domingo, 29 de enero de 2012

27/27 EL PRIMER SERMÓN DEL REINO


El Sermón del Monte
DOS CLASES DE CONSTRUCTORES
Mateo 7:24-29

Ya hemos llegado al final del maravilloso Sermón del Monte el cual  hemos estudiado con maravillosa pasión y con el deseo de conocer qué Jesús espera de los herederos del Reino de los cielos.

Esta última sección la hemos dividido en cuatro partes y hoy llegamos también a la última de ellas:

·         Dos puertas y dos caminos, 7:13-14.
·         Dos clases de profetas y dos clases de frutales, 7:15-20.
·         Dos clases de siervos, 7:21-23.
·         Dos clases de constructores, 7:24-29.

El texto final declara:
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”.

Está claro que Mateo en estos versículos y Lucas (Lc. 6:46–49) registran la parábola de los dos constructores con la cual Jesús concluye el Sermón. El maestro por excelencia empleaba el método de parábolas para enseñar verdades importantes en cuanto al reino y esta parábola no escapa a esa explicación.

Durante este sermón, llevaremos al corazón de todos los oyentes la manera en que Jesús espera que sus hijos, los herederos del Reino celestial obremos para glorificar al Dios de los cielos, el cual espera que nosotros le seamos sus testigos ante el mundo que nos rodea y que está ahí como espectador ante lo que ocurre en nuestras vidas con el fin de saber si lo que decimos y predicamos es la verdad que puede llevarlos al cielo.

Veamos esta sección bajo el siguiente bosquejo de estudio:

I.    LA PARÁBOLA

II.   EL CONSTRUCTOR PRUDENTE

III.  EL CONSTRUCTOR INSENSATO

I. LA PARÁBOLA

(Mt. 7:24)

A.          EXPLICACIÓN DEL TÉRMINO

1.                  El término “parábola” es la transliteración de un vocablo griego (παραβολή [parabole/par·ab·ol·ay/]3850) que significa literalmente “echado al lado” con el fin de comparar. La parábola es una comparación, es “un relato terrenal que ilustra una verdad celestial”.

2.                  Las parábolas tienen la virtud de ser breves, fáciles de recordar y parten de algo muy conocido. Es importante descubrir la verdad central de la parábola y no procurar encontrar significado en los detalles.

3.                  Muchas veces Jesús habló en Parábolas por razones explicadas por él en Lucas 8:10 cuando declaró en la Parábola del sembrador: “Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan”.

B.           LA VERDAD CENTRAL DE ESTA PARÁBOLA

1.                  La verdad central de esta parábola es que “la obediencia” es indispensable en el discipulado, o en palabras contemporáneas, la ortodoxia (manera correcta de pensar y hablar) requiere la ortopraxis (manera correcta de obrar).

2.                  En el reino de los cielos, “el oír” las palabras del evangelio sin “el hacer” lo que se manda lleva a la ruina espiritual. En cambio, el oír y el hacer - la obediencia - sirven de base para edificar una vida que puede resistir ataques de todos los elementos y permanecer en pie.


3.                  La verdad central de esta parábola “la obediencia” es el requerimiento más importante de Dios para sus hijos, esto nos recuerda lo que dijo el profeta Samuel al Rey Saúl cuando desobedeció a Dios al ser enviado a eliminar al Rey Amalec. Es allí donde dice: “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey” 1 Samuel 15:22-23.


C.          EL PROPÓSITO DE ESTA PARÁBOLA

1.                  Pienso que el propósito primordial de esta parábola al final del Sermón del Monte está claramente evidenciado. Jesús ha hecho una serie de declaraciones que tienen que ver con los hijos del Reino.

2.                  Jesús inició este sermón con las Bienaventuranzas y luego introdujo grandes verdades que fueron dadas como fundamentales para que todo aquel que se llame hijo del Reino entienda cómo debe mirar hacia la Cruz del Calvario y su vida refleje a aquel que le ha salvado y dado garantía de la vida eterna.

3.                  Al iniciar el estudio del Sermón del Monte dijimos que Jesús pretendió, por medio del mismo, que todos los creyentes entendieran lo que debían ser, dando una descripción clara y precisa de lo que debemos ser como cristianos sabios, por tanto, apropiarnos de la verdad central de esta parábola nos ayudará a ser como el constructor sabio y prudente que la misma describe.

II. EL CONSTRUCTOR PRUDENTE
(Mt. 7:24)

A.          LA INTRODUCCIÓN A LA PARÁBOLA

1.                  Jesús introduce la parábola hablando primeramente del constructor prudente y dice: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”. El pasaje nos presenta primeramente a uno de aquellos dos constructores que el Señor Jesús utiliza para ilustrar la enseñanza sobre la obediencia que es necesaria para alcanzar todas las bendiciones que Dios mismo ofrece.

2.                  La parábola nos enseña que existen semejanzas entre los dos constructores que se comparan en la misma:
·         Ambos oyen,
·         Ambos enfrentan las mismas pruebas,
·         Ambos tienen las mismas oportunidades y aparentemente
·         Ambos construyeron casas parecidas.
Pero hubo contrastes fundamentales que destacaron por los resultados que no eran iguales.

3.                  Jesús nos muestra que este constructor prudente era un hombre sabio, tenía temor a las consecuencias que vendrían tras él si no tenía la previsión y el cuidado necesario para hacer una construcción que fuese duradera y firme ante las adversidades del tiempo.

