lunes, 28 de febrero de 2011

EL PLACER DEL MATRIMONIO CRISTIANO II - Para las Esposas


Proverbios 5:15-19
5:15    “Bebe el agua de tu misma cisterna, 
Y los raudales de tu propio pozo. 
5:16    ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, 
Y tus corrientes de aguas por las plazas?
5:17    Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. 
5:18    Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 
5:19    Como cierva amada y graciosa gacela. 
Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, 
Y en su amor recréate siempre”.

Todavía hoy día hay una tremenda desinformación acerca del comportamiento, idiosincrasia y características particulares de los sexos y las diferencias fundamentales de sus reacciones.

Se han escrito innumerables libros acerca de las diferencias emocionales, físicas, sexuales e intuitivas de los cónyuges.

Ambos bandos están completamente ajenos de sus diferencias y por esta y otras muchas razones los matrimonios no hallan el verdadero placer que podemos hallar dentro del matrimonio cristiano.

En esta oportunidad y bajo el planteamiento inicial de estas conferencias queremos citar algunas cosas que las esposas tenemos que tener en cuenta en el trato con nuestros esposos si queremos cumplir con la demanda establecida en Efesios 5:22-24 que dice: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”. 

Si amas a tu esposo:
I.       ENTIENDE QUE DEBES SERLE FIEL
II.     EXPRÉSALE TU ACTITUD DE SOMETIMIENTO A ÉL
III.    DEDÍCALE TU TIEMPO
IV.    DALE TODO TU AMOR
V.     CONSIDÉRALO COMO HOMBRE
VI.    VALÓRALO COMO ESPOSO
VII.   DALE SEGURIDAD COMO AYUDA IDONEA
VIII.  ORA POR ÉL Y CON ÉL


(Articulo extraído de la revista ENTRE AMIGAS)
EL Diagnóstico

Una mujer acompañó a su marido al médico. Después del chequeo, el médico llamó a la mujer aparte, a solas a su despacho.
Le dijo: “Tu esposo sufre de una enfermedad muy grave, combinada con un estrés extremo. Si no haces lo siguiente, tu esposo se morirá seguro.
Cada mañana prepara un desayuno saludable. Sé amable y asegúrate que este de buen humor.
Prepárale una comida nutritiva.
Para la cena prepárale algo especial.
 No lo presiones con tareas en la casa porque seguro habrá pasado un día duro en el trabajo.
No le hables de tus problemas porque solo servirán para causarle más estrés.
Y lo más importante, ámalo y complácelo en todo.
Si haces todo esto durante los próximos 10 meses a un año, creo que tu esposo recobrará la salud por completo”.
En el camino a la casa, la curiosidad dominó al esposo y le preguntó a su mujer: ¿Y bien?  ¿Qué te dijo el médico?
Ella le respondió:
QUE   TE   VAS   A   MORIR…

Veamos algunas enseñanzas prácticas y alentadoras para que logres el propósito de Dios en tu vida conyugal y al mismo tiempo logres el placer en tu matrimonio para el cual Dios te lo ha provisto.

I. ENTIENDE QUE DEBES SERLE FIEL
·      La esposa debe serle fiel a su esposo no solo de hecho sino de palabra.
·      La fidelidad está acompañada por la total confianza y opuesta a los celos (que ya sabemos son pecado).
·      Debemos hacer que nuestros esposos nos tengan total confianza:
o  Dile cuando luzca bien.
o  Cuidado con los comentarios de otros hombres.
o  Cuidado con usar piropos de mal gusto.
o  Cuídate de hacer comparaciones.
o  No hablemos a solas con otros hombres, ni hermanos.
o  No relajemos con otros hombres, chistes inapropiados.
o  Arreglémonos para él.
o  Tratemos de lucir como a él le agrada.
o  Compremos cosas a su gusto.
o  Digámosle dónde estamos o saldremos, que nos pueda conseguir con facilidad si nos necesita.
o  Atendamos a su llamado de inmediato, haciéndole sentir lo importante que es para nosotras.
·      Que nuestro esposo entienda claramente que él es el único y no tenemos ojos para más nadie, ni nos interesa más nadie.

