jueves, 14 de mayo de 2020

ELEMENTOS DE LA ORACIÓN QUE AGRADA A DIOS



Bosquejo #1

 ELEMENTOS DE LA ORACIÓN
QUE AGRADA A DIOS

INTRODUCCIÓN:
n  Orar es:
n  Derramar de modo sincero, consciente y afectuoso el corazón o alma ante Dios, por medio de Cristo, en el poder y ayuda del Espíritu Santo, buscando las cosas que Dios ha prometido, o que son conforme a su Palabra, para bien de la iglesia, con fiel sumisión a Su voluntad.
n  John Bunyan

OCHO ELEMENTOS DE LA ORACIÓN QUE AGRADA A DIOS.
DEBEMOS ORAR A DIOS:
n  Con transparencia y sinceridad.
n  Con el entendimiento.
n  Con entrega y deseo.
n  Con el poder y ayuda del Espíritu Santo.
n  Con apego a las Escrituras.
n  Con deseo de edificar a su Iglesia.
n  Con disposición de hacer su voluntad.
n  Con constancia y perseverancia.

I. CON TRANSPARENCIA Y SINCERIDAD

n  Cuando hablamos de transparencia y sinceridad, estamos hablando de que en nuestra conversación con Dios, no podemos pretender que haya nada oculto, pues Dios lo ve y lo conoce todo.
n  El rey David muestra su sinceridad en el Salmo 66:17,18 cuando dice: A él clamé con mi boca, Y fue exaltado con mi lengua. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.”
n  La transparencia y sinceridad es algo fundamental para nuestra vida de oración, pues Dios no puede ser engañado y él aborrece el corazón hipócrita, esto se muestra en Oseas 7:14 cuando dice: “Y no clamaron a mí con su corazón cuando gritaban sobre sus camas; para el trigo y el mosto se congregaron, se rebelaron contra mí.”

II. CON EL ENTENDIMIENTO

n  Cuando estamos hablando de orar con el entendimiento, estamos diciendo que debemos saber conscientemente lo que estamos orando como dice 1 Corintios 14:15.
n  Asimismo tenemos que estar conscientes de nuestra condición de pecado y de nuestra necesidad de misericordia, así como de la manera en que debemos dar gracias a Dios por todo lo que nos ha provisto Salmos 38:6; 77:2; 116:3,4 y Salmos 103:1-5.
n  Orar con el entendimiento, es orar sabiendo nuestra condición delante de Dios y nuestra necesidad de misericordia, así como teniendo el deseo de dar a Dios gracias por todo lo que nos ha dado en su amor.

III. CON ENTREGA Y DESEO

n  Orar con entrega y deseo es orar ardientemente, entendiendo la necesidad que tenemos de Dios Salmo 42:1-3 “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?”
n  En Lucas 22:44 se nos dice que el Señor Jesucristo oraba intensamente al Padre cuando estuvo en agonía.
n  Otros pasajes de las Escrituras nos hablan abundantemente del deseo que debe haber en el corazón del creyente de estar en la presencia de Dios.
n  Orar con entrega y deseo identifica al que ama a Dios.

IV. CON EL PODER Y AYUDA DEL ESPÍRITU SANTO

n  No hay un pasaje más explicito concerniente a este punto que Romanos 8:26 cuando vemos que dice: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”.
n  Ningún ser humano podrá por mucho que se esfuerce orar a Dios correctamente sin el poder y la ayuda del Espíritu Santo.
n  Los creyentes tenemos que entender la función de cada persona de la Trinidad, para orar al Padre, en el nombre de Cristo y por medio del Espíritu Santo.

V. CON APEGO A LAS ESCRITURAS

n  Una oración correcta y bíblica, es aquella que se encuentra dentro de los principios y mandamientos de las Sagradas Escrituras.
n  Dios mismo nos muestra en Santiago 4:3 que muchas veces no recibimos respuesta a nuestras oraciones porque no pedimos como conviene, cuando dice: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
n  La oración efectiva que agrada a Dios es la oración que hacemos conforme a su Palabra y de acuerdo con sus propósitos y planes, pues de lo contrario no tendremos respuesta a nuestra oración.

VI. CON DESEO DE EDIFICAR A SU IGLESIA

n  El Señor Jesucristo hizo una oración intercesora por su Iglesia y en ella trata de pedir al Padre que su Iglesia sea edificada.
n  Su oración intercesora de Juan 17 dice: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.
n  Dios desea que su iglesia le glorifique como dice Filipenses 1:9a11.

