El Sermón del Monte
DOS CLASES DE SIERVOS
Mateo 7:21-23
Entramos ahora a la tercera sección final del Sermón del monte, entendiendo que hemos dividido la misma en cuatro secciones para tratar de entender la parte final del mensaje del Señor Jesucristo el cual lo hemos estudiado bajo los siguientes títulos:
· Dos puertas y dos caminos, 7:13-14.
· Dos clases de profetas y dos clases de frutales, 7:15-20.
· Dos clases de siervos, 7:21-23.
· Dos clases de constructores, 7:24-29.
Es importante instruir acerca de los siervos porque no todos son, ni tienen la intención de ser como fue nuestro Señor Jesucristo, el cual dijo en Mateo 10:45 “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Lo que descalifica a muchos que se sirven a sí mismos y destruyen con sus hechos el testimonio de aquellos que desean con profunda pasión servir a su Señor.
Por esta causa nuestro texto clave declara:
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.
Este párrafo destaca otro factor que hace difícil entrar en el camino angosto y caminar en él: el autoengaño. Entrar “en el reino” (v. 21) es equivalente a entrar en el camino angosto y caminar en él. Jesús presenta el caso de dos siervos. Uno tuvo cuidado de descubrir y realizar la voluntad de Dios y el otro lamentablemente se dejó llevar por sus emociones y por sus sentimientos y nunca se preocupó por estar en el centro de la Voluntad expresa y soberana de Dios.
Es triste en realidad ver hoy día personas engañadas por el error, pensando que llevan una vida que agrada al Señor y se dirigen sin tropiezo al infierno eterno.
Veamos esta sección bajo el siguiente bosquejo de estudio:
I. ANDUVIERON DICIÉNDOME SEÑOR
II. ANDUVIERON HACIENDO ACTIVIDADES
III. ANDUVIERON ENGAÑÁNDOSE A SÍ MISMOS
I. ANDUVIERON DICIÉNDOME SEÑOR (Mt. 7:21)
A. HICIERON ABIERTA PROFESIÓN DE FE
1. Iniciamos citando las mismas palabras del Señor Jesucristo en el (v. 21) al decir: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. Muchos que se llaman creyentes piensan que entrar al Reino de los cielos es como pasar a la cueva de Mandrake el mago que decía: “Abra cadabra” y la puerta de su cueva se abría para entrar a su guarida.
2. Es una realidad, que si hiciéramos una encuesta o un censo en nuestra ciudad, de las personas que por lo menos una vez han hecho profesión de fe, encontraremos a muchos que por esto le llaman a Jesús, Señor. Aún más, también vamos a encontrar a mucho más personas que ni siquiera habiendo hecho profesión de fe, llaman Señor a Jesús.
3. Vamos también a comprobar que muchos de estos, no solo lo dice con sus bocas, sino que en este momento creyeron que Jesús sería su Señor con el solo hecho de pronunciar este calificativo para el Hijo de Dios.
B. APARENTARON SER PARTE DEL CUERPO DE CRISTO
1. Pudiéramos preguntarnos, ¿Por qué estas personas no fueron descubiertas por el Señor, mientras tuvieron vida y de esta manera no engañaran a otros?
2. Todos los creyentes tenemos que estar preparados, porque, Dios mismo nos indica que debemos saber que dentro de la iglesia encontraremos toda clase de personas y que él permite que estas se confundan aún con los que son verdaderos creyentes. Esto se nos muestra en la parábola del Trigo y la Cizaña de Mateo 13:24-30 y 36-43).
3. Es interesante notar que Dios les permitió estar dentro de la iglesia hasta el día en que iban a entrar en el reino de los cielos, día en el cual Dios seleccionará los que irán a resurrección de vida de los que irán a resurrección de condenación, como dice Juan 5:25 y Daniel 12:1-2.
C. FUERON GRANDES ERUDITOS DE LA BIBLIA
1. A veces quisiera que los verdaderos cristianos fuesen tan estudiosos de la Biblia como lo es un religioso equivocado, ya que cada día que pasa vemos como en todos los lugares y en todas las religiones se utiliza la Biblia para sus malas prácticas.
2. Estamos en tiempos en que todos aquellos que llaman Señor a Jesús, aún no hacen la voluntad de Dios, ni se sujetan al señorío de Cristo, están preocupados por saber de la Biblia, para poder discutir y defender sus posiciones cómodas y pecaminosas de vivir.
3. El propósito de ellos es justificar sus prácticas religiosas, como podemos ver en el pasaje que nos ocupa, estos desean justificar todo lo que hacen por medio de un verso bíblico aunque lo tengan que sacar de contexto. Recordemos que un texto sacado de contexto, se puede convertir en un buen pretexto para que un falso justifique sus prácticas religiosas.
II. ANDUVIERON HACIENDO ACTIVIDADES (Mt. 7:22)
A. HABLARON DE CRISTO TODO EL TIEMPO
1. Este tipo de persona, es reconocida dentro del pueblo cristiano como activistas evangélicos, se preocupan todo el tiempo por estar dentro de la actividad evangélica y se olvidan de la esencia de la vida cristiana y el cuido de su alma. Así dice el Señor ahora: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
2. Estos siempre hablan de Cristo, tal vez mucho más que los verdaderos creyentes, pero realmente no se preocupan por que sus actos y su vida espiritual interna hable más alto que sus palabras, son mucha espuma y poco chocolate.