II. EXPRÉSALE TU ACTITUD DE SOMETIMIENTO A Él
·      Dios nos dice en su Palabra que debemos estar sujetas a nuestros maridos como conviene en el Señor.
·      Por tanto dependiendo cuan grande amor tengamos por el Señor, estaremos más que dispuestas a someternos a nuestros maridos, simplemente por obediencia y amor a nuestro Dios.
·      El sometimiento es una acción.
·      Es esa actitud de:
o  Respeto.
o  Obediencia.
o  Honra.
o  Cuidemos nuestras expresiones, señas.
o  Cuidemos nuestras respuestas al hablar con él.
o  No nos quejemos por todo.
o  Seamos diligentes.
o  Recordemos que somos su ayuda idónea.
o  Ayudemos a respetar y cumplir sus deseos y órdenes.
o  Que reciba la atención de primero, antes que los hijos.
·      No olvidemos nuestro ejemplo de las manos, como nuestra correcta actitud de sujeción perfecta. Y las tenemos delante para no olvidarlo en ningún momento.

III. DEDÍCALE TU TIEMPO
·      El tiempo que le dediques a él, se te está devolviendo hacia ti, pues tarde o temprano lo están compartiendo, además él se acostumbrará y serás parte de su programa.
·      Algunas sugerencias:
o  Cuando llega del trabajo trata de estar a su lado.
o  Si quiere hablarte algo, deja lo que haces de inmediato y mírale a los ojos, así sabrá que le escuchas con atención.
o  Si va a salir, pregúntale si le puedes acompañar, dile que te agrada estar con él.
o  Compartan actividades juntos, deportes, ejercicios, juegos, el bañarse juntos, dormir la siesta.
o  Trata de esperarlo siempre para comer.
o  Espéralo para irte a la cama, en la noche.
o  Trata de levantarte con él y despedirlo al trabajo.
o  Recíbelo con alegría, cada vez que llegue.
o  Dile lo que disfrutas su compañía.
·      El tiempo es valioso y más cuando pensamos que algún día podemos quedarnos solas. Si nos detuviéramos un momento a imaginarnos que es la última oportunidad de estar juntos… ¡Qué diferente sería!

IV. DALE TODO TU AMOR
·      El Amor que describe Corintios es fácil de leer, pero difícil de lograr, solo con la ayuda de nuestro Señor Jesucristo el autor del amor lo podremos lograr.
·      Sabemos que el amor es una ACCIÓN, por tanto tenemos que actuar:
o  Aprendamos su lenguaje de amor, para demostrárselo.
o  Servicio; atendamos a sus necesidades con diligencia.
o  Palabras de aliento; démosle ánimo, fortaleza.
o  Calidad de tiempo; estemos dispuesta sin buscar excusas.
o  Cercanía física; abrazos, besos, siéntate a su lado.
o  Regalos; cocínale algo de sorpresa, busca lo que se le antoje.
o  Procura tiempo a solas sin los niños,
o  Ámalo como a tu mismo cuerpo.
o  Planea noches románticas con ropa interior diferente, olores.
o  No nos neguemos sexualmente cuando nos necesiten, recuerde que para ellos es muy importante y necesario; además es una manera de decirnos que le gustamos, que nos desean, que nos aman.
o  Cada oportunidad que pierde, le abre las puertas a otras cosas que le pueden tornar en sus futuros enemigos, como la pornografía o aún el adulterio.
·      Evita ser la causante de tal pecado en la vida de su esposo.


 V. CONSIDÉRALO COMO HOMBRE
·      Cuando se instituyó el matrimonio, se efectuó entre un hombre y una mujer.
·      Son dos sexos diferentes, con características diferentes, gustos diferentes, actitudes diferentes, pensamientos diferentes, muchas cosas diferentes.
·      Pero somos el perfecto equilibrio cuando venimos al matrimonio, somos el complemento, él tiene lo que a mi me falta y yo quedo completa con él.
·      Pero debo recordar que no es como YO:
o  No le digas lo que tiene que hacer, solicítaselo de buena forma por Ej. “me gustaría si puedes me arreglaras esto, cuando tengas tiempo” y no lo repita más.
o  Él no entiende sus cambios hormonales, a él no le llega la menstruación, téngale paciencia.
o  Recuerde que él es más práctico y menos sentimental.
o  Él no habla tanto ni le gusta dar detalles de todo.
·      No pretendas desear bajo ningún concepto alguien como tú a su lado pues no te casaste con otra mujer, fue con un HOMBRE.

