"Pablo el Último de los Apóstoles"
Este tema viene a corregir lo deficiente con respecto al apostolado, ya que en la actualidad hay muchas personas que dicen ser apóstol. Oramos para que los ojos del entendimiento de ellos sean alumbrados para comprender este tema tan importante, y que al entenderlo usted sea consolado - Efesios 1:18.
Para conocer al apóstol Pablo, usted tiene que conocer a un personaje muy importante en la vida de éste, y es Esteban, porque fue víctima de Saulo de Tarso. Hechos 6:3-15 nos dice: “Buscad, pues, hermanos de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo, Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud, y eligieron a Esteban, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás prosélito de Antioquia, a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes orando, les impusieron las manos. Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén, también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Y esteban lleno de gracia y de poder, hacia grandes prodigios y señales entre el pueblo.
Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. Pero no podían resistir la sabiduría y el espíritu con que hablaba. Entonces sobornaron a unos para que dijesen que le habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. Y soliviantaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y arremetiendo, le arrebataron y le trajeron al concilio. Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley, pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar cambiará las costumbres que nos dio Moisés. Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel”.
Esteban era un hombre celoso conforme a lo que conocía; sabia como refutar a los judíos, así como también Apolos, era muy amado y respetado por la Iglesia, hacia milagros y prodigios. Ahora vemos también en escena a un joven llamado Saulo de Tarso, que por su celo a la ley de Moisés, violaba su propia ley; por ejemplo, su ley decía: no mataras, y que hizo con Esteban; lo que pasa que el celo religioso ciega a tal nivel que fácilmente se viola todos los principios que se profesan; porque si no hay amor, es un celo sin ciencia Romanos 10:2 dice: “Porque les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia”. Estamos viviendo en la actualidad ese celo, sin amor.
Siguiendo con el comentario de Esteban vemos en Hechos 7:55-60 “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon, y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamo a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”.
Cabe aquí hacerse una pregunta y es la siguiente: ¿Por qué pondrían las ropas de Esteban a los pies de Saulo? Hechos 8:1 declara: “Y Saulo, consentía su muerte. En aquel día hubo gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles”. ¿Y por que traemos a colación todo esto? Porque cuando el apóstol Pablo escribió sus epístolas, necesitaba de mucha consolación y perdón, porque venía a su recuerdo la escena de la muerte de Esteban; se acuerdan cuando dijo en Filipenses 3:13: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado, pero una cosa hago, olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”. Cuando miramos a Saulo, miramos a un hombre recto y celoso por la ley y sus costumbres, un nacionalista.
En el libro de los Hechos 9:1-22 se dice: “Saulo, respirando aun amenazas y muerte…” Aquí Lucas esta narrando la conversión más famosa de la comunidad cristiana, de un hombre que pasó de perseguidor a predicador de lo que perseguía, pero cuando observamos y comparamos con la narración del apóstol Pablo, vemos que no es exacta lo que dice Lucas, porque decía que el apóstol Pablo inmediatamente de su conversión predicaba.
Veamos el testimonio del mismo apóstol. Gálatas 1:15-16 nos dice: “Pero cuando agrado a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mi, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre”. El nuevo nacimiento comienza, cuando Cristo es revelado en nosotros, cuando entendemos lo que significa. Cristo en nosotros, la esperanza de Gloria. Versículo 17 agrega “…ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco”.
El apóstol Pablo está narrando que después de su experiencia, fue a Arabia, él necesitaba conocer que es lo que pasó ahí realmente, por eso no consultó con hombre alguno; si no con Dios mismo; con el Espíritu que mora en cada uno de nosotros. Pasó tres años antes de comenzar su predicación, ahora está negando lo que antes predicaba (de la misma manera está ocurriendo ahora a nosotros los que predicamos el evangelio). Ahora estamos viendo a un Pablo diferente completamente, porque cuando asolaba la Iglesia lo hacía hasta matar, era celoso por lo que creía; de la misma manera ahora vemos a un Pablo celoso por la Revelación que había recibido, era un hombre que se enfrentaba a lo que sea por defender la verdad que había recibido.
