jueves, 31 de marzo de 2011

VIDA DE FAMILIA XIV

PATRÓN BÍBLICO PARA LOS ESPOSOS


Ahora entramos al estudio del ROL DEL ESPOSO o PADRE DE FAMILIA, estamos hablando de la cabeza del hogar. Todos sabemos que ejercer este rol satisfactoriamente no es algo nada fácil de cumplir y más cuando entendemos que estamos delante de una sociedad eminentemente machista, bombardeada con ráfagas de feminismo y de toda clase de distorsiones, producto de la mentalidad caída y pecaminosa del hombre.

Es muy cierto que le es difícil a la mujer ejercer su labor como esposa bíblica, pero no es menos cierto que para el hombre esta tarea será ardua y persistente. Además, sabemos que el ser humano es imperfecto e incapaz de producir nada bueno por sí mismo. Pero no queremos iniciar este estudio con una nota negativa, sino con los pies sobre la tierra y con la realidad en las manos para que entendamos que, sin la ayuda de Dios, no podemos lograr recorrer ni la cuarta parte del camino.

Dentro del esquema que estudiaremos el ROL DEL ESPOSO veremos seis (6) responsabilidades que cada uno de nosotros debemos y tenemos que tomar en cuenta para lograr, con la ayuda de Dios y de su Espíritu, (PORQUE SEPARADOS DE EL NADA PODEMOS HACER) ejercer esta labor en beneficio de nuestro hogar y de nuestra vida espiritual.

Las áreas a estudiar serán las siguientes:

I.          LÍDER DEL HOGAR
II.        AMANTE EXCEPCIONAL
III.       PASTOR DE LA FAMILIA
IV.      PROTECCIÓN
V.        PROVEEDOR
VI.       PADRE QUE AMA
VII.     PADRE QUE ENSEÑA E INSTRUYE
VIII.   PADRE QUE DISCIPLINA Y AMONESTA

Como vemos, la primera responsabilidad asignada por Dios al hombre fue la de ser jefe de su familia; y es interesante ver que dentro de todas las sociedades primitivas, no importa el lugar que ocupe en el globo terráqueo o lo apartadas que estén del conocimiento bíblico, todas entronan al hombre como cabeza de la familia, aunque esto sea en términos distorsionados y antibíblicas; pero lo que queremos destacar es la tendencia de las sociedades a lo que Dios ha ordenado.

Como podemos analizar en Efesios 5:23 y en 1 Corintios 11:3, comparados con Génesis 3:16, podemos darnos cuenta el orden bíblico establecido por Dios así que tomando esto como base iniciaremos nuestro estudio del ROL DEL ESPOSO Y PADRE DE FAMILIA.

Veamos lo que esta responsabilidad demanda bajo el siguiente bosquejo:
I.     UNA CONDICIÓN ESPIRITUAL CORRECTA
II.    UNA RELACIÓN DE AMOR GENUINA
III.   UN CONCEPTO BÍBLICO DE FIDELIDAD

I. UNA CONDICIÓN ESPIRITUAL CORRECTA


A.    SER CRISTIANO

1.      Esto demanda que el verdadero líder sea aquel que está en Cristo, o sea, una persona que ha nacido de nuevo, y tiene la seguridad de que es SALVO porque ha crucificado su carne con sus pasiones y deseos. (Jn. 3:3; Ro. 10:9-10; Gál.5:24)

2.      Este elemento de la condición espiritual correcta demanda una actitud de vida acorde con el principio enumerado, o lo que es lo mismo, que la vida de ese hombre refleje a Cristo en cada una de sus actuaciones. Esto lo llamamos AUTENTICIDAD ESPIRITUAL (1 Tes. 2:9-10).

3.      Ser cristiano implica ser un pequeño Cristo en su hogar, o más bien, actuar gobernando su hogar como si Cristo fuese el líder. Imitemos a Cristo en todo, de esta manera Cristo gobernará nuestro hogar.

B.    LLENO DEL ESPÍRITU SANTO

1.      Son varios los textos que nos hablan de la llenura del Espíritu Santo, y cada uno a ellos nos reflejan que no le basta, a un creyente, haber creído si no busca la llenura del Espíritu.

2.      Como nos dice Efesios 5:18: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu” Esta demanda implica dejarse CONTROLAR por el Espíritu de Dios, llevando una vida de obediencia a la palabra y procurando que el pecado no anide en nosotros para no contristar ni apagar el Espíritu (Ef. 4:30; 1 Tes. 5:19).

3.      La llenura del Espíritu será comprobada en nosotros en la medida del fruto manifestado en nuestro andar diario, produciéndonos así lo que declara la Palabra de Dios (Ef. 5:19-20; Col. 3:16-17 y Gá. 5:22-23).

C.    SUMISO EN EL TEMOR DE DIOS

1.      Efesios 5:21 nos declara que esta condición del creyente es precisamente una consecuencia de la llenura del Espíritu, como lo son todas y cada una de las demandas de Pablo en todo este capítulo.

2.      No podemos creer que, como somos los líderes o los jefes del hogar, estamos puestos por Dios para pisar y maltratar a los que están debajo nuestro sin el menor cuidado; sino por el contrario, somos puestos por Dios para GOBERNAR y ADMINISTRAR algo que no nos pertenece y debemos ejercer nuestra función con el mayor de los cuidados.

