viernes, 25 de noviembre de 2011

9/27 EL PRIMER SERMÓN DEL REINO

El Sermón del Monte

VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA
(Sazonadores)
Mateo 5:13

Ya pudimos ver por medio de las Bienaventuranzas, las cuales son la introducción del Sermón del Monte, cuál es el deseo de Dios para nosotros en cuanto “a lo que debemos ser y lo que debemos hacer”. Ahora Jesús nos muestra lo que debemos hacer para ser útiles a Él en esta tierra o más bien la aplicación de todo lo que nos exigió anteriormente por medio de la siguiente demanda que encontramos en Mateo 5:13 cuando nos dice: “Vosotros sois la sal de la tierra, pero si la sal se desvaneciere, ¿Con qué será salada? No sirve para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”.

Es una realidad que no basta conocer el mensaje de Dios, si no estamos dispuestos a que seamos sal de la tierra en la medida en que vivamos en santidad y saturamos el mundo con la Palabra de Dios preservándolo de la corrupción. Ciertamente el cristiano sin mensaje y sin santidad es un elemento insípido que no tiene sabor, y realmente no sirve para el propósito divino, peor aún, un cristiano con el mensaje en su interior y sin ponerlo en práctica se saturará, de tal manera que será imposible soportarlo; Mis hermanos amados, tenemos que saber exponer este mensaje correctamente pero con el apoyo de una vida santificada.

De todos los calificativos del cristianismo que se nos imputan, es éste, con respecto a la tierra, el más importante de todos, ya que el creyente debe comprender que sin la presencia de nosotros esta tierra no existiría y se hubiese podrido; recordemos lo que nos anuncia el apóstol Pablo en 2 Tesalonicenses 2:7-9 cuando nos habla de la manifestación del hombre de pecado. Recordándonos que solo hay quien al presente lo detiene, el Espíritu de Dios que mora en los creyentes, pero cuando este sea quitado de en medio, se manifestará aquel que llevará al mundo a la destrucción.

Veamos qué quiere declararnos el Señor al decirnos que somos la sal de la tierra. Estamos en la tierra y debemos pensar en la responsabilidad que Dios nos ha dejado sobre nuestros hombros, de tal manera que cuando Él venga nos halle siendo fieles. Leamos Filipenses 1:21-30 y veamos la visión de Pablo con respecto a esta demanda.

Para comprender esta calificación del Señor hacia nosotros, tenemos, en primer lugar, que analizar:

I.    LAS CARACTERÍSTICAS DE LA SAL
II.   LA IMPORTANCIA DE LA SAL
III. LAS CUALIDADES DEL VERDADERO SAZONADOR

I. LAS CARACTERÍSTICAS DE LA SAL 

A.      LA SAL COMO ELEMENTO FÍSICO

                        1.         La sal como elemento físico es un mineral duro, seco, salobre, soluble en el agua y de gusto acre.
La sal es:       
·         De color blanco
·         Purificadora
·         Sazonadora
·         Preservadora de la corrupción
·         Condimentadora                                          

                        2.         La sal es un mineral que se extrae desde el interior de la tierra y se llama SAL GEMA, o por la evaporación del agua del mar y se llama SAL MARINA, a este elemento se le llama comúnmente SAL COMÚN O CLORURO DE SODIO y se encuentra en abundancia en la naturaleza.

                        3.         Otro detalle importante de la sal como elemento es que tiene la particularidad de extender su influencia de manera progresiva, hasta saturarlo todo (Ej. Mar Muerto). 

     B.      LA SAL COMO ELEMENTO ILUSTRATIVO ESPIRITUAL


                        1.         La sal ha sido usada por Dios como símbolo de pacto perpetuo Números 18:19. “Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieron a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo”.

                        2.         Ha sido símbolo de sabiduría divina en el creyente según dice Colosenses 4:6: “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis como debéis responder a cada uno”.

                        3.         Ha sido símbolo purificador, como el fuego según Marcos 9:49: “Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal”. 

      C.      LA SAL COMO SÍMBOLO DEL CREYENTE    


                        1.         La Biblia nos llama a ser discípulos con identidad cuando nos indica que somos sal de la tierra, Marcos 9:50 Jesús nos dice: “Tened sal en vosotros mismos”.

                        2.         Al creyente se le llama a preservar la tierra con la intención de preservarla a través de la sal que poseemos en nosotros mismos como parte de nuestra identidad y, al mismo tiempo, se nos llama a cuidarnos de no perder nuestro sabor o a desvanecernos, porque si esto sucede, ¿Con qué se sazonara la tierra?

                        3.         Es, pues, una responsabilidad de todo creyente, mantenernos esparcidos por toda la tierra, como el medio por el cual la tierra no pierda su sabor porque de lo contrario, todo estaría terminado, corrompido, y podrido por el pecado. No podemos ocultar que estas, como características de la sal, son cualidades que deben evidenciar a un creyente verdadero.

Si analizamos el texto clave de Mateo 5:13, veremos que es necesario destacar:

II. LA IMPORTANCIA DE LA SAL 

      A.      LA SAL NO PUEDE DESVANECERSE    


                        1.         Es una realidad que todo cristiano tiene que procurar que nunca se desvanezca la sal en él. No es que queramos o no, es un asunto sin discusión, Dios dice que no puede desvanecerse la sal que hay en nosotros.

                        2.         Sabemos que esta es una tarea ardua, ya que tenemos que permanecer siempre con la identidad que nos califica como creyentes sazonadores, por esto dice el Señor: pero si la sal se desvaneciere, ¿Con qué será salada?”

