerte frente al débil.
Aquí aparecen múltiples exhortaciones muy parecidas a las que se encuentran en el capítulo 8. Ahora bien, el tema que a continuación tratamos, concerniente a la mezcla de elementos de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios es algo que según el apóstol tiene que ser abolido de forma definitiva.
Este tema como hemos declarado, tiene que estar debidamente tratado, más cuando se entiende que para corregir situaciones como estas donde entra en juego la naturaleza débil del creyente inmaduro, se ha de entender entonces que la regla de corrección tiene que estar impregnada con el amor de Dios y la mansedumbre del creyente espiritual que ha de amonestar (Gá. 6:1).
En esta sección también el apóstol cita dos veces Salmo 24:1 “…del Señor es la tierra y su plenitud”, lo hace con el propósito de afirmar la libertad que tiene el creyente de comer cualquier tipo de alimentos que Dios le haya provisto en esta tierra, los cuales deben tomarse en acción de gracias y en agradecimiento al creador y proveedor del creyente.
Lo que hace posible comer todo lo que se vende en las carnicerías sin necesidad de averiguar nada, aunque si se establece aquí las limitaciones de la liber¬tad, la cual Pablo hace con la exhortación: “Ninguno busque su propio bien, sino el de su prójimo”...
Para terminar la serie de exhortaciones e iniciar un nuevo tema, que se iniciará después de esta sección, Pablo dará una declaración tremendamente aleccionadora y motivadora: “Sed imitadores de mi, así como yo de Cristo”.

Veamos esta sección bajo el siguiente bosquejo de estudio:
I) La libertad y lo conveniente.
II) Un ejemplo para ilustrar la libertad.
III) Principios sobre la libertad.

I) LA LIBERTAD Y LO CONVENIENTE
(1 Co. 10:23-24)

A. El principio de la libertad.
1. Aunque el apóstol Pablo dice aquí: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”. Ahora ha de concluir con el tema de la libertad y antes advierte de manera conclusiva sobre el peligro de caer en lo ilícito o lo inconveniente para nuestra vida de santidad.
2. Aquí debemos destacar lo que dijo el Señor Jesucristo en (Juan 8:31, 32) cuando declaró el principio de la libertad cristiana: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
3. Notamos en esta afirmación de Jesús cuan claro expresa él los requisitos para encontrar la libertad cristiana, y ciertamente que el Señor establece condicionantes para ello, las cuales limitan al hombre de caer en el libertinaje. Esta condicionante está dada de la forma que sigue: “Si permaneciereis en mi palabra seréis verdaderamente mis discípulos; Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

B. Lo lícito y el cristiano.
1. Generalmente encontramos creyentes que toman la libertad como una salida para satisfacer sus deseos carnales, sin importarle cuanto pueda esto afectarle a su testimonio cristiano y aún más a su propia vida espiritual.
2. Es importante entender que a través del conocimiento de la verdad (la Palabra de Dios), cada uno pueda conocer aquellos principios que nos liberan de ataduras humanas que Dios no ha querido que nos las impongamos, pero de ninguna manera esta libertad ha sido dada para hacer cosas que no convienen al pueblo de Dios o que de ninguna manera no edifique a nadie o dañe nuestro testimonio.
3. Es maravilloso conocer estas cosas luego de que nos convertimos al Señor, pero este conocimiento no nos da la libertad para hacer lo que queramos porque nos es lícito hacerlo, sino cuando esto sea conveniente y edificante.

C. Lo que conviene y lo que edifica.
1. Así inicia el apóstol Pablo esta sección, con las mismas expresiones que usó en (6:12) cuando dijo: “Todas las cosas me son licitas, mas no todas convie¬nen; todas las cosas me son licitas, más yo no me dejare dominar de ninguna”.
2. Estas expresiones fueron usadas en el mismo contexto en que ahora Pablo las usa, para llamar al pueblo cristiano a glorificar a su Dios, y dentro del mismo tema de la conciencia.
3. Muchas son las veces en que se nos llama a hacer todo para edificación del cuerpo de Cristo, como vemos en:
(Ro. 14:19; 15:2)
(1 Co.14:3; 14:12; 14:26)
(2 Co.10:8; 12:19; 13:10)
(Ef. 4:12; 4:29)
(1 Ti. 1:4).
4. Todo cristiano tiene que asegurarse que todo lo que hace sea únicamente para edificación como dice Pablo en (10:24) “Ninguno busque su propio bien, sino el del otro”. Lo que corrobora Pablo en (Ro. 15:1-2): “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. 2Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación”.

II) UN EJEMPLO PARA ILUSTRAR LA LIBERTAD
(1 Co. 10:25-30)

A. La libertad expresada.
1. El apóstol Pablo utiliza en este verso un ejemplo práctico para que se entienda la libertad cristiana dentro del contexto corintio: “De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud”. Haciendo entender que el creyente tiene la libertad de participar de lo que es lícito, y de lo cual no tenga duda.
2. Es claro que en su libertad el creyente puede comer de todo lo que encuentre en venta sin la necesidad de estar investigando o escudriñando sobre lo que se halla hecho con los alimentos, porque aún hayan hecho algo previo con ellos, es cosa que no nos afecta ni espiritualmente, ni físicamente.
3. La libertad que tenemos en Cristo, nos hace libres para disfrutar de todo lo que haya en esta tierra, es por esto que Pablo declara: “…porque del Señor es la tierra y su plenitud”. Y lo que pertenece al Señor, nos pertenece y estamos en la libertad de hacer uso de ello.

B. Un ejemplo práctico que nos ayuda.
1. Pablo plantea una posibilidad con la cual podemos mantener nuestra libertad, al tiempo que con nuestra actitud madura somos de edificación para los de débil conciencia, principalmente los incrédulos.
2. El apóstol Pablo dice ahora en los (vv. 27-28) “Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud”.
3. Al final del texto el apóstol Pablo vuelve y cita el Salmo 24:1 para dar a entender que es real que todo lo que Dios creó es bueno y nada ha de desecharse si se toma con acción de gracias, (1 Ti. 4:4, 5).
4. Pablo recomienda que, por causa del que declara que algo es inmundo o sacrificado a los ídolos, debemos abstenernos de comer tal comida. Ilustrando con este gran ejemplo la verdadera libertad cristiana, que pudiendo participar de esta comida no lo hace por no ser tropiezo al débil de conciencia.

C. Una abstención conveniente.
1. Dejamos claro entonces que, el hermano libre no tiene obligación de averiguar nada con respecto a la comida que le sirvan a la mesa cuando acepta la invitación de un incrédulo, pues puede comer de todo lo que le ponen por delante, reconociendo en las viandas las buenas provisiones de su Padre Dios.
2. Ahora bien, si el anfitrión o un convidado, advierte que la carne ha sido sacrificada ritualmente a los ídolos, el creyente ha de dejarla porque debemos proteger en este caso, no tu conciencia, sino la del incrédulo. Por esto dicen los (vv. 29-30): “La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?”
3. Esta abstención recomendada por Pablo debe ser atendida ya que si el creyente come, caerá en el juicio del incrédulo que dirá: ¡Oh, mira a este cristiano, dice que adora a Dios y al mismo tiempo está comiendo de aquellos que ha sido sacrificado a otro dios! Queda establecido que por la conciencia del otro debemos de abstenernos de esta comida.
4. Aunque Pablo termina defendiendo la conciencia del creyente cuando dice: “Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias?” Entendiendo también el principio de que el espiritual, aún lo que haga, si está dentro de su libertad, no debe ser juzgado de nadie, como también se expresó en (2:15).

III) PRINCIPIOS SOBRE LA LIBERTAD
(1 Co. 10:31-11:1)

A. Lo más importante es la gloria de Dios.
1. En esta última parte, el apóstol Pablo declara en el (v. 31): “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. Los creyentes inmaduros tratan de justificar sus acciones pecaminosas con una supuesta libertad cristiana, pero la real es que están más atados que el más esclavo de los pecadores.
2. Cuando un creyente, jactándose de su libertad, participa de algo de reputación dudosa y no puede dejar de hacerlo aunque sepa que esto es de tropiezo, revela una actitud de suma inmadurez y falta de conciencia en buscar lo que a Dios le agrada.
3. Es una realidad que la Palabra nos dice que uno puede comer de todo lo que Dios ha provisto (1 Ti. 6:17) pero este gusto personal ha de subordinarse a lo que conviene a la gloria de Dios. Recordemos también (Col. 3:17) cuando dice: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.

B. No podemos ser tropiezo a nadie.
1. Es evidente que los creyentes de Corinto trataban con toda clase de personas, según el pasaje, el apóstol Pablo les cita, los judíos, los gentiles y por supuesto, la Iglesia de Dios.
2. Es de entender ahora la preocupación del apóstol Pablo cuando llama a los creyentes de Corinto a evitar ser tropiezo a todos los grupos, con los cuales ellos se relacionaban diciendo en el (v. 32): “No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios…”
3. Cuando un creyente tiene claro el actuar en amor, esta acción le llevará a vivir plenamente su libertad en Cristo, y cuando permita que su amor vaya por encima de su conocimiento y actúe en pos de ese amor para con los demás, nunca será tropiezo de nadie. Y esto es verdadera libertad como declara el (v. 33): “…como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos”.

C. Debemos imitar el ejemplo de creyentes maduros.
1. Sería una tremenda bendición que al final de nuestros días podamos decir como dice el apóstol Pablo en su conclusión del tema de la libertad cristiana: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”.
2. El buen ejemplo estriba en que no miremos por lo de nosotros mismos, sino por lo de los demás, que tengamos en cuenta a todos antes de satisfacer los antojos de nuestra concupiscencia y que con esto agrademos a Dios siendo benignos con los demás.
3. Este es el principio fundamental de la grandeza de la libertad cristiana correctamente aplicado, Pablo lo expresa así en (Ro. 15:2, 3) diciendo: “Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí”.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
• Seamos pues imitadores de Pablo, como estamos seguros que lo fue él de Cristo.
• Pongamos nuestra meta en glorificarle sólo a Dios y tratemos por todos los medios de usar correctamente nuestra libertad, en el conocimiento de su Palabra y para la Gloria de Dios.
• No busquemos nuestro propio beneficio en nada de lo que hagamos, sino tengamos en cuenta, por amor, a los demás a los cuales somos y debemos ser ejemplo.
• Dios nos bendiga en este propósito y seamos verdaderamente libres.


Bosquejo No. 22

ORDEN Y SEÑAL DE AUTORIDAD
(1 Co. 11:2-16)
En esta ocasión entramos de lleno en el capítulo 11, y es donde el apóstol Pablo, después de haber dado directrices precisas para corregir los tantos problemas carnales de los hermanos de Corinto, ahora establecerá el orden de autoridad que debe estar claro y patente en la mente de la familia de Dios.
Ahora veremos como Pablo terminando con los excesos carnales de la Iglesia en Corinto, llevará a los creyentes a entender cuál debe ser su comportamiento alrededor de los medios de gracia, el congregarnos, el orar, el participar del memorial de la obra de Cristo realizada en la Cruz del Calvario, en la aplicación de los dones espirituales y otros más que se analizarán de forma detallada.
En esta sección el apóstol Pablo también se ocupará de corregir malas costumbres ya existentes en esta congregación, las cuales daban mucho de qué hablar de la Iglesia de Cristo, la cual había sido puesta en este mundo para dar un testimonio que glorificase el nombre de Dios y no por el contrario, que deshonrase su causa y su propósito.
Estas correcciones hechas por el apóstol Pablo en la sección que ahora entramos y que va hasta el capítulo 14, es una sección que debe tratarse con el más alto respeto y no por el contrario menospreciar sus enseñanzas que llevan como objetivo la búsqueda de un testimonio firme y respetuoso de la iglesia de Cristo de todos los tiempos en la tierra donde ha de ser luz a los que están en tinieblas.
Ciertas pautas planteadas dentro de esta porción de la Palabra deben ser tratadas con toda la seriedad que demanda el texto bíblico, sin por el contrario convertirlas en demandas legalistas para la iglesia de hoy cuando sabemos que algunas de ellas tienen que ver con ciertas costumbres de los días de Pablo.
Esto no quiere decir que los principios establecidos en cada verso dejen de ser aplicados de manera seria y honesta, de forma tal que la iglesia de Cristo de testimonio de su transformación espiritual y de su regeneración milagrosa producto de la obra del Espíritu Santo en nosotros.
Analicemos todo esto bajo el siguiente bosquejo de estudio:
I) Principios jerárquicos.
II) Principios éticos.
III) Principios sobre la autoridad.
I) PRINCIPIOS JERÁRQUICOS
(1 Co. 11:2, 3)

A. La alabanza de Pablo ante la obediencia de los corintios.
1. Antes de que el apóstol Pablo iniciara un tema tan escabroso como es el tema de la autoridad y de la jerarquía, hace una introducción caracterizada por la sabiduría y tacto que había recibido del Señor. “Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué”.
2. Pablo no deja pasar las posibles ocasiones para alabar a los creyentes de esta iglesia cuando entendía que habían hecho algo correcto, esto no era demagogia, sino sabiduría de Dios en el área de la corrección, amonestación + motivación.
3. Pablo reconoce delante de todos que aunque tuvo que reprenderlos por muchas cosas, también ellos en cuanto a lo general habían sido obedientes, a las instrucciones dadas a ello. Aunque Pablo sabía que muchos tendían a interpretar sus instrucciones a su manera, como veremos en los próximos versículos.

B. La jerarquía establecida.
1. Al parecer por esta respuesta, algunos de los corin¬tios, tenían un concepto errado en cuanto a los grados de autoridad imperantes en la iglesia, por lo que Pablo antes que nada establece: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.
2. El apóstol sabe la manera en que el hombre en el mundo trata de huir de la autoridad, cómo tiende a la anarquía y al desorden. Los corintios no estaban exentos de esta tendencia y por esto aún cuando los alaba por haber retenido sus instrucciones, ahora les aclara el principio jerárquico establecido por Dios.
3. Por la forma en que Pablo hace esta declaración es evidente que en esta iglesia también había prácticas que entraban en conflicto con lo que ya Dios había establecido en su Palabra.

C. Un orden de autoridad indiscutible.
1. Cuando el apóstol Pablo hace la declaración contenida en el (v. 3) la cual retomamos cuando dice: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”. Deja establecido un orden que no puede ser quebrantado ni discutido.
2. Está claro que Dios no ha de poner en una mesa de discusión los principios de su gobierno Teocrático establecido por él en su condición de Dios. Aún cuando los hombres queremos andar en los límites de su leyes y tratamos de ver donde podemos violar lo establecido por él, Dios ha de estar ahí para demostrarnos que esto no va a cambiar, ni se va a negociar.
3. Si extrapolamos el pasaje en cuestión al sistema de sujeción en que Dios desea que el hombre sea gobernado, tenemos que decir que:
• La mujer tiene que estar bajo sujeción del hombre (Ef. 5:22; Col. 3:18; 1 P. 3:1).
• Que el hombre tiene que estar bajo la sujeción de Cristo (1 Co. 6:19).
• Que Cristo tiene y ha estado bajo la sujeción de Dios el Padre (Juan 5:30).
Es por esto que, bajo este orden establecido Pablo aclara una serie de principios que deben estar vigentes en el comportamiento de los creyentes en la iglesia y que veremos a continuación.

II) PRINCIPIOS ÉTICOS
(1 Co. 11:4, 5)

A. La apariencia del varón como autoridad.
1. Por causa de lo establecido en el orden de autoridad, el varón debe llevar la cabeza descubierta, como se establece en los (vv. 4 y 7) donde se nos dan las razones para ello cuando dice (v. 7): “Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón”.
2. Al parecer, esta respuesta de Pablo refleja algunas prácticas que habían surgido sin lugar a duda en la iglesia de Corinto producto de la sabiduría carnal que caracterizaba a muchos. Afrentando su cabeza. (v. 4) Por esto Pablo recuerda (Gn. 1:26) donde él declara y establece el orden de autoridad que ha de regir a la creación. En (1 P. 3:3-6) encontramos el ejemplo de Sara al respecto.
3. Por lo tanto queda establecido que ningún hombre puede permanecer con la cabeza cubierta mientras permanece dentro del templo donde se alaba a Dios, se ora o se predica la Palabra, porque esto desnaturaliza la imagen del orden de autoridad por Dios establecido.