En Gálatas 1:11-14 nos apunta diciendo: “Más os hago. Saber hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre, pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobre manera a la iglesia de Dios, y la asolaba, y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres”.
Aquí vemos al Apóstol Pablo autenticando el evangelio que había recibido de parte del Señor, Dios escoge a un hombre que asolaba la Iglesia y le da un giro de 180 grados, y le llama para ser el sabio arquitecto de la Iglesia, para poner el fundamento 1 Corintios 3:10-11, siendo el más blasfemo y pecador como el mismo se llamaba.
Romanos 1:1 “Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios”. Los apóstoles son llamados por Dios, no se hacen en el camino por la experiencia o por que hayan levantado varias congregaciones; como lo piensan algunos. La función de un apóstol fue muy importante en la Iglesia, porque la Iglesia se estableció primeramente con el don apostólico; porque Dios mismo puso primeramente apóstoles, primero los 12, luego Matías en sustitución de Judas y para predicar a los gentiles, al apóstol Pablo; por esto, cualquiera que viene a imitar al apóstol Pablo o a los otros apóstoles; no puede llamarse apóstol porque no está dando un mensaje original como lo dieron todos los que Dios llamó como apóstoles, no está poniendo ningún fundamente, simplemente esta imitando, porque la función de fundamentar ya recayó sobre el apóstol Pablo, que para eso precisamente fue llamado - 1 Corintios 3:11 “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”.
Veamos a los otros apóstoles. Mateo 10:1-4 nos dice: “Entonces, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombre de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, Jacobo hijo de Zebedeo, Tomás, Mateo el Publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó”.
Observemos las instrucciones especificas que reciben estos doce: Versículos 5-6 “A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Dios no escogió ni llamó a otros apóstoles para ir a las doce tribus de Israel; si nosotros creemos que la Biblia es la palabra de Dios, nadie puede añadir o quitar del canon bíblico y ese canon se cerró para siempre. Cuando Dios llama al apóstol Pablo lo hace para un pueblo: los gentiles y si Dios llamó a doce para la circuncisión, es que era necesario; y si llama a uno para la incircuncisión, es porque eso era suficiente y es la auténtica soberanía de Dios.
Romanos 1:1-2 “Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser Apóstol, apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas escrituras”. Aquí cabría hacernos una pregunta: ¿Qué había prometido Dios? La respuesta está implícita en esos dos versículos “Su evangelio”. El apóstol Pablo no fue enviado a hablar de su propia cuenta, y lo que él hablaba ya estaba y había sido profetizado.
Versículos 3 al 5 “…acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre”.
¿Cuál es el verdadero apostolado? Es el de predicar que Jesús es el Cristo, el evangelio no es simple sabiduría, es conocer el misterio de Dios Padre y Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento Colosenses 2:1-3. Cuando el apóstol Pablo dice que yo como perito arquitecto, puse el fundamento; ese fundamento es Cristo, no dice que es el evangelio 1 Corintios 3:10-11. Romanos 1:5 “…y por quien recibimos la gracia y el apostolado para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre” El verdadero evangelio anuncia que Cristo es Dios. Cuando hablamos de gracia y apostolado no se refiere a una persona, se refiere a Cristo mismo.
Versículos 6-7 “Entre las cuales, estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos”- La Gracia y el apostolado por quien se recibe, no es por el apóstol Pablo; es por medio de nuestro Señor Jesucristo. Cuando al apóstol Pablo le apartan para esa función, debemos entender que es llamado no para dos pueblos, sino para uno solo.
En la circuncisión Gálatas 2:7 Jesús llama a doce para que vayan a cada tribu, y ellos fueron fieles a lo que Dios les llamó. Dios es un Dios de orden, el no tiene que llamar dos, tres, cuatro, cinco hombres para hacer una misma función; cuando Dios llama al apóstol Pablo para ir a los gentiles, ¿Usted cree que Dios va a levantar a OTRO para hacer la misma función? Definitivamente NO.
1 Timoteo 1:12-16 “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús Señor nuestro, porque me tubo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador, más fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna”.