VII. CON DISPOSICIÓN DE HACER SU VOLUNTAD

n  Cuando oramos es propicio orar conforme a la voluntad de Dios y debemos estar dispuestos a hacer su voluntad.
n  Muchos son los que se preguntan ¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida? Y piensan en sus propios beneficios y no en agradar a Dios.
n  Esto no es correcto, 1 Tesalonicenses 4:2-7 declara: “Ya sabéis las instrucciones que os dimos por el Señor Jesús. La voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor, no en pasión desordenada, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano, porque, como ya os hemos dicho y testificado, el Señor es vengador de todo esto. Dios no nos ha llamado a inmundicia, sino a santificación”.

VIII. CON CONSTANCIA Y PERSEVERANCIA

n  A veces los cristianos, estamos tan preocupados por la forma, o por la posición en que oramos y no nos damos cuenta de que todo esto es irrelevante frente a la importancia que Dios le da a la constancia y a la perseverancia de la oración.
n  Es el apóstol Pablo el que nos dice en 1 Tesalonicenses 5:17: “Orad sin cesar”. Haciéndonos entender que lo importante es, que no dejemos de orar en ningún momento.
n  Una persona que ama a Dios desea estar permanentemente en contacto con él.
n  Este dirá cada día como dijo el salmista en el Salmo 63:1: “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario”.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
n  Con transparencia y sinceridad.
n  Con el entendimiento.
n  Con entrega y deseo.
n  Con el poder y ayuda del Espíritu Santo.
n  Con apego a las Escrituras.
n  Con deseo de edificar a su Iglesia.
n  Con disposición de hacer su voluntad.
n  Con constancia y perseverancia.
                                                             


viernes, 18 de enero de 2019



¿Qué quiero cosechar mañana?








¿Has pensado alguna vez en comparar tu vida a un terreno?

Un terreno que puede producir hermosos frutos o puede producir cardos y espinos.



La epístola a los Gálatas nos recuerda:



6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
6:8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.



¿Estamos sembrando para la carne o para el Espíritu?

¿Cómo será nuestro resultado mañana: corrupción o vida eterna?



Nuestra vida es como ese terreno que para poder recoger buenos frutos como son: el buen testimonio, un buen ejemplo, un buen carácter etc. debemos primero trabajar y luchar arduamente.



Alguna vez hemos pensado…

¿Cuáles son los frutos que queremos recoger mañana? Y ¿Qué debemos hacer para lograrlo?

¿Cómo queremos ser recordada cuando ya no estemos presente?

¿Es nuestra vida un terreno fértil para la siembra?

¿O estoy amargada, y seca?

Así como El Sembrador requiere:



1º Seleccionar el fruto que desea, para sembrar la semilla correcta. Qué quiere cosechar.



Nosotras también tenemos que saber cuáles cosas deseamos sembrar, para poder cosechar mañana.

Pues aún sin hacer nada estamos sembrando y permitiendo que crezcan en nuestra vida,  cosas que tal vez no queremos.



Sembrar la semilla a su tiempo y en un buen terreno.



Nosotras debemos tener la buena disposición para hacer lo que sea necesario para lograr lo deseado. Ya sea pedir perdón, arrepentirnos, comenzar de nuevo.



Una siembra con aquellos ingredientes que le favorezcan:

     Ej. agua, sol, abono.



Nosotras requerimos de oración, confianza y sabiduría y una buena actitud para hacerlo bien.



Esperar el tiempo correcto y confiar en el Creador para cosechar.



Nosotras también debemos esperar con fe y paciencia el tiempo de Dios para recoger, para ver el logro obtenido.



Estar atento a plagas o calamidades que puedan maltratar su cosecha.



Nosotras debemos estar atentas al desánimo, tentaciones, pecados, atracciones del mundo, que nos quieran desviar de nuestra meta.



 A su tiempo, recoger con éxito el fruto, orgulloso de su trabajo y compartirlo con otros.

 

Nosotras, al final si no desmayamos y persistimos recogeremos igual nuestros frutos y seremos de bendición para nosotras mismas y para los demás.



Ahora bien… ya sabemos lo importante de la siembra,

la siguiente pregunta debe ser:

¿Qué queremos sembrar?



Nada mejor que la Biblia, la Palabra de Dios, para encontrar aquellas semillas o frutos que queremos sembrar para luego cosechar.



Sabiendo que la Biblia está llena de muchas hermosas semillas o frutos, que debemos apropiarnos para embellecer nuestra vida.