3. Este tipo de persona están en toda clase de actividad evangélica, sea en la iglesia donde se congregan o en cualquier otra iglesia donde se hable de Cristo. Esto viene por el hecho de que no tienen convicciones, ni doctrina firme en la cual perseverar sujetándose a la autoridad puesta por Dios.
B. FUERON DISTINGUIDOS POR SU ENÉRGICA ACTIVIDAD
1. A través del tiempo hemos podido constatar que este tipo de persona tiende a mantener una actividad fuera de serie dentro de las actividades de la iglesia, de tal manera que no le permite darse tiempo a su vida interior y a su relación con Dios.
2. Estos supuestos creyentes, aparentan con su oficio dentro de la iglesia ser grandes espirituales, pero con su vida cristiana interior no tienen ningún tipo de actividad vital. Dan más importancia y tiempo a lo que hacen para ser vistos por los hombres que a lo que hacen para mantener una relación estrecha con Dios.
3. Recuerdo el tiempo en que me convertí, encontré muchos jóvenes en la iglesia, que de hecho me avergonzaba delante de ellos porque no podía tener la actividad que ellos tenían e invertían en la iglesia, pero al pasar del tiempo fueron muchos los que se apartaron de la iglesia por pecados grotescos que no pudieron detener porque su vida espiritual interna estaba árida.
C. ESPERABAN ENTRAR EN EL REINO DE LOS CIELOS
1. Este tipo de persona, está dentro de la iglesia esperando que por su actividad evangélica Dios les tome en cuenta para participar del reino celestial, menospreciando así el señorío de Jesucristo.
2. Estos supuestos creyentes pretenden creer que con su actividad proselitista pueden engañar a Dios sin que sus vidas estén sometidas y sujetas al Señor que supuestamente ellos reclaman como tal.
3. Notemos en el texto que nos ocupa, como ellos reclaman su derecho de estar en el reino de los cielos, cuando dicen: “¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Esto es actividad, pura actividad.
§ Profetizaron, pero no tenían fe para ocuparse de la oración.
§ Echaban demonios de otros, pero no lo echaron de ellos.
§ Hacían milagros, pero no buscaban el milagro de su salvación.
Por último debemos ver que estos supuestos creyentes
III. ANDUVIERON ENGAÑÁNDOSE A SÍ MISMOS (Mt. 7:23)
A. JESÚS LES DECLARA SU REALIDAD
1. Es penoso ver como esta gente tendrán que esperar el momento final para poder darse cuenta de que se auto engañaron. Estos prefieren pasar la vergüenza en el día final y no avergonzarse de su pecado aquí en la tierra mientras tienen oportunidad de hacerlo.
2. Vemos la declaración del Señor en el (v. 23) cuando dice: “Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Es aquí donde recordamos las palabras del mismo Jesús cuando en (Jn. 10:27-30) nos habla de cómo Él conoce en todo tiempo a sus ovejas y de cómo ninguna de ellas será apartada de sus manos y de las manos de su padre.
3. Esta gente se dará cuenta de su realidad en el último momento y ya no habrá remedio para ellos, solamente oír el tremendo juicio del Señor al declararles, “nunca os conocí”.
B. JESÚS LES APARTA DE ÉL
1. Es una realidad el hecho de aquellos que no estuvieron dentro del redil del Señor, sujetos a él como el Señor de los cielos y a las autoridades puestas por él aquí en la tierra, ¿cómo pretenderán estar en el redil celestial por toda una eternidad?
2. Por esto Jesús les declarará en aquel día, “apartaos de mí”. Es importante que todos los que nos llamamos cristianos, sepamos que Dios no puede ser burlado por nada, ni por nadie. Aunque creamos que engañamos a Dios con nuestras tretas y justificaciones, sepamos que quienes nos engañamos somos nosotros mismos.
3. Que palabras más duras oirán estos supuestos creyentes en comparación a las palabras que les declara Jesús a los que genuinamente son de él y oirán cuando el dirá: “ven buen siervo y fiel entra en el gozo de tu Señor”. Está claro que mientras estemos en esta tierra, tenemos tiempo de que lo que oigamos de él sea para nuestro beneficio y no para nuestra perdición.
C. JESÚS LES DECLARA LA RAZÓN DE LA SEPARACIÓN
1. Vemos como el Señor les dará una satisfacción a estos supuestos creyentes, pues la justicia de Dios no se podrá poner en dudas. Notemos el texto cuando dice: “hacedores de maldad”. Esta declaración es enfática y concluyente, de tal manera que no cabe ningún tipo de argumento adicional de parte del condenado.
2. El alma que oiga este calificativo de boca del Señor Jesucristo, sabrá que él lo dice con toda propiedad y sabiendo las razones por qué lo ha calificado así, ya que en su Palabra nos ha dicho muy claramente que no podemos confundir la actividad evangélica con el fruto del Espíritu, ni que podemos confundir lo importante con lo urgente.
CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Recordemos que la voluntad permisiva de Dios será tomada siempre como excusa para hacer todo lo que es contrario a la voluntad perfecta de Él, pero la realidad es que todos sabemos dónde encontrar su voluntad perfecta y soberana, por lo que no tendremos excusas en aquel día, si no le hemos tenido en esta tierra como Nuestro Señor habiendo estado sujetos a Él.
Concluyamos leyendo 1 Juan 2:12-17 cuando dice: “Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.
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