Continuando con la serie sobre
los mensajes de Jesucristo a las siete iglesias del Asia Menor y ahora nos toca
analizar el mensaje a la iglesia de Esmirna.
Esmirna fue durante muchos siglos una ciudad próspera, pero como todas las cosas de este mundo también pasó por un período de oscuridad y de decadencia, hasta el tiempo en que Alejandro el Grande y su general sucesor Lisímaco la reconstruyeron haciéndose de inmediato una ciudad más rica y más famosa que lo que era anteriormente, llegándola a llamar La Dorada Esmirna, la que fue también la patria del poeta griego Homero.
Esta se encuentra enclavada a 56 Kilómetros al norte de Éfeso y fue fundada por griegos eólicos en siglo XII a.C.
En la Biblia no tenemos ningún
relato del inicio de la iglesia en esta ciudad, como lo tenemos acerca de la
iglesia de los Efesios, pero sí la historia secular declara la causa de la
persecución de los cristianos en esta ciudad. La causa fue muy natural ya que
los fieles cristianos de Esmirna chocaban con los corruptos ciudadanos de esta
opulenta metrópolis y con la religiosidad hipócrita de los judíos que en ella
habitaban, los cuales excitaban la población pagana para destruir aquellos que
le acusaban con el evangelio y con la santidad de su vida.
Esta carta es tal vez la más
impresionante de todas las cartas, ya que en ella se revive la realidad del
cristianismo genuino y el efecto que éste produce en un mundo de pecado,
recordándonos lo anunciado por el apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:12, cuando dice:
“Y
también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán
persecución”.
Es una bendición haber tenido
hermanos como éstos, de los cuales aprendemos la sincera fidelidad a Cristo,
frente a lo que llamaríamos una genuina prueba de fe por causa del evangelio de
nuestro Señor Jesucristo.
El Señor Jesucristo es el que
escribe. Veamos pues en esta carta:
I. SU TÍTULO
II. SU ELOGIO
III. SU EXHORTACIÓN
IV. SU RECOMPENSA
Vemos, pues, a diferencia de
la carta de la iglesia de Éfeso, que la carta de Esmirna sustituye la queja por
una exhortación, cosa que nos llena de esperanzas.
El nombre de Esmirna, significa Amarga o
Mirra.
El Señor, en primer lugar, le escribe a la
iglesia destacando:
I. SU TITULO
Apocalipsis 2:8
Es de consolación este título, porque:
A. CON ESTE TÍTULO EL SEÑOR APAGA EL TEMOR
1.
“El primero y el postrero, el
que estuvo muerto y vivió, dice esto”. Este ha sido el mejor título con el cual el Señor
pudo haberse identificado a la iglesia de Esmirna, ya que esta descripción
tiene como objetivo la consolación de los hermanos afligidos de esta iglesia,
que sufría gran tribulación.
2.
Cuando Jesús se le aparece al
apóstol Juan en (1:17,18), y Juan cae como muerto a sus pies por el temor,
Jesús le dice: “No temas, yo soy el primero y el último, y el que vivo, y estuve
muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las
llaves de la muerte y del hades”.
3.
Esmirna,
al igual que el apóstol Juan, no debía temer a la muerte ya que el que estaba
ahí, había vencido la muerte y lo demostraba estando vivo eternamente. Los
creyentes de Esmirna no debían temer porque él tenía en sus manos las llaves de
la muerte y del hades, símbolo de su autoridad sobre la vida y la muerte; él es
el que controla la situación.
B. CON ESTE TÍTULO EL SEÑOR DEMUESTRA SU PODER
1.
Este es un título que en el
Antiguo Testamento sólo le pertenecía a Dios. Éxodo 3:14 - “Yo soy el que soy”; Isaías
44:6 - “Así dice Jehová el rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los
ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el postrero, y fuera de mi no hay Dios”.
2.
