martes, 15 de noviembre de 2011

5/27 EL PRIMER SERMÓN DEL REINO

El Sermón del Monte
BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS
Mateo 5:7

            Entramos ahora a la quinta Bienaventuranza, la cual continúa el orden establecido en este sermón del monte. Esta se relaciona igualmente que las demás, con las cualidades establecidas por el Señor en todo el conjunto de Bienaventuranzas, cualidades que deben ser parte integral de un creyente. Esta dice: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. La versión del 2005 de la Liga Bíblica Mundial lo traduce de la siguiente manera: “Afortunados los que tienen compasión de otros, porque Dios también tendrá compasión de ellos”.

            Ya hemos visto que el creyente debe ser pobre de espíritu, debe saber llorar por su pecado, debe ser manso y humilde frente al juicio de los demás, debe tener hambre y sed de Justicia, ahora se nos llama a ser misericordiosos, entendiendo que Jesús sigue preocupado por lo que debemos ser para luego decirnos lo que debemos hacer.

Se establece que debemos ser cristianos antes de actuar como cristianos. Tenemos que entender que ser es más importante que hacer, la actitud es más significativa que la acción. Ser cristiano es poseer el carácter que demanda el Señor en su Palabra y por tanto ser la clase de persona que él quiere que seamos y que por tanto pueda ser capaz de hacer lo que él también demanda. Por tanto, no debemos estar tan preocupados por lo que debemos de hacer, sino de lo que somos, pues si somos verdaderos cristianos nuestras acciones serán el resultado de lo que realmente somos.

Lo que queremos decir, es que Dios demanda a que nos examinemos y comprobemos lo que realmente somos, de tal manera que estemos seguros que nuestro hacer corresponde a un creyente que está dominado por las cualidades del carácter de Cristo y que como Cristo actuó, actúe él, de tal manera que su fruto sea el fruto que produce el Espíritu de Dios en él.

Después de las cualidades vistas anteriormente, ahora se nos demanda que debemos ser misericordiosos, lo cual debemos de analizar de manera tal que lo entendamos como algo imprescindible para el desarrollo de nuestra vida cristiana, ya que como hemos visto, no podemos ser como Cristo, ni decir que Cristo vive en nosotros, sino aprendemos a ser como él es.

Veamos lo que esto significa.
I.    MISERICORDIA
II.   BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS
III. MISERICORDIA PARA EL MISERICORDIOSO

I. MISERICORDIA
(Mt. 5:7)

B.      SIGNIFICADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

1.         La palabra misericordia en el Antiguo Testamento es la que se traduce de la palabra Hebrea (hesed), esta palabra sugiere una relación íntima entre la misericordia y la justicia, lo que nos deja dicho que la misericordia no pasa por alto la justicia. Es sinónimo de compasión.

2.         Parece ser que ningún vocablo griego utilizado en la versión de los LXX (traducción griega del A.T.) fue adecuado para transmitir la idea completa de la palabra hebrea (hesed), en la que se entrelazan la misericordia y la justicia.

3.         La Palabra (hesed) incluye también la idea de un amor constante, pero también expresa la idea de una relación mutua de derechos y responsabilidades en relación del pacto hecho por Dios con su pueblo (Os. 6:6).

B.      SIGNIFICADO EN EL NUEVO TESTAMENTO

1.         La misericordia se presenta aquí como una traducción del vocablo griego (eleeö) que a su vez es una traducción griega de la palabra hebrea (hesed), de donde se deriva el término (eleëmön) que es el que se traduce como misericordioso o compasivo en el texto de Mateo 5:7.

2.         La misericordia se conoce como uno de los atributos comunicables de Dios, expresa la bondad y amor de Dios por el culpable y el miserable sin pasar por alto las demandas de justicia. Incluye la piedad, compasión gentileza, paciencia.

3.         La misericordia de Dios hacia el hombre requiere misericordia de parte del hombre hacia el cual Dios ejerce misericordia. La parábola de los dos deudores encontrada en Mateo 18:23-35 nos ilustra el pensamiento de Dios en cuanto a este tema.

C.      SU APLICACIÓN

1.         La palabra misericordia debe ser aplicada y relacionada al hombre que está en miseria, ya que la misericordia contempla las consecuencias desdichadas del pecado, de modo que la misericordia tiene realmente un sentido de compasión además del deseo de aliviar el sufrimiento.

2.         Un ejemplo ilustrativo de lo que es la misericordia lo podemos encontrar en la enseñanza del buen samaritano que encontramos en Lucas 10:33 el cual dice: “Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia”.

3.         Los primeros que pasaron quizás sintieron compasión pero nada hicieron, pero el buen samaritano, no solamente sintió compasión, sino que tuvo a bien actuar para aliviar el sufrimiento del hombre golpeado. El samaritano sintió pesar por la víctima, cruza el camino, cura las heridas, carga con él y se asegura de que lo atiendan hasta que cure. Esto es misericordia.      

II. BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS
(Mt. 5:7)

A.      DESEO Y ESFUERZO DEL MISERICORDIOSO

1.         El ser misericordioso no define a una persona que tiene compasión de alguien que está en miseria. El ser misericordioso va más allá del sentimiento de compasión, ya que ser misericordioso implica tener un gran deseo de ayuda y más aún hacer el esfuerzo por hacer algo para aliviar la situación del necesitado.

2.         Un creyente misericordioso es alguien que imita el ejemplo supremo, perfecto y básico de misericordia y del ser misericordioso, el cual vemos en la persona de Dios, quien al ver la necesidad de salvación de la raza humana se mueve a misericordia y envía a su Hijo a morir por nuestro pecado en un esfuerzo de darnos la oportunidad de salvación.

