jueves, 7 de abril de 2011

VIDA DE FAMILIA XX

RESPONSABILIDADES BÍBLICAS DEL ESPOSO
VI - PADRE QUE AMA
Marcos 10:13-16

Antes de entrar en nuestro texto cable, respecto a la instrucción y la disciplina, el cual aparece en Efesios 6:4 y Colosenses 3:21, me es necesario hablar del rol del padre en el área del amor.

Es por esto que tendremos la oportunidad de conocer algunos aspectos del amor bíblico y verdadero hacia los hijos; amor que no consiste tan sólo en darle lo que ellos piden o en dejarles hacer toda clase de majaderías o permitirles toda clase de malacrianza, sino por el contrario, consiste en saber combinar equilibradamente el amor con la disciplina necesaria dentro de una correcta y sabia corrección.

En el pasaje escogido para hablar sobre el amor a los niños, notaremos en la manera en que Jesús nos hace entender la importancia de un trato correcto y maduro.

Es necesario que:
·      Le miremos.
·      Le escuchemos.
·      Le toquemos.
·      Le creamos.
·      Le respetemos.
·      Le hagamos sentir que es algo preciado e individual para nosotros.
·      Le reconozcamos sus buenas acciones con la misma intensidad con que lo reprendemos.
·      Le proporcionemos seguridad y refugio en dios y en nosotros.
·      Le amemos con el amor con que Dios ama y manifiesta en 1 Corintios 13.

Está claro que todo niño necesita amor y este lo buscará instintivamente en sus padres y si en ellos no lo haya, lo buscará en otros, aunque sea de manera equivocada y si tampoco allí lo encuentra se llenará de odio, ira, rencores y resentimientos, hacia todo lo que se llame padres.
           
Es por tanto que debemos aprender de Jesús el trato amoroso para con ellos y lo veremos a través de este bosquejo de estudio: 

I.     PREOCUPACIÓN Y AMOR DE LOS PADRES
II.    EGOÍSMO E INCOMPRENSIÓN DEL HOMBRE
III.   TERNURA Y AMABILIDAD DE JESÚS 

I. PREOCUPACIÓN Y AMOR DE LOS PADRES

Marcos 10:13

A.    LA ACTITUD DE LOS PADRES


1.      Es interesante notar lo que se narra en el - versículo 13 cuando dice: “Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban”, en el sentido de que el texto no narra que estos niños estaban enfermos o que buscaban algún favor material de Jesús.

2.      Por otro lado tampoco se manifiesta quienes eran los que con insistencia deseaban que los niños fuesen tocados por Jesús, lo que podemos suponer que eran sus padres, o personas que deseaban bien para estos niños, pues suponían que recibirían una gracia especial de Jesús, si eran tocados por él.

3.      Estos padres estaban conscientes de quien era Jesús y deseaban que sus hijos viniesen a él, que fuesen tocados por él, que le conociesen más íntimamente; lo que nos enseña que nosotros como padres debemos dedicar nuestros hijos a Jesús. Acercarlos a él por medio de nuestro ejemplo y de una vida consagrada y piadosa.

B.    LA PREOCUPACIÓN POR PROVEER PARA LO ESPIRITUAL

1.      Es tierno y cautivante ver la actitud de estos padres, que evidentemente estaban preocupados por la salud espiritual de sus hijos. Ellos estaban en la necesidad de que sus hijos se acercaran a aquel que podía influir espiritualmente en la vida de aquellos como había influido en ellos.

2.      Por otro lado vemos como estos padres vencen cualquier impedimento con tal de llegar donde Jesús; no se detendrían ante ningún obstáculo que se interpusiera delante de sus planes; vencerían todas las barreras que impidieran que sus hijos se acercaran al Salvador.

3.      Está claro que esta debe ser una gran enseñanza para nosotros, los padres cristianos, en cuanto a la responsabilidad que nos toca de proveer, espiritualmente, alternativa para nuestros hijos al tiempo de que nos esforcemos para que esta alternativa llegue a ellos. Recordemos que es nuestra la responsabilidad el proveer.

C.    EL AMOR GENUINO DE LOS PADRES

1.      Como hemos definido muchas veces, el amor es una acción y no un sentimiento meloso, que lleva a nuestra autosatisfacción. Es una acción verdadera en la búsqueda del bien del objeto amado, que en este caso, son nuestros hijos.

2.      El amor bíblico de un padre cristiano, para sus hijos, comienza con tener un amor genuino a la verdad revelada por Dios, para que en ella pueda ser guiado a darle el mejor trato posible y justo a la relación PADRES-HIJOS.       

3.      Hoy en día, no sólo los cristianos están preocupados porque esta relación sea sana y fructífera, sino que aún sin saber como lograrlo, los padres del mundo, en vista de que están perdiendo a sus hijos, quieren encontrar salida y soluciones para evitar lo que podemos denominar EL GRAN FRACASO DE LA CRIANZA HUMANISTA. Pero nosotros sabemos que la respuesta está en Jesús, como también lo sabían los padres de estos niños que fueron a llevar sus hijos a él.

                       ¡ESO ES AMOR!

II. EGOÍSMO E INCOMPRENSIÓN DEL HOMBRE

Marcos 10:13b

         A.  LA ACTITUD NEGATIVA DE LOS DISCÍPULOS

1.      Como vemos en el pasaje, los discípulos REPRENDÍAN a los que presentaban a los niños a Jesús. Esto es algo insólito en la actitud de los aprendices del maestro.

2.      Decimos que esta es una actitud insólita, porque precisamente ellos, tenían que haber visto, en muchas otras ocasiones, la actitud de Jesús para con los niños y sin embargo entendían, en este momento, que estos molestaban y menospreciaban su capacidad de comprensión del mensaje.