El fruto del Espíritu por ejemplo, en Gálatas 5:



5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 



Toda creyente tiene ese hermoso fruto que debe atender y cuidar.



Trabajar sola, sabemos es muchas veces tedioso y desalentador y casi imposible…



Es un buen momento de invitar al ÚNICO que puede y quiere ayudarnos a cumplir la meta propuesta, a Nuestro Salvador y Señor Jesucristo.



El Único que quiere y puede convertir nuestra vida en un terreno fértil para la cosecha.








Si ya lo has hecho solo clama a El por su ayuda y El está ahí como nuestro pronto auxilio.



Pero si no tienes a Cristo como tu Salvador personal, este es el mejor momento para clamarle, pedirle perdón por tus pecados y recibirle como tu Único y suficiente Salvador.



Solo con Cristo puedes lograr los mejores frutos en tu vida.

Dios te bendiga.


miércoles, 29 de abril de 2015

MATRIMONIO Y FAMILIA # 4 - Para que sepamos qué significa ser Marido y Mujer para echar las bases para edificar una familia feliz para la Gloria de Dios.

EL PATRÓN DE DIOS PARA LAS RELACIONES

Efesios 5:18-21


Nadie necesita decirnos que nuestra generación puede estar presenciando la muerte del matrimonio y que está haciendo un intento de borrar la familia tal como la conocemos. Muchas cosas han contribuido a ese intento homicida contra la unidad básica de Dios para la sociedad:

LA INMORALIDAD.

EL ADULTERIO.

LA FORNICACIÓN.
 
LA HOMOSEXUALIDAD.
 
EL ABORTO.
 
LA ESTERILIZACIÓN INDISCRIMINADA.
 
LA PATERNIDAD IRRESPONSABLE.
 
LA LIBERACIÓN FEMENINA Y EL MACHISMO.
 
LA DELINCUENCIA JUVENIL.
 
EL CRIMEN.
 
LA REBELIÓN SEXUAL.

Todas estas cosas vienen a ser hebras de la soga que está estrangulando la familia. Con toda esta confusión, es tiempo de reiterar el patrón divino para la vida del matrimonio y de la familia; sólo Dios tiene el modelo perfecto que puede hacer que la familia y el matrimonio sean lo que deben ser si nosotros, como cristianos, lo seguimos.

Veamos lo siguiente:
I.   LA BASE DE LA SATISFACCIÓN FAMILIAR
II. EL CONCEPTO DE SUMISIÓN FAMILIAR
III. ESTADO DE EMERGENCIA EN LA FAMILIA DE HOY

I. LA BASE DE LA SATISFACCIÓN FAMILIAR

Efesios 5:18-20

A.    LA PRESUPOSICIÓN - Efesios 5:18

1.      Necesitamos conocer una presuposición básica: "para poder conocer el patrón divino que puede hacer que el matrimonio y la vida familiar tengan sentido, y para ofrecer un hogar que ofrezca seguridad uno tiene que ser cristiano". (Ver Éx. 20:12, 14; Dt. 22:22-30).

2.      Si usted no es cristiano tiene poca esperanza de lograr ese hogar perfecto, y sólo aquellos que obedezcan a Dios en sus demandas podrán lograrlo (Jn. 14:23-26). Para lograr esto tenemos que poseer Su Espíritu (Ef. 5:18).

3.      La familia está diseñada y creada por Dios mismo. Él fue quien nos creó, El inventó la familia y el matrimonio, y Él ha escrito un libro acerca de cómo esto debe funcionar. Él no obliga a nadie, pero sí presupone que sólo aquellos que son salvos podrán lograr la satisfacción en este diseño.

B.    EL PODER - (Efesios 5:18)

1.      Una cosa es poseer el Espíritu de Dios, ser un creyente, pero una segunda cosa necesaria e imprescindible para vivir de acuerdo a la ley moral, marital y familiar, es ser llenos del Espíritu de Dios.

2.      Esto es dejarse controlar de una forma total por el Espíritu de Dios al cumplir sus demandas para mi vida personal, marital y familiar.

3.      Pablo aquí nos enseña que no estamos llamados a perder el control con el vino y encontrar una falsa comunión, sino ser controlados por el Espíritu Santo, y a encontrar la verdadera comunión con la paz y el poder de Dios. Tenemos que estar constantemente controlados por el Espíritu, tal como lo indica el tiempo presente continuo (siempre vigente) en que está el verbo.
         
