viernes, 1 de abril de 2011

VIDA DE FAMILIA XV

RESPONSABILIDADES BÍBLICAS DEL ESPOSO

I - LÍDER DEL HOGAR


En esta ocasión continuaremos con las cualidades que demanda un verdadero liderato bíblico para cada hombre cristiano. El hogar es más que una simple casa donde se come, se duerme y se habla, El hogar cristiano es una parte del cuerpo espiritual de Cristo. Es mucho más complejo de lo que la mayoría de las personas se imagina. Es una realidad que el hombre se casa para disfrutar del matrimonio, y no se da cuenta de que está asumiendo la gran responsabilidad de dirigir a su esposa y a los miembros de su hogar. Se convierte en el guía de una pequeña organización, de un organismo social al que el Señor Jesús llama UNA FAMILIA.

Hoy día vemos mucha confusión y frustración en nuestros hogares. Una de las razones es que el hombre, que debe ser la cabeza del hogar, nunca ha reconocido su responsabilidad como líder. Se ha oído decir a muchos hombres casados, NO SIRVO PARA LIDER, esto es una pena porque todo esposo debe saber que si no es un LIDER no está cumpliendo con el destino para el cual Dios le permitió entrar en el matrimonio y ser cabeza de la familia que ha formado; y esto porque Dios NECESITA que nosotros como esposos seamos LIDERES.

Muchas familias se desmiembran porque los hijos no sienten la seguridad que brinda un líder familiar. Buscan en otros lugares el sofocar la inseguridad y la ansiedad que les ha producido un hogar que ha sido llevado sin metas definidas y sin rumbo en la vida y es por esto que deciden buscar en otro lugar lo que nunca se les ha brindado en el suyo. Y la realidad es que EL PADRE es el ÚNICO responsable de esta situación.

El mayor problema que vemos hoy en los hogares es el de la falta de AUTORIDAD. Esta debe existir en el carácter y el liderato de cada líder familiar, pero la triste realidad es que la misma sociedad, viciada por el pecado y por las filosofías humanistas, llevan al hombre mismo a sentir que no es él el único responsable del hogar, sino que su esposa, sus hijos y cualquier otro que esté en el medio, tiene que "buscársela" para ser una persona realizada.

Cuando buscamos la opinión de Dios (1 Co. 11:3) notamos que su PLAN es que el esposo sea LA CABEZA de la esposa y por tanto de la familia. Por más que queramos no podemos mejorar el plan de Dios. De igual manera vemos en Efesios 5:22-23 que el marido debe ser la cabeza de la mujer y que la mujer debe estar sujeta a su marido. En este pasaje hay un principio muy claro: EL ESPOSO, QUIERA O NO, ES EL LIDER DEL HOGAR.

Sigamos exponiendo pues, las demandas de Dios y veámoslas bajo el siguiente bosquejo:
I.     UN CONCEPTO BÍBLICO DE RESPONSABILIDAD DIRECCIONAL
II.    UN CONCEPTO BÍBLICO DE DILIGENCIA NO EGOÍSTA
III.   UN CONCEPTO BÍBLICO DE INFLUENCIA POSITIVA

I. UN CONCEPTO BÍBLICO DE RESPONSABILIDAD DIRECCIONAL
(Pr. 1:8 y 4:1)

A.    ÉL QUE TRAZA LA INSTRUCCIÓN

1.      Es interesante notar pasajes como Proverbios 1:8 y 4:1 cuando dicen: “Oyen, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no menospreciéis la dirección de tu madre”.
         “Oíd hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura”. Estos pasajes nos muestran cómo Dios reclama a cada hijo buscar sabiduría en la dirección de los padres y de la misma manera vemos como Dios deja implícito el liderato de un padre, o más bien, lo que se espera de él.

2.      El padre viene a ser como el presidente de una corporación que ha de manejar diversas divisiones: La vivienda, el servicio de alimentación, el transporte, la educación, las actividades espirituales, las actividades recreativas, las finanzas, la consejería, los servicios médicos, los servicios de mantenimiento y vestimenta, etc. La madre llevará la responsabilidad de que la familia tome la DIRECCION que ha instruido y enseñado el padre porque ella sabe y acepta el liderato de su esposo.
        