B. La apariencia de la mujer.
1. Por otro lado Pablo considera el atavío de las mujeres en el momento en que ora o profetiza. En los (vv. 5-10) Pablo se refiere a la imagen que proyectaban las Hetairas, mujeres de vida libre que andaban en las calles de Corinto sin el velo propio de las costumbres de aquellos días y las esclavas que eran rapadas como signo de su estatus ignominioso.
2. La mujer cristiana tenía que entender que por su condición propia de mujer no podía llevar la cabeza descubierta, a la par de que ella sabía que Dios establecía un orden de autoridad que era manifiesto a través del velo o de su cabello el cual se le dio en lugar de velo (v. 15).
3. Bajo estas consideraciones es preciso establecer que, toda mujer por causa del orden de autoridad no debe:
• Afrentar su cabeza, (vv. 5, 6)
• Emanciparse sobre su autoridad, (vv. 7-10).
• Ser tropiezo a los ángeles, (v. 10), (He. 1:13, 14)
Por tanto la mujer debe permanecer en el templo con la cabeza cubierta, sea con su cabello, (más largo que el del hombre) o con un velo como el de los días de Pablo puesto sobre su cabeza.

C. El ministerio en la iglesia.
1. Pablo habla en estos versículos de la oración y de la profecía, entendiéndose como profecía él, predicar en público o comunicar alguna enseñanza inspirada en general.
2. Algunos notan aquí cierta contradicción con respecto a (1 Corintios 14:34-37) y con (1 Timoteo 2:11-15) la cual se aclara cuando entendemos que la oración y el ministerio de profetiza de la mujer se ejerce cuando ella está ministrando a mujeres, pues en estos pasajes se les prohíbe ministrar a los hombres.
3. Estos dos ministerios son llevados por hombres cuando hay hombres y mujeres presentes, pero pueden ser bien llevados por mujeres cuando no haya hombres presentes.

III) PRINCIPIOS SOBRE LA AUTORIDAD
(1 Co. 11:6-15)

A. Consideraciones basadas sobre la narración de la creación.
1. Una vez establecido lo más importante, (la jerarquía que Dios ha establecido) Pablo razona como hemos visto, sobre los malos efectos que surgirían de lo que podría considerarse como una falta de decoro y modestia en la mujer sin velo, dadas las costumbres y modas de Corinto.
2. Los (vv. 7-12) sacan consecuencias de la narración de la creación, con referencia especial a Génesis 2. Es evidente que (Gn. 1:26, 27) resume el propósito de la creación y realización con referencia a ambos sexos, pero el capitulo 2 detalla el orden de su creación.
3. Allí se establece que el hombre fue creado primero, y luego al ver Dios su soledad, entonces tomó su costilla y formó a la mujer, la cual sería compañera y ayuda idónea para él. Los (vv. 8, 9) dicen: “Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”. Los (vv. 10-12) aclaran que esto es sólo en cuanto al orden de autoridad y no en cuanto a que uno sea mejor creación que el otro.

B. Consideraciones basadas sobre la autoridad y los ángeles.
1. En innumerables ocasiones la Biblia habla de la manera en que la mujer debe permanecer bajo autoridad y en esta ocasión nos declara que debe hacerlo por causa de los ángeles. El (v. 10) declara: “Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles”.
2. Esta declaración nos lleva a hacernos una pregunta, ¿Quiénes serán los ángeles a quienes Pablo se refiere? Podemos solo decir que la mayoría de los expositores sanos recuerdan la intervención de los ángeles en los momentos cumbres de la redención, describiéndose como espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación. (He. 1:14 y 12:1).
3. Por otro lado se puede interpretar que “ángeles” aquí es sinónimo de “mensajeros”, lo que puede estar indicando a los muchos mensajeros de otros lugares visitaran las iglesias sin avisar, los cuales se lla¬maban “mensajeros de las iglesias” denominados así en (2 Co. 8:23), ya que en el contexto no se hace referencia a seres celestiales.

C. Consideraciones sobre lo que es honroso y lo que es deshonroso.
1. En los (vv. 14, 15) Pablo nos dice para pun¬tualizar que: “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios”.
2. Los nazareos, según vemos en (Nm. 6:5) debían dejarse crecer el cabello como señal de su voto, porque lo normal era que el hombre tuviese el pelo corto por causa de su posición de autoridad. De hecho dice que la misma naturaleza lo enseña.
3. Un ejemplo de rebeldía fue Absalón (2 S. 14:25, 26) el cual tenía el cabello largo como símbolo de atractivo humano y no de honra, el cual Dios permitió que muriera por causa de su cabello (2 S. 18:9, 10)

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Para concluir podemos sacar algunas aplicaciones prácticas del pasaje en cuestión.
1. Que Dios ha establecido un orden jerárquico dentro de la sociedad, pero principalmente dentro de la Iglesia donde se debe entender que Dios es cabeza de Cristo, Cristo cabeza del varón y el varón cabeza de la mujer y esto no debe quebrantarse.
2. Queda establecido que el hombre creyente debe mantener su cabello corto y la mujer más largo que el del hombre como señal de estar bajo autoridad.
3. Que no debemos contender con las enseñanzas dadas en la Palabra de Dios, como concluye Pablo diciendo: “…si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios”.

Bosquejo No. 23

EL PARTIMIENTO DEL PAN
MEMORIAL DE UN NUEVO PACTO
(1 Co. 11:17-34)

Muchas veces hemos hablado de las dos únicas ordenanzas ceremoniales que la Biblia da a los creyentes, entre las cuales hayamos el bautismo y el partimiento del pan o lo que comúnmente llamamos la cena del Señor, pero en pocas ocasiones se hace énfasis en la importancia de observar este mandato de nuestro Señor.
En esta oportunidad haremos un estudio consciente de esta ordenanza y analizaremos lo que esta significa para los creyentes y para Dios.
La razón de este estudio es por el hecho de que muchos de nosotros participamos en memorial tras memorial sin que alcancemos a comprender la importancia de su significado y la reverencia con que debemos participar del mismo.
De igual manera caemos también en la celebración rutinaria y sin sentido de este memorial creyendo que esta actitud viene por lo seguido que lo hacemos y no por la inconsciencia con que participamos en él, por lo que muchas iglesias esparcen el tiempo de tomarla para que no se caiga en la rutina, acción esta que no va acorde con lo que enseña la Palabra de Dios al respecto.
Si leemos (Hch. 2:42 y 46) veremos que los creyentes de la iglesia primitiva perseveraban cada día en congregarse para aprender de la palabra, partir el pan y orar al Dios que habían conocido, y no ha habido una iglesia más bendecida que la iglesia de Jerusalén.
Hemos leído que lo que celebramos en el partimiento del pan es un memorial del pacto hecho entre Dios y el hombre, a través de la sangre de su Hijo Jesucristo derramada en la cruz del Calvario y su cuerpo entregado por nuestros pecados.
Pero, ¿Qué significa esto y por qué lo celebramos en la manera en que lo hacemos?
La clave está en la palabra pacto, por tanto analicemos esta sección bajo el siguiente bosquejo de estudio.

I) La definición y tipos de pactos bíblicos.
II) La promesa del pacto mesiánico.
III) Las enseñanzas y objetivos del nuevo pacto.
I) LA DEFINICIÓN Y TIPOS DE PACTOS BÍBLICOS
(1 Co. 11:25)

A. La definición.
1. Un Pacto: es un acuerdo mutuo entre dos o más socios que los vincula y obliga a una reciprocidad de beneficios y obligaciones.
2. Un Pacto Bíblico: Es pues un convenio que expresa la relación especial de Dios con su pueblo y resume la forma y la estructura de la relación Hombre-Dios en ambos testamentos.
3. La palabra Pacto se define:
• En el Antiguo Testamento, por la palabra Berit, y ocurre 285 veces.
• En el Nuevo Testamento, por la palabra Diatheke, y ocurre 33 veces.

B. Los diferentes pactos.
1. Pacto con Adán (Gn. 1:28-30 y 2:9 y 16).
Aunque no esté del todo definido, es innegable que el primer pacto de Dios con el hombre, ocurrió en el Edén y las condiciones fueron las siguientes:
a) Declaración:
La declaración de este pacto está dada en (Gn. 2:16, 17).
b) Condiciones:
Obediencia y Fe (Gn. 2:17).
c) Señal:
La señal de este pacto fue la santificación del sábado, aunque no lo mandó a guardar hasta el pacto con Israel (Gn. 2:3) y (Ex. 31:12-17).
d) Sello del Pacto-Sangre: (Gn. 3:21)
e) Promesa:
Dios prometió a Adán la oportunidad de ser redimido por la simiente de la mujer (Gn. 3:15). Con el pacto con Adán, Dios establece aquí que el mediador del nuevo pacto sería de la raza humana.

2. Pacto con Noé (Gn. 6:18-9:17).
a) Declaración.
La declaración del pacto Noético aparece en (Gn. 6:18) y es el primer lugar donde aparece la palabra Berit.
b) Condiciones.
Dios exige a Noé y a sus descendientes obediencia y fe (Gn. 9:12, 13).
c) Señal.
La señal de este pacto fue El Arco Iris (Gn. 9:12, 13).
d) Sello del Pacto - Sangre (Gn. 8:20-22).
e) Promesa.
Dios prometió que nunca más exterminaría la humanidad con agua (Gn. 9:15). Con el pacto con Noé, Dios establece que el preservaría el linaje del mediador del nuevo pacto.

3. Pacto con Abraham (Gn. 26:24, 25 y 35:10, 12).
a) Declaración.
La declaración del pacto Abrahámico está declarado en (Gn. 15:18-21).
• Su descendencia sería Santa y numerosa.
• Posesión de la tierra de Canaán.
• Poder de reconciliación con Dios.
b) Condiciones.
Obediencia y Fe (Gn. 12:1-4; 15:6), (22:18).
c) Señal.
La señal de este pacto fue la circuncisión de todos los varones descendientes de la promesa (Gn. 17:10-12).
d) Sello del Pacto - Sangre (Gn.15:9-21).
e) Promesa.
Dios prometió a Abraham que en su simiente serian benditas todas las naciones de la tierra (Gn. 17:19; 18:18; 22:18).
Con el pacto con Abraham, Dios establece que el mediador del nuevo pacto vendría de su descendencia (Gn. 21:12; 22:8; 26:4 confirmada a Isaac y luego a Jacob, Gn. 28:13, 14). Luego de que la promesa fuera ratificada a Jacob como individuo, sería también ratificada a su descendencia, y ahora como el pueblo de Israel.
4. Pacto con Israel.
a) Declaración.
La declaración de este pacto está dada en (Ex. 3:6-9) y no es más que una renovación y desarrollo del pacto con Abraham.
b) Condiciones.
Dios exigía ahora a la nación de la descendencia obediencia y fe (Ex. 4:30, 31; 14:31; 19:5, 6).
Además Dios requiere al pueblo de Israel Santidad (Ex. 6:4-8).
c) Señal.
La señal de éste pacto está dada por la pascua (Ex. 12).
d) Sello del Pacto-Sangre (Ex. 12).
e) Promesa.
La promesa del pueblo de Israel era la misma dada Abraham de que de su descendencia nacería el Salvador, además de la posesión de la tierra prometida (Ex. 3:8). Ellos debían guardar la Ley (Ex. 20), (Dt. 32).
Con la renovación del pacto Abrahámico con Israel como pueblo, Dios establece que el mediador debía nacer dentro de una nación santa y pura.

5. Pacto con David.
a) Declaración.
Es declarado por Dios a David mismo y lo vemos en (2 S. 7:13, 16-19, 25, 29) y (1 Cr. 17:1-27).
b) Condiciones.
Este pacto es hecho por Dios por la obediencia del Rey David, y pudiéramos decir que es un pacto incondicional.
c) Señal.
Este pacto marca un desarrollo particular dentro del contexto del pacto Mosáico, por lo tanto, tampoco Dios establece señal en el mismo.
d) Sello del Pacto - La promesa divina.
e) Promesa.
Que su reino sería para siempre (2 S. 7:29).
Con el pacto con David, Dios establece que el mediador del nuevo pacto perpetuaría el trono de David.

II) LA PROMESA DEL PACTO MESIÁNICO

A. Dios declara la violación del pacto mosaico.
1. En (Jer. 11:1-10) Dios hace evidente la violación de su pueblo a lo establecido en el pacto mesiánico. En el (v. 8) declara Dios: “Pero no oyeron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su malvado corazón; por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron”.
2. En (Jer. 11:11-17) Dios declara el juicio que su pueblo sufriría por causa de su infidelidad al pacto mesiánico. En los (vv. 11-12) dice: “Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré. E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman ellos incienso, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal”.
3. En (Jer. 31:31-34 y Ez. 11:17-21) Dios también manifiesta por su misericordia y su promesa hecha a Abraham, Isaac y Jacob, una nueva salida esperanzadora. En (Jer. 31:33) se muestra la esencia de esta acción divina cuando dice: “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”.

B. Dios establece ahora un pacto incondicional.
1. Frente a la incapacidad del hombre de cumplir con lo establecido por Dios en cada pacto, Dios se mueve a misericordia y establece un pacto incondicional, donde el hombre no tendría más que creer en las promesas divinas.
2. Dios incluye en este pacto nuevos elementos hasta aquí desconocidos, los cuales enumeramos a continuación:
a) La ley será dada por Dios en la mente de los hombres y en sus corazones (Jer. 31: 31, 33).
b) Jehová será por Dios a los hacedores de su Palabra, quienes serán su pueblo (Ez. 36:27, 28).
c) Se establecía un nuevo concepto sobre la universalidad del conocimiento de Dios entre su pueblo (Jer. 31:34).
3 Este pacto ofrece un perdón absoluto de los pecados del hombre a través de la misericordia divina (Jer. 31:34).

C. Dios establece un solo mediador para este pacto.
1. Este mediador brotará de la raíz de David (Jer. 33:15).
2. El siervo que levantará Jehová será Mesías, Rey y Salvador de su pueblo (Is. 42:1-9).
3. Este mediador sería perfecto. (He. 8:1-13). Por tanto su condición de mediador sería eternamente y para siempre.

III) LAS ENSEÑANZAS Y OBJETIVOS DE ESTE NUEVO PACTO

A. Este nuevo pacto se hace una realidad en Cristo.
1. Este nuevo pacto se hace realidad en Cristo porque él es constituido Sacerdote para siempre por cuanto ofreció un solo sacrificio por los pecados del hombre. En (He. 10:11, 12) se nos dice: “Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios…”
2. Se hace realidad en Cristo porque él se ofreció como cordero para hacer la única ofrenda que podía hacer perfectos para siempre a los santificados. En (He. 10:14) se nos dice: “…porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”.
3. Por último, se hace una realidad en Cristo porque asimismo por su Espíritu puso su ley en nuestros corazones y en nuestras mentes y nunca más se acordará de nuestros pecados y transgresiones (He. 10:15-25).
B. Este pacto fue establecido por él la noche en que fue entregado.
1. La noche en que fue entregado, al reunirse con sus discípulos les declaró: (Lc. 22:19, 20). “Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mi. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”.
2. Este pacto se cumplía de acuerdo a lo prome¬tido por Dios a través de los profetas y es demandado a conmemorarse en esta porción de 1 Corintios 11:23-26 donde no solamente se condena una mala actitud al celebrar este memorial (vv. 17-22) sino que también se llama a celebrarlo con toda dignidad cristiana (vv. 27-34).
3. Al conmemorar este nuevo pacto estamos glorificando a la obra del Mesías, el retoño de David, el Sacerdote según el orden de Melquisedec y estamos mirando hacía la promesa más gloriosa que Dios nos ha dado que es la salvación de nuestras almas y la liberación del infierno eterno (He. 4:14-5:10).