3.      Efesios 5:21 nos recuerda, antes de declararnos nuestras responsabilidades, que debemos estar SUMISOS UNOS A OTROS EN EL TEMOR DE DIOS por lo que, ejerciendo nuestro liderato bajo esta demanda, lo haremos como Dios lo desea y seremos respetados por los que están a nuestro cuidado.

II. UNA RELACIÓN DE AMOR GENUINA


A.    EL AMOR DE DIOS

1.      Romanos 5:5 nos declara: “...Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Aunque vamos a tratar el amor del esposo en un tema por separado, es importante que veamos que Dios nos ha capacitado para amar a nuestra familia por la obra de su Espíritu.

2.      Este amor genuino, que Dios derrama en el creyente, es un amor desinteresado, afectuoso, lo que podemos llamar una cariñosa relación de amor verdadero y genuino, 1 Tesalonicenses 2:8.

3.      Este amor es sólo posible en aquellos que han nacido de Dios, se han sometido a Su Espíritu y lo pueden manifestar como fruto del mismo; porque mora en ellos.

B.    EL AMOR INCONDICIONAL

1.      Como hemos visto en 1 Tesalonicenses 2:8 y veremos ahora en Efesios 5:28-31 el amor que Dios demanda en la relación de un verdadero líder familiar, es aquel que pone la familia por encima de sus intereses y manifiesta a cada uno de ellos la importancia suprema que ellos tienen.

2.      Este amor incondicional no se dice o se expresa de manera verbal solamente, sino que se ejerce en cada detalle de la relación que mantenemos con cada miembro de nuestra familia. No haga de su familia (mendigos de amor).

3.      Este amor incondicional traerá como fruto una familia segura y capaz de mantener una relación de amor genuino e incondicional con los demás con que se relacione y especialmente en su relación familiar futura, en cuanto a los hijos se refiere.

C.    EL AMOR QUE DA HONOR

1.      Dios demanda a cada líder de hogar, y en este caso a cada esposo, que sepa vivir con su esposa sabiamente, dando HONOR a su mujer como a vaso más frágil; pues como veremos en otro próximo estudio, nuestra familia dependerá emocionalmente de nosotros, y ella debe sentir que somos, después de Dios, sus protectores, 1 Pedro 3:7.

2.      Este amor se expresa cuando sabemos tratar a nuestra familia y principalmente a nuestras esposas con TERNURA y DELICADEZA, manifestándoles que los apreciamos y que sabemos que son frágiles criaturas que Dios ha puesto en nuestras manos.

3.      Cuando actuemos de esta manera daremos HONOR a quienes Dios demanda que demos honor, aparte de que, si así lo hacemos seremos, copartícipes de ese honor que damos pues nuestra familia reflejará lo que realmente somos. 

III. UN CONCEPTO BÍBLICO DE FIDELIDAD


A.    LA INFIDELIDAD COMIENZA POR EL CORAZÓN

1.      Para confirmar esta doctrina sólo tenemos que irnos a las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo en (Mateo 5:28): “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. En este texto el Señor nos dice muy claro dónde comienza la infidelidad.

2.      Es por esto que debemos cuidar nuestros corazones principalmente y velar que no surja ningún pecado de infidelidad, no sólo en contra de nuestra responsabilidad como esposos sino también en contra de nuestra responsabilidad como padres y líderes espirituales.

3.      Está claro que nuestra carne quiere huir de la rutina, de las obligaciones, pero ¡ay! de nosotros si osamos ir en contra de lo que Dios ha establecido.

B.    LA DEPRAVACIÓN DE LOS INFIELES

1.      El que es infiel no es infiel en un solo aspecto de su vida sino que su infidelidad se hará manifiesta en muchas otras áreas que, tal vez, ni él mismo imagina.            

2.      Como vemos en Romanos 1:18-32 esto es lo que ocurrió con el hombre que no tuvo en cuenta a Dios quien, habiéndole negado, cayó en todo tipo de degeneración y de depravación.

3.      Está claro que un verdadero líder es fiel a sus convicciones y es fiel en el cumplimiento del deber, pues sabe apreciar lo que Dios puso en sus manos y el valor del alma de aquellos que están bajo su liderato.

C.    LA CONDENACIÓN DE LOS INFIELES

1.      Es por obligación que en este punto tenemos que citar Hebreos 13:4 - “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”. Y también la parábola de EL SIERVO INFIEL de Lucas 12:41-48 donde el Señor nos habla lo que hará con aquellos que se constituyan en siervos infieles.

2.      Está claro que Dios nos demanda fidelidad ante todo, y aún nos dice más en la parábola de EL DEBER DEL SIERVO, en Lucas 17:7-10, llamándonos la atención a hacer más que aquello que Dios nos pide para que no seamos siervos inútiles.

3.      La condenación o juicio de nuestra infidelidad será de manos del Señor y nadie podrá escapar del juicio de Dios; por lo tanto debemos estar atentos a nuestra responsabilidad como líderes fieles para que no nos hallemos en juicio.
                            
CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Recordemos que el liderato no se exige, sino que se gana a base de ejemplo, dedicación y compromiso; hagamos el propósito de ejercer esta demanda de Dios para el beneficio de nuestra familia.




                                                                                   

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