VI. VALÓRALO COMO ESPOSO
·      Nada tan importante como reconocer el regalo que Dios te ha permitido, el tener un compañero a tu lado, y sino recuerda un poquito… cuando se casaron todas las ilusiones que tenias y como admirabas a tu pareja.
·      No podemos perder eso:
o  Admira a tu marido, díselo todo el tiempo.
o  Dile lo bien que luce.
o  Dale gracias por lo que le provee cada día.
o  Dale gracias por su protección para con los suyos.
o  Reconoce su trabajo como líder de tu hogar.
o  Alaba su trabajo de padre y maestro, apóyalo.
o  Permítele buenos descansos por su arduo trabajo, sin distracción.
o  Apóyalo y anímalo con el devocional familiar, y considéralo como tu pastor personal para cuestionarle lo que no entienda de la Biblia.
o  Dale gracias por simplemente haber compartido contigo tanto tiempo y por estar ahí a tu lado en todo tiempo.
·      El tratar a tu esposo como un rey, ayudará a ser tratada como una reina, ¿Quién no desea ser la reina de su hogar? Depende de nosotras.

VII. DALE SEGURIDAD COMO AYÚDA IDÓNEA
·      Desde Génesis vemos en La Palabra de Dios, que fuimos creadas con el firme propósito de ser Ayuda Idónea de nuestros esposos.
·      Debemos procurar se tan perfecta ayuda, que no necesite buscar a nadie más, serle imprescindible.
·      Cada una debe estudiar a su esposo y dedicarse a ser imprescindible
·      Algunas ideas:
o  Acomódalo en su hogar, para que solo desee estar ahí,
o  Que tu hogar sea ese remanso de paz ,que todos deseamos,
o  Busca sus antojitos para satisfacerlos, como masajitos, el jugo de limón con chinola, las “chancletas - reef”, el poner cada cosa en su lugar… etc.
o  Lucha siempre por reducir gastos, así le quitará “stress” a él.
o  Disfruten el estar juntos en las mismas empresas o proyectos, desde armar una cuna o pintar la casa.
o  Salgan como familia y disfruten juntos.
o  Salgan solos y disfruten el uno del otro.
o  Se su secretaria, enfermera, asistente, en fin sea su verdadera ayuda.
·      Que bueno oírle decir: ¡Que sería de mí sin mi mujer, yo no puedo andar sin ella!

VIII. ORA POR ÉL Y CON ÉL
·      ¡Qué sería de nosotras si no contáramos con la oración!
·      TODO lo podemos lograr con la oración:
o  Si deseamos que cambie en alguna área de su vida, oremos.
o  Si necesitamos más de su tiempo, oremos.
o  Si necesita un trabajo nuevo, oremos.
o  Si está enfermo o sufre de algún problema de salud, oremos.
o  Por su crecimiento espiritual, oremos.
o  Por su trabajo actual, oremos.
o  Por su familia, oremos.
o  Por sus responsabilidades, oremos.
o  Por sus debilidades, oremos.
o  Por sus problemas que también son míos, oremos.
o  Para que se mantenga enamorado de mí, siempre.
o  Para que sea el padre, esposo, que Dios quiere.

·      Que nuestra vida de oración sea buena y activa.
·      No solo orando por el, sino tratemos de orar con él, tenemos muchas cosas en común por las que debemos orar , cosas que solo nos pertenecen a nosotros dos íntimas, personales, de nuestra familia.
·      No hay nada mejor que contar con un PADRE tan especial al cual acudir para nuestras necesidades, alabanzas y gratitudes.
·      Y sobre todo teniendo la certeza en Su palabra cuando dice, que donde estén 2 ó 3 reunidos en SU Nombre, EL estará ahí en medio de ellos.
·      Y eso es lo que queremos que Nuestro Salvador esté en medio de nosotros todos los días de nuestra vida.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Dios instituyó el matrimonio y lo formó de un hombre y de una mujer, dándole a cada uno características especiales y complementarias de forma tal que cada uno necesitase del otro para lograr el placer que se puede alcanzar en la vida matrimonial.
Estemos conscientes de estas diferencias y vivamos con ellos sabiamente, dándole honor y el respeto que se merecen por el mandato de Dios y procuremos ser esa ayuda idónea que Dios programó desde el huerto del Edén y así vivir una vida bendecida al lado de nuestro amado esposo.
                                                                                                                         





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