“1:4 el cual se dio a sí mismo
por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la
voluntad de nuestro Dios y Padre, 1:5 a quien sea la gloria por
los siglos de los siglos. Amén”.
Gálatas 1:4-5
La realidad del mundo en que
vivimos es evidente y patente. La situación en que el mundo se encuentra es
caótica y perversamente maliciosa. Como dijo el Señor Jesucristo, en los días
del fin veremos tangiblemente los días de
Sodoma y Gomorra caracterizados por la vida promiscua y la homosexualidad descaradamente exhibida como una simple preferencia sexual, asimismo veremos como fueron los días de Noé donde la gente estaba comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento como si lo que Dios había dicho de exterminar la tierra, no fuese una realidad.
Sodoma y Gomorra caracterizados por la vida promiscua y la homosexualidad descaradamente exhibida como una simple preferencia sexual, asimismo veremos como fueron los días de Noé donde la gente estaba comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento como si lo que Dios había dicho de exterminar la tierra, no fuese una realidad.
Mateo 24:37-39 y Lucas
17:26-30 nos aseveran todo lo que ha de ocurrir en el tiempo del fin, ya el
mismo Señor Jesucristo declaró: “24:37 Mas como en los días de Noé,
así será la venida del Hijo del Hombre.
24:38 Porque como en los días
antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento,
hasta el día en que Noé entró en el arca, 24:39 y no entendieron hasta que
vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del
Hombre”.
“17:26 Como fue en los días de Noé,
así también será en los días del Hijo del Hombre.
17:27 Comían, bebían, se casaban y
se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el
diluvio y los destruyó a todos.
17:28 Asimismo como sucedió en los
días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; 17:29 más el día en que Lot salió
de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
17:30 Así será el día en que el
Hijo del Hombre se manifieste”.
La maldad está caracterizando
nuestros días y de hecho ha caracterizado los días de la humanidad, Dios lo
sabía y por eso nos proveyó a su Hijo Jesucristo, quien al morir en la Cruz del
Calvario nos ofreció la paz que sólo se logra en medio de un mundo
convulsionado y malo. La realidad es que Dios nos dirá en el cielo de tantas
cosas de las cuales Él nos ha librado aquí en la tierra sin que nosotros nos
hayamos dado ni siquiera cuenta de ello.
Ahora analicemos
esta verdad bíblica por medio de este bosquejo que nos muestra que Jesucristo:
I. SE DIO A SI MISMO POR NUESTROS PECADOS
II. NOS LIBRA DEL PRESENTE SIGLO MALO
III. ACTÚA CONFORME A LA VOLUNTAD DE NUESTRO DIOS Y
PADRE
I. SE
DIO A SI MISMO POR NUESTROS PECADOS
(Gá. 1:4a)
A.
EL
TRANSFONDO DEL TEXTO
1.
El
texto que nos ocupa nos dice en su primera parte: “1:4a el cual se dio a sí mismo
por nuestros pecados”. Es
un verso que aparece en la epístola a los gálatas. Los gálatas eran creyentes
de origen celta y habiendo conocido de la Gracia de Dios trataron de añadir, en
su afán de ser parte del redil de Israel, sus pobres obras legalistas a la obra
de la redención que ya Jesús les había proporcionado.
2.
Es por esta causa que el apóstol Pablo en la
introducción de la epístola les habla de forma drástica y dura cuando les dice:
“1:6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado
del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.
1:7 No que
haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el
evangelio de Cristo.
1:8 Mas si
aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del
que os hemos anunciado, sea anatema” (Gá. 1:6-8).
3.
Ante tal situación, el apóstol Pablo se dirige a esta
iglesia y en su introducción es que cita el texto que ahora estudiamos y en el
cual les habla de la obra de redención cuando declara: “1:1 Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por
Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), 1:2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias
de Galacia: 1:3 Gracia
y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, 1:4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para
librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y
Padre, 1:5 a
quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (Gá.
1:1-5).
B.
LA ENTREGA DE SÍ
MISMO PARA REDIMIRNOS
1.
En
esta introducción el apóstol Pablo hace énfasis en la obra de redención, pero
principalmente utiliza esta expresión “a sí mismo” concerniente a la obra
sacerdotal de Cristo en contraste con lo que los gálatas querían ofrecer a
Dios, que no eran más que sacrificios y obras legales que no le costaban ni un
centavo.
2.
Cuanta diferencia había entre lo que pretendían ofrecer
los judaizantes ante un altar obsoleto y la sublime obra de Cristo quien para
redimirnos, no toma sangre ajena, sino su propia sangre para ofrecerla en
sacrificio por nuestra salvación como lo asevera Hebreos 9:24-28. Redimir es: “Conseguir la libertad de una persona o
sacarla de una situación comprometida de esclavitud pagando un precio”.