3.         Dios, desde el comienzo mismo, desde el día en que Adán pecó, fue movido a misericordia al contemplar al hombre en su condición miserable en que estaba como resultado del pecado y tuvo compasión y ejecutó un plan, que en su gracia, daría solución a la miseria del hombre.

B.      LA FELICIDAD DEL MISERICORDIOSO

1.         Cuando ejercemos misericordia estamos dentro de la voluntad de Dios y por lo tanto estaremos gozosos de haber obedecido las demandas de Dios. La expresión “Bienaventurados” en este pasaje implica felicidad, dicha y gozo espiritual en la medida en que logremos estas virtudes en nosotros.

2.         Los misericordiosos son felices en la medida en que tienen compasión de los demás y se esfuerzan en que ellos también alcancen misericordia, porque entienden y saben lo que significa estar en la miseria.

3.         El misericordioso, reconoció su pecado delante de Dios, lloró por su pecado, aprendió a ser manso al saber tener una idea exacta de sí mismo, por tanto tuvo hambre y sed de justicia que le llevó a ser justo delante de Dios y a disfrutar de su comunión íntima. Ahora que ha comprendido todo esto, esta realidad de sí lo lleva a ser misericordioso con los demás.

C.      EJEMPLOS PARA EL MISERICORDIOSO

1.         Nuestro Señor Jesucristo, es nuestro gran ejemplo de lo que es ser misericordioso. Contemplémosle en la cruz, al que nunca pecó, al que nunca hizo daño a nadie, al que vino para predicar la verdad; al que vino a salvar al perdido. Clavado en la cruz y sufriendo la agonía de la muerte y sin embargo dice: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”.

2.         Otro ejemplo que podemos tomar, con el fin de motivarnos a la misericordia, es el ejemplo de Esteban cuando lo lapidaban. Esteban en aquel momento oraba por sus agresores y ejercía misericordia, notemos el texto de Hechos 7:60: “Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”.

3.         Tú y yo podemos ser ejemplos de cristianos misericordiosos, en la medida en que podamos ver con ojos de misericordia, amor y bondad a aquellos que nos desprecian y nos difaman, que podamos en el momento en que pecan contra nosotros elevar a Dios, oración por sus almas, sabiendo que están presos del diablo y del infierno.

III. MISERICORDIA PARA EL MISERICORDIOSO
(Mt. 5:7)

A.      EL ARREPENTIMIENTO Y LA MISERICORDIA

1.         El arrepentimiento, está ligado a la misericordia, ya que una persona no arrepentida, no puede bajo ninguna circunstancia ejercer misericordia. Ya hemos visto en la parábola del siervo injusto, que por no estar arrepentido, su pecado no fue perdonado.

2.         En la oración del padre nuestro se nos enseña de igual manera que si no nos arrepentimos de lo que hacemos no podremos recibir el perdón de nuestros pecados o más bien que si no ejercemos misericordia con los demás no podremos recibir misericordia (Mt.6:15).

3.         Arrepentimiento significa, que me doy cuenta de que delante de Dios no tengo ningún derecho, y reconozco que sólo su gracia y misericordia perdonan y por tanto esto me lleva a ser misericordioso con los demás así como el día sigue la noche y la noche al día.

B.      MISERICORDIA PARA LOS MISERICORDIOSOS

1.         Es maravilloso ver que por el hecho de haber comprendido la misericordia de Dios y ejercerla, Dios nos hace capaces, por su gracia, de ser misericordiosos. Por esto, el que es misericordioso lo es, porque ha comprendido por la gracia de Dios lo que es la misericordia y por tanto la ejerce para con los demás.

2.         Lo que es importante comprender es que somos misericordiosos por la gracia de Dios y es por esto que esta gracia nos llevará a recibir la misericordia de Dios el día en que la necesitemos. Es bueno recordar las palabras del apóstol Pablo con respecto a Onesíforo en 2 Timoteo 1:16-18.

3.         Es por tanto cierto, que todo aquel que ejerce misericordia, la ejerce porque Dios ha derramado en él su gracia. Esto deja claro que la misericordia no la puede ejercer ningún ser que no sea creyente e hijo de Dios, en su sentido bíblico. El incrédulo podrá hacer lo que quiera pero si no ha gustado de la gracia de Dios, no podrá alcanzar misericordia.

C.      LA SEGURIDAD DE LA MISERICORDIA DIVINA

1.         Como don de la gracia de Dios, la misericordia es segura para aquel que ejerce misericordia, porque se ha arrepentido y va a ejercer misericordia para aquellos que están en necesidad de aliviar su miseria.

2.         Es por esta causa que decimos que la misericordia divina no se apartará de aquellos que han comprendido su necesidad de Dios y al mismo tiempo la ejercen para con los demás, estos tienen asegurada la misericordia de Dios.

3.         Es por tanto maravilloso, recordar las palabras del apóstol Pablo en Romanos 12:1 donde nos ruega que por las misericordias de Dios para con nosotros, debemos presentar nuestros cuerpos en sacrificio, vivo, santo, agradable a Dios. De esta manera nuestra vida estará al servicio de la misericordia y tendremos seguridad de recibir misericordia.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Creemos que todo cristiano ha recibido de la gracia de Dios. Todos aquellos que hemos entendido que Dios, aún en nuestros pecados y delitos, tuvo misericordia de nosotros para salvación y vida eterna debemos asimismo ejercer por la gracia de Dios misericordia para los demás, dedicando nuestra vida al Señor con el fin de llevar a los perdidos a sus pies, ejerciendo misericordia con ellos hasta el fin. Ojalá y podamos actuar en misericordia siempre.


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