C. El objetivo principal era librar por un solo sacrificio a los esclavos del pecado.
1. Hebreos es el libro por excelencia por el cual nosotros podemos conocer las enseñan¬zas y objetivos de la consumación de este nuevo pacto establecido en la sangre de Cristo y la liberación que tenemos en Él.
2. Por esto el apóstol Pablo nos enseña la manera correcta y reverente en que debemos observar entonces el memorial en el cuerpo y en la sangre de Cristo, ya que esta acción no es un mero ritual, sino un memorial del acto sacrificial más grande que podamos haber conocido para la salvación de nuestras almas.
3. El apóstol Pablo, también nos recuerda la consecuencia que tendremos que pagar cuando tomemos la copa del Señor indignamente, porque de hacerlo así, estamos demostrando que este pacto no tiene valor para nosotros (1 Co. 11:17-34).

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Para concluir debemos dar algunas aplicaciones de orden práctico:
• El memorial del cuerpo y de la sangre de Cristo, es un acto que nos ayuda a recordar la maravillosa obra de Cristo en cumplimiento de los estamentos del nuevo pacto.
• Por lo que hemos visto en las Sagradas Escrituras, nadie debe osar tomar estos elementos del pan y del fruto de la vid sin haber hecho un acto de reflexión y al mismo tiempo un acto de confesión de pecado a Dios antes de participar en este memorial.
• Debemos tener siempre en cuenta que Dios no puede ser burlado y por esto debemos citar las palabras que encontramos en (He. 10:26-31) que dicen: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”

Bosquejo No. 24

LOS DONES ESPIRITUALES
(1 Co. 12:1-31)

En esta oportunidad entramos en el capítulo 12 donde el apóstol Pablo se apresta a tratar todo lo concerniente a los dones espirituales y todo lo que debe decirse sobre ellos.
Este es un tema bien escabroso en los últimos años, ya que cuando se habla de dones espirituales viene de inmediato a las mentes de algunos creyentes hoy, las señales, los prodigios y los milagros que hoy muchos tienen como estandarte de su cristianismo.
Por esto el mismo Señor Jesucristo se adelantó en Mateo 7:21-23 diciendo: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.
Analizando estos pasajes entendemos por qué hoy tanta gente se mantiene en una búsqueda afanosa de revivir las señales, los prodigios y los milagros de los días apostólicos, credenciales que son de la exclusiva potestad de los apóstoles como dice 2 Corintios 12:12 - “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros”.
Hoy son muchas religiones, sectas y aún denominaciones cristianas que profesan ser poseedoras de un alto grado de espiritualidad porque dentro de su membresía se hallan estos dones, cosa que va en contraposición a la enseñanza bíblica ya que la condición espiritual de un creyente no se mide por los dones Espirituales que posea sino por el fruto espiritual que produzca para la gloria de Dios.
En esta porción analizaremos lo que son los dones espirituales y dejaremos bien claro cuáles son los dones que existieron así como cuales Dios mantiene en operación hoy de acuerdo a su propósito. Es de suma importancia que analicemos todo lo que Dios ha dejado establecido al respecto y que aprendamos por la Palabra a discernir que viene de Dios y qué no viene de Él, trayendo solo confusión al pueblo de Dios.
Pasemos a analizar el tema dentro del texto que nos ocupa bajo el bosquejo que sigue:
I) Definición del término.
II) La importancia de los dones.
III) La diversidad de dones.

I) DEFINICIÓN DEL TÉRMINO
1 Co. 12:1-12

A. Elementos esenciales de la definición.
El apóstol Pablo lo primero que declara al iniciar esta sección es lo siguiente: “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales”.
Por tanto, debemos comenzar por definir lo que es un “don o carisma”.
• Un don es la capacidad especial irrevocable.
• Concedida por el Espíritu Santo.
• A cada miembro de su cuerpo.
• Según la gracia de Dios.
• Para la edificación de la iglesia y para la gloria de Dios.
1. ¿Por qué capacidad especial irrevocable?
Porque no la posee todo ser creado, sino sólo aquél que recibe el Espíritu Santo cuando nace de nuevo (1 Co. 12:3) y es irrevocable porque acompañará al creyente mientras viva (Ro. 11:29).
2. ¿Por qué concedida por el Espíritu Santo?
Porque solamente el Espíritu Santo es el medio esco¬gido por Dios para administrar el regalo Divino que el mismo Dios da o concede a su iglesia (1 Co. 12:11).
3. ¿Por qué a cada miembro de su cuerpo?
Porque de acuerdo a la Palabra todo creyente posee por lo menos un don, ya que por el Espíritu Santo es parte integral del cuerpo de Cristo, desde que recibe a Cristo como su salvador personal (1 Co. 12:13, 14).
4. ¿Por qué según la gracia de Dios?
Porque nadie puede ganarse un don, esto es proporcionado por Dios como él lo quiere y lo da a quien él quiere. Se entiende asimismo que el propósito de concederlo es única y exclusivamente para edificar a la iglesia y dar gloria a Dios (1 P. 4:10-11).
5. ¿Por qué para la edificación de la iglesia y para la gloria de Dios?
Porque Dios es el dador y nadie puede usarlos para otra cosa que no sea para el propósito por él establecido, así como nadie puede gloriarse en tenerlos, porque siendo él el dador, es el único que debe ser glorificado.

B. Lo que por definición no es un don espiritual.
1. No es un talento natural.
La palabra don = carisma y la palabra Talento = Talanton no definen la misma cosa.
• Definiéndose el talento como una característica natural propia de la personalidad del individuo. Ej. Inteligencia, habilidad manual, vocación, etc.
• El talento puede poseerlo cualquier inconverso y es muy peligroso confundirlo con el don, ya que así es que hoy hay muchos incrédulos dirigiendo iglesias llamadas cristianas.
• El talento puede ser usado por aquel cristiano que posea el don de servicio, si es la voluntad de Dios.
2. No es el fruto del Espíritu.
• El fruto del Espíritu es la huella digital del creyen¬te y es manifestado en su totalidad por un creyente que ha recibido a Cristo como salvador, en mayor o menor escala (Gá. 5:22, 23).
• El fruto del Espíritu define lo que el creyente es.
• El Don del Espíritu define lo que el creyente hace.
3. No son los deberes cristianos.
• El deber cristiano son todos aquellos mandatos que debemos hacer como siervos que somos del Señor.
• Los deberes cristianos son para todos los cristianos, mientras que los dones son dados a cada uno en parti-cular de acuerdo a la voluntad de Dios.
• Por ejemplo, predicar, es un deber cristiano, pero el ser maestro es un don del Espíritu.

C. Su propósito por definición.
1. Como vimos en la definición, la primera parte en el propósito de los dones es:
Edificar el cuerpo de Cristo, por medio o a través de los ministerios de la iglesia (1 Co. 12:4, 5).
• No puede haber enseñanza sin el don de maestro.
• No puede haber objetivos claros en la edificación de la iglesia si el que ministra no tiene el don de presidir que le permitirá trazar estos objetivos.
• Así como la iglesia se edifica la iglesia crece espiritualmente y lo hace necesariamente por medio de los dones en ejercicio de cada miembro de la Iglesia (Ef. 4:12-16).
2. La otra parte del propósito de los dones es:
Glorificar el nombre de Dios.
Esta es la obra del Espíritu Santo (Jn. 16:14, 15).
Por lo que vemos que cuando un cristiano no glorifica a Dios con el don que ha recibido, Dios demandará de él por lo que ha hecho.
3. Ya hemos analizado la definición de lo que es un don espiri¬tual, ahora debemos de considerar su importancia dentro de la iglesia de Cristo, ya que todos los que nos conver¬timos somos miembros de un solo cuerpo desde que fuimos bautizados por el Espíritu en el cuerpo de Cristo (1 Co. 12:13).
4. Es necesario explicar que el bautismo del Espíritu Santo ocurre el día en que nos convertimos como dice (Hch. 2:38) “Pedro les dijo: arrepentidos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del espíritu Santo”. Y esto no quería decir que todo el convertido hablaría en lenguas (1 Co. 12:29-30).

II) LA IMPORTANCIA DE LOS DONES
1 Co. 12:13-27
A. Para mantener un cuerpo bien concertado.
1. Un creyente no es un cuerpo individual ni un solo miembro del cuerpo (v. 14).
2. Un creyente tiene que saber que su don o dones son parte de un engranaje que debe funcionar a la perfección y en coordinación con los demás miembros del cuerpo (v. 15).
3. Todos deben buscar un mismo fin, edificar para crecer unánimes y lograr la unidad de la fe y del conocimien¬to de Cristo (Ef. 4:13).

B. Para mantener un concepto adecuado de nosotros mismos.
1. Es necesario que cada uno piense de si con cordura y no tenga más alto concepto de si del que debe tener (Ro. 12:3)- Por lo que debemos conocer cuales dones Dios nos ha dado (vv. 15-17).
• Muchos creyentes son eruditos en su silla, pero no buscan servir al Señor con su don de maestro.
• Otros se creen perfectos en decir lo que hay que hacer, pero no hacen nada para ejercer su don de servicio.
2. Es necesario que cada uno sepa que la colocación de los miembros en el cuerpo la hace el Señor, y nadie puede menospreciar el lugar que Dios le ha designado (v. 18), para que nunca nos hallemos usurpando la función de otro hermano. Por favor hermano, ejercítese en su don y no quiera ejer¬citarse en el del otro hermano o la parte fácil del otro, porque Dios le pedirá cuenta por el de usted.
3. Es necesario que sepamos que cada miembro del cuerpo es necesario y dependiente de los demás, por tanto, cada uno debe duélase con el dolor de su hermano y asimismo, gócese cuando él su hermano es honrado (vv. 9-27).

C. Para que cada miembro se ejercite y no se atrofie.
1. Dios estableció diferentes dones y los repartió a cada uno conforme a su voluntad según nos dicen los (vv. 28-31). Dios no nos ha salvado y dejado en esta tierra para que nos atrofiemos domando sillas en los templos o criticando a los que hacen todo.
2. No a todos dio los mismos dones, a ti como a mí nos dio dones diferentes, pero al mismo tiempo complementarios, para hacer la obra del ministerio, por tanto, nunca dejemos de entender lo importante del ejercitarnos en el uso de los dones espirituales recibidos de Dios para edificación de su Iglesia.
3. Está claro entonces, que los dones que Dios nos dio, fueron dados para que los ejercitemos. De lo contrario seremos parásitos dentro de la Iglesia, tropiezo para los que trabajan y caldo de cultivo para las malas acciones de nuestra concupiscencia.

III) LA DIVERSIDAD DE DONES
1 Co. 12:8-10 y 27-31

En el nuevo testamento tenemos varias listas de dones aparte de esta que aparece en 1 Corintios 12:28-31, pero aquí vamos a dividir los dones que se mencionan en la Biblia en dos grupos.

Lista de dones
Efesios 4:11 Lista de dones Romanos 12:6-8 Lista de dones
1 Corintios 12:1-31
(Apóstol) (Profecía) Celibato (7:1-1-7)
(Profeta) Servicio Sabiduría
Evangelista Enseñanza Ciencia
Pastor-Maestro Exhortación Fe
Repartir o dar (Sanidades)
Presidir o líder (Profecía)
Misericordia Discernimiento
(Lenguas)
Nota: Los dones (Interpretación)
encerrados en (Apóstol)
paréntesis son (Profeta)
dones que no Maestro
están activos (Milagros)
hoy día por haber cumplido su propósito. Administración


A. Los dones que están en desuso por cumplir su propósito.
• Llamamos dones en desuso a aquellos dones que cumplieron con el propósito divino en el momento preciso del plan de Dios y que por esta causa desaparecieron con los apóstoles.
• Estos son:
1. Apóstol.
Es catalogado por el apóstol Pablo como el primero de los mejores (1 Co. 12:28) y (Ef. 4:11).
Para poseer este don el creyente tenía que cumplir con tres requisitos fundamentales:
a. Ser Escogido por Nuestro Señor Jesucristo.
b. Ser Colaborador de Jesús en su ministerio terrenal.
c. Ser Testigo de la resurrección.
Pablo fue el único que no cumplió el punto (ii), y aún así fue apóstol (1 Co. 15:8, 9).
Antes de conocer los otros que están en desuso es necesario que recordemos que a los apóstoles les acompañarían las señales que confirmarían su ministerio, como estudiamos en (Mr. 16:15, 16) (señales visibles = dones dados a los apóstoles como credenciales apostólicas según 2 Co. 12:12 y He. 2:4) por lo que los dones siguientes desaparecieron cuando desaparecieron los apóstoles.
Estos son:
2. Profeta (Ef. 4:11 y 1 Co. 12:28).
3. Sanidades (1 Co. 12:9, 28) (Dios sigue sanando en su voluntad por la oración de fe como nos dice Stg. 5:14).
4. Milagros-prodigios (1 Co. 12:10).
Ahora solo se ven los que no perduran.
5. Géneros de lenguas y profecías (1 Co. 14:6-40 y 13:8).
No es evidencia de salvación (1 Co. 12:30).
Las lenguas no edifican hoy porque fueron por señal a los incrédulos Judíos como había sido profetizado (1 Co. 14:21-25).
Fue un don que habría de desaparecer, así como el de la profecía, cuando la revelación del conocimiento de Dios (lo perfecto) fuera completado (1 Co. 13:10).
Tenían como objetivo transmitir el mensaje de salvación (Hechos 2), ya que en el contexto histórico no se tenía la revelación completa.
6. Interpretación de Lenguas (1 Co. 14:5, 16, 19; Hechos 2:8).
Terminó como don cuando la señal cesó.
Las lenguas mencionadas en (1 Co. 13:1) no son habladas por el hombre, Pablo usa aquí una suposición a través de un si condicionante para mostrar la importancia del amor.
Las lenguas tampoco debían ser habladas por las mujeres en las congregaciones (1 Co. 14:34) a estas se les manda a callar.

B. Los dones que están en uso.
Dentro de los dones que encontramos en (1 Co. 12:8-10 y 27-31) así como en Efesios 4:11 y Ro. 12:6-8 restan por describir los que siguen a continuación:
1. Evangelista (Ef. 4:11).
Es la capacidad especial que el Espíritu Santo da a ciertos miembros del cuerpo de hacer partícipes del evangelio a los no creyentes, de tal forma que los hace discípulos responsables del cuerpo de Cristo.
2. Pastor-Maestro (Ef. 4:11).
Aquel que posee la capacidad de equipar a los santos para que estos a su vez hagan la obra del ministerio. El pastor maestro está llamado a velar por las ovejas y a gobernar la Iglesia de Dios (1 T. 3:1-7).
3. Servicio.
Son aquellos que tienen la capacidad de servir sin esperar gloria por ello.
Un ejemplo de servicio es la labor del diaconado de la Iglesia, así como la del mismo pastor y de aquellos hermanos que se preocupan por ayudar en las necesidades de los demás.
4. Enseñanza.
Es la capacidad que Dios da a ciertos miembros del cuerpo el comunicar la Palabra de Dios o información significativa de tal manera que los demás aprenden y se edifican.
5. Exhortación.
La capacidad de ministrar con ánimo la palabra.
6. Dar o repartir.
La capacidad de compartir lo nuestro con alegría.
7. Presidir (Liderar).
La capacidad de guiar a otros con el ejemplo sin abusar de los que estén bajo autoridad (1 P. 5:3).
8. Misericordia.
La capacidad de condolernos con el mal del otro.
9. Celibato - (1 Co. 7:1-7)
Es la capacidad dada por el Espíritu Santo de permanecer solteros y gozarse en ello, manteniéndose puro y sin sufrir tentaciones sexuales indebidas.
10. Palabra de Sabiduría.
La capacidad de recibir del Espíritu Santo el consejo de Dios y aplicarlo a su vida y a la de otros. Al que le falta que la pida con fe (Stg. 1:5).
11. Palabra de Ciencia o Conocimiento.
La capacidad de investigar, sistematizar y resumir la palabra de Dios para edificar.
12. Fe.
La capacidad de confiar plenamente en Dios.
13. Discernimiento de espíritu.
Según (He. 5:14), una de las características de la madurez, es el discernimiento entre lo apropiado y lo inapropiado pero este don es más bien la capacidad que tienen ciertos miembros del cuerpo de saber si ciertas enseñanzas vienen de Dios o no.
14. Administración.
La capacidad de llevar la obra del Señor aún en contra de las adversidades.
Timonel = Administrador.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Conociendo la verdad de Dios y habiendo analizado su palabra, no queda más que pedir al Señor que nos ayude a trabajar para su gloria poniendo los dones que nos ha dado al servicio de su Iglesia.
Que nos ayude a usar cada don para edificarnos en amor, para Su Gloria y no para nuestra propia gloria.