B.           LAS CARÁCTERÍSTICAS DEL CONSTRUCTOR PRUDENTE

1.                  La características de este constructor son evidentes, era prudente (frónimos 5429) previsor, considerado, cuidadoso; se fijaba en lo que hacía. Vemos la manera clara cómo Jesús define a este constructor, pero lo más importante de este personaje es que sirve para ilustrar la obediencia del creyente que sabe oír la Palabra de Dios y ponerla por obra.

2.                  Notemos como Jesús habla al respecto de esta enseñanza: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”. Jesús está planteando un gran reto para aquellos que han sido oidores de todo el Sermón del Monte y que ahora están en el compromiso de ponerlo por obra.


3.                  Está más que claro que ninguno de nosotros podremos ser nada, ni hacer nada, ni mucho menos ser bendecidos, a menos que no seamos hacedores de la Palabra de Dios como también nos dice Santiago 1:22-25 “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”. 


C.          LOS BENEFICIOS DE SER COMO EL CONSTRUCTOR PRUDENTE

1.                  Los beneficios de este maravilloso personaje son múltiples ya que aquel que es prudente (frónimos 5429) previsor, considerado, cuidadoso y se fija en lo que hace y además pone su confianza y gozo en la obra de la Cruz será bendecido en todo tiempo por Dios en todas sus empresas.

2.                  La Palabra es clara y precisa y nos enseña que el cimiento o fundamento que debemos escoger para nuestra fe, no puede ser otro que Jesucristo. El apóstol Pablo nos dice en 1 Corintios 3:9-11 - “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”.  

3.                  Este constructor tendrá:
·         Paz, por tener la seguridad de que su fe es inconmovible.
·         Paz, porque no habrá tribulación ni pruebas que lo muevan de su lugar.
·         Paz, porque no importa cuán grande o duradera sean las tormentas, él permanecerá firme.
·         Paz, porque su fundamento es Cristo, él todopoderoso Dios.

III. EL CONSTRUCTOR INSENSATO
(Mt. 7:24)

A.          LA CONTINUACIÓN DE LA PARÁBOLA

1.                  Ya hemos dicho anteriormente que La verdad central de esta parábola es “la obediencia” y por esta razón entendemos la desgracia del constructor insensato. Su único y gran pecado fue no oír (obedeció) la Palabra de Dios quien es el propietario de esta edificación.

2.                  El texto ahora nos dice: “Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”.

3.                  Es evidente que todos sabían para este tiempo quien era la roca de salvación sobre el cual se debía fundamentar la fe. Deuteronomio 32:4; 2º Samuel 22:2; Salmo 18:2; 31:3; 42:9; 71:3; Mateo 16:18; 1 Corintios 10:4; 1 Pedro 2:8 nos muestran  la base bíblica donde se sustenta la desobediencia del constructor insensato.

B.           LAS CARÁCTERÍSTICAS DEL CONSTRUCTOR INSENSATO

1.                  El constructor insensato (morós 3474), era un hombre imprevisor, necio, tonto, descuidado, no se fijaba bien en lo que hacía. Nótese que Jesús no indica que el hombre insensato era inmoral o dedicado a vicios escandalosos.

2.                  Mientras el constructor prudente obedecía las palabras de Jesús; el insensato no. El primero edifica sobre la peña, un cimiento sólido - 1 Corintios 3:11; este insensato edifica sobre la arena, un cimiento inseguro y por esta causa dice el texto “…dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”.

3.                  Debemos entender que los cimientos no son visibles al ojo humano, pero las pruebas y las aflicciones revelan la clase de cimientos que hemos utilizado para edificar nuestra fe y por esta causa hay un contraste radical en la manera que ambos soportaron las pruebas. La casa construida por el prudente soportó todas las pruebas, mientras que la casa del otro se desmoronó.

C.          LA CONCLUSIÓN DE LA PARÁBOLA Y DEL SERMÓN

1.                  El Sermón del Monte termina de esta manera - “Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”.

2.                  Jesús concluye esta colección de enseñanzas básicamente en la misma manera que concluye las otras cuatro colecciones (7:28; 11:1; 13:53; 19:1; y 26:1). “Estas palabras” (v. 28a) es una expresión que se refiere a los tres capítulos del Sermón del monte.

3.                  Por otro lado vemos que la reacción de las multitudes fue muy favorable. “…la gente se admiraba de su doctrina”. “Estaban maravilladas” (v. 28b) significa literalmente que “fueron golpeadas fuera de los sentidos”. Este comentario del autor bíblico indica que las multitudes pudieron escuchar buena parte del Sermón y que entendieron por lo menos una parte de sus enseñanzas.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Para concluir destacamos la razón de la fuerte impresión de las multitudes - Esta razón es única, Jesús enseñaba con “autoridad” (v. 29).
Este término, rico en significado, admite varias acepciones:
·         Derecho,
·         Poder,
·         Libertad,
·         Habilidad,
·         Energía,
·         Eficacia,
·         Dominio.
Fue notable el contraste entre el “pero yo os digo” (5:22, etc.), de parte Jesús, y la repetición al cansancio de los dichos de los rabíes judíos, de parte de los escribas.

             Jesús es nuestro gran Dios y Soberano Salvador lleno de Gracia y Verdad.
            


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