3.
Su entrega fue total, precisa y efectiva, rica en
esencia ante las exigencias del Padre para poder redimir o más bien libertar al
pecador pagando el precio justo a Dios. Por esta causa nada podía agregarse a
su obra sacrificial, nada podía competir con ella, ni mucho menos podía
sustituirla, más bien por el contrario, era la sustitución de todo sacrificio
veterotestamentario.
C.
NUESTROS
PECADOS
1.
El
asunto más trascendental en la vida del hombre es el pecado, los problemas más
acuciosos del ser humano están relacionados con su condición de pecado. No
solamente el pecado afecta de forma individual a cada hombre, sino que como
producto de que somos los entes primarios de la familia, la sociedad y el
mundo, todo lo que tocamos es afectado por nuestra condición pecaminosa.
2.
Nos dice Ernesto Trenchard en su comentario a los
Gálatas: «Sólo
el sacrificio de la Cruz nos ofrece la solución, ya que “al que no conoció pecado (Dios) hizo (ofrenda por el) pecado
por nosotros para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2
Co. 5:21). Profundos secretos, que sólo Dios conoce, se esconden bajo las
tinieblas de la Cruz, pero con voz unánime un sinnúmero de textos nos hacen
saber que allí se trató a fondo, una vez y para siempre, el fatídico problema
del pecado.»[[1]]
3.
La realidad es que en la fatídica Cruz está clavada la
sentencia por nuestros pecados, allí es donde nuestro Señor Jesucristo exhibió la
anulación del acta de los decretos que nos era contraria, por esto dice el
apóstol Pablo en Colosenses 2:13-15: “2:13 Y a
vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,
os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 2:14 anulando el acta de los decretos que había contra
nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la
cruz, 2:15 y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz”.
II. NOS
LIBRA DEL PRESENTE SIGLO MALO
(Gá. 1:4b)
A.
EL
PRESENTE SIGLO MALO
1.
El texto nos dice ahora: “1:4b el cual se dio a sí mismo
por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo”. Muchas
verdades sobre lo que significa el presente siglo malo encontramos en la
Palabra de Dios, del mismo se dice que:
· El
dueño de la esfera de los reinos de este siglo (Mt. 4:8-9).
· En el
presente siglo malo están esclavizados los que llevan el signo de la rebelión
contra Dios asociada con todos los medios que puede idear Satanás para “entretenerles” con el fin de que no le
entren deseos de buscar aquel otro “siglo”,
que es el de Dios (Lc. 20:35).
· Satanás
es su príncipe (Ef. 2:2).
· El dios
de este siglo (2 Co. 4:4).
La realidad es que todo lo que está manejado por el mal,
es maligno y trae esclavitud al mal.
2.
Es una realidad que estamos viviendo en un presente
siglo malo. La palabra siglo aquí indica era en que Satanás estará activo,
liderando las corrientes de este mundo malo y pervertido y esclavizado por el
pecado. Por esto dice el apóstol Pedro en 2 Pedro 2:19:
“2:19
Les prometen libertad, y son ellos mismos
esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo
del que lo venció”.
3.
La
tristeza que embarga a la humanidad es producto de la forma en que Satanás los
mantiene alejados de la búsqueda de la libertad de la esclavitud del pecado y
por tanto, los sumerge en la corrupción de su mente y de su entendimiento. Ya en
2 Corintios 4:3-4 se nos dice: “4:3 Pero si nuestro evangelio
está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4:4 en los cuales el dios de
este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les
resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen
de Dios”.
B.
LA
LIBERACIÓN DEL CREYENTE
1.
Ahora
vemos que el texto nos dice: “1:4 Se dio a sí mismo por
nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la
voluntad de nuestro Dios y Padre”.
Se entiende que aquí el apóstol Pablo utiliza una metáfora para indicarnos lo
que significa esa liberación, que no es más que el acto por el cual se arrebata
a alguien del peligro que lo amenaza.
2.
Hemos sido librados por Cristo de las situaciones
peligrosas que nos trae el presente siglo malo. Fue en la cruz del Calvario
donde Jesucristo echó fuera al príncipe de este mundo, es en la Cruz del
Calvario donde las tinieblas dejaron ver la realidad de la obra de Satanás,
pero es ahí donde Satanás fue echado fuera como dijo el mismo Jesús en Juan
12:31 al expresar con sus propias palabras: “12:31 Ahora el príncipe de este
mundo será echado fuera”.
3.