Bosquejo No. 25

EL AMOR, UN CAMINO MÁS EXCELENTE
(1 Co. 13:1-13)

En esta ocasión nos introducimos en el poema de amor más hermoso que se haya escrito para la humanidad, ya que a través de la inspiración del Espíritu Santo, el apóstol Pablo deja en manos de los Corintios toda la esencia del concepto del verdadero amor haciendo entender que todo lo demás que pueda declararse en el mundo es basura frente a la declaración de Dios.
Pablo define en esta carta el concepto bíblico del amor y cada uno que estudia esta porción tiene que entender que el amor no es un sentimiento, sino una acción, la cual debe ser ejercitada por cada uno que dice amar.
En esta porción se nos deja expreso dos aspectos del verdadero amor, el aspecto positivo y el aspecto negativo.
El amor:
Es sufrido
Es benigno
Se goza en la verdad
Todo lo sufre
Todo lo espera
Todo lo soporta.
El amor:
No tiene envidia
No es jactancioso
No se envanece
No hace nada indebido
No busca lo suyo
No se irrita
No guarda rencor
No se goza en la injusticia.
Cuando vemos todo esto tenemos que entender que la calidad de amor que encontramos hoy en el mundo deja mucho que desear con respecto a la definición de Dios, una definición que demanda muchas cosas para el que dice amar.
Aún más la iglesia cristiana se ha envuelto en la frialdad del amor, aún sabiendo las veces que el mismo Señor Jesucristo nos enseña que vamos a ser reconocidos por la calidad de nuestro amor.
Ahora Pablo hace ver esto a los hermanos de Corinto lo cual estudiaremos bajo el bosquejo que sigue a continuación:
I) Análisis del verdadero amor.
II) Aspectos del verdadero amor.
III) Contraste entre lo temporal y lo eterno.

I) ANÁLISIS DEL VERDADERO AMOR
(1Cor. 13:1-4)

A. El amor como un camino más excelente.
1. Hasta este momento los corintios habían sido reprendidos por el apóstol por pecados graves, pecados que dejaban manifiesto la falta de amor entre ellos y al mismo tiempo la falta de amor que tenían a la obra de Cristo y al mismo Señor.
2. Jesús mismo declaró en (Jn. 14:23-24): “El que me ama, mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a él y haremos morada con él.
El que no me ama, no guardará mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del padre que me envió”.
Y este era el problema de ésta iglesia, que decía y ambicionaba tener muchos dones, pero el elemento esencial para poner estos dones en operación, que es el amor, no lo tenían ni lo practicaban.
3. Es por eso que Pablo no termina la sección de los dones espirituales sin hacer una declaración que nos introduce en el capítulo 13 cuando dice: “Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente”. Por supuesto está hablando del camino del amor.

B. El amor por encima de cualquier sacrificio.
1. No hubo un mandamiento más importante para nuestro Señor Jesucristo que el mandamiento del amor, y todos aquellos que somos sus hijos tenemos que entender que si no estamos dispuestos a cumplirlo, estamos muy lejos de ser sus discípulos (Jn. 13:31-35).

2. Los corintios de igual manera tenían que entender estas verdades, ya Pablo les declaraba que más importante que los dones estaba el amar, a lo que concluye diciéndoles en los (vv. 1-3): “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviere toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve”.
3. Es pues, la verdad más grande del cristianismo, que todo cuanto pueda hacer yo por o en la iglesia de Cristo, por más grande que sea, pero sin amor, es como nada delante de los ojos de Dios. Al parecer muchos de los creyentes de corintios se jactaban de todo cuanto hacían, y de todos los dones que poseían, pero era evidente que no los ejercitaban en amor.

C. El amor como elemento distintivo del cristiano.
1. Es hermoso ver la armonía manifiesta en las Escrituras y la unidad de los escritores bíblicos, que fueron inspirados por el Espíritu Santo. Así como Pablo hace esta aclaración a los Corintios, de igual manera apóstol Juan, llamado hoy el apóstol del amor nos declara en (1 Jn. 3:14), la prueba evidente de la salvación de un alma cuando dice: “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte”.
2. Como dijimos en la introducción, el amor bíblico no es un mero sentimiento que pasa, sino una acción permanente que manifiesta y acrecienta su intensidad en la medida en que lo sometemos a la práctica o lo ejercitamos.
3. En (1 Jn. 3:16), nos dice Juan: “En esto hemos conocido el amor en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”. De manera expresa, esta porción de la Escritura nos habla de un tipo de amor diferente del que encontramos en el mundo sin Dios, el cual está definido en la palabra por la palabra Ágape, el cual es el amor de Dios, el amor que nos lleva al sacrificio.

II) ASPECTOS DEL VERDADERO AMOR
(1 Co. 13:4)

A. Cinco maneras de amar.
1. Así como en el idioma español tenemos dos palabras amar, que son amor y querer, de igual manera en el idioma griego en que fue escrito el nuevo testamento, tenemos cinco palabras que definen los diferentes tipos de amar.
2. Estas formas de amor son las que siguen:
Eros.
De donde viene la palabra erótico.
Es el amor egoísta.
Es el amor pasional.
Es el amor que está motivado a obtener un bien del otro.
Es el amor que lleva a la destrucción.
Es el amor que termina cuando termina la pasión.
No aparece en el Nuevo Testamento.
Phileö.
Es básicamente el amor de hermanos y amigos.
Implica ternura y afecto, pero no necesariamente una acción hacia el ser amado.
Implica una apelación al sentimiento y a las emociones y se traduce en (Mt. 26:48) como besar.
Ama aquello que es atractivo (Jn. 21:15).
Epithumía.
Nunca se usa en el nuevo testamento con el sentido de amor, pero expresa el sentido de querer.
Es un deseo fuerte de obtener alguna cosa.
Si este deseo es bueno se traduce como desear un bien a algo o a algo, (Fil. 2:26; 1 P. 2:2).
Si este deseo es malo, se traduce como codiciar (Mr. 4:19).
También se traduce como concupiscencia. (Lc. 22:15; Jn. 8:44; Ro. 1:24).
Significa poner el corazón en algo para obtenerlo.
Storge.
Es el sentimiento que manifiesta el afecto natural de algo tan cómodo como un par de zapatos viejos, y un sentido de pertenecerse el uno al otro.
Es el amor que comparten los padres y los hijos, es el sentimiento que nos lleva a sentirnos cómodos con la persona con quien compartimos.
Agapi.
Es el amor bíblico.
Es el amor de Dios.
Es el amor que exige Dios para con nuestro prójimo, para nuestros hermanos y para Él de parte de nosotros.
Es el amor que demanda sacrificio.
Es el amor que demanda acción.
Es el amor que nos define Pablo en nuestro texto de (1 Co. 13:4-8) el cual; nunca deja de ser, porque es verdadero amor.
3. Todas estas definiciones nos llevan a entender el porqué hay tanta confusión en el mundo respecto al amor y porque es tan fácil engañar cuando se dice te amo. Aunque entendiendo esto, y haciendo esta definición, Dios se cuida de que dentro de los suyos no haya hipocresía.

B. Aspecto positivo del amor bíblico.
1. Como vimos en la introducción del estudio, Pablo nos dice que el amor:
Es sufrido
Es benigno
Se goza en la verdad
Todo lo sufre
Todo lo espera
Todo lo soporta.
2. Estas características deben estar presente en aquellos que se llaman hijos de Dios, y de esta manera no habrá ningún tipo de confusión con su testimonio, a la vez que demostrará que ha sido lavado por la sangre preciosa de Cristo por cuanto obedece incondicionalmente a su Palabra.
3. El apóstol Juan en (1 Jn. 3:18) nos dice con toda ternura: “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”. Por tanto, no podemos dejarnos engañar por aquellos que sólo se aman a sí mismos como nos dice el mismo Pablo en (2 Ti. 3:1-5) donde concluye diciendo: “A éstos evita”. Uno que dice ser creyente y no ama con el amor de Dios, no es un verdadero creyente.

C. Aspecto negativo del amor bíblico.
1. En nuestra porción estudiada también se nos declara el aspecto negativo del amor bíblico, aquello que no debemos hacer si realmente amamos, aquí se declara que el verdadero amor:
No tiene envidia
No es jactancioso
No se envanece
No hace nada indebido
No busca lo suyo
No se irrita
No guarda rencor
No se goza en la injusticia.
2. Cuando veamos que en aquellos que dicen amar, aparecen características como éstas, su amor deja de ser verdadero amor y se convierte en una acción falsa y diabólica. Son muchos los que dicen amar y sus acciones están plagadas de estas malas acciones y las manifiestan en cada acto de su vida declarando con sus hechos que no son verdaderos creyentes.
3. Dios ha declarado todo cuanto es el verdadero amor y concluye diciendo: “El amor nunca deja de ser”. Y esto para que sepamos que siempre habrá posibilidades de restaurar el amor que no se ha cultivado o que se ha descuidado, pero para esto hay que poner las características del amor verdadero en acción.

III) CONTRASTE ENTRE LO TEMPORAL Y LO ETERNO
(1 Co. 13:8-13)

A. La eternidad del amor.
1. Ya dijimos que Pablo concluye su definición con esta expresión, “El amor nunca deja de ser”, pero, es aquí donde Pablo vuelve a conectarse con el tema de los dones espirituales, los cuales en el capítulo anterior tomaron toda la atención del apóstol.
2. Como vemos en el versículo 8, Pablo declara la eternidad del amor, porque hasta la eternidad y en la eternidad el amor estará presente, y aún más perfecto que el que vemos manifestarse en el mundo.
3. En esta sección se declara igualmente que, mientras estemos actuando en la medida en que Dios nos ha aconsejado, entonces tenemos la oportunidad de gozarnos en el verdadero amor.

B. Lo pasajero de los dones temporales.
1. Pablo quiere hacer énfasis en la manera en que los corintios se mataban por ejercer dones que tal vez ni siquiera Dios se los había concedido, destruyendo en su falta de amor la relación de hermandad que tenía que existir en la iglesia en la cual ministraban estos dones.
2. Pablo aprovecha la oportunidad para declarar la transitoriedad de algunos dones por los cuales los corintios dejaban de actuar en amor, y les declara que cuando la revelación estuviera completa, precisamente los dones de profecía, lengua y aún la ciencia o revelación del conocimiento de Dios, se acabarían (v. 10).
3. Pablo hace una ilustración de lo innecesario de aquello que pierde su propósito, recordando aquello que hacíamos cuando éramos niños (v. 11): “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, Juzgaba como niño; más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”. Dejando claro que aquello que pierde su propósito no tiene por qué seguir existiendo.

C. La superioridad del amor.
1. Luego de que Pablo concluye con la expresión del versículo 12, con respecto al conocimiento, hace la declaración más grandiosa de lo que es la superioridad del amor.
2. Aquí dice: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. En esta declaración no tenemos duda de que aquellas cualidades por donde verdaderamente nos identificaremos como creyentes maduros, es por la calidad de fe, por nuestra esperanza en las promesas de Dios y por el amor que tengamos hacia Dios y hacia los demás.
3. Aún por encima de todo esto Pablo dice: “El mayor de todos es el amor” Es como diciendo, éste es la conclusión del camino más excelente que les declaré que les iba a mostrar.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Concluyendo con algunas aplicaciones, podemos decir que el creyente que desea agradar a Dios y dar testimonio de él, debe buscar el bien para su prójimo, sea creyente o no, debe poner en acción el amor sacrificial por el que Dios mismo entregó a Jesús en sacrificio por nuestros pecados.
De esta enseñanza también debemos extraer un principio fundamental que distingue a todo creyente en Cristo, el principio es el siguiente y es el que se encuentra en (1 Jn. 3:14): “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte”.
Por tanto, procuremos andar en el amor verdadero.

Bosquejo No. 26

EL DON DE LENGUAS
(1 Co. 14:1-40)

Tal vez no haya otro asunto en toda la Biblia que haya generado más cólera, odio, confusión y división que el tema de las lenguas.
Esta triste situación existía ya desde el tiempo en que el apóstol Pablo le escribe la primera epístola a los corintios, y hoy vemos como el famoso movimiento carismático ha invadido todas las denominaciones y religiones que supuestamente se llaman cristianas, al punto de decir que poseerlo es símbolo de haber recibido el Espíritu Santo.
Mientras el apóstol Pablo termina el capítulo 12 poniendo el don de lenguas en último lugar, y mostrando un camino más excelente, que es el camino del amor, así como iniciar el capítulo 14 diciendo: “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”, los creyentes de corintios y muchos creyentes de hoy insisten en buscar este don, el cual de acuerdo con (1 Co. 13:8), habría de cesar como un don dentro de la iglesia cristiana, por haber terminado su propósito.
Este don servía a la iglesia primitiva para llevar el Santo evangelio de Cristo, a aquellos que no conocían el idioma de los apóstoles, pero en la medida en que el evangelio fue propagado precisamente gracias a este don, el mismo fue desapareciendo en la iglesia, al punto de que al concluir la revelación de Dios del nuevo testamento al final del primer siglo, ya no se conocía el uso del mismo en las iglesias.
Esto lo podemos aseverar, por el hecho de que cuando Pablo escribe sus últimas epístolas, inclusive la de Efesios, en la cual él menciona una lista de dones donde el de lenguas no aparece, viniendo a resurgir el tema de las lenguas en el año 1902 con el surgimiento del movimiento pentecostal.
El otro hecho sin precedente es que este supuesto y renovado don con características muy distantes del don dado por el Señor a la Iglesia apostólica aparece dentro del catolicismo romano en lo que se llamó la “Renovación Carismática en el Espíritu” y también entre los mormones religiones estas donde no se experimenta el nuevo nacimiento y por ende no tienen el Espíritu Santo de Dios.
Lamentablemente estas personas dicen practicar este don hoy y lo hacen muy fuera de lo que la Palabra de Dios enseña sobre el tema y sin ningún propósito bíblico y muy lejos de lo que nos narra Hechos 2 y 1 Corintios 14.
Dentro de esta epístola, el apóstol Pablo incluye el tema de las lenguas para regularizar el desorden que hasta este momento tenía la iglesia de Corinto, con el cual estaban trayendo confusión a todos aquellos que tenían contacto con esta iglesia.
Veamos, pues, la perspectiva Bíblica de las lenguas en los tiempos bíblicos bajo el siguiente bosquejo de estudio:
I) Características de las lenguas bíblicas.
II) La regulación de las lenguas.
III) El ejercicio del don en la iglesia.

I) CARACTERÍSTICAS DE LAS LENGUAS BÍBLICAS
(1 Co. 14:1-5)

A. Lenguas de Pentecostés (Hch. 2:1-3).
1. Si tomamos el Nuevo Testamento, y entresacamos los versículos que nos hablan de éste fenómeno sobrenatural, veremos que las referencias son: (Mr. 16:17), (Hch. 2:4-13; 10:46 y 19:6), luego (1 Co. 12 y 14).
2. Como vemos las lenguas de pentecostés, las cuales fueron profetizadas por el Señor Jesucristo en (Mr. 16:17) no fueron más que una de las señales con la cual los apóstoles a través del don del Espíritu Santo dieron a conocer el evangelio a muchos judíos de otras naciones (Hch. 2:5) los cuales creyeron para salvación de sus almas (Hch. 2:41).
3. Estas lenguas se definen con las palabras griegas:
• Glössa palabra que aparece 50 veces en el nuevo testamento griego. De éstas, 16 veces se refieren al órgano físico (Stg. 3:5); una vez a llamas de fuego (Hch. 2:3) y 33 veces se refiere al lenguaje humano.
• Lalia 1 vez = (Jn. 8:43).
• Dialektos 6 veces = (Hch. 1:19; 2:6; 2:8; 21:40; 22:2; 26:14).
• Eteroglössos 1 vez = (1 Co. 14:21).
4. Asimismo la palabra griega Diermëneuö que literalmente significa “interpretar”, es la que se usa en (1 Co. 14:13), lo que nos hace pensar que las lenguas de (Hch. 2) son las mismas lenguas a que se refiere Pablo en la epístola a los Corintios. Aunque presente algunas variaciones.
5. La variación más importante es que las lenguas de Hechos 2 eran interpretadas simultáneamente por los receptores, mientras que las de Corinto eran interpretadas a través del que tenía el don de interpretación de lenguas.