C.    EL EFECTO - (5:19-20)

La llenura del Espíritu produce por lo menos tres resultados:

1.      El primero está dirigido hacia nosotros.
"Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones".
Esto produce:
·      Paz interna.
·      Contentamiento interno.
·      Gozo interno.

2.      El segundo está dirigido hacia Dios.
"Dando siempre gracias por todo, al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo," (v.20). El que está controlado no sólo canta para sí mismo, sino que le da gracias a Dios.

3.      El tercer resultado está dirigido hacia otros.
"Y someteos unos a otros en el temor de Dios". Cuando una persona tiene reverencia y temor, y admira a Dios; y cuando realmente lo adora, esa persona se someterá a otros. La sumisión es vital para lograr una buena relación familiar y en todas las áreas (1 Co. 16:16; He. 13:17; 1 P. 2:13, 5:5. Contrastemos con Stg. 4:1).

 

II. EL CONCEPTO DE SUMISIÓN FAMILIAR

Efesios 5:21

A.    EXPLICANDO LA SUMISIÓN


1.      La palabra SOMETER – HUPOTASSO: HUPO = bajo, TASSO = poner en fila, estar en orden. Ser ordenado. Es ponerse ordenadamente bajo algo. En sentido militar: Tener un grado menor, ponerse bajo mando.

2.      Esto implica que, como cristianos, tenemos que ponernos en un grado menor el uno con el otro.

3.      También quiere decir que la mentalidad completa de la vida cristiana en relación uno para con el otro, debe ser de humildad y sumisión (Fil. 2:3).

B.    EXAMINANDO LA SUMISIÓN

1.      Podemos establecer categóricamente que todo creyente debe estar bajo sumisión aun incluyendo pastores. En término de estructura, la iglesia debe sujetarse a ellos (He. 13:17). En término de relaciones interpersonales debe haber sumisión mutua (Efe. 5:21).

2.      Desde Efesios. 5:22 a 6:4 se establece el principio de la sujeción mutua, y se toma a la familia para ilustrarlo.

3.      Esto nos deja dicho que si todos tenemos que someternos unos a otros en el temor de Dios, esta demanda no es sólo para las esposas, sino que de igual manera que ellas se someten al principio de autoridad, los demás miembros de la familia tienen que someterse en el cumplimiento de su labor.

·      Esposos que amen (5:25-33; 1 Corintios 7:1-4).
·      Hijos que obedecen (6:1-3; Col. 3:20).
§  Padres que críen y amonesten y que no aíren a sus hijos (6:4; Col. 3:21).

4.      Hay una hermosa reciprocidad en el matrimonio y en la familia cristiana que no niega la necesidad de liderazgo, sino que reconoce la sumisión mutua que debe caracterizarle.

C.    ILUSTRANDO LA SUMISIÓN

1.      La Biblia establece un orden de autoridad y de sometimiento en la familia y lo ilustra con el sometimiento de Cristo a la voluntad de Dios (1 Co. 11:3).

2.      ¿Quiere decir esto que Cristo es menor que Dios? NO, puesto que Juan mismo dijo:
 "El verbo es Dios" (Juan 1:1).
"El que me ha visto a mí ha visto a mi Padre" (Juan 14:9).
"El Padre y yo uno somos" (Juan 10:30).
3.      Lo que quiere significar 1 Co. 11:3 cuando dice que Dios es la cabeza de Cristo, es el grado de sometimiento a que Cristo fue sumiso cuando vino al mundo (Juan 4:34).

4.      En su naturaleza y esencia, los miembros de la Trinidad son iguales, pero por diseño de Dios, sus funciones demandaron que el Hijo se sometiera al Padre en abnegada humillación (Fil. 2:5-11). Esta acción, lejos de hacer menor a Cristo, nos hace tener un concepto más alto y más hermoso de Él.

III. ESTADO DE EMERGENCIA EN LA FAMILIA DE HOY

A.    LA FAMILIA ACTUAL

1.      Podemos clasificar a la familia de hoy en un estado caótico y de tremenda anarquía. (Efesios 5:21 a 6:4) es un mensaje que debe ser oído hoy de manera especial.

2.      Hoy día más del 50% de los matrimonios terminan en divorcio.

·      Un altísimo índice de hijos sin hogares. (Hijos se divorcian de sus padres).

·      El 30% de las parejas deciden no tener hijos.

·      La infidelidad corre por doquier.

·      Abortos se hacen más comunes y se aboga por su legalización.