                        3.         Para lograr esto, tenemos que tener presente cuál es nuestra función como sazonadores que somos y saber que las almas que están en el mundo se pierden y que no podemos permitir que ellas mueran sin que nuestra influencia llegue a ellos. Que dolor tendremos cuando veamos las almas que están en el infierno a las cuales no le llegamos con nuestra influencia del evangelio.

          B.      LA SAL NO PUEDE HACERSE INSÍPIDA - Marcos 9:50

                        1.         En este pasaje de Marcos se nos dice: “Buena es la sal; más si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis?” Hay aquí una buena pregunta para aquellos que permiten que su sal se desvanezca y pierda sus propiedades por no utilizarla.

                        2.         Se nos declara que la sal es un elemento primario ya que ella puede dar sabor a cualquier cosa, pero ella no puede recibir sabor de nadie, por esto es sumamente importante que procuremos que no pierda su sabor propio e inherente.

                        3.         ¿Puede el mundo darle sabor a un creyente? De ninguna manera, porque la sabiduría está en Dios y nosotros somos los portadores de ella para salar al mundo. Si nosotros nos hacemos insípidos, nunca podremos salar lo que debemos salar. “Tened sal en vosotros mismos” Marcos 9:50.

          C.      CUANDO NO TIENE IDENTIDAD, NO SIRVE - Mateo 5:13b

                        1.         Es sumamente crudo el lenguaje de nuestro Señor en esta última parte de nuestro versículo: “No sirve para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”.

                        2.         Para Dios, todo aquello que no sirve, debe ser quitado de en medio, ya que lo que no es de utilidad, sino que es de impedimento. si no estás dispuesto a ser lo que debes ser, entonces es mejor que dejes de ser.

                        3.         En muchos lugares, el Señor nos declara esta misma idea, lo que no sirve será quemado. Dios es drástico en sus palabras, pero algo más, se llama asimismo, fuego consumidor. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” Hebreos 10:31.

III. LAS CUALIDADES DEL VERDADERO SAZONADOR 

      A.      UNO QUE VERDADERAMENTE SEA NACIDO DE NUEVO    

·               Si no poseemos sal en nosotros mismos, con qué salaremos al mundo. Romanos 8:9 nos dice: “Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”.

    B.      UNO QUE VIVA EN SANTIDAD BAJO EL TEMOR DE DIOS

·               No sirve de nada, que nos llamemos cristianos y no vivamos conforme al modelo de Cristo. El apóstol Pablo nos dice en Efesios 4:1 que debemos andar como es digno de la vocación con que fuimos llamados.

·               En 1 Tesalonicenses 4:2-3 nos dice igualmente: “Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación”.

·               En 2 Corintios 7:1 también nos aconseja diciendo: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.  

     C.      UNO QUE ESTÉ ENTERAMENTE CONSAGRADO A DIOS  



·               Muchos cristianos creen que esto sólo corresponde a los pastores y diáconos ya que ellos no sienten que deben participar ni sacrificarse por la obra de Cristo. Pero tenemos que saber que la Iglesia de Cristo es compromiso de todos.

·               Romanos 8:16, 17 nos dice: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro Espíritu de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”.



          D.      UNO QUE AME LAS ALMAS PERDIDAS 

·         Sin el amor a las almas perdidas, nunca seremos verdaderos sazonadores, ya que lo único que mueve a un creyente a ser sal del mundo es el amor a los perdidos.

·         Veamos el corazón de Esteban Hechos 7:60: “Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”. Esteban fue un verdadero sazonador.
            

      E.      UNO QUE PROCURE UN CONOCIMIENTO AMPLIO DE LA   PALABRA         



·         2 Timoteo 2:15 nos dice: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. De esta manera nuestra palabra será siempre sazonada con sal.

          F.       UNO QUE SEPA PERFECTAMENTE EXPONER LOS PUNTOS BÁSICOS PARA EVANGELIZAR A LOS INCRÉDULOS

·         Eterna perdición del género humano;
·         La necesidad de un salvador;
·         Cristo como único salvador;
·         La forma de apropiarse de él;
·         La seguridad de lo que él provee.

          G.       UNO QUE SEPA TENER TACTO, PACIENCIA Y PERSEVERANCIA

·         Tacto es la cualidad de saber decir las cosas en el momento oportuno y en la forma más conveniente.
·         Paciencia es la capacidad que debe tener un creyente para soportar todo, con tal de ganarse un alma para Cristo.
·         La perseverancia es la cualidad máxima de un verdadero sazonador, 2 Pedro 3:9.

      H.      UNO QUE ORE CONSTANTEMENTE A DIOS         

·         Sin la oración, estamos desarmados y sin poder; somos como un timón sin guía o como una veleta zarandeada por el viento. Que podamos decir como dijo el apóstol Pablo en Efesios 6:18-20: “…orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar”.

·         Un sazonador debe orar por:
o   Que Dios nos guíe a quienes debemos hablarle del evangelio;
o   Que Dios nos enseñe lo que debemos decirle y como hacerlo.
o   Que Dios permita que nuestras palabras sazonadas con sal penetren al corazón del incrédulo, le redarguyan de pecado y le lleven al arrepentimiento.

·         Que continúe la obra iniciada por el Espíritu Santo, para que lo sembrado no sea ni quitado, ni hollado, ni ahogado, sino que dé fruto para vida eterna.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Viendo estas cualidades, podremos cuestionarnos, ¿somos nosotros verdaderos sazonadores o estamos perdiendo el sabor?

Hermanos, es hora de actuar como sal de la tierra, de tal manera que dios nos halle haciendo la labor que debemos estar haciendo. En este principio de año, propongamos en nuestros corazones, quitar todo tropiezo de nuestros pies y calcémonos con el apresto del evangelio de la paz, pidiendo a Dios en oración que nos dé denuedo para predicar su Palabra a todo hombre.


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