B. Las lenguas de 1 Corintios 14.
1. Al poner delante los cinco primeros versículos de este capítulo tenemos que tomar en cuenta las expresiones que emplea Pablo para calificar el don tal como se practicaba en esta iglesia, notando que la referencia es, a Lengua o Lenguas.
2. Vemos en la referencia de Pablo a los Corintios algunos aspectos interesantes:
a) “…el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios”.
Recordemos que el que tiene el don de lenguas es el administrador del don, y es al mismo tiempo el emisor para quien ha de recibir o interpretar el mensaje a través de Dios. Los que han de recibir el mensaje necesitan un traductor o un intérprete del mensaje dado en lenguas.
b) “El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica”. Esto es claro porque si no hay receptor quien traduzca o interprete, no edifica a la iglesia para lo cual existen los dones, sino que sólo hay edificación para sí mismo, por lo que se establece que es importante el intérprete en la misma medida que lo era el que hablaba en lenguas.
c) Sería bueno, razona Pablo que, en cuanto a su propio bien espiritual, que todos hablasen en lenguas, pero eso no edificaría para nada a la iglesia si no existiera la posibilidad de la interpretación (14:5, 6), esto se aclara por medio de algunas ilustraciones que se adelantan en los (vv. 7, 8, 10 y 11).
d) El entendimiento de quien ora en lenguas (hablar con Dios cuando no hay intérprete) queda sin fruto, lo que señala la pasividad de aquel que ejerce el don, ya que prescinde del entendimiento (vv. 14-21).
e) Esto de hablar en lengua entre los creyentes no tiene sentido ya que el don estaba dado para cumplir el propósito de ser señal para los incrédulos como se declara en (1 Co. 14:22): “Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos;” Por tanto las lenguas bíblicas siempre tenían este propósito como lo tuvo en (Hch. 2).
f) El ejercicio descontrolado de este don en la congregación daría la impresión de locura a cualquier visitante incrédulo que fuera a la iglesia y no pudiera entender lo que se hablaba como dice (1 Co. 14:23): “Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?”
g) También aprendimos en (1 Co. 13:8) que estas lenguas como don desaparecerían cuando Pablo dijo: “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”.
3. En el aspecto positivo las lenguas tenían como propósito validar la autoridad de los apóstoles y de los primeros cristianos, para demostrar el juicio de Dios sobre el Israel incrédulo, para que fueran señal a los judíos que buscaban de la verdad y para impartir nuevas verdades antes de la terminación del canon del Nuevo Testamento.
4. Recordemos que cuando Pablo escribe (1 Co. 14) no había más de tres libros escritos que eran: Santiago, 1 y 2 Tesalonicenses, por lo que lo dicho en 1 Corintios 13:10 toma todo el sentido de la explicación que hemos dado.

C. La supremacía de la profecía.
1. Para que se destaque debidamente el contraste que Pablo subraya entre las lenguas y la profecía es conveniente hacer una definición de lo que es profecía.
2. La profecía aparte de ser un don por el cual Dios da al hombre mensajes que predicen acontecimientos futuros, también abarca la proclamación de todo mensaje, claro y legible que Dios quiere dar a los hombres por medio de siervos suyos que actúan de portavoces, enviados para cumplir este servicio.
3. El profeta del Antiguo Testamento no solo daba a conocer los acontecimientos del porvenir, sino que pasaba más tiempo diagnosticando el pecado del pueblo de Israel, con respectivas llamadas al arrepentimiento y al retorno a la fidelidad pactada.
4. El don de profecía debía ser preferido por encima de cualquier don (1 Co. 14:1). El por qué de la preferencia se explica en (1 Co. 14:2, 3) pues el que profetiza habla a los hombres para edificación exhortación y consolación, mientras que el que habla en lenguas se edifica a sí mismo.

II) LA REGULACIÓN DE LAS LENGUAS
(1 Co. 14:3-40)

A. Regulaciones generales.
A través de todo el capítulo podemos recoger once regulaciones que veremos a continuación.
1. Había que tener en cuenta que el hablar en lenguas no había sido dado para la edificación de la iglesia sino como señal para los incrédulos judíos (14:3, 4).
2. Había un llamado a procurar profetizar más que hablar en lengua desconocida.
3. La lengua, al igual que un instrumento musical, es inútil a menos que se oiga y se entienda, por esto era necesario el don concomitantemente el don de interpretación (14:7).
4. La distinción del mensaje expresado tiene que ser claro porque en la ilustración se nos insinúa que de no ser el mensaje claro puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte (14:8).
5. Aunque Pablo mismo testifica que habla en lenguas, (14:18), no vemos ningún tipo de énfasis de este don en ninguno de sus testimonios ni ante Felix, ni ante Agripa.
6. Pablo declaró que prefería predicar cinco palabras con el entendimiento que diez mil palabras en lenguas desconocidas (14:19).
7. Pablo declaró que en una asamblea o culto cristiano no se podía hablar en lenguas únicamente por causa del testimonio ante los incrédulos (14:23).
8. Pablo declara que la predicación es y será siempre el método de Dios para salvar a los perdidos (14:24 y 25 compare con 1:22-24).
9. Para hablar en lenguas tenía que hacerse sólo por dos o tres y por turno y ordenadamente (14:27).
10. Al hablar en lenguas tenía que haber un intérprete, sino el que hablaba tenía que callar (14:28).
11. A las mujeres les estaba absolutamente prohibido el hablar en lenguas dentro de un culto cristiano (14:34).
12. Todo tenía que hacerse decentemente y con orden dentro de la iglesia. (14:40).

B. Determinación de Pablo.
1. Pablo aún poseyendo el don de lenguas, toma una determinación que viene dada por las regulaciones y limitaciones con que hay que ministrar a través de las lenguas.
2. Vemos en (14:12) cómo se les demandó a los Corintios procurar abundar en los dones que servían para edificación, por lo que si alguno tenía el de lengua era de suma importancia el que pudiera interpretarla para edificar a la iglesia.
3. Por esto, su determinación fue orar y cantar con el entendimiento más que hacerlo con su espíritu (14:15).

C. Como señal de juicio y estorbo para la comprensión.
1. Pablo cita a Isaías 28:11, 12 en (14:21) cuando dice: “En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor”.
2. Quedando establecido que las lenguas tuvieron otra regularización más, la cual se establece al citar este versículo, donde Dios dijo que las lenguas serian como señal a su pueblo.
3. Es interesante recordar que cuando se estableció la iglesia de Corinto, fue a los judíos a quien Pablo primeramente predicó como dice Hechos 18:5. Por la simple razón de que ellos siempre pedían señales (1 Co. 1:22).

III) EL EJERCICIO DEL DON EN LA IGLESIA
(1 Co. 14:26-40)

A. El ejercicio libre y ordenado de los dones.
1. Pablo hace una representación de la iglesia reunida y de una manera clara explica cómo debe ejercerse cada don con que cada uno ha sido capacitado.
2. Pablo explica cómo cada don deben ser ejercitado de la manera correcta y ordenada con que Dios quiere que se practique, entendiendo que su único propósito es edificar a su iglesia.
3. Por tanto es de destacar que todo aquel que hablase en lenguas tenía que recordar que no podía hacerlo dentro de un grupo de creyentes sin tener un intérprete. Así también lo declaró el apóstol Pablo a los Corintios para los que ejercían el don de profecía (14:29).

B. El orden para no permitir confusión.
1. Contrariamente a lo que vemos hoy en día, Pablo se cuidó mucho de hacer entender que un culto es para la adoración a Dios y al Dios que hemos de adorar es un Dios de paz y no de confusión.
2. Es por esta razón que no se podía, ni aún se puede hoy en día, permitir actos dentro de la iglesia que traigan confusión dentro del cuerpo, es porque esto que se requiere que todo se haga decentemente y en orden.
3. Si Dios es un Dios de paz, tampoco debemos permitir que alguien diciendo tener dones, los ministre en la iglesia sin los respectivos requerimientos establecidos por Dios mismo, y dentro de estos mandatos se prohíbe a las mujeres hablar en la congregación (14:34, 35).

C. Un resumen de principios.
1. Para concluir el tema de los dones espirituales Pablo hace un resumen de cosas por lo extenso y peligroso del tema, y es en lo referente al orden en que encontramos una frase conclusiva que dice en (14:37): “Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor”.
2. Pablo reclama que los mandamientos expresados en su planteamiento del tema, son mandatos avalados por el mismo Señor, el cual a través de su revelación ha dicho las mismas cosas, las cuales deben ser principios inquebrantables para el creyente aunque él sabe que habrá algunos necios y contenciosos que no querrán obedecer, por esto dice en el (v. 38): “Mas el que ignora, ignore”.
3. Para concluir recordemos (vv. 39, 40) que dicen para terminar: “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden”. Como diciendo: Si alguno hoy dice tener estos dones, ejérzalos, siempre y cuando lo hiciesen conforme a lo establecido en la Palabra de Dios.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Para concluir debemos dejar en claro algunas aplicaciones:
• Procuremos discernir cuál o cuáles son nuestros dones espirituales.
• Al discernirlos procuremos servir al Señor a través de los mismos, siempre que lo hagamos para edificación y gloria de Dios.
• Al poner en ejercicio nuestros dones, nunca lo hagamos fuera de los principios establecidos en la Palabra de Dios, pero principalmente con el objetivo de edificar a la Iglesia.

Bosquejo No. 27

LA RESURRECCIÓN CORPORAL
(1 Co. 15:1-19)

Sin duda alguna, que este capítulo, junto con Romanos 8 deben considerarse simplemente como uno de los más grandes capítulos de toda la Palabra de Dios. Siendo además, este capítulo, el registro más antiguo de la resurrección de Cristo y de la promesa de la resurrección de los muertos, que encontramos en el Nuevo Testamento.
En esta porción de las Escrituras, el apóstol Pablo inicia la temática más importante de ésta epístola, haciendo una defensa apologética con respecto a la resurrección.
Es importante recordar que desde antes de la resurrección ya se había entretejido la idea de que ésta no sería un hecho fiel y real como vemos en Mateo 27:63-66 cuando los mismos religiosos fueron a Pilato y le dijeron:
“Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.
Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero”.
De igual manera vemos como Pablo advierte a Timoteo sobre Himeneo y Fileto, en 2 Timoteo 2:17, 18 diciendo:
“Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos”.
Así como vemos que ya desde la resurrección Satanás ha querido confundir al mundo con negar y entretejer fábulas en torno a la resurrección, de igual manera a través de la historia vemos como se han creado doctrinas erradas y confusas con respecto al destino del alma y del cuerpo del hombre, como son las doctrinas de la reencarnación, la doctrina del purgatorio y otras que han creado incertidumbre en el corazón del hombre.
Veamos pues, esta porción bajo el bosquejo siguiente:
I) La importancia de la resurrección
II) La prueba de la resurrección.
III) La prioridad de la resurrección.

I) LA IMPORTANCIA DE LA RESURRECCIÓN
(1 Co. 15:1-4)

A. La verdad de la resurrección.
1. Como vimos en la introducción, fueron muchos los esfuerzos del diablo para impedir la credibilidad de la resurrección, y todavía en nuestros días vemos personas que niegan la realidad de esta gran promesa del Señor Jesucristo.
2. Esta profecía fue declarada infinidad de veces por el mismo Señor Jesucristo como vemos a través de los evangelios. Mateo 16:21; 17:23; 20:19; 27:63, Marcos 8:31; 9:31; 10:34, Lucas 9:22; 18:33; 24:7. Porque la resurrección es la base de su doctrina.
3. Es por esto que Pablo inicia su defensa declarando: (v. 3) “Porque primeramente os he enseñado lo que así mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las escrituras”.
La verdad es que: ¡Él ha resucitado!

B. La razón de la resurrección.
1. Jesús mismo la había declarado desde el inicio de su ministerio cuando nos enseñaba que Él había venido a salvar a los pecadores, y hemos de entender que un muerto no puede salvar a otro muerto, por lo que sin la resurrección su doctrina cae por el piso.
2. Pablo mismo da la razón de su resurrección en el (v. 3) “Por nuestros pecados”. De esta manera podemos deducir que Cristo no fue un mártir que murió por su fe, si no un salvador que murió por nuestros pecados.
3. Jesús no dijo en la cruz: “Consumado soy”, si no: “Consumado es” su obra había sido hecha a favor del pecador como dijo Pablo en 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros se hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Sin resurrección no puede haber salvación ni perdón.

C. El resultado de la resurrección.
1. Como podemos ver en 1 Corintios 15:2, los resultados son evidentes, aunque condicionados para aquellos que creen y retienen la palabra predicada. “Por el cual así mismo sois salvos”
2. Este fue el resultado glorioso de la resurrección, el cual el mismo Jesús profetizó cuando dijo a Marta en Juan 11:25 y 26: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá. Y todo aquel que cree en mí, no morirá eternamente”.
3. Pablo en esta porción puntualiza el resultado de la resurrección como parte primordial del evangelio predicado. “Por el cual a sí mismo, si retenéis la palabra predicada, sois salvos”. Luego de plantear la importancia de la resurrección, mostrando la verdad, razón y resultado de la misma, Pablo se dedica a plantear ahora las pruebas de la resurrección.

II) LA PRUEBA DE LA RESURRECCIÓN
(1 Co. 15:5-11)

A. Apariciones generales.
1. No había una prueba más evidente para mostrar la realidad de la resurrección, que aquellas apariciones que hizo el Señor a todos aquellos que luego testificarían de que Él había resucitado.
2. Encontramos diez apariciones principales en el Nuevo Testamento, de las cuales Pablo cita solo cinco como muestra de la veracidad de la resurrección.
Estas son:
A María Magdalena (Juan 20:11-18)
A la otra María (Mateo 28:9, 10)
A los Discípulos (Lucas 24:13-32)
A Simón Pedro (Lucas 24:33-35)
A Diez Apóstoles (Lucas 24:36-43)
Estas cinco apariciones sucedieron el primer día de la resurrección.

3. Las siguientes cinco sucedieron durante el período de los cuarenta días entre la resurrección y la ascensión:

A los once Apóstoles (Jn. 20:26-31)
(Tomás presente)
A siete Apóstoles (Jn. 21:1-4)
A quinientos discípulos (1 Co. 15:6)
A Santiago (su medio hermano) (1 Co. 15:7)
A los once Apóstoles en el monte de los olivos.
(Lc. 24:44-49)
(1 Co. 15:7)

B. Apariciones específicas.
1. Aquí podemos citar las apariciones personales que Pablo recibió del Salvador, en por lo menos 5 ocasiones, las cuales también sirven de argumento en su tratado apologético.
2. Estas apariciones sucedieron luego de la ascensión a los cielos y son reveladas de manera general por el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:8, 9 cuando dice: “Y al último de todos, como un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios”.
3. Estas apariciones son las mencionadas por Lucas, el médico amado en el libro de los Hechos, el cual es su segundo tratado que escribe a Teófilo.
En el camino a damasco (Hch. 9:1-9)
(22:6-11)
(26:12-19)
En Corinto (Hch. 18:9)
En Jerusalén (Hch. 23:11)
En un barco que se hundía (Hch.27:23)
En un lugar no señalado (Tal vez en Listra)
(2 Co. 12:1-4)

C. La gracia de Dios manifestada.
1. Pablo hace una declaración importante en 1 Corintios 15:10 cuando dice: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”.
2. Son muchas las personas que creen que es una obligación de Dios darles evidencias de su poder y en este caso de su resurrección, no dándose cuenta de que esto lo hace Dios por su gracia (don inmerecido) la cual Él derrama sobre quien le plazca.
3. En este versículo, Pablo testifica que esto lo hizo Dios en su gracia, porque él no era digno de poseer tal privilegio, cosa que testifica de la humildad de Pablo.
Este versículo echa por tierra todos aquellos testimonios de personas histéricas que hoy dicen haber visto a Cristo y exigen su presencia corporal frente a ellos (v. 8).