3.      Todo marido cristiano tiene que preocuparse en crecer al máximo como líder de su familia, y la esposa debe llenar todas sus posibilidades como AUXILIAR de su esposo, sujetándose a su marido "COMO AL SEÑOR" (Ef. 5:22) "COMO CONVIENE EN EL SEÑOR" (Col. 3:18) para que puedan ser efectivos en el trazo y en el cumplimiento de esta tarea direccional. El hombre es la cabeza, ha dicho Dios (1 Co.11:3).

B.    UNA TAREA INCAMBIABLE

1.      Dios trazó las pautas. El declaró lo que debe ser y bajo ninguna circunstancia admite que el rol de uno sea cambiado por el del otro.

2.      Algunos esposos objetan al orden divino diciendo que sus esposas son más talentosas y con más condiciones de liderato que ellos y que por su preparación cultural ellas son más aptas para trazar las pautas del hogar. Puede que esto sea verdad, pero el orden familiar no se basa en la inteligencia ni en el talento; sino que se basa en EL DECRETO DE DIOS.

3.      La tarea que Dios nos asignó es suficientemente sería e importante para la estabilidad y seguridad emocional, física y espiritual de la familia y es necesario que entendamos que Dios nos pedirá cuenta por ello porque para él esto es importante y serio (Mt. 19:10). Nos enseña que convertirse en esposo y padre es una gran responsabilidad a los ojos de Dios que no la podemos intercambiar con nadie.

C.    LA RESPONSABILIDAD DIRECCIONAL

1.      Pudiésemos preguntarnos en estos momentos, ¿SE YO HACIA DONDE VA MI FAMILIA? y me gustaría saber cuántos de nosotros pudiéramos dar una respuesta clara, precisa y segura de lo que es nuestra responsabilidad direccional.

2.      Dios reclama para nuestra familia un líder y no tendremos excusas delante de él en aquel día de lo que no pudimos hacer en cuanto a nuestra responsabilidad. No podremos argumentar que tuvimos que huir, no podremos argumentar que nos fue imposible, ni mucho menos decirle que no pudimos capacitarnos para ello, porque Dios no nos tendrá por inocentes.
3.      Como dijimos al principio, el matrimonio no es una institución en la cual voy a deleitarme, sino que es una institución a la cual yo voy para SER LIDER y para dirigirla con la responsabilidad que Dios me demandó desde el día en que puso a Adán sobre la creación y le dijo: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gn. 1:28).

II. UN CONCEPTO BÍBLICO DE DILIGENCIA NO EGOÍSTA

(2 Co. 2:14-15 y 1 Tes. 2:9)

A.    UN LÍDER DILIGENTE

1.      Un líder diligente es uno que busca ocuparse en los negocios en los cuales ha sido puesto para obtener el mayor de los beneficios a favor de la institución para la cual trabaja. Si recordamos la parábola de los talentos traeremos a la memoria la actitud de aquellos siervos que negociaron con sus talentos y fueron premiados por su Señor; no así el siervo que escondió el suyo.

2.      La familia es una responsabilidad nuestra y todo hombre, que decide un día formar una, tiene que saber, y mucho más si es creyente, que en este nuevo hogar él será el Líder y que tiene que mirar por los intereses de su familia de manera DILIGENTE.

3.      Notemos la enseñanza que nos da Pablo en 2 Corintios 12:14-15 cuando dice hablando como un padre para esta iglesia: “...porque no busco lo vuestro sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos con mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas..”. Lo que quiero traer a colación en esta ocasión es el deseo y el concepto tan claro que debe haber en el corazón de un líder que ama a su familia. 

B.    LA DILIGENCIA NO EGOÍSTA

1.      Son muchos los padres a los que les oímos decir como sorprendidos: "Verdaderamente que cuando uno tiene hijos se termino el descanso" mostrando claramente que fueron al matrimonio sin tomar en cuenta que iban a ejercer un papel de “liderato no egoísta” y que desde que tomasen la decisión de formar este hogar, ellos no se pertenecían más y que desde ese momento ellos trabajarían para el bienestar de los suyos sin importar su propio bienestar.

2.      Notemos otra expresión del apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 2:9, en su condición de líder: “Porque os acordáis, (hermanos), de nuestro trabajo de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros”. indicándonos la diligencia no egoísta que primaba en su corazón con respecto a lo que, él sabía, estaban bajo su liderato.