¿Quién podía vencerle si él
era Jehová de los ejércitos, que había ganado la batalla? En esta promesa y en
esta fortaleza era que la iglesia de Esmirna tenía que poner su confianza y su
fuerza, porque la tribulación le angustiaba y sólo en Jesús ellos podían
alcanzar la victoria en fidelidad.
3.
Con
este poder, somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Esto nos
recuerda las palabras del apóstol Pablo en Romanos 8:35, 37-39 cuando dice: “¿Quién
nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más
que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que
ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
C. CON
ESTE TITULO EL SEÑOR DEMUESTRA QUE ÉL ES NUESTRA VICTORIA
1.
Él Señor quiere transmitir a
la iglesia de Esmirna la seguridad de la victoria, en la medida en que ella
confiara en él, así nos lo muestra el Salmos 46:1-3 cuando dice “Dios
es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por
tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes
al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes
a causa de su braveza”.
2.
Luego que vemos promesas como
estas, es una realidad que si la iglesia de Esmirna miraba por fe hacia el
poder que emana de aquel que tiene poder sobre la vida y la muerte, ella no
podía temer ante nadie, ni ante nada que pudiese amedrentarla.
3.
Por tanto, los creyentes no
tenemos por que temer porque la victoria es nuestra. Si Dios es por nosotros,
¿quién contra nosotros? Dios es el que dará la cara por sus hijos, él es el que
estará ahí para enfrentar todo enemigo, él peleará por sus hijos.
Veamos ahora:
II. SU ELOGIO
Apocalipsis 2:9
A. YO CONOZCO TUS OBRAS
1.
La apreciación del Señor viene
dada por el conocimiento que él
tiene de su iglesia y por su atributo de omnisciencia el cual es manifestado en
esta parte. El texto dice: “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y
tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos,
y no lo son, sino sinagoga de Satanás.” De cierto que las obras de
Esmirna eran obras de fe, ya que confiaban en la obra del Señor para mantenerse
firmes en la tribulación.
2.
Las obras de ellos habían sido
la causa de su persecución y eran obras evidentes, esto es algo que debemos
destacar, todos los creyentes que obran serán perseguidos y atribulados; en la
generalidad de los casos, aquellos que no hacen nada u aquellos que se
avergüenzan del trabajo para Dios atacarán a los que hacen obras de fe.
3.
Las
obras de Esmirna eran obras agradables al Señor, ya que no encontramos ninguna
queja de nuestro Señor para esta iglesia, lo que nos muestra evidentemente que
esta iglesia andaba bajo un testimonio piadoso que glorificaba el nombre de
nuestro Señor Jesucristo.
B. YO
CONOZCO TU TRIBULACIÓN
1.
Como
decía anteriormente, estas obras piadosas necesariamente tenían que producir
tribulación debemos recordar aquí lo que el apóstol Pablo ya ha dicho en 2 Timoteo
3:12 sobre los piadosos. “Y también todos los que quieran vivir
piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”.
2.
La
palabra tribulación aquí puede significar angustia, aflicción, opresión,
apretujar, indica presión por medio de la cual el ser humano sufre, como la
presión que hace una rueda de molino cuando muele el trigo, o la presión que se
ejerce sobre la caña para obtener el guarapo o la que ejerce el agua cuando
tratamos de cerrar su salida.
3.
Estos hermanos estaban bajo
presión de muerte a causa de su fidelidad a Cristo; es aquí Jesús cuando les
escribe con infinita ternura y les dice: “yo conozco tu tribulación”. Muchas
veces los creyentes usamos la expresión: “Es
que tu no sabes lo que yo estoy pasando” y no recuerdan que lo importante
es que el Señor si está en control de todas nuestras tribulaciones y al fin y
al cabo él es que tiene que saber lo que nos pasa, porque al final él es el que
nos va ayudar.
C. YO CONOZCO TU POBREZA
1.
La palabra real indica "mendicidad" y viene del griego
"Ptoqueuo", refiriéndose a lo material y no a lo espiritual. Es
la misma palabra que utiliza e "l apóstol Pablo en 2 Corintios 8:9 cuando
dice: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor
a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos”.
2.
