miércoles, 4 de abril de 2012

HISTORIA DE LA IGLESIA II

“PERSECUCIÓN DE LA IGLESIA Y LOS PADRES DE LA IGLESIA PRIMITIVA”
CAPITULO II




Persecución de los Cristianos por mano de los Césares



2.1                  HISTORIA DE LOS PERSEGUIDORES

 Nerón 54-68 d.C.
En el 64 d.C. sucedió el gran incendio de Roma. El pueblo sospechaba de Nerón, y para alejar de si mismo las sospechas, éste acusó a los cristianos y ordenó su castigo. Miles fueron muertos de las maneras más crueles; entre ellos Pablo, y posiblemente Pedro. Dice Tácito: "Por lo tanto Nerón, para acallar el rumor, sustituyó como criminales y castigó con exquisitas torturas a aquellas personas, abominables por sus vergonzosas prácticas, a quienes el pueblo llama Cristianos. Cristo, el autor de tal nombre, fue castigado por el procurador Poncio Pilato en el reinado de Tiberio; y la fatal superstición, reprimida por un tiempo, estalló nuevamente no solamente en Judea, sede original de aquel mal, sino en toda la ciudad (Roma), a la cual desde todas partes fluyen y tienen boga cosas horrendas y vergonzosas.



Domiciano, 96 d.C. Este inició una persecución de los cristianos acusándolos de ateos, lo que probablemente signifique que se negaban a participar en la adoración del Emperador. Fue breve, pero sumamente violenta. Muchos miles fueron muertos en Roma y en toda Italia, entre ellos el primo del Emperador, Flavio Clemens, cuya esposa Flavia Domitila fue desterrada. El apóstol Juan fue desterrado a Patmos.

Trajano, 98-117 d.C. Uno de los mejores emperadores, pero creía que debía hacer cumplir las leyes del Imperio, y el Cristianismo se consideraba religión ilegal por cuanto los cristianos se negaban a sacrificar ante los dioses romanos o tomar parte en el culto del Emperador. La Iglesia era considerada como sociedad secreta, cosa que era prohibida. No se les buscaba de oficio a los cristianos, pero si eran denunciados, se les castigaba.
Entre los que perecieron bajo su reinado estuvieron Simeón hermano de Jesús, obispo de Jerusalén. Crucificado en el 107 d.C., e Ignacio el segundo obispo de Antioquía, llevado a Roma y arrojado a las fieras; en el 110 d.C. Plinio, quien fue enviado por el Emperador a Asía Menor, en donde los Cristianos eran ya tan numerosos que los templos paganos estaban casi desiertos.
Este Plinio, enviado para castigar a quienes se negaban a maldecir a Cristo y a sacrificar ante la imagen del Emperador, escribió a Trajano, "Afirmaban que la suma de su crimen o de su error, sea cual sea, era esta: Que en un día determinado se reunían antes del amanecer y cantaban entre ellos, por turno, un himno a Cristo, como a un dios, y se comprometían bajo juramento, no a ninguna maldad sino a que jamás cometerían hurto, ni robo, ni adulterio; que Jamás faltarían a su palabra; que jamás faltarían a lo que se les confiase aún siéndoles así exigido; y luego de hecho esto, solían separarse, y luego se reunían de nuevo para participar de alimentos comunes.



Adriano (117-138 d.C.), perseguía a los cristianos, aún cuando en menor grado. Telesforo, pastor de la iglesia de Roma, y muchos otros padecieron el martirio. Sin embargo, durante este reinado el cristianismo hizo notables progresos en números, riquezas, erudición e influencia social.
Antonino Pío (138-161 d.C.). Este emperador más bien favorecía a los Cristianos; pero creía que debía hacer cumplir la ley, y hubo muchos mártires, entre ellos Policarpo.

Marco Aurelio (161-180 d.C.). Así como Adriano. Consideraba la manutención de la religión del Estado una necesidad política; pero a diferencia de Adriano, estimulaba la persecución de los cristianos. Fue una persecución cruel y bárbara, la más severa desde Nerón. Muchos miles fueron decapitados o arrojados a las fieras, entre ellos Justino Mártir.
Fue especialmente feroz en el sur de Galia. Las torturas que las víctimas soportaban sin acobardarse son casi increíbles. Torturaba desde la mañana basta la noche. Blandina, una esclava solamente exclamaba, "Soy cristiana; entre nosotros no se hace ningún mal”.