3.      A veces pensamos en los beneficios del liderato, pero no pensamos en absoluto en las responsabilidades que debemos aceptar como líderes potenciales que somos.

C.    EL DEBER DE SER DILIGENTES

1.      Son muchos los hombres que viven en el error de pensar que los hijos le deben a los padres y no los padres a los hijos; Y a lo que me refiero no es al agradecimiento que los hijos deben de profesar hacia los padres, que han sabido ser excelentes líderes, sino me refiero al hecho real que debemos tener en nuestras mentes del deber que contraemos con nuestros hijos cuando los engendramos.

2.      Todos los padres tenemos EL DEBER de ser DILIGENTES para obtener todo aquello que necesitan nuestros hijos. Y debemos recordar que nosotros no le pedimos, ni opinión para traerlos al mundo sino que de manera egoísta quisimos tener hijos sin entender que desde ese momento contraeríamos un gran deber de ser diligentes en todo lo que esas criaturas nos habrían de demandar, y que como líderes les teníamos que proporcionar.
3.      Este deber está muy claro en la palabra de Dios y es por esto que el liderato familiar trae una gran responsabilidad. Creo que sería sano volver a recordar que: No vamos al matrimonio a satisfacer necesidades fisiológicas, sino a ejercer responsablemente el papel de LÍDERES

 

III. UN CONCEPTO BÍBLICO DE INFLUENCIA POSITIVA

(1 Tes. 2:10-12)

A.    EL LIDERATO QUE INFLUYE

1.      Hemos repetido tantas veces el dicho popular que reza: “Tus hechos hablan tan alto que no me dejan oír lo que predicas". ¿Cuántos son los líderes de este mundo que se preocupan primeramente de como ellos mismos viven para ver como están influenciado a aquellos que están bajo su liderato?
                
2.      Podemos preguntarnos ¿Qué es influenciar? Es un verbo que expresa la acción que ejerce una persona o cosa sobre toda. Es ejercer predominio o fuerza moral en otro. El liderato que influye o que es influyente en otros es aquel que vive lo que predica para ejercer convicción en otro de que lo que se le predica es algo beneficioso para su vida.

3.      Todos nosotros como cristianos estamos impactados por todos los ejemplos bíblicos que podemos percibir como ejemplos de liderato correcto, y todos y cada uno de ellos están caracterizado por vidas consagradas a lo que fue su predicación. Y como el primer ejemplo está el de nuestro Señor Jesucristo.

B.    INFLUENCIA POSITIVA

1.      Los líderes de este mundo influyen; pero el problema de nosotros los creyentes no es influir, tan solamente. Sabemos que no toda influencia es buena, sino aquella que nos lleva hacia la santidad de Dios en una vida llena de piedad.


2.      El apóstol Pablo nos dice en 1 Tesalonicenses 2:10-12: “Vosotros sois testigos y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; así como también sabéis de que modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria”.

3.      En este pasaje Pablo nos habla frente a aquellos que estaban bajo su liderato para que juzgásemos cómo había sido su comportamiento para poder influir en ellos, por medio de sus palabras, de manera positiva (v. 13).

C.    VIDA CONSAGRADA ES LO QUE NECESITAMOS


1.      Este sería el grito de todas las familias en el mundo si se les diera la oportunidad de opinar en cuanto a lo que quisieran observar en sus líderes, y es una pena que esto es lo que menos encontramos en la vida de los líderes familiares de hoy día.

2.      La consagración es la acción que nos lleva a dedicar nuestra vida a Dios y darle a él lo que debemos para el beneficio de su obra. Sabemos que sin la familia no habrá sociedad que sirva, y esto es lo que el diablo quiere destruir para llevar a muchos al infierno.

3.      Procuremos vidas consagradas al liderato familiar y procuremos que estas demandas de Dios para esta labor tan importante, que nos cae encima el día que decidimos formar un hogar, sea llevada a cabo por nosotros de la manera más efectiva posible.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:

De nosotros dependerá el que nuestras familias estén bien lideradas. Un verdadero líder es aquel que está dispuesto a dirigir su familia con su ejemplo y con su vida de piedad conforme a la voluntad de Dios, está claro entonces que esta tarea demanda sacrificio y convicción de lo que realmente Dios quiere que usted sea.


                                                                             

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