Ellos lo habían perdido todo
por causa de la persecución, trabajo, pertenencias, posición social,
privilegios humanos, todo había sido
perdido materialmente por la causa de Cristo y por su fidelidad a Dios y además
de todo esto, estaban padeciendo tribulación.
3.
Esta pobreza era típica de
aquel que dejaba todo por Cristo. Más Jesús dijo, viéndolos pobres: “Pero
tu eres rico”. Es maravilloso ver que dentro de esta apreciación, en la
cual el Señor destaca la manera en que una iglesia haya llegado a la pobreza
material, a lo cual ha llegado por ser fiel a su causa, sea convertido esto en
un gran elogio de Jesús. Esto nos deja dicho que lo importante no es lo que
poseamos materialmente, sino lo que Dios piense de nosotros espiritualmente.
D. YO
CONOZCO LA BLASFEMIA DE LOS QUE DICEN SER JUDÍOS Y NO LO SON, SINO SINAGOGA DE
SATANÁS
1.
Esta es la obra del diablo
contra los fieles creyentes a través de todos los tiempos, tratar de proferir
calumnias y vituperios hacia la obra de Dios, tratar de engañar a los ingenuos
y confundir a los creyentes verdaderos para que se decepcionen de la obra de
Cristo.
2.
La artimaña del diablo es
desacreditar a los que glorifican al Señor con sus vidas en Mateo 5:11, 12 - “Bienaventurados
sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal
contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es
grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes
de vosotros”. El arma de estos falsos piadosos ha sido, es y será
siempre la mentira.
3.
Dicen ser judíos, hijos de
Abraham, pero no hacen las obras de Abraham que son obras de fe que hizo
Abraham su padre, sino que se especializan en hacer las obras de su padre
Satanás, obras mentirosas como les declaró el mismo Jesús en Juan 8:39-47
especialmente en el (v. 44) cuando les dijo: “Vosotros sois de vuestro padre
el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida
desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en
él, Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de
mentira”.
4.
La palabra de verdad predicada por los hermanos de
Esmirna no podía ser oída por ellos, por esto sabía el Señor que ellos no eran
verdaderos hijos suyos, sino de Satanás. Estos eran de la religión del diablo,
aunque dijeran que eran hijos de Abraham y por tanto hiciesen creer que eran
hijos de Dios.
Luego de esta apreciación, veamos como el
Señor se dedica a darles:
III. SU EXHORTACIÓN
Apocalipsis 2:10a
A. NO TEMAS
1.
Al igual como Jesús le dijo al
apóstol Juan en (1:17), les dice a ellos ahora: “No temas en nada lo que vas a
padecer”. Es interesante ver que si se entiende que todo lo que Dios
permite en nuestras vidas es por amor de nosotros, entonces sabemos que no
tenemos por qué temer. 1 Juan 4:18 dice: “En el amor no hay temor, sino que el
perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De
donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”.
2.
Es impresionante ver que el
Señor no se dedica a darles promesas de que van a ser librados del sufrimiento
sino, al contrario, les dice que vendrán pruebas más difíciles, entendiendo que
esos hermanos conocen que las pruebas nos perfeccionan, nos hacen mejores
creyentes, nos ayudan a entender como Dios nos cuida cuando pasamos por ellas,
nos disciplinan y nos enseñan que Satanás ya ha sido vencido por Dios.
3.
Es por tanto que Jesús aquí se
limita a traerles consuelo y a confortar su alma en la medida en que ellos se
preparan para lo que ha de venir sobre sus vidas, Jesús solo desea que ellos
sepan que él está ahí y les dice, no teman, ustedes podrán resistir con mi
ayuda. 1 Corintios 10:13 nos recuerda esto cuando dice: “No os ha sobrevenido ninguna
tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no nos os dejará ser
tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la
tentación la salida, para que podáis soportar”.
B. EL
SEÑOR AVISA LO QUE SUCEDERÁ
1.
