viernes, 20 de abril de 2012

HISTORIA DE LA IGLESIA III


“LISTA DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO”

Escudo Papal Julio I (337-352)


CAPITULO III
(Primera Parte)

3.1                  EL PAPADO FUE UNA EVOLUCIÓN GRADUAL
El Papado fue una Evolución Gradual. Apareció primeramente como potencia mundial en el siglo 6º. Alcanzó el cenit de su poder en el siglo XIII. Ha menguado su poder desde el mismo siglo XIII. Hasta el presente.

3.2                  LA MISIÓN ORIGINAL DE LA IGLESIA
La Iglesia fue fundada, no como institución autoritaria que obligue al mundo a vivir conforme a las enseñanzas de Cristo, sino solamente como institución que testificara de Cristo, que le manifestara ante el mundo. Cristo mismo, y no la Iglesia, es el poder transformador en la vida humana. Pero la Iglesia fue fundada en los días del Imperio Romano, y poco a poco asumió para sí una forma de gobierno como el del mundo político en que existía, y llegó a ser una vasta organización autocrática regida por los dirigentes superiores.

3.3                  LA FORMA ORIGINAL DE GOBIERNO DE LA IGLESIA
A fines del siglo apostólico las iglesias eran independientes entre sí, siendo gobernada cada una por una junta de pastores. Entre éstos se le daba prioridad a uno. Más tarde se le dio a éste el título de obispo, y a los otros se les llamó presbíteros. Poco a poco, la jurisdicción del obispo llegó a abarcar ciudades vecinas.

3.4                  EL PRIMER PAPA
La palabra significa "padre”. Fue aplicada primeramente a todos los obispos occidentales. Cerca del año 500 comenzó a limitarse al obispo de Roma, y pronto llegó a significar, en el uso común, "padre universal," es decir, obispo sobre la Iglesia entera. En la lista Católica romana de Papas se incluye a los obispos de Roma desde el primer siglo en adelante. Pero durante 500 años los obispos de Roma no fueron Papas, o sea obispos universales. La idea de que el obispo de Roma debía tener autoridad sobre la Iglesia entera fue de crecimiento lento, combatida denodadamente a cada paso, y nunca, en ningún tiempo, ha tenido reconocimiento universal.

3.5                  PEDRO
La tradición católica romana de que Pedro haya sido el primer Papa es neta y llanamente una ficción. No hay evidencia histórica alguna de que haya sido obispo de Roma jamás. Tampoco reclamó jamás para sí mismo una autoridad tal como pretenden sus "sucesores”. Pareciera que Pedro tuviese un presagio divino de que sus "sucesores" se ocuparían principalmente de "enseñorearse sobre las heredades del Señor", en lugar de ser "dechados de la grey" (1 P. 5:3).

3.6                  PRIMEROS OBISPOS DE ROMA
¿Lino (67-79 d.C.)?
¿Cleto (79-91 d.C.)?
Clemente (91-100) escribió una carta a la iglesia de Corinto a nombre de la de Roma, no la suya propia. No Contiene la menor sugerencia de una autoridad papal tal como asumieron los papas posteriores.
Evaristo (100-109 d.C.)
Alejandro I (109-119 d.C.)
Sixto I (119-128 d.C.)
Telésforo (128-139 d.C.)
Higinio (139-l42 d.C.)
Pío I (142-154 d.C.)

3.7                  COMIENZOS DE LA POLÍTICA DOMINADORA DE ROMA
Aniceto, obispo de Roma (154-168 d.C.), trató de influir en Policarpo obispo de Esmirna, para que cambiara la fecha en que se celebraba la Semana Santa; pero Policarpo se negó a ceder.
Sotero (168-176 d.C.)
Eleuterio (177-190 d.C.)
Víctor I (190-202 d.C.) amenazó con excomulgar a las iglesias de Oriente por cuanto celebraban el día de Pascua el 14 de Nisán. Polícrates, obispo de Éfeso, contestó que no temía las amenazas de Víctor, y afirmó su autoridad independiente. Ireneo, de Lion, aun cuando era obispo occidental y simpatizaba con el criterio occidental acerca de la celebración de la Semana Santa (o sea guardando el día de la semana y no el día del mes), reprendió a Víctor por haber intentado imponerse a las iglesias orientales.
Ceferino (202-218 d.C.)