En la continuación de su presentación, Pablo nos habla de:
III) LA PRIORIDAD DE LA RESURRECCIÓN
(1 Co. 15:12-19)

A. Teorías que niegan la resurrección.
1. En los días de Pablo, como en nuestro tiempo había quienes negaban el hecho de la resurrección.
• Los judíos que fueron a Pilato - Mateo 27:62-66
• Himeneo y Fileto, (2 Ti. 2:17-18) los cuales dijeron que la resurrección de los muertos se había efectuado.
2. A través de la historia han surgido por lo menos 5 teorías con respecto a la negación de la resurrección, estas son:
a) La Teoría del Fraude: Esta dice que los discípulos inventaron todo para sustentar su fe.
b) La Teoría del Desmayo: Esta dice que Cristo no murió en la cruz, sino que solo se desmayó y luego despertó en la tumba, de la cual fue sacado.
c) La Teoría de la Visión: Esta teoría dice que todos los que dijeron ver a Jesús resucitado, se imaginaron lo que vieron.
d) La Teoría del Espíritu: Dice que solo su Espíritu resucitó y ascendió al cielo, pero que su cuerpo no. Refutado por Lucas 24:39.
e) La Teoría del Corazón: La cual dice que solo resucitó en el corazón de sus amigos y nada más.
3. Estas teorías tienen como objetivo minimizar y anular el poder de Cristo sobre la muerte, y echar por la borda la fe de los creyentes, cosa que nunca logrará el maligno.

B. Conclusiones de una fe sin resurrección.
1. A través de esta porción Pablo declara muchas verdades que son de suma importancia, con las cuales él hace ver a los Corintios y a todos los creyentes de la prioridad que debe tener la resurrección de Cristo para nosotros.
2. Estudiando los versículos (12 a 19) podemos deducir 9 horribles conclusiones para el creyente que niega la resurrección.
Estas son:
a) Toda predicación del evangelio ha sido y seguirá siendo inútil.
b) Todos los predicadores del evangelio se convierten en notables mentirosos, y tontos.
c) Todos los cristianos que ahora viven siguen en pecado.
d) Todos los cristianos que han muerto están en el infierno.
e) Se destruye toda razón y propósito de la vida.
f) El salvador mismo se está pudriendo en alguna tumba del medio Oriente.
g) El servicio cristiano se convierte en una farsa sin sentido alguno.
h) El sufrir por Cristo fue algo estúpido y sin sentido (1 Co. 15:30, 32).
i) El camino de la sensualidad es el camino a seguir. “Comamos y bebamos porque mañana moriremos”. (1 Co. 15:32)
3. Pablo mismo deja caer varias conclusiones las cuales hacen evidente la estupidez de algunos corintios de permitir siquiera pensar el hecho de que no hubiera resurrección.

C. Prioridad de la resurrección para fortaleza de la fe.

1. Es por esta razón que el apóstol Pablo por medio de la inspiración del Espíritu Santo hace una defensa tan extensa con respecto al tema de la resurrección haciendo entender que éste punto es la espina dorsal de la salvación, por lo que sin ella nuestra fe es vana y sin sentido (1 Co. 15:14).
2. Notamos como el apóstol Pablo hace evidente que él no ignora las maquinaciones del diablo, y denuncia las intenciones de aquellos que negaban lo que se había predicado (1 Co. 15:12).
3. Satanás es el engañador, el padre de mentira y el príncipe de las tinieblas, por tanto él buscará la forma siempre de negar los hechos reales que traen sentido y realidad a la fe cristiana.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
• El hecho de la resurrección es la base de nuestra fe.
• Sin el hecho de la resurrección el cristianismo no tuviese sentido y todos sus postulados caerían por el suelo.
• Sin el hecho de la resurrección nuestra fe sería vana.
• Sin el hecho de la resurrección nuestra esperanza de resucitar sería frustrada.
• Pero el apóstol Pablo concluye sus argumentos con la confirmación de éste acontecimiento diciendo: “Más ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”. (1 Co. 15:20).



Bosquejo No. 28

ORDEN Y PATRÓN DE RESURRECCIÓN
(1 Co. 15:20-49)

Ya hemos analizado el hecho de la resurrección de acuerdo al planteamiento que hace el apóstol Pablo en el inicio del capítulo 15, donde declara a los corintios que el hecho de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo a favor de nuestros pecados viene a ser la espina dorsal del evangelio de salvación.
Ahora el apóstol Pablo continúa el desarrollo de esta doctrina, luego de establecer la realidad de la resurrección de Cristo frente a aquellos “hermanos” que dentro de la iglesia estaban negando este gran acontecimiento.
Pablo continua trayéndonos el orden en que la resurrección ha de efectuarse y el patrón que regirá a la transformación que sufrirán todos aquellos que han de participar en ella, en cuanto a la naturaleza del cuerpo con el cual resucitaremos.
Por último Pablo declara la forma en que seremos transformados en gloria para alcanzar con esto la glorificación celestial.
Es maravilloso ver como el apóstol Pablo inicia esta sección, luego de establecer la veracidad de la resurrección de Cristo, cuando dice: “Más ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”.
Es aquí donde se ratifica el hecho de la resurrección corporal de Jesucristo y donde se nos declara que fuera de su resurrección no puede haber forma como el hombre pueda ser transformado en gloria.
Él es el primero de todos los que después de Él verán y serán participantes de este maravilloso acontecimiento.
Veamos esta parte del capítulo bajo el siguiente bosquejo:
I) El desfile de la resurrección.
II) Argumento y patrón de la resurrección.
III) La perfección de la resurrección.

I) EL DESFILE DE LA RESURRECCIÓN
(1 Co. 15:20-28)

A. Cristo ha resucitado.
1. Este hecho declara el inicio del desfile de la resurrección de los que han muerto en Cristo, y Cristo es el que conduce el desfile, puesto que de acuerdo al orden de la resurrección, él es el primero que ha resucitado en gloria.
2. La palabra griega que se usa en el (v. 23) por “orden” es “Tagma=tagma”, un término militar que se refiere a las tropas ordenadas en orden de rango, con el propósito de ser exhibidas en un desfile que ha de mostrar la fuerza y la gloria de las fuerzas armadas.
3. Por cuanto Cristo resucitó y fue las primicias de la resurrección y de la transformación de un cuerpo de muerte a un cuerpo glorificado, él conduce el desfile.

B. Cristo, las primicias.
1. Pablo se refiere aquí a la tercera de las siete fiestas judías mencionadas en Levítico 23, la cual se llamaba la fiesta de las primicias de los primeros frutos donde se ofrecía a Dios lo primero de las cosechas.
2. El primer día de la fiesta los delegados seleccionados marcaban la porción en el campo de los primeros manojos (gavillas) que contenían los primeros granos de la cosecha y los cuales eran llevados al templo, esto se hacía el tercer día presentándoselas a Jehová como muestra del voto hecho a él.
3. En esta comparación, como lo trae Pablo a colación, el orden de las cosas era importante. “Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia” (1 Co. 15:23, 24).
4. Los (vv. 25, 26) abundan diciendo: “Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte”.

C. Cristo y los que le siguen.
1. Es hermoso recordar aquí las palabras de Jesús recogidas en Juan 10:27, 28 con respecto a su declaración de que él es el buen pastor, cuando dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”.
O cuando dice en Juan 6:40: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquél que ve al hijo, y cree en Él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”.
2. En estas porciones se profetiza el cumplimiento del destino de aquellos que han seguido su voz, los cuales también le seguirán en la resurrección de los muertos.
3. Notemos 1 Corintios 15:23: “Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin”. Este será el momento en que se completará la resurrección total de todos los creyentes que han creído en sus promesas.
• En el día del arrebatamiento o resurrección de los creyentes profetizada en (1 Tes. 4:13-18 y 1 Co. 15:51-58).
• La Resurrección de los testigos (Ap. 11:7-12).
• El completivo de la primera clase de resurrección descrita en (Ap. 20:4-6). [1]

II) ARGUMENTO Y PATRÓN DE LA RESURRECCIÓN
(1 Co. 15:29-38)

A. El argumento de la resurrección.
1. La resurrección es la victoria de Cristo y el argumento que fortalece la fe de los creyentes, y como se estableció en los versículos anteriores, sin este hecho nuestra fe es vana.
2. Al parecer, muchos de los que negaban la resurrección también tenían como práctica bautizarse por los muertos, como una manera de identificación con aquellos que habían partido y esperaban la resurrección.

[1] El Dr. Carballosa dice en su comentario de Apocalipsis pág. 409: El vocablo usado para calificar la resurrección de Ap. 20:5 es prótei, que puede significar primera en tiempo o primera en clase o categoría. Es el mismo término usado por Pablo en 1 Timoteo 1:15 donde se autodenomina el primero de los pecadores. Por supuesto no afirma ser el primero de los pecadores en tiempo, pero sí el cabecilla o el peor de los pecadores.
3. Pablo, ratifica que su fe sí tiene argumentos sólido, puesto que si no fuera la resurrección de Cristo veraz, no tendría él razón de porque vivir padeciendo como lo hacía. Pablo recomienda velar por nuestra conducta y santidad. (vv. 33, 32).

B. La transformación del cuerpo dentro del patrón de la resurrección.
1. Frente a la problemática e ignorancia de los hermanos de Corinto con respecto a los planes de la resurrección, notamos como Pablo mismo se hace algunas preguntas para desarrollar la temática.
2. Pablo toma la ilustración del grano de trigo para entendamos el hecho de la transformación del cuerpo corruptible a un cuerpo incorruptible. Con esta ilustración Pablo deja por entendido que solo por el poder de Dios, este cuerpo puede ser transformado y cambiado.
3. El cuerpo viejo, igual que un grano de trigo, no tiene poder para cambiarse a sí mismo sólo Dios puede hacer crecer el trigo así como puede levantar a los muertos. Él estableció que como el grano de trigo tiene que morir para ser cambiado en una nueva planta, de igual manera que el hombre para ser cambiado tiene que pasar por la muerte y la sepultura, para poder ser transformado.
4. Recordamos las palabras del Señor en (Juan 12:24): “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”.
“La muerte no reprime al grano, sino que lo libera para ser transformado”.

C. El patrón establecido.
1. Dios ha creado a todas las criaturas como él quiso y dio a cada una de ellas su propia naturaleza y gloria, como dará a cada uno un cuerpo glorificado.
2. Este patrón lo vemos repetirse en la naturaleza por siglos y Dios no ha de variarlo hasta que Cristo y los que son de Cristo hayan de ser resucitados como él lo ha establecido siendo las primicias de la resurrección.
3. Este patrón manifiesta cualidades o características de ambos estados, las cuales Pablo desarrolla a continuación.

III) LA PERFECCIÓN DE LA RESURRECCIÓN
(1 Co. 15:39-49)

A. Atributos del viejo cuerpo pecaminoso.
1. Sembrado en corrupción. (Un cuerpo que perece y se corrompe - 15:42).
2. Sembrado en deshonra. (Un cuerpo que se confundirá y volverá a ser uno con el polvo de la tierra, aunque su posición fuera gloriosa en la tierra - 15:43). Es por eso que el hombre quiere que sus entierros sean majestuosos, para aminorar la deshonra de la sepultura.
3. Sembrado en debilidad. (Un cuerpo que está sujeto a enfermedades y toda clase de temores - 15:43).
4. Sembrado cuerpo animal. (Un cuerpo limitado por las leyes de la naturaleza - 15:44).

B. Atributos del nuevo cuerpo sin pecado.
1. Resucitado en incorrupción. (Un cuerpo que no perece) (15:42 y Jn. 11:25-27).
2. Resucitado en gloria. (Un cuerpo glorificado para un mundo perfecto - 15:43)
3. Resucitado en poder. (Un cuerpo no sujeto a enfermedades ni temores - 15:43).
4. Resucitado en un cuerpo espiritual. (Un cuerpo no limitado por las leyes de la naturaleza y del pecado que nos asedia - 15:44).

C. La superioridad y perfección del estado resucitado.
1. En el (v. 45) se nos indica la superioridad del estado resucitado, el cual se hace evidente cuando se hace aquí una relación entre Adán y Cristo: “Así también está escrito: fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante”.
2. Queda establecido que por la naturaleza pecaminosa de Adán, morimos, pero por la naturaleza divina de Cristo viviremos eternamente glorificados.
3. Pero para participar de la gloria de Cristo y de su naturaleza, tenemos que pasar por lo terrenal.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
• Mis amados, cuando leemos estas bendiciones y conocemos que de la misma manera que heredamos las características terrenales del primer Adán, estamos seguros que heredaremos las características gloriosas del postrer Adán, esto es Cristo.
• Nuestro corazón se llena de emoción y nos lleva a:
o Glorificar a Dios.
o Honrarle y darle gracias.
o Ser sus testigos fieles.
o Proclamar su grandeza y su infinito poder para salvar y transformar al más vil de los pecadores.


Bosquejo No. 29

EL MOMENTO DE LA RESURRECCIÓN
(1 Co. 15:50-58)

Ya hemos hablado de la resurrección corporal, del Orden y Patrón de Resurrección, ahora nos toca analizar el momento mismo de la resurrección, con esto no queremos decir que vamos a establecer una fecha precisa del día en que seremos resucitados por Cristo, pero sí vamos a conocer algunos detalles que nos enseñarán que aunque no sepamos ni el día ni la hora, sabremos que el momento ha llegado.
El apóstol Pablo ha tomado todo un capítulo para hablar a los hermanos de Corinto sobre este tema de la resurrección y es una realidad que muchas veces hemos dicho, cuando nos metemos en esta doctrina sentimos la convicción de no salir de lo que dice la Biblia sobre al respecto con el propósito de fortalecer la convicción de que ciertamente un día, en aquel divino día, estaremos para siempre con el Señor.
Todos los creyentes soñamos con textos como Juan 11:25, 26 o como Juan 14:2, o como Mateo 24:27, pero también él nos dijo en Mateo 24:36 - “Pero el día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre”.
Lo que nos enseña que no podemos establecer un día, pero si podemos conocer algunos detalles que nos enseñarán no solo a estar esperando, sino también a estar preparados para el día de la venida de nuestro Señor, como dijo en Mateo 24:42 - “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.
Por tanto, para muchos de nosotros y aún más para Pablo, el momento en que ocurrirá este acontecimiento todavía es un misterio aunque ya para este momento en que escribe la epístola, parte del misterio es clarificado por la revelación del Espíritu Santo y es así como el apóstol inicia esta sección que hoy estudiamos, luego de establecer en el (v. 50): “Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción”.
Veamos esta sección bajo el siguiente bosquejo de estudio:
I) El misterio.
II) La necesidad de la transformación.
III) El triunfo sobre la muerte.


I) EL MISTERIO
(1 Co. 15:51-52)

A. El misterio proclamado.
1. A través de la historia Bíblica Dios fue dejando algunos detalles de su plan sin revelárselo al hombre ya que en su soberanía entendió que nosotros no podríamos llevar toda esta información. Es bueno recordar lo que nos dice (Dt. 29:29): “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las relevadas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley”.
2. Otro gran misterio que Dios retuvo oculto es el misterio mismo de la iglesia como también dice Pablo a los Colosenses 1:26, 27 cuando dice: “El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Y también de este misterio habla Romanos 16:25-27.
3. Ahora nos dice Pablo: “He aquí, os digo un misterio”. Que maravilloso es encontrarse en la persona del apóstol Pablo cuando se da cuenta de recibir la revelación del misterio del momento y forma de la resurrección aunque no sea con el detalle de la fecha del acontecimiento, algo que Dios el Padre se ha reservado para sí, según Mateo 24:36.