Septimio Severo (193-211 d.C.). Esta persecución fue muy severa pero no general. Sufrieron principalmente Egipto y el norte de África. En Alejandría "diariamente eran quemados, crucificados o decapitados muchos mártires," entre ellos Leonidas, el padre de Orígenes. En Cartago, Perpetua, dama noble, y su fiel esclava Felícitas fueron despedazadas por las fieras.



Maximino (235-238 d.C.). En este reinado fueron muertos muchos prominentes dirigentes cristianos. Orígenes se salvó escondiéndose.
Decio (249-251 d.C.). Determinó resueltamente exterminar el cristianismo. Su persecución fue co-extensiva con el Imperio, y muy violenta. Multitudes perecieron bajo las torturas mas crueles en Roma, el norte de África, Egipto y Asía menor, Dijo Cipriano, "Es desbastado el mundo entero”.
Valeriano (253-260 d.C.). Más severo que Decio; se proponía la destrucción total del cristianismo. Muchos dirigentes fueron ejecutados, entre ellos Cipriano, obispo de Cartago.

Diocleciano (284-305 d.C.). La última persecución imperial, y la más severa; co-extensiva con el Imperio. Durante diez años se buscaba a los cristianos en cuevas y en selvas. Eran quemados, arrojados a las fieras, y muertos mediante cuanta tortura, la crueldad pudiera inventar. Era un intento resuelto y sistemático para abolir aun el nombre de cristiano.



       1.2                        LAS CATACUMBAS DE ROMA
Eran vastas galerías subterráneas, generalmente (de 2.40 a 3.00 m. de ancho, y de 1.20 a 1,80 m. de alto, de Cientos de kilómetros de extensión, debajo de la ciudad. Las usaban los cristianos como lugares de refugio, de culto y de sepultura durante las persecuciones imperiales. El número de sepulturas cristianas se calculan de 2,000,000 a 7,000,000). Han sido halladas más de 4.000 inscripciones de la época de Tiberio hasta Constantino.

2.3                  LOS PRIMEROS LIBRES PENSADORES
Celso (180 d.C.). El más célebre de los primeros adversarios literatos del cristianismo. Ningún argumento posterior hay, que no pueda hallarse en sus escritos. Muchas ideas que ahora se tildan de "modernas" son tan antiguas como Celso.
Porfirio (233-300 d.C.). También ejerció una poderosa influencia en contra del cristianismo.