El Señor tiene la delicadeza
de hacer saber a los hermanos de Esmirna lo que les ha de acontecer cuando les
dice: “He aquí el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que
seáis probados, y tendréis tribulación por diez días”. Cuando Juan dijo de parte del Señor a esta
iglesia que algunos serian arrojados a la cárcel, él sabía que el
encarcelamiento romano era frecuentemente un preludio a la ejecución. El
animaba a los creyentes a ser fieles hasta la muerte.
2.
Durante
la persecución del año 155 d.C. el aprendiz de Juan, Policarpo, fue martirizado
aquí. Como ejemplo de las advertencias y las exhortaciones de Juan, el se
rehusó a blasfemar el nombre de Dios y posteriormente fue quemado vivo.
Su martirio se nos narra así:
Policarpo fue llevado al fin ante el
procónsul Decio Cuadrato, que aún le dio la oportunidad de arrepentirse de su
fe. El diálogo que mantuvieron fue este: “Declara
que el César es el Señor”. Policarpo respondió: “Yo sólo reconozco como mi Señor a Jesucristo, el Hijo de Dios”. Añadió
el gobernador: “¿Y qué pierde con echar
un poco de incienso ante el altar del César? Renuncia a Cristo y salvarás tu
vida”. A lo cual Policarpo dio una respuesta admirable.
Dijo así: “Ochenta y seis años llevo sirviendo a Jesucristo y Él nunca me ha
fallado en nada. ¿Cómo le voy yo a fallar a Él ahora? Yo seré siempre amigo de
Cristo”.
El procónsul le grita: “Si no adoras al César y sigues adorando a
Cristo te condenaré a las llamas”. Y el santo responde: “Me amenazas con fuego que dura unos
momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego
eterno que nunca se apaga”.
En ese momento, el pueblo, lleno de ira,
pidió al procónsul que fuera condenado a morir entre las llamas. Así lo ordenó
el procónsul. Lo único que pidió Policarpo es que lo dejaran libre entre las
llamas, que no se iba a escapar.
Los soldados tan solo le ataron las manos
y lo dejaron allí, pasto de las llamas. Los verdugos recibieron la orden de
atravesar con una lanza el corazón de Policarpo. Más tarde, los cristianos
pudieron recoger sus huesos.
No hay que olvidar el significado etimológico
del nombre “Policarpo”: el que
produce muchos frutos de buenas obras (poli, mucho; carpo, fruto).
Los cristianos de esa ciudad padecieron
persecuciones y discriminaciones a la vez que se enfrentaban doctrinas como el
gnosticismo, montanismo, nicolaísmo y el marcionismo.
3.
Por medio del apóstol Juan
Jesús mismo había declarado y advertido esta clase de situaciones que se le
presentaría a todo hijo de Dios, cuando dijo en Juan 16:33b: “En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo”. Vemos aquí que el Señor nunca engañó
a los suyos, como vemos que se hace hoy con algunos creyentes, enseñándoles un
cristianismo placentero y libre de persecución.
4.
Ahora bien, el Señor les
recuerda que él estará ahí y que él ha pasado la misma experiencia así como sus
discípulos como podemos recordar lo que nos dice el apóstol Pedro en 1 Pedro
4:12-14 cuando dice: “Amados, no os sorprendáis del fuego de
prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino
gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que
también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois
vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso
Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente de parte de ellos, él es
blasfemado, pero por vosotros es glorificado”.
C. SE
FIEL HASTA LA MUERTE
1.
Después de todo lo dicho, esta
última exhortación del Señor se hace más fácil. La palabra fiel puede
traducirse aquí como “estar convencido” de
tal manera que podamos llegar aún hasta la muerte con la seguridad de nuestra
fe. Esmirna pudiera recordar y alzar su bandera del valor, con las palabras del
Señor al presentarse ante ellos diciéndoles: “El primero y el postrero, el que
estuvo muerto y vivió.” Si tú vives, nosotros también viviremos”.
2.