3.8                  LA INFLUENCIA CRECIENTE DE ROMA
Calixto I (218-23 d.C.), fue el primero en basar sus pretensiones sobre Mateo 16:18. Tertuliano, de Cartago, le llamó usurpador al hablar como si fuese obispo de obispos.
Urbano I (223-30 d.C.)
Ponciano (230-35 d.C.)
Antero (235-36 d.C.)
Fabián (236-50 d.C.)
Cornelio (251-52 d.C.)
Lucio I (252-53 d.C.)
Esteban I (253-7 d.C.), objetó ciertas prácticas bautismales en las iglesias del norte de África. Cipriano, obispo de Cartago, sostuvo que cada obispo era supremo en su diócesis, y se negó a ceder ante Esteban. Sin embargo, crecía el sentimiento de que Roma, como ciudad capital, debiera ser cabeza de la Iglesia así como lo era del Imperio.
Sixto II (257-8 d.C.)
Dionisio (259-69 d.C.)
Félix I (269-74 d.C.)
Eutiquio (275-83 d.C.)
Cayo (283-96 d.C.)
Marcelino (296-304 d.C.)
Marcelo (308-9 d.C.)
Eusebio (309-10 d.C.)
Melquiades (311-14 d.C.)

3.9                  LA UNIÓN DEL ESTADO Y LA IGLESIA
Silvestre I (314-35 d.C.), era obispo de Roma cuando bajo Constantino, el cristianismo prácticamente fue hecho religión de Estado del Imperio Romano. La Iglesia inmediatamente llegó a ser una institución de gran importancia en la política mundial. Constantino se consideraba a sí mismo cabeza de la Iglesia. Convocó el concilio de Nicea (325 d.C.), y lo presidió.
Este Concilio dio a los obispos de Alejandría y de Antioquia plena jurisdicción sobre sus provincias, así como al obispo romano sobre la suya, pero sin la menor indicación de que aquellos estuvieran sujetos a Roma.
Marcos (336-7 d.C.)
Julio I (337-52 d.C.)
El concilio de Sárdica (343 d.C.), compuesto de representantes occidentales solamente y no un concilio ecuménico, fue el primer concilio que reconociera la autoridad del obispo de Roma.

3.10                LOS CINCO PATRIARCAS
A fines del siglo cuarto las iglesias y los obispos del cristianismo habían llegado a ser dominados en gran parte desde cinco grandes centros: Roma, Constantinopla, Antioquia, Jerusalén y Alejandría, cuyos obispos habían llegado a ser llamados "Patriarcas," de igual autoridad entre sí, teniendo cada uno pleno dominio en su propia provincia.
Después de la división del Imperio (395 d.C.) en Oriente y Occidente, los patriarcas de Antioquía, Jerusalén y Alejandría poco a poco reconocieron la supremacía de Constantinopla. Desde entonces en adelante, la lucha por el dominio del cristianismo fue entre Roma y Constantinopla.

3.11                LA DIVISIÓN DEL IMPERIO ROMANO
Liberio (352-66 d.C)
Dámaso I (366-84 d.C.)
Ciricio (385-98 d.C.), reclamó jurisdicción universal sobre toda la Iglesia; pero desafortunadamente para él, en sus días (395) el Imperio se dividió en dos imperios distintos, el de Oriente y el de Occidente. Esto hacía más difícil para el obispo de Roma, lograr que el Oriente reconociera su autoridad.

3.12                LA "CIUDAD DE DIOS" DE AGUSTÍN
Anastasio I (398-402 d.C.)
Inocencio I (402-17 d.C.), se llamó a sí mismo "regente de la Iglesia de Dios", y reclamó el derecho de fallar los asuntos de controversia de mayor importancia en toda la Iglesia.
Zósimo (417-8 d.C.)
Bonifacio I (418-22 d.C.)
Celestino I (422-32 d.C.)
Sixto III (432-40 d.C.). El imperio del Occidente ya se disolvía rápidamente bajo las incursiones de la migración bárbara. En la turbación y preocupación de estos tiempos Agustín escribió su obra monumental "La Ciudad de Dios," en la cual contemplaba un imperio Cristiano universal.
Este libro tuvo gran influencia en crear una opinión pública favorable a una jerarquía universal de la Iglesia bajo una sola cabeza. Esto favoreció las pretensiones de Roma.