2.4                  LOS PADRES DE LA IGLESIA
Policarpo (69-156 d.C.). Fue discípulo del apóstol Juan, y obispo de Esmirna. En la persecución ordenada por el Emperador, fue arrestado y llevado ante el gobernador. Al serle ofrecida la libertad si maldecía a Cristo, Contestó "Ochenta y seis años he servido a Cristo, y El nada me ha hecho sino el bien ¿cómo, pues, podría yo maldecirle a El, mi Señor y Salvador?" Fue quemado vivo.
Ignacio (67-110 d.C.). Discípulo de Juan, y obispo de Antioquia Cuando el emperador Trajano visitó Antioquia. Ordenó su arresto. Presidió el juicio él mismo, y le sentenció a que fuera arrojado a las fieras en Roma, de Camino a Roma, escribió a los Cristianos romanos una carta en que les rogaba que no intentaran obtener su perdón; que él anhelaba el honor de morir por su Señor, Dijo, "Que las fieras estén ávidas de acometerme; si no lo están, yo las obligaré. Vengan, jaurías de fieras; vengan desgarramientos y mutilaciones, quebranto de huesos y desmembramientos; vengan, crueles torturas del diablo; solamente alcance yo a Cristo," Se regocijaba en el martirio.
Papias, cerca del (70-155 d.C.). Otro alumno de Juan obispo de Hierápolis, unos 160 km. al este de Efeso. Puede haber conocido a Felipe, de quien dice la tradición que murió en esa ciudad. Escribió un libro, "Explicación de los Discursos del Señor," en el cual dice que cuidó de preguntar a los antiguos las palabras exactas de Jesús. Padeció el martirio en Pérgamo, más o menos al mismo tiempo que Policarpo. Estos tres forman el eslabón que une el siglo apostólico y los tiempos posteriores.
Justino Mártir (100-167 d.C.). Nació en Neápolís, la antigua Siquem, como al tiempo de la muerte de Juan. Estudió filosofía. En su juventud vio mucha persecución de los cristianos, Fue convertido, y viajaba en traje de filósofo, tratando de ganar a los hombres para Cristo. Escribió una Defensa del cristianismo, dirigida al Emperador en Roma. Fue uno de los hombres más capaces de su época. Murió como mártir en Roma. Señalando el crecimiento del cristianismo, dijo que ya en sus días "no hay raza alguna de hombres en donde no se ofrecen oraciones en el nombre de Cristo”.
Este es el cuadro de Justino Mártir, del primitivo culto cristiano "El domingo se celebra una reunión de todos los que viven en las ciudades y villas, y se lee una porción de las memorias de los apóstoles y de los escritos de los profetas, tan extensa como el tiempo lo permite. Cuando se termina la lectura, el que preside, en un discurso da la admonición y exhortación a imitar estas nobles cosas.
Después de esto todos nos levantamos y ofrecemos una oración en común. Al terminarse la oración, como antes hemos descrito, traen pan y vino y el que preside da gracias por ellos conforme a su capacidad, y la congregación contesta "Amén". Luego los elementos consagrados se reparten a cada uno y participamos de ellos, y los llevan los diáconos a los hogares de los ausentes. Los ricos y los de buena voluntad, luego dan ofrendas conforme a su libre voluntad; y esta ofrenda se deposita con el presidente, quien de ella suple a los huérfanos, viudas, presos, extraños y todos los necesitados,"
Ireneo (130-200 d.C.). Educado en Esmirna alumno de Policarpo y Papias. Viajó extensamente, y luego llegó a ser obispo de Lión, en Galia. Se le conoce especialmente por sus escritos contra los gnósticos. Murió como mártir, hablando de Policarpo dice "Recuerdo bien el lugar en donde el santo Policarpo se sentaba y hablaba. Recuerdo sus discursos al pueblo, y cómo describía sus relaciones con Juan el apóstol y con otros que habían acompañado al Señor, cómo recitaba los dichos de Cristo y los milagros que El hacía; y cómo recibió de testigos oculares que habían visto al Verbo de la Vida sus enseñanzas, que concordaban en todo sentido con las Escrituras”.
Orígenes (185-254 d.C.). El erudito más grande de la iglesia primitiva. Gran viajero, y escritor voluminoso, que ocupaba a veces hasta veinte copistas. En sus escritos cita dos tercios de todo el Nuevo Testamento. Vivía en Alejandría, en donde su padre Leonidas padeció el martirio y más tarde, en Palestina, en donde murió como resultado de su encarcelamiento y tortura bajo Decio.
Tertuliano (160-220 d.C.). De Cartago; "padre del cristianismo latino" abogado romano, y pagano; luego de su conversión, un distinguido un defensor del cristianismo.
Eusebio (264-340 d.C.). El "Padre de la Historia Eclesiástica"; obispo de Cesarea, a la fecha de la conversión de Constantino, sobre quien llegó a tener gran influencia. Escribió una "Historia de la Iglesia" desde Cristo hasta el concilio de Nicea.
Juan Crisóstomo (345-407 d.C.). "Boca de Oro"; orador inigualado, y el predicador más grande de sus tiempos; era predicador expositor. Nació en Antioquia; llegó a ser Patriarca de Constantinopla, y predicaba ante grandes multitudes en la iglesia de Santa Sofía. Siendo reformador, desagradó al rey y murió en el exilio.
Jerónimo (340-420 d.C.). El más erudito de los Padres latinos Se educó en Roma. Vivió muchos años en Belén, en donde tradujo la Biblia al latín. Su obra, llamada “La Vulgata", es todavía la Biblia autorizada de la Iglesia Católica Romana.

Agustín (354-430 d.C.). Obispo de Hipona, en el norte de África. El gran teólogo de la iglesia primitiva. Más que ningún otro, moldeó él las doctrinas de la Iglesia de la Edad Media. Siendo joven era erudito muy destacado, pero disoluto. Se hizo cristiano por la influencia de su madre Mónica, de Ambrosio de Milán y de las epístolas de Pablo.