Donde usted va a conocer el gran amor que es en Cristo Jesús, donde va a conocer el verdadero proceder apostólico; lo va a conocer en el apóstol Pablo primero, dice que él fue puesto por ejemplo como el primero que Dios utilizó para mostrar su clemencia. La siguiente pregunta sería, ¿Por qué el primero? Y la respuesta es sencilla “Por qué Dios puso primero apóstoles” Efesios 4:11. El apóstol Pablo es el ejemplo de proceder, de amor para la iglesia del nuevo pacto en esta dispensación de la gracia en que nosotros los hijos de Dios estamos en la actualidad.
2 Timoteo 1:7-14 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos salvó y llamó con llamamiento santo no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. Por lo cual asimismo padezco esto, pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”.
Analicemos que el apóstol Pablo jamás se puso primero, siempre puso primero al Señor y luego él; Ahí le dice a Timoteo, no te avergüences del señor ni de quien aprendiste. El apóstol Pablo jamás se creyó superior a los demás, estas cosas hoy en día se desconocen por no conocer la vida del apóstol Pablo. Hoy en día, se han levantado muchas personas llamándose apóstol, estas personas cuando predican no conocen la Biblia y si la usan y quizás la conocen, entonces, están repitiendo lo que los apóstoles pusieron por fundamento, o sea que estos apóstoles están diciendo lo que está escrito, o sea no son los primeros. Los apóstoles tienen un mensaje original, si hoy en día se levantara un apóstol tiene que tener un mensaje original, y si es así, ya no cabe en la palabra, porque está completo el canon, el mismo ya fue cerrado con los 66 libros que conocemos.
Efesios 3:1-11 “Por esta causa, yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles, si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros, que por revelación me fue declarado el misterio como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender, cual sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por su Espíritu, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y coparticipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios. A mí soy menos que el más pequeño de los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cual sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios que creó todas las cosas, para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor”
El apóstol Pablo dice que esta sabiduría predestinada se la dio el Señor, la que escribió en sus epístolas, diciendo que leyendo podrás entender y le dio a la iglesia la autoridad para dar a conocer a los principados y potestades en lugares celestiales. Eso es precisamente lo que está haciendo Dios, dando a conocer estos misterios a través de su iglesia; no por tu experiencia, es como Dios te utiliza para comunicar esta palabra (el evangelio de Jesucristo resucitado)a tu familia y amigos, y cuando entienden NO somos nosotros los que le abrimos los ojos del entendimiento; sino Dios, veamos al apóstol Pablo diciendo: Yo él más pequeño de todos; él entendió que Dios le mandó a servir, de eso se trata el reino de Dios, del servicio a los santos por nosotros los pastores, imitando a nuestro apóstol Pablo. Los apóstoles modernos no conocen esto y creen que han sido llamados para servirse de la iglesia. Por eso vemos la expresión cuando el apóstol Pablo dice porque él es el más pequeño de todos. Veamos porque el apóstol Pablo dice ser el último de los Apóstoles; no dice el penúltimo, o el antepenúltimo.
1 Corintios 15:1-2 “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis, por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano”
Observemos lo que el apóstol Pablo lo que dice, que si no recibes esta palabra, creíste en vano, no dice allí que te vas al infierno, o que te quita la cubierta o algo por estilo; simplemente dice: No vas a reinar porque la palabra en ti fue indicio de perdición y no poder de Dios.
Versículo 3 “Porque primeramente os he enseñado, lo que asimismo recibí, Que
Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras”. El apóstol Pablo aquí está diciendo, citando las escrituras, no está saliéndose de la palabra, al contrario esta afirmando lo que dijeron los profetas. Versículos del 4 al 9 “Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras, y que apareció a Cefas y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos aún viven, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo, después a todos los apóstoles, y al último de todos, como a un abortivo me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles que no soy digno de ser llamado apóstol porque perseguí a la iglesia de Dios”
El apóstol Pablo persiguió a la iglesia, aparentemente la muerte de Esteban aun estaba presente en la vida el apóstol, mas aun ahora que Dios le envía a servir a los gentiles, diciendo, este sabrá lo que es padecer por amor a mi nombre; Dios no le dijo, tú sabrás lo que es reinar en vida, porque su llamado era un llamado muy especial, y él lo entendió así, porque se hizo de todo para ganar (NO ENGENDRAR) a algunos para Cristo. El verso 7 lo dice muy claro, que después de todos los apóstoles y el 8 al último de todos que los apóstoles, se le apareció a él. Y otra vez demuestra su humildad, su proceder diciendo, yo soy el más pequeño que no soy digno de ser llamado apóstol.