B. El contenido del misterio.|
1. “No todos dormiremos; pero todos seremos transformados”. Es como para decir ¿Qué, qué? ¿Cómo es eso? vuélveme a decir lo que acabas de decir, ¿Que no todos dormiremos? Pero, si está establecido que todos debemos dormir (dormir en Cristo) por causa del pecado. Cómo es que ahora me dices que no todos dormiremos.
2. Yo me sitúo en la mente del apóstol Pablo al recibir la revelación de este misterio que ahora da a conocer a los corintios, y pienso que es muy natural que él reaccionaría de esta manera, ya que la revelación de este misterio abre la puerta de la esperanza más grande que algún creyente pueda haber tenido.
3. Es entonces cierto que el Espíritu Santo reveló a Pablo esta parte del plan de Dios no conocida aún por los creyentes cuando dice: “No todos dormiremos; pero todos seremos transformados”, una noticia que los creyentes tienen que recibir por fe y deben proclamarla por fe.

C. El desglose del misterio.
1. Nos podemos imaginar también lo que Pablo cuestionaría a Dios al recibir esta revelación, puede que preguntara: ¿Cómo va a ser eso? Es aquí donde viene la respuesta en relación con el contexto anterior del pasaje, el cual nos dice (v. 50): “…que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción”.
2. La respuesta es la siguiente (v.52): “...en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados”.
3. Creo que no hay más que hablar con respecto al misterio porque ha sido desglosado claramente y en un orden correcto, dándonos a entender que cada uno de nosotros debe estar atento al llamado final, al momento en que el Señor ordene “el toque de la trompeta” para congregar a sus hijos de los cuatro puntos de la tierra y llevarlos al cielo en las nubes para estar siempre con ellos como dice (1 Tes. 4:13-18).

Ahora nos dedicaremos a conocer:
II) LA NECESIDAD DE LA TRANSFORMACIÓN
(1 Co. 15:53-54)

A. Un cambio necesario.
1. Esta transformación ha sido profetizada por los profetas del Antiguo Testamento en el sentido de que para Dios nada es imposible. Si leemos Ezequiel 37, en la narración de la obra de Dios en el valle de los huesos secos, entenderemos como Dios es capaz, en su poder y gloria de convertir lo que se ha corrompido en incorrupción y lo que se ha hecho vil en gloria.
2. La transformación de la carne y la sangre en algo incorruptible es algo imprescindible para poder heredar el reino de Dios, ya lo ha dicho el mismo Pablo, pues ciertamente que algo material no puede heredar o existir en el campo espiritual y esta es la necesidad de la transformación que se advierte aquí, la cual es necesaria que ocurra en el momento de la resurrección.
3. También es necesario que el cuerpo mortal se vista de inmortalidad, ya que desde ese momento nunca más verá muerte. Es aquí donde las palabras de Jesús a María la hermana de Lázaro toman sentido cuando dice en Juan 11:25-26a: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí aunque haya muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”.
4. Es cierto entonces que la revelación de este misterio trae a la iglesia la explicación de la necesidad de la transformación del cuerpo terrenal del creyente en cuerpo espiritual en el momento de la resurrección.

B. Lo que traerá el cambio.
1. Este cambio o transformación de sustancia traerá un momento de triunfo para Dios y para todos los creyentes no importa la iglesia cristiana a la cual pertenezca o a la denominación a la cual le haya tocado desarrollar su vida cristiana.
2. Es aquí donde el apóstol Pablo se goza de solo pensar en este momento de gloria y de victoria, el cual lo comparte con los corintios y sabe que será un momento anhelado por todos los creyentes de todo el mundo y de todos los tiempos.
3. Aquí declara ahora (v. 54) lo que traerá esta maravillosa transformación cuando expresa: “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: sorbida es la muerte en victoria”.

C. La victoria asegurada.
1. “Sorbida es la muerte en victoria”. Es una expresión poco usual en la palabra pero que tiene su propio significado en el contexto de este pasaje, pues el mismo texto hace referencia a “…entonces se cumplirá la palabra que está escrita…”
2. Podemos preguntarnos ¿Donde está la palabra que está escrita que halla su cumplimiento en el momento de la resurrección? El texto mismo hace referencia a Isaías 25:8 cuando dice: “Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lagrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho”.
3. Por otro lado (Ap. 7:17 y 21:4) nos asegura esta gran promesa como parte de nuestra esperanza eterna cuando dice principalmente en (21:4): “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.
4. Lo que nos asegura verdaderamente que “Sorbida es la muerte en victoria”. Lo que implica convertir o deshacer o transformar la muerte que tanto nos agobia y nos asusta en la victoria más hermosa y más gloriosa para creyente.

III) EL TRIUNFO SOBRE LA MUERTE
(1 Co. 15:55-58)

A. La actitud triunfalista de Pablo.
1. Como podemos notar el apóstol Pablo toma una actitud triunfalista frente a la revelación del misterio ahora revelado. Pudiéramos decir que hasta de manera irónica (por supuesto en el poder de Cristo y no en el suyo propio) Pablo comienza a retar a todo aquello que le significaba derrota espiritual.
2. Ahora declara: “¿Donde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Donde, oh sepulcro, tu victoria? Como vemos Pablo hace estas preguntas para recibir respuesta de la muerte y del sepulcro o de aquellos que creen tener el poder de matar y amedrentar al creyente. Mateo 10:26-28 y Hebreos 2:14-15 nos libran de cualquier temor y nos fortalecen en el temor a Dios.
3. Ahora Pablo quiere que tanto la muerte como el sepulcro le den respuesta a los cuestionamientos que ahora les hace, especialmente al conocer la revelación del misterio de la resurrección, pero estos quedan callados, sin habla ni argumento.

B. Los argumentos de su actitud.
1. Pablo por el contrario si declara los argumentos que la muerte y el sepulcro tenían para amedrentarle, pero ahora, frente a la relevación del poder de la resurrección y su momento glorioso responde: Muerte, sepulcro ¿Dónde está tu aguijón y tu victoria? “Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley”.
2. Ahora que el pecado no tiene poder sobre nosotros, para traspasarnos pues Cristo lo venció en la cruz, y ahora que la ley no tiene sentido porque no puede declarar pecado en aquel que nunca pecó y que es nuestra justificación. “Respóndanme, Respóndanme ahora”.
3. Ciertamente que Pablo sabía que frente al conocimiento glorioso de este misterio la muerte y el sepulcro permanecerían callados y avergonzados de haberse creído aunque fuese por algún momento que podían triunfar frente al poder de Dios en Cristo.

Por esta causa solo queda…
C. Dar acción de gracias a Dios.
1. “Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. La verdad es que no somos suficientes, sólo en Cristo podemos tener este poder y esta victoria. Ahora nos podemos imaginar a Pablo retando a la muerte y al sepulcro como un niño reta a su adversario colocado detrás de las piernas de su padre.
2. Ese niño sabe que él no tiene poder, pero sabe también que ahí está papá para defenderle y luchar por él, y al saberse fuerte en el poder de su padre, luego de la pelea, dice a su padre, “gracias papá por darme tu fuerza y por ponerla a mi servicio”.
3. Todo cristiano verdadero sabe que su triunfo y su victoria solamente es posible a través de Nuestro Señor Jesucristo y nadie más, es por esto que el apóstol Pablo concluye con estas palabras de agradecimiento.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
• Que maravillosa conclusión la que hace el apóstol Pablo a los corintios al terminar el tema de la resurrección: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”.
• Esta es una hermosa exhortación para que cada creyente sepa que hacer desde el día en que conoció este misterio hasta el momento de la resurrección.
• Es parte de nuestra aplicación, estar siempre gozosos por lo que Dios hace y hará, y al mismo tiempo, dispuestos y preparados para hacer la obra que nos encomendó, mientras este glorioso día llega.



Bosquejo No. 30

LA OFRENDA PARA LOS SANTOS
(1 Co. 16:1-4)

Al concluir la epístola, el apóstol Pablo toca el tema de las ofrendas declarando: “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.
Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén.
Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo”.
Tal vez algunos dirán que este no era el momento más apropiado para hablar de ofrendas, luego de haber escrito una epístola tan fuerte y dura como la que había dirigido a esta iglesia, pero a Pablo no le interesaban los agradecimientos humanos, sino que cada uno cumpliera con el deber que como creyentes le correspondía. Además él sabía que la ofrenda solicitada no era para agradarle a él, sino a Dios y servir a los santos de Jerusalén.
De igual manera tenemos la idea de que este tema es un tema vedado o que debe ser tratado de forma delicada en las iglesias cristianas, ya que a muchos no les gusta que se toque este tema, pero esta enseñanza es como una de tantas en la Palabra de Dios y como tal debemos de enseñarla sin importar las opiniones de los hombres sino lo que Dios desea.
Tenemos una gran responsabilidad frente a Dios de sostener la obra, para que el evangelio sea difundido y todos tenemos esta obligación, es por esto que Pablo hace esta aclaración, al final de esta epístola haciéndonos ver que el ofrendar es además un privilegio para aquellos a quienes Dios escoge para ofrendar.
Recordemos lo que Pablo declara en su mensaje en Mileto cuando dice en Hechos 20:35: “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”.
Veamos algunos aspectos de esta doctrina bajo el siguiente bosquejo de estudio.
I) La orden de ofrendar.
II) Los principios al ofrendar.
III) Los custodios de las ofrendas.

I) LA ORDEN DE OFRENDAR
(1 Co. 16:1)
A. La orden establecida.
1. El apóstol Pablo da aquí una orden a la iglesia de Corintio y les declara que ellos deben imitar lo que había declarado a las iglesias de Galacia. Aunque nosotros no tenemos ningún detalle en la epístola inspirada de Pablo a los Gálatas donde se hable de este tema, si sabemos que los corintios conocían esta orden la que de hecho es aquí citada.
2. Esta orden especifica claramente el deseo de Pablo de seguir las instrucciones generales que dio a los Gálatas y lo expresa diciendo: “En cuanto a las ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia”.
3. Todo creyente tiene que entender que la obra del Señor en nosotros tiene que afectar no solo nuestro corazón, sino también nuestros bienes como dice Proverbios 3:9-10: “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos, y serán llenos tus graneros de abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”. Está claro que la orden de ofrendar es para nosotros los creyentes de todos los tiempos.

B. El destino de las ofrendas.
1. El apóstol Pablo especifica el destino de la ofrenda que pide a los Corintios especificando aquí: “Ofrenda para los santos”. Él espera que esta ofrenda llegue a su destino, y supla las necesidades de los santos que se encuentran en Jerusalén.
2. Estos santos no eran creyentes especiales, sino solo creyentes que estaban sirviendo a la obra del Señor en la ciudad de Jerusalén y que necesitaban ser atendidos por medio de la ofrenda de los creyentes.
3. Es posible que estos siervos sean como los que ayudó Gayo en el ministerio de la expansión del evangelio como dice 3 Juan 5-8: “Amado, fielmente te conduces cuando restas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. Porque ellos salieron por amor del nombre de él sin aceptar nada de los gentiles”.
4. También puede referirse a santos como a los que se hace referencia en (Ro. 15:25, 26) cuando dice: “Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad”.
5. De igual manera se establece en muchos pasajes del nuevo testamento el hecho de que el siervo de Dios, debe ser sostenido por la iglesia de Dios como se declara en (1 Ti. 5:17-18): “Los ancianos que gobiernan bien sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; Y: Digno es el obrero de su salario”. Otros pasajes sobre el tema son (Dt. 25:4), (Mt. 10:10), (Lc. 10:7).

II) LOS PRINCIPIOS AL OFRENDAR
(1 Co. 16:2)

A. Primer principio - El momento de la ofrenda.
1. Nuestro texto continúa haciendo la declaración que sigue: “Cada primer día de la semana”.
Es interesante notar que el apóstol Pablo desea que todos los domingos, días en que primordialmente se reunían los creyentes a adorar al Señor, como el día primero de la semana, todos recordarán al Señor presentando sus ofrendas. Estas serían para sustentar a los que estaban en necesidad y a los que laboraban en la obra de Dios.
2. Muchos dicen que pueden ofrendar cualquier día, y esto es cierto, pues no tenemos otro texto en el cual se nos diga que no podemos hacerlo un martes o un jueves, etc.
3. Al parecer en aquellos tiempos los pagos se hacían semanalmente y por esto Pablo recuerda que el domingo, cuando los hermanos se reunieran, se recordaran de recoger las ofrendas para los santos que estaban en necesidad. Aunque también es bueno apuntar que en aquel tiempo también se pagaba a muchos al final de cada día.

B. Segundo principio - La fuente de las ofrendas.
1. Ahora se nos declara: “Cada uno de vosotros”.
Como vemos, todos los creyentes de forma particular deben de preocuparse por el sostenimiento propio y aún de ayudar a aquellos que siendo hermanos son comisionados por la Iglesia a desarrollar un ministerio específico como ocurrió en el caso de Pablo y Bernabé según nos narra (Hch. 13:1-3).
2. Esta obligación es de todos, ya que Pablo dice: “Cada uno de vosotros”, indicando que debemos ofrendar de lo que es nuestro y de lo que nos ganamos con nuestro propio esfuerzo, ya que tenemos un gran ejemplo en Cristo Jesús (He. 9:24-26).
3. Un creyente auténtico es uno que tiene pasión de dar al Señor de lo más preciado, sin esperar reconocimiento dando sin reservas y sin restricción.

B. Tercer principio - La cantidad de la ofrenda.
1. La cantidad no es especificada en el texto, Pablo deja a la conciencia de cada creyente, dentro de la libertad cristiana, para que determine personalmente ante Dios lo que debe ofrendar, por eso declara: “…ponga aparte algo, según haya prosperado”.
2. Deben apartarlo y atesorarlo "junto a sí, a su lado" (16:2b). Hay varios pasajes en la literatura griega en que esta frase significa "en casa", y probablemente tiene ese significado aquí. De manera que Pablo no pidió a los corintios y a los gálatas que entregaran su ofrenda cada domingo, sino que agregaran cada domingo algo a la ofrenda que iban acumulando en casa. De todas formas, el hecho que pide que aparten su ofrenda el primer día de la semana indica que ese día ya se revestía de relevancia para los cristianos (Hch. 20:7).
3. Debemos tomar en cuenta que ningún creyente de verdad pensará dar a Dios menos de lo que realmente sabe que debe dar, teniendo como parámetro las enseñanzas de Dios en toda la Biblia que se recogen en textos tales como (Lc. 21:1-3; Mal. 3:6-12; Mt. 6:1-4).
4. Otros principios que tomamos en cuenta son los que aparecen en la segunda epístola escrita a esta misma iglesia y que se encuentran en 2 Corintios 9:7 cuando Pablo dice: “Cada uno de como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”.
III) LOS CUSTODIOS DE LAS OFRENDAS
(1 Co. 16:3-4)

A. Creyentes designados.
1. Esta es una maravillosa oportunidad para hablar de la obra administrativa de la Iglesia de Cristo, así como su ministerio en el área económica para la cual el mismo Espíritu Santo inspiró principios fundamentales y capacitó con el don de administración a hermanos dentro de cada iglesia local como vemos en (1 Co. 12:28).
2. Es interesante ver que el apóstol Pablo recomienda a la Iglesia a escoger a aquellos que iban a ser los custodios de las ofrendas recogidas y de inmediato dice que él mismo acataría aquella decisión para enviar este donativo a Jerusalén.
3. Pablo mismo respeta la decisión soberana de la Iglesia al escoger a los que habrían de llevar la ofrenda de la misma manera en que los doce apóstoles respetaron la decisión de la Iglesia primitiva al escoger los 7 primeros diáconos como se nos enseña en Hechos 6:1-7.

B. La autoridad de elección.
1. Esta responsabilidad recae en los miembros de la congregación y cada iglesia local tendrá los diáconos o administradores que ella elija, por lo que si no buscan que sus elegidos se ajusten a las demandas Bíblicas tendrán grandes problemas.
2. Toda la Iglesia debe escoger sus servidores en el área administrativa tomando en cuenta los requisitos establecidos en Hechos 6:1-7 y en 1 Timoteo 3:8-13.
3. Toda Iglesia local debe buscar en oración la dirección del Espíritu Santo para proceder bajo el amparo de Dios en cada elección de sus siervos, como vemos que sucedió en Hechos 13:1-3 cuando el Espíritu Santo apartó de la Iglesia de Antioquía a Bernabé y a Saulo para hacer la obra de Evangelistas.