Jesús
oró por nosotros del modo siguiente: “17:15 No te pido que lo quites del
mundo, sino que los libre del mal” (Jn. 17:15). Lo que nos deja dicho
que en Cristo tenemos victoria, en Cristo tenemos protección, por Cristo
tenemos la capacidad para no conformarnos a este siglo malo, sino para vivir
dándole la Gloria a Dios por medio de la renovación de nuestro entendimiento
como nos dice Romanos 12:2: “12:2
No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por la renovación de vuestro entendimiento”.
III. ACTÚA CONFORME A LA VOLUNTAD DE NUESTRO
DIOS Y PADRE (Gá. 1:4c-5)
A.
EN CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DE NUESTRO DIOS
1.
El texto que estudiamos dice: “1:4 Se dio a sí mismo por
nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la
voluntad de nuestro Dios y Padre”. Esto nos deja claro que la
liberación del creyente del poder del mal que está en este mundo, sólo puede
ser posible si Dios lo permite. Esto nos recuerda las palabras de Nuestro Señor
Jesucristo al enseñar a orar a los discípulos cuando les expresó en Mateo 6:13
lo que se nos narra a continuación: “6:13 Y no
nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el
poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén”.
2.
El reino que hoy disfrutamos al mantenernos protegidos
por Dios nos mantiene alejados de toda maldad y de toda influencia del maligno,
todo lo que sucede en nuestras vidas es conforme a la voluntad de Dios, sobre
esa base se fundamentan las palabras del apóstol Pablo en Romanos 8:28 cuando
declara: “8:28 Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados”.
3.
Esa liberación gloriosa del mal que nos rodea, está
controlada por Dios, nada nos puede pasar sin que Dios lo permita, esta
mentalidad era la que tenía Job cuando pasando por la adversidad y tentado por
su esposa declaró: “…y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá.
Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no
pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno”. “Entonces le dijo su mujer:
¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. Y él le dijo: Como
suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos
de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus
labios” (Job 1:21-22 y 2:9-10).
B.
EN CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DE NUESTRO PADRE
1.
Sobre el hecho de que el texto declare: “…conforme a la voluntad
de nuestro Dios y Padre” nos deja explícito la forma en que se revela la sagrada
economía de las operaciones o funciones del Dios Trino, donde el Padre formula
los propósitos, siendo el Hijo el Instrumento para su ejecución en el plano
histórico y el Espíritu Santo en la esfera subjetiva.
2.
Cuando expresamos que Dios el Padre está en control de
todas las cosas, tenemos que estar más que agradecidos y confiados que Él, en
su Gracia y Misericordia, nos provee de todas las cosas maravillosas que un
padre provee a sus hijos.
3.
Ese Dios amante es del que nos habla Jesús en Mateo
6:25-33 lo que vemos a continuación: “6:25 Por tanto os digo: No os
afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por
vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el
cuerpo más que el vestido?
6:26
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y
vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
6:27
¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un
codo?
6:28
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo
crecen: no trabajan ni hilan; 6:29 pero os digo, que ni aun
Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
6:30
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la
viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
6:31
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos?
6:32
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe
que tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas”.
4.
Asimismo
nos dice en Mateo 7:8-11: “7:8 Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
7:9
¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
7:10
¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
7:11
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le
pidan?”
C.
A
ÉL SEA LA GLORIA
1. El texto
finaliza diciendo: “1:5…a quien sea la gloria por
los siglos de los siglos. Amén”. De esta manera el apóstol
Pablo nos muestra la manera en que Dios nos lleva a entender que la gloria de
todo lo que vemos sólo le pertenece a Él y cómo es de Él todo aquello que nos
revela de su propia naturaleza.
2. Cuando vemos estas bendiciones que Dios derrama
en sus hijos como producto del sufrimiento y muerte de su Hijo Jesucristo,
tenemos que elevar nuestras miradas al cielo para admirar y glorificar al único
que tiene la Gloria por los siglos de los siglos.
3. Está
claro que nadie puede darle a Dios lo que a Él pertenece, por tanto esta
expresión sólo indica que los que hemos reconocido a su Hijo como Único
Salvador y Redentor, estamos reconociendo la Gloria que Él tiene, ha tenido y
tendrá por los siglos de los siglos.
CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Hoy por hoy los redimidos de Dios, somos liberados de
toda maldición, el texto estudiado nos dice acerca de Cristo que: “1:4 el cual se dio a sí mismo
por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la
voluntad de nuestro Dios y Padre, 1:5 a quien sea la gloria por
los siglos de los siglos. Amén” Gálatas
1:4-5.
Seguir el camino de Dios es indispensable para todos y rezar mucho más, porque orando nos acercamos más a Él y podemos pedirle por salud y trabajo que eso jamás nos falte.
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