Versículos 10 y 11 “Pero por la gracia de Dios, soy como soy, y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos, pero no yo sino la gracia de Dios conmigo. Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído” Amada y preciosa iglesia, entender que el apóstol Pablo fue el último de los apóstoles; trae consolación, Dios no ha escogido a ningún otro para fundamentar la iglesia, este llamado del apóstol Pablo fue muy especial, Pablo fue un hombre que tenía un cuidado de la iglesia, bueno vemos que el apóstol Pablo no se casó jamás, aconsejando más adelante que el que se casa, que atienda a su familia; el apóstol Pablo lo que hizo fue atender a la familia de la fe. Él tenía el don de continencia. Dios le llamó específicamente para poner el fundamento que es Cristo Jesús, por eso él claramente dice NADIE, nadie, puede poner otro fundamento 1 Corintios 3:11, Dios no va a levantar otro apóstol para hacer lo que ya está hecho; la función de Moisés no fue la misma que Josué.
Cuando dice que él es el más pequeño se refiere a que es él ultimo, como en tu casa al último de tus hijos se le llama el más pequeño o pequeña. El apóstol Pablo afirma que fue él último de los apóstoles; aunque, después entraron lobos rapaces que no perdonaron al rebaño. Le pregunto ¿Dios no tiene el cuidado de su iglesia? Vamos a ver a la promesa que el apóstol Pablo nos dejó antes de partir. Hechos 20:32-35 “…y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que he sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Mas bienaventurado es dar que recibir”
Cuando el apóstol Pablo anuncia su partida, es decir su muerte, hubo mucha tristeza, yo sé que ustedes han sido obedientes, pero quiero aun más que lo sigan haciendo en mi ausencia; y esta es la encomienda del apóstol Pablo y de cada uno de nosotros los pastores, a quienes se nos ha confiado este evangelio, ustedes han sido llamados, no para, someterse a nosotros, sino a Dios y a la palabra de su gracia. El apóstol Pablo aquí nos encomienda a Dios y a su palabra de su gracia y agrega él porque; porque tiene poder para sobreedificarnos y darnos herencia; no nos está encomendando a ningún OTRO, sino a Dios mismo. Si el mismo apóstol Pablo nos está encomendando a Dios y a la palabra de su gracia, la pregunta es: ¿Quién te puede confirmar en el evangelio que el apóstol Pablo predicó? ÚNICAMENTE DIOS Y NO NINGUN HOMBRE.
Romanos 16:25-27 “Y al que puede confirmaros según mi evangelio, y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén”.
Allá en Hechos, Lucas registra que fuimos encomendados a Dios y a la palabra de su gracia, y aquí en Romanos el apóstol Pablo dice al que puede; ¿Y quién es único que puede darte a conocer o confirmarte? Dios mismo, porque él es el único que puede alumbrarte los ojos del entendimiento Efesios 1:18. ¿Quién es el que abrió el corazón de Lidia? Dios mismo Hechos 16:14, ¿Por qué el apóstol Pablo nos encomienda a Dios? Porque él sabe, que e el único que te puede confirmar de estas cosas.
Dios siempre usa un don, y ese don puede ser un maestro, un evangelista, un pastor, un profeta. Lo único que no puede ser es un apóstol, porque el apóstol Pablo fue el último de los apóstoles. El mismo lo advirtió, si aun un ángel del cielo se presenta trayendo otro evangelio no lo reciba Gálatas 1:8. No dejen de poner los ojos en Jesucristo, el autor y consumador de la fe.
Lamentablemente muchas veces ponemos los ojos en los hombres, y no es que Dios haya fallado sino nosotros; y no se sienta que usted ha abandonado una cosa para meterse en otra, sino que usted corrigió lo deficiente en su vida; al quitar los ojos del hombre y ponerlo donde Dios quiere que lo ponga que es su palabra.
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