3.13                EL RECONOCIMIENTO IMPERIAL DE LAS PRETENSIONES PAPALES
León I (440-61 d.C.), llamado por algunos historiadores el primer Papa. Los infortunios del Imperio fueron la oportunidad del Papado. El Oriente estaba dividido por controversias; el Occidente, bajo emperadores débiles, se deshacía ante los bárbaros. El Papa era el único hombre fuerte del momento. León I 452 d.C., persuadió a Atila el huno, a que perdonara la ciudad de Roma.
Después, en el 455 d.C., indujo a Genseríco el Vándalo a que tuviera misericordia de la ciudad. Esto acrecentó grandemente su reputación. León reclamaba ser, por nombramiento divino, primado de todos los obispos, y obtuvo del Emperador Valentiniano III el reconocimiento imperial de sus pretensiones en el año 445 d.C.
Se proclamó señor de la Iglesia entera, abogó a favor de un Papado exclusivo y universal; dijo que resistir la autoridad suya era un camino seguro al infierno; y abogaba a favor de la pena de muerte para la herejía.
El Concilio de Calcedonia (451 d.C.), el cuarto Concilio ecuménico, a pesar de lo hecho por el Emperador, dio al patriarca de Constantinopla prerrogativas iguales a las del Patriarca de Roma.

3.14                LA CAÍDA DE ROMA
Hilario (461-8 d.C.).
Simplicio (468-83 d.C.), fue Papa de Roma cuando terminó el Imperio Occidental en el 476 d.C. Esto dejó al Papa libre de toda autoridad civil. Los varios reinos nuevos y pequeños de los bárbaros, en que quedó dividido el Occidente, dieron a los Papas oportunidades para alianzas ventajosas, y poco a poco el Papa llegó a ser la figura dominante del Occidente.
Félix III (483-92 d.C.)
Gelasio I (492-6 d.C.)
Anastasio II (496-8 d.C.)
Símaco (498-514 d.C.)
Hormisdas (514-23 d.C.)
Juan I (523-5 d.C.)
Félix IV (483-92 d.C.)
Bonifacio II (530-2 d.C.)
Juan II (532-5 d.C.)
Agapito I (535-6 d.C.)
Silverio (536-37 d.C.)
Vigil (537-55 d.C.)
Pelagio I (555-60 d.C.)
Juan III (560-73 d.C.)
Benedicto I (574-8 d.C.)
Pelagio II (578-90 d.C.)

3.15                EL PRIMER VERDADERO PAPA
Gregorio I (590-604 d.C.), es generalmente considerado como el primer Papa. Apareció en un tiempo de anarquía política y de grandes calamidades públicas en toda Europa. Italia, después de la caída de Roma en el 476 d.C., había llegado a ser un reino godo, y luego una provincia bizantina bajo control del emperador del Oriente. Ahora era saqueada por los lombardos.
La influencia de Gregorio sobre los diferentes reyes tuvo un efecto estabilizador. Estableció un control completo sobre las iglesias (de Italia, España, Galia e Inglaterra (cuya conversión al cristianismo fue el gran evento de los días de Gregorio). Procuró incansablemente la purificación de la iglesia; depuso a obispos negligentes o indignos, y se opuso con gran celo a la práctica de la simonía (la venta de puestos).
Ejerció gran influencia en Oriente, aun cuando no reclamaba jurisdicción sobre la Iglesia oriental. El entonces Patriarca de Constantinopla se hizo llamar "Obispo Universal”. Esto irritó grandemente a Gregorio, quien rechazó el título como "palabra viciosa y orgullosa," y rehusó que se le aplicara a sí mismo. Sin embargo, prácticamente ejercía toda la autoridad que aquel título representaba.
En su vida personal era un buen hombre, uno de los más puros y mejores de los Papas; incansable en sus esfuerzos a favor de la justicia para los oprimidos, y sin límite en sus caridades para con los pobres. Sí todos los Papas hubieran sido tales, cuán diferente concepto tendría el mundo del Papado.
Sabiniano (604-6 d.C.)
Bonifacio III (607 d.C.
Bonifacio IV (608-14 d.C.)
Diosdado (615-8 d.C.)
Bonifacio V (619-25 d.C.)
Honorio I (625-38 d.C.)
Severino, (640 d.C.)
Juan IV (640-42 d.C.)
Teodoreto (642-49 d.C.)
Martin I (649-53 d.C.)
Eugenio I (654-5)
Vitaliano (657-72 d.C.)
Adeodato (672-76 d.C.)
Domno (676-77 d.C.)
Agatón (678-82 d.C.)
León II (682-3 d.C.), declaró a Honorio I "hereje”. Cosa extraña un Papa "infalible" llama hereje a otro Papa "infalible”. Será quizás que los Papas no eran "infalibles" sino cuando el Concilio Vaticano de 1879 d.C. los hizo serlo.
Benedicto II (684-5 d.C.)
Juan V (685-86 d.C.)
Conón (686-87 d.C.)
Teodoro I (687 d.C.)
Sergio I (687-701 d.C.)
Juan V (701-05 d.C.)
Juan VII (705-07 d.C.)
Sisinio (708 d.C.)
Constantino I (708-15 d.C.)
Gregorio II (715-31 d.C.)
Gregorio III (731-41 d.C.)