·      El sexo libre – es el apasionamiento de hoy.
               
3.      Estas estadísticas han sumergido a la familia en la desintegración y ha convertido a los matrimonio en una institución de conveniencias. Creo que debemos volver al diseño de Dios. Es la única solución.

B.    LA FAMILIA EN LA EPOCA DE PABLO

1.      Los judíos en los tiempos de Pablo tenían un concepto muy distorsionado del matrimonios y de la mujer; de hecho, su oración matutina podría ser: "Dios, te doy gracias porque no soy gentil, un esclavo o una mujer". El divorcio hacía tiempo que era común y distorsionadas sus causas (Dt. 24:1).

·                Un Rabí llamado Shammai estableció que el único fundamento para el divorcio era la impureza sexual.

·                El Rabí Hillel enseñó que si la esposa echaba a perder la cena, era impura, y se podía repudiar.

·                El Rabí Akiba insistió en que si el hombre hallaba una mujer más bonita que su esposa, su esposa venía a ser impura delante de sus ojos.

2.      Los griegos eran aun peores, el divorcio no existía para ellos, pero sus placeres eran tenidos fuera de sus hogares. El orador ateniense Demóstenes dijo: "Tenemos cortesanas por causa del placer, tenemos concubinas por razón de la convivencia diaria, y tenemos esposas con el propósito de procrear hijos legítimos y para que sean guardianes fieles de los asuntos del hogar".

3.      Para los romanos, el matrimonio fue sencillamente prostitución legalizada y se levantó entre ellos un movimiento de liberación femenina; las mujeres decidieron no tener hijos para no dañar sus cuerpos y poder hacer todo lo que el hombre hacía.

4.      Vemos mujeres luchadoras libres, lanzadoras de dagas, etc. Se hicieron tan fuertes que gobernaron a sus maridos y pudieron llegar a tener hasta 23 matrimonios (pero todo era infelicidad). Esta es la razón por la cual Pablo escribe Efesios 5:22-33. Para la gente del tiempo del apóstol Pablo era algo nuevo, pero dinámico, capaz de llevarles al patrón de Dios y a la felicidad.

C.    EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA COMO LO DISEÑO DIOS
                
1.      El Cantar de Salomón contiene un precioso cuadro de una relación matrimonial correcta. No se percibe una autoridad impuesta ni una sumisión patente. Todo lo que se ve es un precioso y tierno amor, con la autoridad y sumisión trabajando silenciosamente; sin necesidad de exigencias de derechos. Este libro describe las funciones del matrimonio, Cantares 2:3-16.
2.      La Sulamita describe a su esposo como cabeza del hogar.

(v. 3) - Su protector.

(v. 4) - Su proveedor.

(v. 5) - Su sustentador.

(v. 6)  - Su seguridad.

(vv. 10-15) - Su líder o iniciador.

Ella acepta sumisa su autoridad amante.

3.      La Sulamita reconoce su falta de sumisión.

(v. 1) - El esposo volvió tarde a su casa.

(v. 2) - Ella no quiso abrirle.

(v. 3) - Ella vio como el intento entrar, pero no pudo y se fue.

(v. 4) - Ella se arrepiente de su falta de sumisión.
                                         
El asunto no es "Me sujetare porque tengo que sujetarme; sino porque anhelo sujetarme" - Cantares 3:1 a 5:2.

4.      La Sulamita responde con admiración a la fuerza y al liderazgo de su esposo a través de sus ojos de amor.

(vv. 9-10) – Él es robusto y buenmozo.
(vv. 11-12) - Su piel es bronceada, y sus ojos suaves tiernos.

(v.13) - Hay color en sus mejillas, y sus labios son fragantes.

(vv. 14-15) - Sus manos son como de oro y su estomago y sus piernas son musculosas y fuertes.

(v.16) - Tiene carácter, cuando abre su boca no es                insensato, ni rudo.
Se reconciliaron y mostraron su amor (Cant. 6-8).

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:

            Necesitamos comprender lo que la Biblia dice sobre la familia y la relación matrimonial.

            Dejamos claro que para comenzar tenemos que tomar 2 determinaciones:

1. Todos tenemos que someternos el uno al otro en una preciosa reciprocidad.

2. Funcionalmente, tiene que haber autoridad y sumisión.

            Y recordemos:

            Tendremos éxito, solamente cuando permitamos ser transformados por nuestro SEÑOR Jesucristo, y seamos controlados por el Espíritu Santo.

       Debemos rendir nuestra voluntad a Él.