2.5                  ESCRITOS DE LOS PADRES APOSTÓLICOS
La Epístola de Bernabé (70 al 120 d.C.).
Epístola de Clemente de Roma a Corinto (95 d.C.).
Siete Cartas de Ignacio (110 d.C.).
Epístola de Policarpo a los Filipenses (110 d.C.).
Las Enseñanzas de los Doce (entre el 70 y el 165 d.C.).
El Pastor de Hermas (100 al 140 d.C.).
El "Peregrino" de la Iglesia primitiva.
Los fragmentos de Papias.
El "Díatessaron" de Taciano, una armonía de los cuatro Evangelios (150 d.C.). Y otros.
Estos son de sumo interés por su proximidad a la era apostólica.

2.6                  CONCILIOS ECUMENICOS
Nicea, (325 d.C.) Condenó el arrianismo.
Constantinopla, (381 d.C.) Convocado para decidir del apolinarismo.
Efeso, (431 d.C.) Convocado para fallar la controversia nestoriana.
Calcedonia, (451 d.C.) Convocado para fallar la controversia eutiquiana.
Constantinopla (553 d.C.) Para resolver la controversia monofista.
Constantinopla, (680 d.C.) La doctrina de las dos voluntades en Cristo.
Nicea, (787 d.C.) Sancionó el culto de imágenes.
Constantinopla, (869 d.C.) Rompimiento definitivo entre Oriente y Occidente. Fue el último Concilio ecuménico. Los demás son romanos solamente.
Roma, (1123 d.C.) Decidió que los obispos fueran nombrados por el Papa.
Roma, (1139 d.C.) Un intento de sanar la división de Este y Oeste.
Roma, (1179 d.C.) Para imponer la disciplina eclesiástica.
Roma, (1215 d.C.) Para cumplir disposiciones de Inocente III.
Lyon, (1245 d.C.) Para fallar la querella del Papa con el Emperador.
Lyon, (1274 d.C.) Nuevo intento de reunir al Oriente y el Occidente.
Viena, (1311 d.C.) Suprimió la orden de los Templarios.
Constanza, (1414-18 d.C.) Para sanar el cisma papal. Quemó a Juan Huss.
Basle, (1431-49 d.C.) Para reformar a la Iglesia.
Roma, (1512-18 d.C.) Otro intento de reforma.
Trento, (1545-63 d.C.) Para contrarrestar la Reforma Protestante.
Vaticano, (1869-70 d.C.) Declaró la infalibilidad del Papa.
  
2.7                  EL MONAQUISMO
Una reacción contra la mundanalidad de la iglesia, y quizás en parte un producto accesorio del gnosticismo, que enseñaba que la materia es mala. El movimiento comenzó en Egipto con Antonio (250-350 d.C.), quien vendió sus bienes, se retiró al desierto, y vivió en la soledad. Multitudes siguieron su ejemplo.
Se les llamaba "anacoretas". La idea era alcanzar la vida eterna escapándose del mundo y mortificando la carne mediante prácticas ascetas. El movimiento se extendió a Palestina, Siria, Asia Menor y Egipto. En el Oriente, cada uno vivía en su propia cueva o cabaña, o sobre su columna. En Europa vivía en comunidades, llamadas monasterios, y dividían su tiempo entre el trabajo y los ejercicios religiosos.
Se hicieron muy numerosos y llegaron a formarse muchas órdenes de monjes y monjas. Los monasterios o conventos de Europa hicieron la mejor obra de la iglesia de la Edad Media en la filantropía, literatura y educación cristianas y en la agricultura. Pero cuando se hicieron ricos, se volvieron sumamente inmorales. Llegada la Reforma, pronto desaparecieron de los países protestantes, y en los países católicos están decayendo.

2.8                  LAS CRUZADAS
Fueron esfuerzos del cristianismo para recobrar de los mahometanos la Tierra Santa. 




Hubo siete de ellas.
La primera, (1095-1099 d.C.) capturó Jerusalén.
La segunda, (1147-1149 d.C.) postergó la caída de Jerusalén.
La tercera, (1189-1181 d.C.) el ejército no pudo llegar hasta Jerusalén.
La cuarta, (1201-1204 d.C.) capturó y saqueó Constantinopla.
La quinta, (1228-1229 d.C.) tomó Jerusalén, pero pronto la perdió.
La sexta, (1248-1254 d.C.) fue un fracaso.
La séptima, (1270-1272 d.C.) terminó en nada.
Aun cuando fracasaron en cuanto al objetivo que se proponían. las cruzadas fueron de provecho en salvar a Europa de los turcos, y también en abrir el intercambio comercial e intelectual entre Europa y el Oriente. De esta manera prepararon el camino para el avivamiento del conocimiento.