La
fidelidad del cristiano está en saber que Jesucristo ha sido fiel, sabemos
también que cuando pensamos en esto y no tenemos convicción y mucho menos
pensamos en las bendiciones venideras, sino que con la carne pensamos en el
sufrimiento, entonces estaremos seguros de que vamos a sucumbir en la prueba.
3.
Cuando el Señor dice a esta
iglesia: “se fiel hasta la muerte” y no, “prepárense o fortalézcanse ustedes mismos para la prueba,” es
porque él sabe que sin su ayuda y fortaleza sucumbiremos, ningún cristiano
puede ir a la batalla pretendiendo salir en victoria con su propia fuerza, sino
que debemos ir como fue el Rey David cuando frente a Goliat dijo: “Y
sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque
de Jehová es la batalla,” o como dice Zacarías 4:6 cuando el ángel
habló a Zorobabel: “Entonces respondió y habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a
Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha
dicho Jehová de los ejércitos”. .
.
Ahora veamos que después de la fidelidad,
viene el cumplimiento de...
IV. SU RECOMPENSA
Apocalipsis 2:10b
A. ESTA CORONA SOLO LE PERTENECE A ÉL
1.
“Y
yo te daré la corona de vida”. Estas son coronas que sólo a
él le pertenecen. Por esto las ofrece a aquellos que pasen por la prueba y sean
fieles. Recordemos que él es la vida y el único que tiene autoridad para dar
vida a quien quiere.
2.
Él
las compartirá con nosotros, con todos los que yendo a la prueba sepan confiar
en la fuerza del Señor y no en su propia fuerza, porque cuando estamos solos y
entendemos que no somos suficientes, entonces es que en humildad podremos ir a
la batalla con la fuerza de Jehová de los ejércitos y obtener así su corona.
3.
Él
promete coronarnos con la corona (stéphanos) de la vida, si somos fieles. Aquí
no se refiere a que Jesús nos dará vida porque los creyentes ya tienen la vida
eterna, sino que se refiere a un galardón que recibirán del Señor aquellos que
sufren el martirio por su causa y se refiere a aquel galardón de hojas de
Laurel que se entretejía y se colocaba en la cabeza de los vencedores.
B. SOLO HAY DOS MANERAS DE OBTENER ESTA CORONA
1.
Se
nos dice en Santiago 1:12 que esta corona es también para los que soportan la
tentación y resistan los deseos de la carne y de la concupiscencia, haciendo
que el Espíritu de Dios gobierne su vida cristiana.
2.
Aquí
en Apocalipsis 2:10 se dice ahora que esta será también para los creyentes que
sean fieles en la tribulación y principalmente para aquellos que vayan al
martirio por causa de Jesús.
C. UNA PROMESA AÑADIDA PARA LOS TRIUNFANTES
1.
Luego de que el autor de la
epístola termina el (v. 10) declara: “El que tiene oído, oiga los que el Espíritu
dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”. Avisa
a los creyentes, que el que venza, siendo Cristo su victoria, no sufrirá daño
de la segunda muerte.
2.
Podemos pensar que Jesús avisa
a los que dicen ser cristianos y no lo son y a los perseguidores de la iglesia
que en este caso se hacían pasar por judíos e hijos de Abraham por la fe, que
aunque se libren de esta tribulación terrenal, no podrán librarse de la
celestial.
3.
La tribulación celestial es y
será tremenda, porque aquellos que la sufran no tendrán fuerza para escaparse
del infierno eterno y del lago de fuego venidero donde Dios echará al diablo y
a sus aliados. Por esto dijo el Señor Jesucristo en Mateo 10:28: “Y no
temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a
aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.
No importa hermanos cual sea
la amenaza de los incrédulo y aún del mismo Satanás en persona, lo que si
estamos seguros es que Dios pelea por nosotros y que venceremos con el poder de
su fuerza, por tanto oremos para que él nos ayude en cada momento en que
estemos padeciendo alguna prueba y mucho más cuando esta prueba sea por su
causa. Tomemos para sí esta promesa del Señor a esta iglesia fiel y tratemos de
glorificarle con nuestra vida. Dios sea nuestra victoria.
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