3.      Por otro lado podemos recordar las palabras mismas de Pedro luego de la resurrección, al dar el mensaje a su pueblo, cuando dice en Hechos 2:38-39: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”. Está claro que por lo menos Pedro aprendió la lección.

B.    EL ADULTISMO

1.      Pudiésemos definir esta filosofía como aquella actitud que expresa, de palabras y de acción, la no participación del niño en los círculos de adultos. Esta filosofía es practicada por aquel tipo de persona, que por sus propias frustraciones no permite tener a los niños ingerencia de ninguna especie en su círculo de acción.

2.      Esta práctica fue fundamental en la crianza de nuestros padres, aun de muchos de nosotros, apoyada por proverbios tales como:
·      "El que se acuesta con muchachos, amanece m..."
·      "Los muchachos hablan, cuando las gallinas m..."
·      "El muchacho la mete, a la entrada o a la salida..."
·      Y otras por el estilo que justificaban en la mente del adulto, el ADULTISMO.

3.      Esta es una filosofía que por primera vez ustedes la habrán oído mencionar y no porque no exista, sino los adultos que definen los nombres de las filosofías reinantes, pero si dejamos que sean los niños los que las titulen estoy de seguro de que la primera que ellos definieran fuera el adultismo.

C.    EGOÍSMO E INCOMPRENSIÓN

1.      Es una realidad el hecho de que estas cualidades tuvieron que estar presente en la naturaleza de los discípulos, ya que actuaron con tanta intransigencia para con estas criaturas que manifestaron en sí mismas el egoísmo y la incomprensión de muchos adultos para con los niños.

2.      Déjenme decirles que son muchos los adultos que hoy en día actúan como estos discípulos quienes se interesan solamente por lo suyo y nada más; son incapaces de sacrificar su tiempo y energías para brindarle un mañana mejor a sus propios hijos y esto porque sólo piensan en si mismos, mostrando un corazón egoísta e incapaz de comprender a aquellos que son fruto de sus entrañas.

3.      Por otro lado es importante que recordemos aquellas cosas que deseábamos y anhelábamos recibir de los adultos y especialmente de nuestros padres, cuando éramos niños. Pensemos en que nosotros tenemos en nuestras manos tesoros de Dios, los cuales han sido dados por El, a nosotros como herencia. Es por tanto que debemos esforzarnos en comprenderlos y amarlos con el amor que Dios nos enseña.

III. TERNURA Y AMABILIDAD DE JESÚS

Marcos 10:14-16

A.    JESÚS RECLAMA EL DERECHO DE LOS NIÑOS

1.      Es maravilloso ver ahora la autoridad y al mismo tiempo la ternura que Jesús manifiesta en este pasaje: “Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mi y no se lo impidáis; porque de los tales es el Reino de los Cielos”.

2.      Pienso que no hay otro pasaje de la Biblia donde se puedan conjugar la autoridad e indignación que manifiesta Jesús frente a esta mala o equivocada actitud de los discípulos por no demostrar la ternura en el trato, que ellos les debían a estos niños.

3.      Es como diciendo: Los niños nunca importunan, de ellos es mí tiempo, es más DE LOS TALES es el reino de los cielos. Con esta expresión Jesús muestra la importancia que debe darle el adulto a esa edad del hombre.

B.      LA IMPORTANCIA DE ESA EDAD

1.      Como hemos dicho el adulto tiene que observar la actitud de un niño, principalmente su honestidad, su franqueza, su ternura, su ingenuidad y otras cualidades que perdemos en la medida en que la vida nos golpea, nos maltrata y nos endurece.

2.      Jesús dice claramente ahora en el (v. 15): “De cierto os digo, que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Está declarando Jesús a todos que es de suma importancia analizar como un niño, de manera ingenua y decidida, acepta todo lo que se le enseña de Dios, contrariamente a la actitud que mostramos los adultos, de creer que le estamos haciendo un favor a Dios con oír de EL.

3.      Por otra parte, los adultos, y principalmente los que practican la filosofía del ADULTISMO, tienen que entender que si no dejamos salir el niño interior, que cada uno tiene, y aprendemos a perdonar y a recibir de Dios la enseñanza para encontrar la vida eterna y practicarla, estamos perdidos.

C.    AMONESTACIÓN DEL VERDADERO AMOR

1.      Notemos lo que hace Jesús frente a la actitud negativa de los discípulos (v.16): Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, les bendecía”. Si vamos a la introducción de este bosquejo, podemos notar que todas y cada una de aquellas cosas que citamos como necesidades de los niños, Jesús las suplió en este momento. (LEÁMOSLA).

2.      Está claro que Jesús satisfizo las necesidades emocionales y espirituales de estos niños, al tiempo que premió a sus padres, en el sentido de dejarles satisfechos con su acción y con el deseo de permanecer apegados a Dios.

3.      Por otro lado, Jesús dio a estos el amor y la importancia que, como criaturas sensibles y creadas por Dios, necesitaban. Esto que nos enseña que no debemos, de ninguna manera menospreciar la actitud de un niño, ni el deseo que ellos manifiestan de recibir un poco de atención y amor de nosotros los adultos, y más cuando se trata de nuestros propios hijos, que son los que muchas veces más maltratamos. CUIDEMOS ESA HERENCIA DE DIOS.

CONCLUSIÓN Y CONCLUSIÓN:
   No creamos que amar a nuestros hijos, es tan solo de palabras, decirles cosas preciosas; sino que estemos dispuestos a sacrificarnos por ellos, a dejar todo por ellos; estar dispuestos a soportar todo por ellos.

¡AMÉMOLOS DE CORAZÓN!



                                                                                                                 

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