3.16                EL PAPA SE HACE REY TERRENAL
Zacarías (741-52 d.C.), tuvo parte en hacerle a Pepín (padre de Carlomagno) rey de los Francos (pueblo germánico que ocupaba el oeste de Alemania y el este de Francia).
Esteban II (752-57 d.C.). A solicitud de éste, Pepín a su vez llevó su ejército a Italia. Conquistó a los lombardos, y dio su territorio (gran parte de Italia) al Papa. Tal fue el comienzo de los "Estados Papales," o el "Dominio Temporal" del Papado. El control civil de los Papas sobre Roma e Italia central, establecido de esta manera por Zacarías y Esteban y reconocido por Pepín (754 d.C.) fue luego confirmado por Carlomagno (774 d.C.).
La Italia central, en un tiempo cabeza del Imperio Romano, luego un reino godo, después provincia bizantina, ahora se hizo reino papal, regido por la "Cabeza" de la Iglesia. Duró así 1100 años., hasta 1870 d.C.
Paulo I (757-67 d.C.)
Esteban III (768-72 d.C.)
Adriano I (772-95 d.C.)
         
3.17                CARLOMAGNO INCREMENTA GRANDEMENTE EL PODER PAPAL
LEON III (795-816 d.C.), a cambio del reconocimiento de Carlomagno, en el año 774 d.C., del poder temporal del Papa sobre los Estados papales, dio a Carlomagno en el año 800 el título de "Emperador Romano", combinándose así los dominios romanos y francos en el "Sacro Imperio Romano," cuya capital se traspasaba así de Constantinopla a Aquisgrán en Alemania occidental. Carlomagno (742-814 d.C.) rey de los francos y nieto de Carlos Martel, el que había salvado a Europa de los mahometanos, era uno de los más grandes soberanos de todos los tiempos, Reinó 46 años, e hizo muchas guerras y conquistas.
Sus dominios abarcaban la moderna Alemania, Francia, Suiza, Austria, Hungría, Bélgica y partes de España e Italia. El ayudaba al Papa, y éste le ayudaba a él. Fue una de las influencias determinantes en elevar al Papado a la categoría de potencia mundial. Poco después de su muerte, mediante el tratado de Verdún (843 d.C.), su imperio se dividió en lo que llegó a ser los comienzos de la moderna Alemania, Francia e Italia. Desde entonces y durante siglos, hubo lucha incesante en que disputaban la supremacía los Papas y los reyes alemanes y franceses.

3.18                EL "SACRO IMPERIO ROMANO"
Establecida de esta manera por Carlomagno y León III, constituía la declaración romana de su independencia de Constantinopla y del restablecimiento del Imperio Occidental; sobre el trono, reyes alemanes con el titulo de "Cesar" conferido por los Papas; una supuesta continuación del antiguo Imperio Romano. Este imperio había de estar bajo el control conjunto de los papas y de los emperadores alemanes, rigiendo los emperadores en lo temporal y los Papas en lo espiritual.
Pero ya que la Iglesia era institución de Estado, no siempre era fácil determinar asuntos de jurisdicción, y la disposición dio por resultado muchas luchas acerbas entre emperadores y Papas. El Sacro Imperio Romano, "nombre más bien que, hecho cumplido," vivió mil años, y le puso fin Napoleón en 1806. Sirvió su propósito en refundir las civilizaciones romana y alemana. "En este Imperio se refundió toda la vida del mundo antiguo: de él nació la vida del mundo moderno”. - Bryce.
Esteban IV (816-17 d.C.)
Pascual I (817-24 d.C.)
Eugenio II (824-27 d.C.)
Valentin (827 d.C.)
Gregorio IV (827-44 d.C.)
Sergio II (844-47 d.C.)
León IV (847-55 d.C.)
Lugar de la papisa Juana (855 d.C.).
Benedicto III (855-8 d.C.)