2.9                  EL MAHOMETISMO
2.9.1    Mahoma
Nació en La Meca, 570 d.C. Era nieto del gobernador, oficio que debía heredar, pero que fue usurpado por otro. En su juventud visitó Siria, donde entró en contacto con cristianos y judíos, y se llenó de horror de la idolatría reinante. En el 610 d.C. se declaró profeta. Fue rechazado en La Meca, y en el 622 d.C. huyó a Medina. Allí fue recibido; se hizo guerrero, y comenzó a propagar su fe mediante la espada. En el 630 d.C. penetró nuevamente en La Meca a la cabeza de un ejército, destruyó 366 ídolos, y se llenó de entusiasmo en la tarea de destruirlos. Murió en el año 632 d.C. Sus sucesores se llamaban Califas.
2.9.2    Su rápido crecimiento
Siria fue conquistada el año 634 d.C.; Jerusalén, en el 637 d.C.; Egipto 638 d.C.; Persia 640 d.C.; el norte de África 689 d.C.; España 711 d.C. Así, dentro de breve tiempo, toda Asia occidental y África septentrional, la cuna del cristianismo, se hizo mahometana. Mahoma apareció en una época en que la iglesia se había paganizado con la adoración de imágenes, reliquias, mártires, santos y ángeles; a los dioses de Grecia habían sucedido las imágenes de María y de los santos.
En cierto sentido, el mahometismo fue una reacción contra la idolatría del "mundo cristiano", un juicio sobre una iglesia corrompida y degenerada. Sin embargo; en si mismo ha resultado un azote aún peor para las naciones que ha conquistado. Es una religión de odio; fue propagada mediante la espada; y ha estimulado la esclavitud, la poligamia y la degradación de la mujer.
2.9.3    La Batalla de Tours (732 d.C.) en Francia
Fue una de las batallas decisivas del mundo. Carlos Martel derrotó al ejército musulmán, y salvó a Europa del mahometismo, que venía barriendo al mundo como una tromba marina. A no ser por aquella victoria, el cristianismo pudo haber sido totalmente sumergido.

2.9.4    Los árabes
Dominaron al mundo mahometano del 622 al 1058 d.C. La capital se trasladó a Damasco en el año 661, y en el 750 d.C. a Bagdad, en donde permaneció hasta 1258 d.C. La edad de oro del mahometismo fue bajo Haroun-al-Raschid, 786-809 d.C. contemporáneo de Carlomagno en el Occidente.
2.9.5    Los turcos
Dominaron el mundo mahometano desde 1058 d.C. hasta tiempos recientes. Fueron mucho más intolerantes y crueles que los árabes. Su bárbaro trato de los cristianos en Palestina dio lugar a las Cruzadas.
2.9.6    Los mongoles
Del centro de Asia, bajo Genghís Khan (1206-1227 d.C.) detuvieron el dominio turco. A la cabeza de vastos ejércitos barrió a fuego y espada gran parte de Asia. 50,000 ciudades y pueblos fueron incendiados, y 5,000,000 de personas muertas. En Asia Menor 630,000 cristianos fueron masacrados. El Asia jamás se repuso del golpe. Fue "el azote más terrible que jamás haya afligido a la raza humana”. Bajo Tamerlán (l336-1402 d.C.) hubo un huracán similar de destrucción, cuya ruta señalaban por dondequiera campos arrasados, ciudades incendiadas, y sangre. Era costumbre suya amontonar miles de cabezas a la puerta de cada ciudad: en Bagdad, 90,000.
2.9.7          La caída de Constantinopla (1453 d.C.)
En manos de los turcos, dio fin al Imperio Romano oriental, y sacudió a toda Europa con una nueva amenaza de dominio mahometano, que más tarde detuvo Juan Sobieski en la batalla de Viena, en 1683 d.C.



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