C. El compromiso del apóstol Pablo.
1. Es asombroso ver la sumisión de Pablo a la autoridad de la Iglesia en cuanto a la comisión de hombres que la congregación ha de elegir para así ejercer el ministerio de la administración y repartición de los bienes ofrendados.
2. Pablo dice: “Y si fuere propio que yo también vaya, irán también conmigo”. (Pablo terminó yendo con ellos a llevar el donativo: Ro. 15:25-28; Hch. 20:2-5, 13-16; 21:1-17) Vemos aquí como el apóstol Pablo estaba dispuesto a respetar la decisión de la Iglesia a este respecto con tal de que no hubiera dudas de que la ofrenda iba a ser bien administrada.
3. Esto no quiere decir que Pablo doblegaría sus convicciones teológicas si la Iglesia se apartaba soberanamente de la verdad, pero sabiendo que ellos hacían lo correctamente bíblico, sí permaneció siendo humilde y respetuoso para acatar la decisión de la Iglesia en el área de servicio en la administración económica.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
• Para concluir debemos dar algunas aplicaciones claras que sirvan como elemento de crecimiento en nuestra responsabilidad ante la Iglesia de Dios en su sostenimiento.
• Dios no cuenta con nadie más que con sus hijos, nacidos de nuevo y lavados por la sangre de su Hijo para el sostenimiento de su obra y esto mis hermanos es un privilegio.
• Estamos claros que esta demanda de dar viene del Señor y que cada uno debe saber cómo, cuándo y cuanto debe ofrendar para el Señor y su obra.
• Sepamos que mientras más y demos para la obra de Dios, más seremos recompensados por el Señor como dice Malaquías 3:10.
• No olvidemos dar siempre con alegría y sencillez de corazón porque Dios ama al dador alegre. Por tanto no te pierdas de estas bendiciones.

Bosquejo No. 31
PALABRAS CONCLUSIVAS
(1 Co. 16:5-24)

Con esta porción llegamos al final de la primera epístola escrita por el apóstol Pablo a los corintios, en la cual se ha planteado todo lo que esta Iglesia local tenía que superar y al mismo tiempo tenía que adquirir para llegar a convertirse en una Iglesia madura.
Ya todo se ha dicho hasta el momento, y aunque tenemos una segunda epístola inspirada por el Espíritu Santo al apóstol Pablo, todo cuánto esta iglesia necesitaba en el orden de lo doctrinal ya que se ha declarado en esta primera carta.
En esta última porción vemos algunos imperativos importantes para nuestra vida cristiana y en especial para la iglesia de Corinto que se encontraba con grandes deficiencias espirituales, por esto esta despedida es digna de ser tomada en cuenta, no solamente por la iglesia de Corinto sino también por cada una de las iglesias cristianas de ayer, hoy y siempre hasta la venida del Señor.
Antes de la salutaciones finales y las exhortaciones a los hermanos, Pablo también medita en sus planes futuros con respecto a su vida ministerial, les habla de sus futuras visitas a la ciudad de Corinto, al igual que de la ruta a tomar así como de la intención que tenía de pasar el invierno de ese año con ellos.
En la primera parte de esta última porción Pablo menciona a sus colaboradores más especiales. Entre los siervos mencionados se encuentra Timoteo el más fiel de todos y a quien llamó su hijo en la fe.
También podemos suponer la presencia de Tito aunque no es mencionado en esta conclusión, pero que sí estuvo colaborando con Pablo en la misión a Corinto según vemos en (2 Co. 2:12-13; 7:6, 7; 8:16, 17, 23; 12:17, 18), también es mencionado Apolos y la familia de Estéfanas la cual fue de las primeras familias en ser salvos en esta ciudad (1:16).
Concluyamos el estudio de Primera a los corintios viendo el contenido del (v. 13) donde tenemos 4 mandatos que identifican el sentir del apóstol y que estudiaremos bajo el bosquejo siguiente:
I) Velad.
II) Estad firmes en la fe.
III) Portaos varonilmente.
IV) Esforzaos.

I) VELAD
(1 Co. 16:13)

A) Descripción del mandato.
1. En esta expresión se denota algo importante, lo cual es definido por medio de la palabra griega “Grêgoreite”, que es un imperativo presente que denota el esfuerzo persistente de ahuyentar el sueño y de estar alerta.
2. Esta palabra es usada muchas veces por el apóstol Pablo en las demás epístolas como vemos en (1 Co. 15:34; Ef. 6:18; 1 Tes. 5:6, 10), etc. y también la vemos en las epístolas de Pedro, (1 P. 4:7 y 5:8).
3. La palabra griega usada en estas porciones demanda gran interés del creyente consciente de su responsabilidad en Cristo de estar atento y apto para hacer la obra de Dios correctamente.

B. Evidencia de este mandato.
1. Este mandato es declarado al final de la epístola por la razón de que muchas cosas negativas pasaron en esta iglesia, precisamente por la manera en que muchos de los Corintios no estaban alertas a la voz del Espíritu Santo, permitiendo que muchos problemas les invadieran.
2. A través de toda la epístola Pablo ha mencionado muchos peligros que no eran percibidos por el creyente que estaba medio dormido espiritualmente, y muchos ni siquiera tenían la sabiduría de discernir lo que Dios demandaba de ellos.
3. Si buscamos Hechos 20:27-31 vemos la misma expresión de Pablo haciendo una seria advertencia a los pastores de Mileto, ciudad próxima a Éfeso, cuando en el (v. 31) les dice “Velad”.

C. Propósito de este mandato.
1. El propósito está claramente establecido por Pablo, ya que él tiene como deseo que los hermanos de Corinto tuvieran la capacidad de apercibirse de los problemas eclesiásticos y que aplicaran medicina preventiva y no medicina curativa a los problemas que los amenazaban.
2. Es importantísimo que los creyentes estemos atentos a todo cuanto puede dañar nuestra vida cristiana y nuestro testimonio personal o como iglesia y si no estamos atentos de seguro que vamos a sucumbir en la batalla contra el diablo.
3. Recordemos que Satanás anda como león rugiente buscando a quien devorar, y él no perderá oportunidad para que nosotros caigamos en sus garras y nuestro testimonio se haga inefectivo, es bueno entender todo cuanto Dios demanda en cuanto a velar para que no seamos simples y caigamos en las garras del diablo.

II) ESTAD FIRMES EN LA FE
(1 Co. 16:13)

A. Un mandato a la firmeza.
1. En este imperativo, Pablo nos demanda “Estad firmes” aquí se usa la palabra griega “stëkö” aunque la palabra firme se traduce en otros lugares como “stereos” (1 P. 5:9).
2. Pero este imperativo dado aquí de una manera directa nos trae a la memoria la descripción de la palabra Apostasía que se traduce de la palabra griega “apostasia” =  (Hechos 21:21; 2 Tes. 2:3). La cual da la idea de aquellos que caen de la firmeza o se apartan de la verdad ya conocida.
3. Si hacemos un contraste vemos que a lo que Pablo nos llama es a permanecer en pie, a guardarnos sin caída frente al hecho de que nuestra fe sea atacada o afectada por los ataques del maligno. Así lo recomienda Pablo aún a los que se creen fuertes cuando usa la palabra Caer = “pipto” =  en (1 Co. 10:12).
4. La firmeza es algo imprescindible en un creyente maduro que permanece constante en sus convicciones y que no desmaya contra las asechanzas del diablo. Recordemos lo que dice (1 Pedro 5:8, 9): “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda al rededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”.

B. Firmeza en la fe.
1. Pablo no solo dice que debemos estar firmes, sino que completa la frase “en la fe”. En este versículo “en la fe” es el cuerpo completo de doctrinas cristianas, esta expresión también la podemos igualar a las verdades del nuevo pacto entregadas a los apóstoles.
2. Por esto vemos claramente como en el capítulo 15 Pablo defiende de manera desafiante la doctrina de la resurrección la cual constituye la espina dorsal de la fe de los creyentes y sobre la cual no se puede aceptar ningún tipo de falsedad.
3. La fe debe ser inquebrantable para todo aquel que ha recibido este don de Dios y debe ser apreciada y fortalecida en la medida que nos aferramos a las enseñanzas de la Palabra de Dios.

C. La firmeza y la sana doctrina.
1. La firmeza en la fe se obtiene a través de la sana doctrina. En la Palabra de Dios podemos ver esta verdad observando como Pablo cuando escribe a Timoteo en 2 Timoteo 4, insiste en que su ministerio se caracterice por la enseñanza de la santa doctrina.
2. Cuando escribe a Tito de igual manera le expresa la misma idea cuando dice en (2:1, 2): “Pero tu habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia”.
3. La firmeza en la fe debe por tanto ser cultivada y debe ser practicada a través del conocimiento de la Palabra de Dios, insistimos en estas mismas cosas siempre que podemos, pues como seres humanos somos propensos a olvidar nuestras responsabilidades.

III) PORTAOS VARONILMENTE
(1 Co. 16:13)

A. Significado del término.
1. La expresión viene dada por la palabra griega Andrizomai =  que se deriva de la raíz Anthröpos de “anër”, varón, el apóstol Pablo reclama aquí una conducta digna de la posición de autoridad en que Dios ha puesto a todo hombre dentro de la iglesia y principalmente a los líderes de las mismas.
2. Deducimos pues, que la traducción es perfecta y se quiere puntualizar con ella que todos los hombres que formasen parte de la iglesia de Cristo y en especial a la iglesia de Corinto, iglesia donde el papel de las mujeres estaba trastocado, (1 Co. 14:34, 35) tuviesen un comportamiento acorde con su condición de hombres (sexo masculino) y por tanto cabeza de los hogares y de la iglesia.
3. ¿Quién es que tiene los pantalones en esta iglesia?
Esta debía ser la pregunta que de seguro se había hecho el apóstol Pablo cuando conoció las prácticas que se daban en la iglesia de Corinto, iglesia donde no se respetaba el orden de autoridad planteado en (11:3) y donde las mujeres no se sujetaban a los maridos.

B. La demanda imperiosa.
1. Esta demanda se hace de manera imperiosa, porque la iglesia de Dios no puede ser manejada por mujeres o por hombres que no actúen maduramente (6:4).
2. En otro contexto esta demanda es hecha frente a la cobardía manifestada por muchos de los corintios al enfrentarse a creyentes que debían ser expulsados de la iglesia y no tenían la valentía para hacerlo, sino que más bien se envanecían en ello (1 Co. 5:1, 2).
3. De igual manera esta expresión pudiera ser demandada para aquellos que frente a la persecución por causa de la fe actuaban lejos de parecer hombres, sabiendo que Dios no nos ha dado Espíritu de cobardía.
C. El valor para triunfar.
1. Es en (2 Ti. 1:7) donde Pablo nos enseña a encontrar el valor que los hombres necesitamos para triunfar sobre toda adversidad cuando dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Este espíritu dado por Dios es el que nos ayuda a no temer lo que los hombres puedan hacer de nosotros sino a temer a Dios que puede echar nuestra alma en el infierno.
2. No había razón, por tanto, para que los corintios no pudieran portarse como su condición de hombre les imponía, de hecho su actitud era vergonzosa, lamentable y de mal ejemplo a los que veían tales actitudes de cobardía en hombres de los que se esperaba que diesen su vida por Cristo.
3. Es también conocido por el creyente, el poder de la fuerza divina que tenemos a nuestra disposición cuando nos vestimos con la armadura de Dios como nos declara Efesios 6:10-17. Armadura que fue diseñada para enfrentar cualquier dardo del maligno y para fortalecernos en el poder de la fuerza de Dios cuando esto ocurra.

IV) ESFORZAOS
(1 Co. 16:13)

A. La demanda al creyente.
1. La demanda de Pablo viene dada por la palabra griega krataidomai =  que viene de la raíz kratos = , que significa fuerza en su máxima expresión y es sinónimo de potencia, valentía, imperio poder, enlazando esta demanda con la anterior define lo que Dios entiende debe ser la verdadera hombría.
2. La demanda de Pablo a los hombres de Corinto y de todas las iglesias está dada con el propósito de que los creyentes tomemos decisiones propias que nos lleven a recurrir a Dios en búsqueda de la fortaleza necesaria para poder vencer y actuar varonilmente.
3. El creyente verdadero, tiene que entender que el esforzarse es parte de la nueva naturaleza que hemos recibido en Cristo Jesús. Dios no concibe hombres en la iglesia que no sean esforzados en vivir una vida caracterizada por el valor y por una actitud varonil digna del verdadero hombre de valor.

B. Fuente de la fortaleza.
1. Cuando leemos Efesios 6:10, notamos donde está la fuente de la verdadera fortaleza del creyente genuino, cuando el apóstol Pablo dice: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”. Por lo tanto cualquier otra fuente de fortaleza que no sea el Señor nos llevará a un fracaso seguro y aparatoso. Es bueno recordar que separados de él nada podemos hacer.
2. Es interesante la expresión “Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”. Esto nos indica que fuera de él somos insuficientes y que nadie, absolutamente nadie, por más espiritual que se crea ser podrá vencer sin estar fortalecido en el Señor y en el poder de su fuerza.
3. Fuera de él no hay victoria. Esto tiene que estar claro en la mente y en el corazón de todo creyente pues de lo contrario caerá de bruces y no podrá nunca obtener la bendición de Dios y la victoria en la vida cristiana.

C. Las maravillas de Dios.
1. Actuando de esta manera veremos las maravillas de Dios, confirmaremos la realidad de sus promesas, y estaremos siempre en la disposición de trabajar y lograr la victoria en Cristo Jesús.
2. Pablo hace otras muchas declaraciones con su puño y letra (v. 21), pero lo más importante de todo esto es notar antes de concluir las veces que usa la palabra amor y otras importantes demandas para la iglesia.
3. Notemos algunos de estos consejos:
• (v. 14) “Todas vuestras cosas sean hechas con amor”.
• (v. 15b, 16) “…se han dedicado al servicio de los santos. Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan”.
• (v. 18b) “…reconoced, pues, a tales personas.
• (v. 20b) “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo”.
• (v. 22) “El que no amare al Señor Jesucristo sea anatema. El Señor viene”.
• (vv. 23-24) “La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros. Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros”.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
• Concluyendo con esta epístola, podemos estar satisfechos de apercibirnos de enseñanzas para la iglesia en nuestros días, enseñanzas que estarán cada día en nuestros corazones con el fin de hacer la perfecta voluntad de Dios.
• Como aplicación general debemos principalmente entender que la vida cristiana no es una vida fácil y que sólo en el poder de la fuerza de Dios podemos vivirla en victoria.
• Como aplicación conclusiva, sirvan las enseñanzas de esta maravillosa carta para ayudarnos a ser más maduros, anhelando el crecimiento sólido basado en la Palabra de Dios y en la doctrina apostólica que hemos aprendido.
• Que la gloria sea para Dios.








CONCLUSIÓN GENERAL

Amados hermanos, tenemos aquí una de las epístolas más hermosa que aparecen en el Nuevo Testamento, ya que nos alienta a entender que Nuestro Señor y Salvador Jesucristo es lo máximo frente a cualquier ser creado, porque es Dios hecho carne y porque en su sangre tenemos la perfecta y eterna redención de nuestros pecados.
Animémonos con un corazón dispuesto a compartir todo lo aprendido y a convertirnos, por la Gracia de Dios en un testigo fiel, para alcanzar las almas que están todavía, por el temor a la muerte, sujetas a servidumbre y en manos del dios de este siglo.
Dios nos ayude a poder ser siervos fieles y anhelar oír en los cielos de boca del Gran Sumo Sacerdote, las palabras que él ofrece, diciendo, “Ven buen siervo fiel, en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor”.
Él sepa recompensar nuestra fidelidad en la gloria eterna y que todo lo que podamos hacer para lograrlo sea únicamente para su honra.

Bibliografía

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