3.19                LAS DECRETALES SEUDO-ISIDORIANAS AYUDAN AL PAPADO
NICOLAS I (858-67 d.C.), el Papa más grande desde Gregorio I hasta Gregorio VII. Fue el primer Papa en usar Corona. Para apoyar sus pretensiones de autoridad universal usó con gran efecto las "Decretales Seudo-Isídorianas", libro que apareció cerca del año 857 d.C. y contenía documentos que pretendían ser Cartas y decretos de obispos y concilios de los siglos segundo y tercero, todos ellos tendientes a enaltecer el poder del Papa.
Eran documentos espurios y falsificaciones premeditadas de antiguos documentos históricos. Pero su carácter espurio se descubrió sino varios siglos después. Sea que Nicolás sabía que eran falsas o no, cuando menos mintió al afirmar que se habían conservado en los archivos de la Iglesia Romana desde tiempos antiguos. Pero Sirvieron su fin de "sellar con la autoridad de la antigüedad las pretensiones del sacerdocio de la Edad Medía”.
 "El Papado, producto del transcurso de varios siglos, se presentaba como algo que había sido completo e inalterable desde el comienzo mismo. Entre estos documentos estaba la "Donación de Constantino," según la cual éste entregaba al obispo de Roma las provincias occidentales con todas las insignias imperiales. "El objeto fue datar desde cinco siglos antes el poder temporal del Papa, que en realidad descansaba en las donaciones de Pepín y de Carlomagno”. "El más colosal fraude literario (de todos los tiempos”. "Fortaleció más al Papado que ningún otro medio, y en gran parte constituye la base de la ley canónica de la Iglesia Romana.

3.20                EL GRAN CISMA DEL CRISTIANISMO
Nicolás intentó interferir en los asuntos de la Iglesia Oriental. Excomulgó a Focio, patriarca de Constantinopla, quien a la vez le excomulgó a él. Siguió la división del cristianismo, en el año 869 (completada en el 1054 d.C.). Aun cuando el Imperio se había dividido (desde el 395 d.C.), y aunque había habido una larga y acerba lucha entre el Papa de Roma y el patriarca de Constantinopla por la supremacía, sin embargo la Iglesia había seguido siendo una sola.
A los concilios habían asistido representantes tanto del Oriente como del Occidente. Durante los seis primeros siglos había correspondido al Oriente la corriente principal de la vida, y era la parte más importante de la Iglesia. Todos los concilios ecuménicos se habían celebrado en Constantinopla o cerca de ella, y en el idioma griego y en ellos se habían resuelto las controversias doctrinales.
Pero ahora por fin la insistente pretensión del Papa de enseñorearse del cristianismo entero, se había hecho insoportable, y el Oriente se separó de manera definitiva. El concilio de Constantinopla, del año 869 d.C., fue el último concilio ecuménico. Desde ahora en adelante la Iglesia griega tenía sus concilios, y la romana los suyos.
La brecha se ha profundizado con los siglos. El trato brutal de Constantinopla por los ejércitos del Papa Inocente III, durante las Cruzadas, amargó aún más al Oriente, y la creación del dogma de la infalibilidad papal en 1870 d.C. ahondó aún más el abismo. Partido así en dos, el cristianismo experimentó otro gran cisma en el siglo 16, bajo la orientación de Martín Lutero, por la misma causa: la insistencia del Papa en enseñorearse sobre el pueblo de Dios.

3.21                EL PERIODO MÁS NEGRO DEL PAPADO
Adriano II (867-72 d.C.)
Juan VIII (872-82 d.C.)
Mariano I (882-84 d.C.). Con estos Papas comenzó la época más negra del Papado. (870-1050 d.C.). Los historiadores han llamado los 200 años de Nicolás I, hasta Gregorio VII, la "medía noche de las Edades Oscuras”. El soborno, la corrupción, la inmoralidad y el derramamiento de sangre lo hacen casi el capítulo más negro de toda la historia de la Iglesia.
Adriano III (884-85 d.C.)
Esteban V (885-91 d.C.)
Formoso (891-96 d.C.)
Bonifacio VI (896 d.C.)
Esteban VI (896-97 d.C.)
Romano (897 d.C.)
Teodoro II (898 d.C.)
Juan IV (898-900 d.C.)
Benedicto IV (900-03 d.C.)
León V (903 d.C.)
            Cristóbal (903-04 d.C.)


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